El arzobispo continúa la visita pastoral en la unidad pastoral de Cardeña
El arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, ha realizado en la unidad pastoral de Cardeña la penúltima parada de la visita pastoral que este curso le está llevando a conocer el arciprestazgo de San Juan de Ortega. Con gran expectación y entusiasmo, el Consejo Pastoral parroquial y los agentes de pastoral prepararon la visita, siendo conscientes de que la presencia y las palabras del arzobispo iban a ser revulsivo para la cohesión, vitalidad espiritual y comunión con la iglesia diocesana.
La visita comenzó el sábado, 17 de mayo, en Revilla del Campo; después de muchos días fríos y lluviosos, amaneció un espléndido día. Un buen grupo de personas, algunas de Quintanalara y de Los Ausines, esperan con inquietud a Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, y a su vicario territorial, Julio Andrés Alonso Mediavilla.
Después de contemplar la esbelta torre renacentista y la grandiosidad del templo, dedicado a la Natividad de Nuestra Señora, con sus impresionantes retablos, el arzobispo presidió una liturgia de la Palabra invocando a la Madre y patrona de la localidad. Unas emotivas palabras de Mons. Iceta animaron a vivir la fe y a sentirse comunidad interparroquial. El arzobispo explicó que la escasez de sacerdotes, unida a las más de mil parroquias que tiene la archidiócesis, hacen imposible que muchos pueblos sean atendido dominicalmente; por eso, se ve necesario el ir configurando las unidades pastorales para poder ofrecer un mejor servicio religioso. Después de una foto colectiva para recuerdo del acontecimiento, hubo una cordial despedida.
La siguiente parada fue en Modúbar de San Cibrián, en la residencia de mayores La Fuente. Después de saludar a la dirección y al personal, valorando su trabajo y dedicación, el arzobispo compartió unas palabras de ánimo y esperanza con los residentes.
A continuación en Cardeñadijo, tras un encuentro personal con el párroco, Mons. Iceta se reunió en el salón de la casa parroquial con los miembros del Consejo Pastoral de la parroquia, que fueron exponiendo las distintas pastorales a las que representaban, así como los logros y dificultades que encuentran. El arzobispo escuchó con atención e interés y animó a centrarse en las familias, en los nuevos métodos de la catequesis y a coordinarse y extender las acciones a los demás pueblos de la unidad pastoral.
A continuación, mantuvo un cordial encuentro con los feligreses en la ermita. Participaron la alcaldesa, los catequistas, así como padres, niños y los vecinos, algunos también de Modúbar de la Cuesta. Saludó a los que iba a confirmar al día siguiente y mantuvo un diálogo-catequesis con ellos sobre el sacramento que iban a recibir. La jornada terminó con un vino español y un rato de tertulia en el jardín de la casa parroquial.
Ya el domingo, 18 de mayo, a las 11:30h se reanudó la visita con la celebración eucarística en Cardeñajimeno. Al finalizar felicitó a los monaguillos y a la gente por su participación. Después se hicieron unas fotos de rigor y saludó a las autoridades presentes compartiendo unos minutos con los fieles.
A las 13:00h, el arzobispo presidió la misa estacional en Cardeñadijo, en la que recibieron el sacramento de la confirmación nueve adolescentes (siete de Cardeñadijo y dos de Cardeñajimeno) animándoles desde la Palabra de Dios a vivir lo nuevo que comenzaba en ellos. El coro de familias de Cardeñadijo amenizó la celebración. No faltaron las fotos para el recuerdo y los saludos y despedidas.
Los participantes en la visita pastoral quedaron muy agradecidos de la visita y de las palabras de ánimo del arzobispo, sobre todo, en los pueblos de la ‘España vaciada’, menos acostumbrados a esta clase de eventos. En este año jubilar, han sentido su realidad como Peregrinos de Esperanza.