Erik el Belga: el fin del expolio de los tapices de Castrojeriz

Uno de los fragmentos que quedaba por recuperar fue devuelto a la policía por el abogado del difunto criminal y ha sido entregado esta mañana a la archidiócesis después de 40 años de investigación.
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Madrugada del 7 de noviembre de 1980. Erik El Belga, uno de los mayores saqueadores de arte sacro en Castilla y gran parte de España, entró en la iglesia de Santo Domingo de Castrojeriz incautándose de seis valiosos tapices, tejidos en 1654 por uno de los discípulos de Rubens, Corneille Schutz. El expolio puso en marcha a la mismísima Interpol, que localizó algunos de tapices robados ese mismo año: tres en Francia y otro más en Bélgica. Los otros dos fueron hallados en Barcelona un par de años después. Aquellas piezas fueron devueltas a la Iglesia, a falta del remate inferior de uno de ellos, que representaba la «Apoteosis de las Artes Liberales». La investigación policial iniciada hace 40 años ha concluido hoy con la entrega al arzobispo de esa parte del tapiz, un angelote que engalanaba su orla inferior izquierda y que ha sido devuelto a la policía por quien fuera abogado de El Belga durante los años más feroces de su currículum delictivo.

 

Décadas de trabajo

 

El fragmento de tapiz fue recuperado gracias a las gestiones realizadas por el agente Ángel Alcaraz, quien preparando un trabajo académico acerca de los robos de obras de arte, se puso en contacto con el mencionado abogado, quien le proporcionó datos relacionados con la investigación. Finalmente la pieza fue entregada a los agentes por parte del letrado y ha permanecido custodiada por los investigadores hasta que en el día de hoy se ha entregado al Arzobispado de Burgos. «¿Y si al cielo le faltara un angelito? Sería menos cielo. Y si a ese tapiz le faltara ese angelito no sería ese tapiz. Hoy devolvemos a Castrojeriz uno que nunca debió salir de allí», ha subrayado el agente, quien ha felicitado el trabajo de los cuerpos policiales que consagran su vida a recuperar patrimonio histórico y artístico expoliado.

 

Se desconoce el lugar donde la pieza ha estado almacenada durante estas cuatro décadas, con la intención, probablemente, de ser vendida de forma independiente. Los agentes no han sido capaces de valorar el precio de mercado de esta pieza, desgajada de un monumental tapiz, elaborado en Brujas y cuyas dimensiones superan los 4 por 6,5 metros.

 

Erik el Belga fue un marchante de obras de arte, restaurador, pintor, escritor y ladrón internacional que cometía numerosos robos en iglesias y capillas. Asimismo capitaneaba un grupo organizado dedicado a expoliar obras de arte sacro, unas veces por encargo de coleccionistas y consumidores de arte con un importante poder adquisitivo que les interesaba alguna obra artística en concreto, y otras por propia iniciativa según su posibilidad de venta fácil en el mercado negro internacional.

 

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, ha felicitado a la Policía Nacional por haber recuperado esta parte del tapiz y ha manifestado que «por mucho tiempo que pase, los casos no quedan cerrados hasta que se resuelven». En el acto de entrega de este pedazo del tapiz han estado presentes los responsables de la investigación, que pertenecen a la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, los cuales han explicado las circunstancias que han concurrido en la resolución de esta investigación. También han asistido al acto el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, y el comisario jefe de la Policía Nacional en esta provincia, Jesús Nogales. Mons. Mario Iceta, por su parte, se ha felicitado por la recuperación de este fragmento del tapiz: «No solo se expolia una obra de arte, sino la memoria de un pueblo, lo que constituye su identidad multisecular». También ha agradecido el trabajo de la Policía Nacional, que se emplea a fondo para poder recuperar el patrimonio expoliado y evitar que existan más robos.

 

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