Una vigilia para «escuchar la voz de la Creación»
Ayer martes, coincidiendo con la fiesta de San Francisco de Asís, la iglesia del convento de las madres Clarisas de Burgos acogió una vigilia diocesana de oración con la que finalizó el «tiempo de la creación», la propuesta anual que promueve el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede durante el mes de septiembre.
Aunque la recién concluida Asamblea Diocesana no ha abordado en sí mismo el problema medioambiental, sí se han esbozado algunas pinceladas que lleven a «generar una verdadera alternativa de vida plena y feliz para todos, dentro de una ecología integral». También a «crear en las parroquias y en otros ámbitos grupos que vivan y ayuden a tomar conciencia de lo que la Iglesia, siguiendo la Laudato Si y la Doctrina Social de la Iglesia, entiende hoy por ecología integral e ir incorporando esta dimensión ecológica en el mensaje y en las prácticas de nuestras comunidades». La vigilia de oración celebrada ayer se integraba en esta línea, que se enmarca en una campaña sencilla que incluirá algunos otros encuentros de oración, algunos actos públicos como el de la Jornada Mundial de los Pobres, un curso en la Facultad de Teología sobre ecología integral, un planteamiento de cómo ir avanzando en este campo en las instituciones diocesanas (economía, consumo, opciones y mensajes), y algunas sugerencias que se propondrán a parroquias y comunidades.
Bajo el título «Escuchar la voz de la Creación», la vigilia contó con peticiones de perdón, escucha y reflexión en torno a la Palabra de Dios y peticiones. También se pudo escuchar el testimonio de Dominique Tiendrebeogo, natural de Burkina Faso y que trabaja cuidando la tierra en la Huerta Molinillo de Burgos. El acto concluyó con la entrega de una vela como recordatorio de la jornada y como una llamada a seguir escuchando «la voz de la Creación«.