Jesús resucitado es esa «luz que nunca se apaga, nos guía y nos llena de esperanza»

La Vigilia Pascual ha estado presidida por el arzobispo don Mario Iceta. En «la noche más importante», se ha bendecido el fuego, encendido el cirio pascual y renovado las promesas bautismales
<
>

 

La Catedral completamente a oscuras, únicamente iluminada por la llama del fuego a bendecir. Así ha comenzado la Solemne Vigilia Pascual presidida por el arzobispo don Mario Iceta Gavicagogeascoa. Tras la bendición de fuego y encender el cirio pascual, todos las personas que se han dado cita en la nave central de la Catedral han ido encendiendo sus velas. Poco a poco la luz iba iluminando el templo en esta noche en vela en honor del Señor.

 

Después de las primeras lecturas, recorriendo la historia de la Salvación a través del Antiguo Testamento, con el himno del Gloria, se terminaba de iluminar la Catedral por completo y las campanas replicaron para anunciar que Cristo ha resucitado y que vive entre nosotros. Después de las lecturas del Nuevo testamento, precedidas del aleluya, canto omitido durante la cuaresma, ha llegado el momento de la homilía del arzobispo.

 

En su mensaje para «la noche más importante de todo el año litúrgico», ha querido recordar a los presentes que la historia de la salvación de Cristo es el comienzo de «la historia de tu salvación». Además, Dios nos ha dado «una vocación», que para descubrirla hay que hacerse la pregunta que dice el papa Francisco: «¿Para quién soy?». «Eres para Dios, para entregarte a los demás«, ha insistido don Mario en su mensaje. «Cuando uno no responde a esta pregunta no encuentra su lugar en el mundo».

 

La Noche Santa ha continuado con la bendición del agua con la que los asistentes han sido rociados tras renovar las promesas del bautismo. El arzobispo también ha recordado en su homilía el momento clave de la vida de los cristianos: el bautismo. Un momento en el que «fuimos iluminados por el Señor para que desapareciera la oscuridad de nuestra vida para siempre».

 

Para finalizar se ha retomado el rito de la eucaristía, momento en el que el resucitado se toma como alimento y fuerza para llevar una vida nueva y ser sus testigos en medio del mundo. El pastor de la Iglesia de Burgos ha pedido para todos: «Ojalá esta Noche Santa ilumine nuestras vidas, y esta luz que nunca se apaga que es Cristo, sea siempre quien nos guie y nos llene de esperanza».

 

 

Comentarios

Los comentarios están cerrados para esta noticia.