La Catedral de Burgos es ya «Lux» de esperanza

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Ya en el año 1990, la capital burgalesa acogió la exposición de las Edades del Hombre. La muestra, llamada «Libros y documentos en la Iglesia de Castilla y León», estuvo formada por 471 documentos sobre pergamino, papel y piedra procedentes de diversas instituciones eclesiásticas de Castilla y León. El 4 de mayo de aquel año se inauguró la edición en el claustro catedralicio, que permanecía cerrado al público desde hacía más de un siglo. Burgos recibió a lo largo de seis meses, tiempo que perduró la exposición, medio millón de visitantes. Uno de ellos, fue el célebre escritor vallisoletano Miguel Delibes.

 

Treinta y un años después, y tras haber recorrido diversas localidades de la provincia de Burgos como Oña en 2012, Aranda de Duero en 2014 y Lerma en 2019, la muestra regresa a la capital burgalesa. La vigesimoquinta edición lleva por título «Lux», luz en latín, y tiene como hilo conductor la figura de la Virgen María en la ruta Jacobea y la construcción de las vidrieras. Un homenaje a la Seo burgalesa en su octavo centenario y al Camino de Santiago, inmersos también en el Año Santo Jacobeo.

 

La muestra pretende ser «una luz y un motivo de esperanza tras la pandemia», «un reconocimiento a los que sufren y a quienes trabajan para que vuelva a brillar la luz en medio de la oscuridad», así lo manifestó el arzobispo de Burgos don Mario Iceta.

 

La luz como argumento

 

Las Edades del Hombre arrancan en la Catedral de Burgos, pero al templo se suman otras dos provincias con cuatro sedes elegidas para esta XXV edición, las iglesias de Santiago y Santa María del Camino en Carrión de los Condes (Palencia), y el santuario de la Peregrina y la iglesia de San Tirso en Sahagún (León). La imagen de la exposición es una vidriera del convento salmantino de «Las Úrsulas», que representa la coronación de la Virgen María por varios ángeles.

 

La Catedral de Burgos ya acoge esta exposición en la que se reúnen alrededor de 120 obras llegadas de distintas catedrales de España. En la muestra hay piezas excepcionales de las nueve provincias de Castilla y León y de catedrales de otras veintiséis capitales del país. Permanecerá instalada hasta el mes de diciembre, un periodo de tiempo superior al habitual.

 

La exposición recorre el claustro alto, el claustro inferior y varias capillas de la catedral. Todos los visitantes entran por la puerta del Sarmental, y ya en el interior, hay una división de recorridos entre aquellos que visitan únicamente la Seo y los que descubren las Edades del Hombre.

 

La visita comienza por el hall de la sacristía, desde donde se accede al claustro alto. La muestra se emplaza en varias galerías, la capilla del Corpus Christi, la sala capitular, la capilla de Santa Catalina y el Museo. Desde ahí, todos los visitantes descienden al claustro inferior, donde se ubican los últimos capítulos de la exposición. Finaliza con obras en la sala Beato Valentín Palencia y el patio de la Seo.

 

Promoción

 

«Lux» es un acontecimiento muy importante para Burgos, que potenciará y proveerá economía a la ciudad. Atraerá a miles de visitantes durante los seis meses que estará instalada la muestra. El comisario de la exposición en Burgos, Juan Álvarez Quevedo, confía en que estas Edades del Hombre sean un éxito. «Será un gran evento desde el punto de vista de la promoción de la catedral, y del significado que tiene la luz para las diócesis y los templos. Ojalá logremos llegar a los 500 mil visitantes».

 

Que la luz sea el hilo conductor de la exhibición, potenciará el jubileo y ayudará a concebir que «Sois templo de Dios». Una luz que se descubre desde el interior de las catedrales a través de las vidrieras. «Sirve para que las personas que estén contemplando las obras de arte de cada capítulo, a través de luz viajen hacia el infinito, hacia lo más elevado, y esto desde el punto de vista religioso, es un hito importantísimo. Saber que estamos llamados a formar parte del grupo selectivo que observa, vive y revive las Edades del Hombre» expresa Álvarez Quevedo.

 

En tan sólo unas horas, los visitantes tienen la oportunidad de contemplar cientos de obras de arte. Una riqueza extraordinaria que ayuda a entender la historia de la Catedral de Burgos justo el año de su octavo centenario. La exposición de las Edades del Hombre es también la evolución de las catedrales, que supone la historia y vida de la Iglesia.

