Mártires dominicos: cuatro beatos burgaleses camino a los altares

Fotos y texto de las biografías: dominicos.org.
La Catedral de Sevilla acogerá el próximo 18 de junio la beatificación de 27 mártires de la orden de Predicadores, asesinados por odio a la fe durante la persecución religiosa del pasado siglo en España. El Santo Padre Francisco promulgó el decreto para su beatificación en diciembre de 2019 y la Orden de los Dominicos se prepara para celebrar la elevación a los altares de algunos de sus miembros, martirizados en Almagro y Manzanares (Ciudad Real) y en Almería [ver página web oficial]. La lista la componen, además, un laico dominico, reputado periodista, y una monja dominica de Huéscar, que se convierte en la segunda monja dominica española en ser beatificada en toda la historia de la orden. Entre los nuevos beatos hay cuatro nacidos en la provincia de Burgos, cuyos rasgos biográficos detallamos a continuación.
Sebastián Sáinz López
Nació el 20 de enero de 1915, hijo de Francisco y Nicolasa, fue bautizado en la parroquia de Santa Lucía de Villasuso (provincia de Burgos y diócesis de Santander) el 22 de enero de 1915. Tomó el hábito en Almagro el 2 de octubre de 1932 y profesó el 4 de octubre del año siguiente, no pudiendo realizar la profesión solemne.
Se conserva una carta, de 7 de julio de 1936, donde se mostraba preocupado. Refería que un grupo de estudiantes había salido el 3 de julio para pasar una parte del verano en Scala Coeli (Córdoba). Regresarían el 3 de agosto. El día 5 se desplazarían hacia Córdoba los religiosos estudiantes que habían permanecido en Almagro, «para volver el 5 de septiembre» al convento de estudios. En realidad, los primeros no volvieron en la fecha prevista y, los segundos, estaban encarcelados y algunos ya asesinados el 3 de agosto. A los 21 años le dieron muerte. Sus reliquias se veneran en Sevilla.
Dionisio Pérez García
Nació el 8 de abril de 1912 en Villalvilla de Villadiego, hijo de Daniel y de Justa, bautizado el mismo día. Ingresó el 30 de septiembre de 1930 en Almagro. Profesó el 25 de mayo de 1933. Deseaba ser misionero y dar la sangre por Cristo. En la casa –prisión de Almagro–, donde acompañó a la comunidad, era el encargado de buscar la comida de los demás presos. Salía todos los días para este fin y llegaba al convento [casa – prisión] acompañado de hombres armados. Estuvo en el convento de Córdoba por espacio de dos años, donde se hizo acreedor a las simpatías de los religiosos. Después volvió a Almagro. Fue martirizado a los 24 años. Sus reliquias se veneran en Sevilla.
Paulino Reoyo García
Nació en Atapuerca (Burgos), hijo de Mariano y de Estefana, el 22 de junio de 1913 y bautizado ese mismo día. Consta en la nota marginal que recibió el subdiaconado de manos del obispo de Ciudad Real el 6 de junio de 1936. Muy niño aun ingresó en la escuela apostólica de Almagro y, tras los cursos de latín y humanidades, tomó el hábito el 29 de septiembre de 1929.
Profesó el 30 de septiembre de 1930. En 1930-1931 comenzó los estudios previos a la filosofía. Terminó la filosofía y estaba cursando, a la hora de su muerte, la teología por la Summa Theologiae de Santo Tomás de Aquino. El 22 de junio de 1934 renovó la profesión hasta el servicio militar. Hizo su profesión solemne el 7 de octubre de 1934. Lo recordaban como un joven de carácter sencillo y abierto, caritativo y devoto de la eucaristía y del Rosario. Un salvo conducto falso lo condujo, así como a sus hermanos, a la muerte tras unos días de prisión a los 23 años recién cumplidos el 8 de agosto de 1936. Sus restos no se han podido identificar.
Ricardo Manuel López y López
Nació el 13 de enero de 1914 en Olmos de Atapuerca, hijo de Francisco y de Benita. Recibió el bautismo el 18 de enero de 1914 y se confirmó en Quintanapalla el 18 de junio de 1915. En la nota marginal de la partida de bautismo se dice que hizo profesión solemne en el convento de dominicos de Almagro (Ciudad Real) el día 19 de febrero de 1936. Antes de ir a la escuela apostólica de Almagro a los 12 años, en septiembre de 1926, ayudaba a sus padres en los trabajos del campo. Tomó el hábito el 29 de septiembre de 1929.
Profesó el 30 de septiembre de 1930. Renovó la profesión hasta el servicio militar el 10 de enero de 1935. Hizo la profesión solemne el 19 de febrero de 1936. Es recordado como amable y muy caritativo, piadoso y humilde, ponía gran empeño en el estudio. En noviembre de 1935 tuvo que ir al servicio militar, pero poco después le permitieron volver al convento e hizo la profesión solemne, como queda dicho, y también recibió las órdenes menores. Murió asesinado, a los 22 años, en Manzanares (Ciudad Real), el 8 de agosto de 1936. Sus restos no se han podido identificar.