Santo Domingo de Guzmán, ejemplo de nueva evangelización para la vieja Europa
Nació en Caleruega en 1170 y se ha convertido en uno de los hijos más ilustres de la hoy provincia de Burgos, que lo honra como patrono desde 1957. Como es tradición, las autoridades provinciales se han desplazado hasta la localidad natal del fundador de la orden de Predicadores para asistir a la eucaristía, visitar a las madres Dominicas y asistir a un concierto interpretado por el Orfeón Arandino.
Rosario en mano, santo Domingo de Guzmán se convirtió en uno de los grandes evangelizadores del continente a través de la vida comunitaria en la pobreza y el estudio de la Sagrada Escritura, virtudes que imitar en la «nueva evangelización» que necesita nuestra «vieja Europa».
Así lo ha sostenido el arzobispo, mons. Mario Iceta, que ha presidido la eucaristía junto al obispo de Osma-Soria, mons. Abilio Martínez, el obispo de Evinayong (Guinea Ecuatorial), mons. Calixto Paulino Esono Abaga Obono, y numerosos dominicos y sacerdotes. Para el pastor diocesano, es necesario «reencontrar las raíces cristianas» como «factor de integración y unidad» en una sociedad que ha «olvidado lo mejor de su tradición cultural» y donde predomina el «pensamiento débil». «Es necesario devolver el sentido a la vida humana, al trabajo, al bien común», ha desgranado; «fomentar sociedades justas e integradoras al margen de ideologías y populismos». En los santos, como el fundador de los Dominicos, ha subrayado, podemos encontrar el aliento para «preparar nuevamente la tierra para que germine la semilla del evangelio».
El arzobispo ha pedido la intercesión del santo por la provincia que lo tiene por patrono. Para mons. Iceta, es necesaria la implicación de todos los agentes sociales para «mantener, estabilizar y atraer población y nuevas oportunidades» para una tierra que, como calificó el papa Francisco en su encuentro con los seminaristas de Burgos, «hay que llenar de Dios». Ha destacado la apuesta de la Iglesia diocesana por la pastoral rural y ha abogado por desarrollar mejores infraestructuras, cuidar de los mayores que viven solos, acoger a los migrantes y cuidar el patrimonio cultural de los pueblos como motor espiritual, social y económico.