 

«NUEVOS TIEMPOS, NUEVOS CAMINOS»

 

Es el preámbulo que da inicio a esta edición de las Edades del Hombre y a él le siguen siete capítulos repartidos por los claustros y varias capillas del templo catedralicio.

 

La reproducción de un arco que aún se conserva en el exterior de la Catedral, y que era la vía de comunicación entre la Seo y el antiguo Palacio Episcopal, es el símbolo que invita a acceder a la exposición. Una presentación con la que se quiere mostrar la relación entre los obispos y las catedrales.

 

Junto a este arco, en el preámbulo, otra de las piezas más destacadas que localizamos en la muestra, es una maqueta de la antigua Catedral de Burgos.

 

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Imagen de la Virgen de Oca, lugar al que se remontan los orígenes de la diócesis de Burgos.

 

«EPISCOPALIS SEDIS. OBISPOS Y CABILDO TESTIGOS DE LA LUZ»

 

Aquí arranca el primero de los siete capítulos que integran la exposición. Un relieve del obispo Acuña en madera policromada y el sepulcro de don Mauricio, obispo de Burgos desde 1213 y hasta su muerte, sobresalen entre el resto de obras.

 

Pero destaca principalmente, la obra moderna del escultor canario Juan Bordes designada «Doce obreros en busca de un líder», con la que el visitante converge al comenzar este capítulo.

 

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«Doce obreros en busca de un líder», obra moderna de Juan Bordes.

 

 

«OPUS FADRIQUE. LA CASA DE LA LUZ ETERNA»

 

En este apartado asistimos a descubrir distintos elementos de construcción de las catedrales. Contemplamos unas poleas y un carro de artillería de grandes dimensiones procedente de la Catedral de Toledo.

 

Se aprecia también el «Ángel Custodio de la ciudad de Burgos», de Rodrigo y Martín de la Haya, que habitualmente se localiza en la parte superior del altar mayor de la Seo burgalesa.

 

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Ángel Custodio, con la maqueta de la ciudad de Burgos.

 

 

«SERVI DEI. LOS GRANDES PROTECTORES»

 

Los impulsores de la luz concentran el siguiente capítulo de la muestra. La figura de piedra del Rey David, que conserva el Museo de la Catedral de Santiago de Compostela, luce en esta vigesimoquinta edición de las Edades del Hombre. Una pieza de gran valor artístico, del taller del maestro Mateo, que formaba parte de la fachada exterior del Pórtico de la Gloria.

 

Este capítulo alberga varias obras en la Sala Capitular. Allí, llaman la atención dos maderas talladas repolicromadas de Bigarny, de los Reyes Católicos, procedentes de la Catedral de Granada. En una de las vitrinas, la luz ilumina el Cáliz de los Condestables de Castilla. Y también, en este capítulo, se emplaza el «pendón de las Navas» o estandarte de Alfonso VIII, un tejido bordado con hilos de seda, oro y plata que data del siglo XV.

 

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Talla del Rey David del primitivo Pórtico de la Gloria de Compostela.

 

 

«ECCLESIA MILITANS. EN BÚSQUEDA DE LA LUZ»

 

Dos capas pluviales, una del cardenal Gil de Albornoz, y otra de la capilla del Condestable, de la Catedral de Burgos, son dos de las piezas relevantes de este apartado.

 

El Museo catedralicio de Zamora ha aportado su obra de platería más sobresaliente, la «Custodia Procesional», cuyo valor artístico y patrimonial sorprende al acceder a la sala, ubicada en la capilla de Santa Catalina, en el claustro alto. Y junto a estas piezas de una cuantía incalculable, se exhibe la «Cruz metropolitana», del siglo XVI, de la Catedral de Burgos.

 

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Impresionante custodia procesional de la Catedral de Zamora.

 

 

«DOLENS ECCLESIA. A LA ESPERA DE LA LUZ DEFINITIVA»

 

El quinto es un capítulo de esperanza, fúnebre, de alguna forma escatológico. En él, se puede contemplar una obra que representa la muerte, de la Catedral de Salamanca, o el sepulcro del infante don Sancho, de la Seo burgalesa.

 

Es un recorrido de esperanza, que acoge también el paño funerario de la capilla del Condestable con las armas de los Velasco y Mendoza-Figueroa. En uno de los pasillos, antes de bajar al claustro inferior, se expone todo el ajuar funerario del arzobispo Jiménez de Rada, del siglo XIII.

 

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Ajuar funerario del arzobispo Jiménez de Rada, custodiado en el monasterio de Santa María de Huerta, en Soria, donde está sepultado.

