Hijo Adoptivo de Burgos «por su implicación» en bien de la ciudad
El arzobispo emérito de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, es desde ayer «Hijo Adoptivo de la Ciudad». A pesar de haber nacido en Ávila y haber ejercido el sacerdocio y el episcopado con anterioridad en la capital del país, tras su llegada a Burgos en noviembre de 2015, su «labor pastoral» y su «implicación en los proyectos de la ciudad» han llevado al Consistorio a distinguirle con tal título honorífico.
El Ayuntamiento, que le otorgó ayer tal distinción en un acto desarrollado en el Teatro Principal, también ha esgrimido para la concesión del título «su cercanía, conocimiento e implicación social», «alentando el desarrollo humano de sus ciudadanos». Entre sus méritos, el Consistorio destaca de manera especial su trabajo como «presidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos», «aglutinando al tejido político, social, económico y cultural de la ciudad» y promoviendo numerosas actividades encaminadas a celebrar los 800 años de la colocación de la primera piedra de la Seo burgalesa.
Junto al arzobispo emérito, el Ayuntamiento ha concedido de igual manera otros títulos honoríficos: el de Buen Vecino al Rotary Club; los títulos de Burgaleses de Pro a los artistas Néstor Pavón (a título póstumo) y Ana Núñez, y las Medallas de Oro de la Ciudad al Grupo Espeleológico Edelweiss y a la Institución Fernán González. El acto, que se clausuró con el canto del Himno a Burgos, contó con la presencia del regidor municipal, Daniel de la Rosa, miembros del equipo de Gobierno y numeroso público.
La concesión del título de Hijo Adoptivo de la ciudad al arzobispo emérito nació a propuesta de Ciudadanos y contó con el respaldo en un pleno celebrado en el Ayuntamiento en noviembre del año pasado con el voto a favor de los grupos municipales PSOE, PP, Cs, Vox y la abstención de Podemos.