Los colegios diocesanos apuestan por una enseñanza innovadora y personalizada

La Catedral ha acogido un acto, presidido por el arzobispo, en el que la comunidad educativa ha expresado su compromiso «con la vocación de ser un don y un regalo para los demás».
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Después de dos años sin celebrarse a causa de la pandemia, la capilla de Santa Tecla de la Catedral de Burgos ha acogido hoy de nuevo el acto de inauguración del curso 2022-2023 en los colegios diocesanos, que ha estado presidido por el arzobispo, don Mario Iceta. Alumnos y profesores de los centros educativos Apóstol San Pablo, Círculo, María Madre, San Pedro y San Felices, Saldaña, Santa María la Nueva y San José Artesano se han concentrado ante la Diputación Provincial para dirigirse a la Seo, donde han subrayado su apuesta por «una enseñanza innovadora y personalizada en la que el pilar sea Jesucristo, siempre dispuestos, decididos, comprometidos con la vocación de ser un don y un regalo para los demás».

 

«Nuestras escuelas tienen que ser lugares que acompañan; el acompañamiento es acoger la vida, pararse y escuchar. Es, en definitiva, salir al encuentro de prójimo, siendo nuestra seña de identidad», ha proclamado un representante de los alumnos del colegio Saldaña. «Todos somos importantes, cada miembro de la comunidad educativa tiene una misión: dar lo mejor de sí mismo a los demás», ha apuntado otro estudiante del colegio Círculo Católico. También han recogido palabras del papa Francisco en Frattelli Tutti. «Nadie puede pelear la vida aisladamente. Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante. Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos».

 

La comunidad educativa se ha encomendado a Dios pidiéndole que les ayude a dejarse acompañar y «hacer realidad lo que Él nos tiene preparado: ser mejores alumnos, mejores profesores, mejores padres… En definitiva, mejores hijos e hijas de Dios».

 

Los colegios vinculados a la archidiócesis se han agrupado en la fundación educativa «Manjón y Palencia» con el objetivo de «promover una educación integral de inspiración cristiana, de calidad y excelencia y que dote a los alumnos de recursos para que en el futuro sean personas competentes y capaces de transformar la sociedad», como se describe en sus estatutos. Suman un total de 4.964 alumnos y 382 profesores.

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