 

«TRIUMPHANS ECCLESIA. EN EL GOZO DE LA LUZ»

 

La exposición continúa con la búsqueda de la luz. Un apartado que se relaciona con el monte del gozo. En él se habla del apóstol Santiago, a través de un relicario, y de Santiago peregrino, una obra aportada por la Catedral de Salamanca.

 

Este instante de la muestra es un recuerdo a los primeros obispos. Aquí se emplaza una de las piezas que más sorprende de todo el recorrido, el relicario de san Valero. Esta obra procedente de la Seo de Zaragoza, es la primera vez que sale al exterior y lo hace para formar parte de esta edición de las Edades del Hombre. Junto a ella, se expone un óleo sobre tabla de san Cristóbal, proporcionado por la Catedral de Salamanca.

 

edades del hombre relicario san valero Relicario del obispo san Valero. Es la primera vez que esta pieza sale de la Seo de Zaragoza.

 

 

«MAIESTAS DOMINI. MAIESTAS MARIAE»

 

El último capítulo está dedicado a la Virgen. Las grandes luces a honor y honra de Dios y de María. En el final de la exposición también se habla de Cristo y por ello hay un gran crucificado del Burgo de Osma.

 

Tras él, todo son imágenes de la Virgen procedentes de diferentes catedrales. Se encuentra la Virgen con el niño de la capilla de Santa Catalina, de la Catedral de Burgos, Nuestra Señora de la Blanca de Astorga, la de la Consolación, de León, la del Espino de Burgo de Osma o la del Perdón de Segovia. También hay tallas de la Virgen de Toledo, Salamanca, Ávila, Vitoria o la Virgen del Sagrario de la Catedral de Plasencia.

 

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Talla de la Virgen del Espino, del siglo XIV, de Burgo de Osma.

Cajaviva Caja Rural aporta 20.000 euros para la señalización del Camino de Santiago en Burgos

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Ruta Jacobea

El presidente de Cajaviva Caja Rural, Jesús María Hontoria, y el vicepresidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, Antonio Miguel Méndez Pozo, han firmado esta mañana en la capilla de los Condestables de la Catedral de Burgos un acuerdo de colaboración entre ambas entidades para mejorar la señalización del Camino de Santiago a su paso por la ciudad de Burgos.

 

Cajaviva Caja Rural aportará 20.000 euros para la instalación de 40 siluetas de peregrinos, realizadas en chapa, de unos dos metros de altura, que serán decoradas por artistas burgaleses y estudiantes de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos. Estas esculturas, diseñadas por Cristino Díez, se ubicarán este verano a lo largo de la ruta jacobea en su trazado urbano. Actualmente se puede contemplar una de ellas enfrente del Centro de recepción de peregrinos, en la calle Asunción de Nuestra Señora.

 

Cajaviva Caja Rural refrenda así su apoyo a los actos conmemorativos del VIII Centenario de la Catedral de Burgos, en los que viene participando desde 2018.

Burgos Baroque Ensemble despierta la música dormida de la Catedral

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Burgos Baroque Ensemble

La  Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, el Cabildo Metropolitano y la agrupación Burgos Baroque Ensemble organizan el ciclo ‘La música dormida’, con cuatro conciertos a lo largo de 2021, que permitirán recuperar un destacado número de obras musicales de gran valor del Archivo Catedralicio de los siglos XVI, XVII y XVIII, compuestas por los maestros de capilla del templo.

 

La agrupación burgalesa, especializada en música antigua, Burgos Baroque Ensemble ha realizado una exhaustiva labor de investigación y puesta al día de partituras de maestros de capilla como Manuel de Egües, Antonio Abadía o Francisco Javier Yllana, entre otros. Los recitales tendrán lugar en la propia Catedral, el 25 julio, el 24 de octubre, el 11 de noviembre y el 23 de diciembre, bajo la dirección de Javier Ulises Illán, dentro de los actos de conmemoración de sus 800 años.

 

El primer concierto responderá al título Torre Metropolitana. Villancicos y salves a la Virgen en el entorno del maestro Manuel Egüés y será este domingo día 25, a las 20.15 horas, en la Escalera Dorada. Las entradas se pueden adquirir a 5 y 10 euros en el Centro de recepción de peregrinos. La pieza inicial, de Juan García de Salazar, que se formó como mozo de coro, evocará que era habitual que la música no ocupara siempre los mismos espacios y que comúnmente los músicos formaran parte de la comitiva que procesionaba en determinadas celebraciones por la Catedral. Asimismo, la música acompañaba también entradas y salidas de cortejos y comitivas de celebrantes que cada día formalizaban los tiempos de oración dentro del templo.

