El «santito» de Caleruega vuelve a visitar a la Virgen de Castro en la romería más madrugadora de la Ribera

Jóvenes de la localidad calerogana portaron en andas la pequeña imagen de santo Domingo de Guzmán hasta Peñalba de Castro, hermanándose en el camino con los vecinos de Araúzo de Torre.
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Dice la tradición que la beata Juana de Aza era una gran devota de la Virgen de Castro, advocación bajo la que se venera a la Madre de Dios en una pequeña ermita ubicada cerca de las ruinas de la ciudad romana de Clunia. Una devoción que trasmitió a su hijo, santo Domingo de Guzmán, peregrinando regularmente hasta Peñalba de Castro, localidad donde se encuentra el pequeño santuario. Ahora son los vecinos de Caleruega, localidad natal del santo, los que reviven cada año esta piadosa tradición. Lo hacen el tercer domingo de abril (o el cuarto si el tercero es Domingo de Resurrección como ha sido el caso este año). Es la romería más madrugadora de las que se celebra en la Ribera del Duero. La llaman la romería de Castro o más popularmente «del Santito», por el pequeño tamaño de la talla de santo Domingo que durante todo el camino portan los jóvenes, tarea reservada tradicionalmente a los recién casados a lo largo del año anterior. Un largo paseo por el campo que comienza saliendo de Caleruega con una primera parada en la denominada «Piedra de Castro», donde se reza un responso por los vecinos y vecinas fallecidos.

 

La pandemia fulminó la romería en el año 2020, pese a que todo estaba preparado desde hacía semanas, mientras que el año pasado se quedó en peregrinajes personales de vecinos y vecinas que, por su cuenta, no quisieron perder la tradición. Aunque no llevaron físicamente la imagen del santo, realizaron el trayecto con la petición especial a la Virgen de que cesara cuanto antes la pandemia.

 

Este año 2022 por fin se ha recuperado la romería al estilo de la «antigua normalidad», incluso sorteando la amenaza de la lluvia que finalmente no ha interferido en la tradición. También se ha podido cumplir la parada tradicional de descanso y convivencia en Araúzo de Torre, tanto a la ida como a la vuelta, con la acogida de los vecinos y vecinas a los peregrinos a los que por la tarde agasajan con una merienda.

 

El momento central de la romería es la misa de campaña, a la llegada de la imagen del «Santito». El tiempo ha permitido poder celebrarla al aire libre y que los participantes compartieran a continuación comida campestre con la leche frita como elemento indispensable, que sirve para estrechar los lazos entre los participantes que intercambian este dulce elaborado en cada casa. La vuelta a Caleruega tiene otros dos hitos importantes, también en honor a la Madre de Dios: de nuevo en compañía de los habitantes de Araúzo de Torre, la oración a la Virgen de los Remedios en su ermita de esta localidad, y un rato después, a la llegada a Caleruega, la despedida a Santo Domingo en la parroquia con el canto de la Salve popular.

 

La «romería del santito» no solo es la más temprana que se celebra en la comarca, sino que también marca el inicio de una serie de peregrinajes similares que se llevarán a cabo domingo a domingo protagonizado por otros municipios del entorno que comparten la devoción por la Virgen de Castro a imitación de santo Domingo de Guzmán, patrón de la provincia de Burgos y especialmente querido en la Ribera del Duero.

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