El amor, la clave de bóveda en la vida del cofrade

Miembros de cofradías y hermandades han participado en sus últimas sesiones de formación, que han profundizado en el magisterio del papa Francisco.
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La formación es esencial para la vida del cofrade. Así lo entiende Lucinio Ramos, delegado diocesano de Religiosidad Popular, que esta semana ha coordinado la cuarta edición de la «Semana del Cofrade», una propuesta de encuentro y formación para miembros de cofradías y hermandades penitenciales y de gloria de la archidiócesis. Después del paréntesis del año pasado a causa de la pandemia, la formación de este año ha querido bucear en el magisterio del papa Francisco, encontrando en el amor «la clave que han de activar en su vida de hermanos cofrades».

 

En efecto, tal como subraya el también párroco de Nuestra Señora de Fátima de Burgos, las encíclicas y exhortaciones del Santo Padre sobre el cuidado de la casa común (Laudato Si), el entendimiento entre los pueblos (Fratelli Tutti) y la alegría del amor (Amoris Laetitia) han contribuido a la formación de los cofrades, descubriendo que el amor anima cada uno de estos documentos pontificios. Un amor que también debe servir para que «la cofradía sea una verdadera comunidad de hermanos poniendo en práctica la parábola del Buen Samaritano y el himno del amor del apóstol San Pablo».

 

Desde el pasado lunes, la semana ha contado con las conferencias de expertos en la materia (los teólogos Fernando Susaeta y José Manuel Santos y los delegados diocesanos de Familia y Vida Jorge Lara y Laura Pérez). La IV Semana del Cofrade concluyó anoche con una oración compartida en la capilla de la Casa de la Iglesia, lugar donde se desarrollan habitualmente estos encuentros formativos.

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