 

El recital incluirá también el Salve Regina de Gonzalo Martínez de Bizcargui, que no llegó a ser maestro de capilla de la Catedral de Burgos, aunque sí fue capellán y es probable que estuviera al servicio de la capilla del obispo en el tiempo en que residió en Burgos, entre 1513 y 1519.

 

A varias obras anónimas (Del Líbano cedro hermoso y Torre Metropolitana), se sumarán cuatro villancicos de Manuel Egüés: Oigan los ecos armónicosYo canto, yo lloroPaxaros que al ver el alva y A un hospital de dolientes. Manuel Egüés llegó a la Catedral de Burgos como maestro de capilla en 1685, donde ejerció su cargo hasta 1729. De él se conservan más de 200 obras en las que se aprecia su versatilidad y su capacidad para armonizar hasta 16 voces. En latín escribió salmos, motetes, avemarías, lamentaciones, antífonas y secuencias. En romance son muy numerosos los villancicos y las salves. La instrumentación que presentan sus obras es rica y variada, especialmente en las piezas en romance, destacando los instrumentos de ministriles (sacabuches, chirimías, bajones y bajoncillos…). El uso de violines y del oboe resulta menos habitual en su orquestación pero es destacable, dado que aún se trata de una fecha temprana dentro del uso de estos instrumentos en España en un ámbito religioso. En cuanto al acompañamiento, además del órgano, es especialmente destacado el uso del arpa en el continuo.

 

Esta será la tercera participación de Burgos Baroque Ensemble en los actos en torno al VIII Centenario de la Catedral, tras su recital de 2018 en la capilla de los Condestables y el de 2020 en la Escalera Dorada. Esta formación especializada burgalesa nació en 2016 y aúna el respeto por las interpretaciones con rigor histórico con instrumentos de época con puestas en escena innovadoras, que tratan de acercar la música antigua al gran público. Reúne un elenco de músicos de reconocido prestigio en interpretación histórica; entre ellos, el grupo de ministriles La Danserye.

Los Niños Cantores de Viena culminan los actos del Octavo Centenario de la Catedral

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El altar mayor de la Catedral de Burgos acogió ayer un concierto de los Niños Cantores de Viena, dentro de los actos organizados por la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 para conmemorar los 800 años del templo. Antes, 80 jóvenes burgaleses celebraron el cumpleaños de la Seo portando 800 velas en torno a tres tartas gigantes de bizcocho, semifrío de naranja y chocolate elaboradas por los reposteros burgaleses en la plaza de Santa María.

 

El coro infantil, dirigido por Jimmy Chiang, deleitó a los 530 espectadores distribuidos por todo el templo con sus voces a través de un extenso repertorio con piezas antiguas y contemporáneas que incluyeron obras de Pergolesi, Monteverdi, Haydn, Tomás Luis de Victoria, Mozart, Schubert, Rossini o Schumann, entre otros.

 

El joven Adrián Bruckner Gómez, único coralista con ascendencia española, se dirigió al público para presentar el concierto y mostrar la ilusión de los 25 cantantes por participar en los actos del VIII Centenario de la Seo castellana. El Coro de Niños Cantores surgió en 1498, cuando Maximiliano I trasladó su corte a Viena y fundó la Hofmusikkapelle. En la actualidad está formado por cien vocalistas, de edades comprendidas entre los nueve y catorce años, divididos en cuatro coros. Cada uno de ellos pasa diez semanas al año de gira y entre todos interpretan unos 300 conciertos cada año.

 

Tres tartas gigantes y 800 velas

 

Ochenta niños cantaron el Cumpleaños feliz a la Catedral de Burgos en la plaza de Santa María, bajo la atenta mirada de la mascota del VIII Centenario, el Papamoscas. Alrededor de tres tartas gigantes de bizcocho, semifrío de naranja y chocolate, creadas por las pastelerías Ojeda, Juarreño, El Horno, Dieste y Loste, sostuvieron 800 velas de led mientras celebraban los ocho siglos de la Seo.

 

Estas tres tartas gigantes con forma de ocho y dos ceros son el producto del trabajo de una treintena de reposteros que habían confeccionado previamente hasta trescientas tartas individuales, que ensamblaron y terminaron de decorar en la plaza. En el corte simbólico de una de las tartas participaron el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, el vicepresidente y la directora general de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, Antonio Miguel Méndez Pozo y Piluca Gil; y la coordinadora de los reposteros, María del Rosario González Dieste.

 

En este evento también colaboraron la Hermandad de Peñas, la Federación de Asociaciones de Fajas, Blusas y Corpiños y la Federación de Baloncesto de Castilla y León, que facilitaron la presencia de los niños en la plaza.

 

El acto terminó con el canto del Himno a Burgos por parte de todos los participantes. Finalmente, no se repartieron las ocho mil porciones, tal y como estaba previsto inicialmente, en cumplimiento de las disposiciones higiénico-sanitarias actuales. La Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 ha querido compartir su tristeza por el hecho de que la sociedad burgalesa no haya podido participar en esta iniciativa popular y entrañable en la que se han volcado los reposteros locales y que pretendía convertirse en la guinda a los actos centrales del VIII Centenario de la maravilla gótica.

«Ser sacristán en la Catedral es más que un oficio, es también una manera de vivir la fe»

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Procede de una familia cristiana y humilde de agricultores que le supo transmitir la fe desde su niñez en la localidad serrana de Rabanera del Pinar (Burgos), donde nació en 1956, donde hizo su primera comunión y recibió la confirmación. Este hombre sencillo cursó sus estudios en Barcelona, en un internado de los Padres Mínimos, para volver a Burgos, donde trabajó 15 años como conductor en una empresa de géneros de punto. Casado y con un hijo, en 1998 comenzó a ejercer como sacristán de la Catedral de Burgos, tras superar unas pruebas, al haberse producido una vacante.

 

Para José Antonio Sáiz, la Catedral es «el monumento más bello que se puede contemplar, pero más allá de su estética, es una parte de mi vida, me casé en la capilla del Cristo de Burgos, del que soy muy devoto, cada rincón me parece una maravilla; la capilla de los Condestables o el cimborrio son inigualables, cuando a primera hora de la mañana entro en la Catedral, desprende una luz que, con solo mirarla, me aporta paz, tranquilidad y alegría para afrontar el día».

 

La jornada comienza muy pronto en la Catedral burgalesa. A las 8 de la mañana se abren las puertas y comienzan los preparativos de las misas y oficios religiosos, también la limpieza de capillas y puesta a punto de los vasos sagrados y la vestimenta de los sacerdotes. La misa conventual es a las 10 de la mañana y a las 8 y media de la tarde el sacristán también es el encargado de cerrar el templo. «Puede parecer monótono pero no lo es, cada día tiene mucho de nuevo, siempre suceden cosas nuevas porque la Catedral es un templo vivo, en el que el tiempo no se detiene, aunque parezca que sí».

 

Según cuenta José Antonio, no faltan tampoco las anécdotas en el día a día: «Hace varios años, cuando todavía no existían los teléfonos móviles, al cerrar la Catedral, un canónigo se quedó dentro, en la capilla de Santa Tecla, aún sin restaurar, y tuvo que pasar toda la noche encerrado. Cuando abrimos por la mañana estaba asustado, nos dijo que pasó toda la noche rezando y con frío, pero lo más curioso es que nadie le había echado en falta para intentar buscarle aquella noche, que seguro no olvidará nunca, porque la Catedral sin luces impone mucho».

 

Ser sacristán en una Catedral no es tarea fácil: «Para mí es fundamental vivir la liturgia y participar en la misma, el sacristán no puede ser ajeno a la liturgia, porque esto es mucho más que un oficio o un trabajo por horas, ser sacristán supone también una manera peculiar de vivir la fe y creo que no se puede separar lo uno de lo otro, sin fe el trabajo del sacristán carece de sentido».

 

José Antonio también considera que la Catedral puede ser un instrumento de evangelización, aunque en los tiempos actuales se ha puesto difícil: «En la medida en que los visitantes, aunque vengan buscando únicamente el arte y la belleza de las obras, puedan ver más allá de las piedras y los objetos, la Catedral puede servir para que se acerquen a Dios, porque todo está hecho en el interior del templo para acercarnos la grandeza de Dios y pienso que ahora, en el mundo que vivimos, sería muy difícil hacer esta Catedral, porque sin la fe es imposible lograr lo que consiguieron los artistas y arquitectos aquí. Su huella es muy clara y su intención es siempre llevarnos a Dios».

 

En diciembre, José Antonio Sáiz tiene previsto jubilarse como sacristán de la Catedral después de 23 años en este cometido: «Me llevo unos recuerdos imborrables, ha sido la etapa más fecunda de mi vida, tanto que me gustaría que mi hijo fuera quien me sustituya, porque sabe lo que supone este oficio, lo ha vivido en familia y le veo capaz de hacer una buena labor».