Estamos de fiesta

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Estamos viviendo estos días las fiestas mayores de nuestra ciudad de Burgos en honor a los santos Pedro y Pablo, que alcanzarán su cumbre el miércoles 29 de junio. Los próximos días suponen un momento de parón en el ritmo ciudadano que adquiere un aire festivo de encuentro y descanso. Con los inicios del verano y de las vacaciones escolares, nuestra querida ciudad se transforma y cambia de aires llenándose las calles de música, actividades diversas, reuniones informales, encuentros de amigos, acogida de los que llegan de fuera… Los niños y los jóvenes, como siempre en estas ocasiones, las vivirán de un modo especial. No podemos olvidar con agradecimiento a los que las pasarán con el plus de trabajo que suponen estos días por sus especiales funciones de servicio ciudadano. Todos reviviremos momentos tradicionales importantes que nos congregarán como pueblo y acrecentarán nuestros lazos e identidad.

 

Y lo que durante estos días viviremos en Burgos, también lo iréis celebrando sucesivamente, a lo largo de los próximos meses, en los diversos lugares de nuestra provincia, teniendo como motivo diferentes advocaciones marianas o fiestas de los distintos santos que son patronos de vuestras localidades. A la Virgen acudimos siempre con fe y con devoción como hijos que la quieren, que la admiran, y que vuelcan en su corazón de Madre alegrías y penas, cariño y confianza. En los santos encontramos no sólo un modelo y ejemplo, sino un signo de la providencia y bendición de Dios que envuelve nuestra vida colectiva, y que por ello son invitación para la celebración y la fiesta.

 

Me gustaría compartir con vosotros tres afirmaciones que hace el papa Francisco a propósito de la fiesta y que nos pueden ayudar a vivir mejor estos días tan singulares. El primer pensamiento que quiero recordar es el que afirma que «la fiesta es una invención de Dios». En efecto, tras el trabajo realizado en la obra de la creación, Dios se paró para contemplar la obra ejecutada. Él mismo hizo fiesta que le permitiera enseñorearse sobre lo que había salido de sus manos y disfrutar gozosamente de lo realizado. La fiesta, por tanto, tiene una dimensión de descanso que nos hace crecer y tomar conciencia de nuestra propia dignidad sobre las cosas, que están siempre a nuestro servicio. Las fiestas pertenecen, por tanto, a estos tiempos obligados de descanso que no son únicamente de reposo del cuerpo, sino que tienen otra dimensión más trascendente por lo que suponen de mirada diferente a nuestro mundo, de dominio y control de ritmos de trabajo que nos esclavizan, de liberación de tantas dinámicas de lucro y beneficio que muchas veces nos someten.

 

Por eso, y repitiendo palabras de nuestro Papa, «es importante hacer fiesta»: una fiesta que, celebrada con la dignidad que se debe y se merece, nos ayude a crecer como personas, como pueblo, como sociedad, como familia… La fiesta, lo sabéis bien, tiene unas connotaciones muy humanas que os invito a cuidar en estos días con esmero: es un tiempo esperado y deseado por lo que supone y contribuye a mirar nuestra casa interior y a cultivar esos aspectos que, a lo largo del año, quizás no tenemos tiempo para cuidar; es el tiempo propicio para acoger a los amigos que puede que hospedemos o con los que nos encontraremos sin prisas; es el momento privilegiado para hacer familia, para pasar el tiempo juntos, para crecer como pareja… ¡Qué bella es la fiesta cuando se disfruta como familia y nos ayuda a compartir juntos! Pero sobre todo, qué hermosa es la fiesta por lo que nos ayuda a sentirnos pueblo, a gozar con nuestra propia historia, nuestras tradiciones y nuestra identidad; por lo que contribuye también a integrar las tradiciones y quehaceres de los que, viviendo en nuestra ciudad,  vienen de fuera como sé que hacéis las casas regionales o las asociaciones de emigrantes: el sentido de pertenencia a una comunidad de la que formamos parte, y que es pieza fundamental del sentido de la fiesta, es hoy imprescindible para tener elementos sólidos que nos permitan la integración de todos y el deseo de luchar así contra la exclusión social.

 

Finalmente, el papa Francisco nos señala un tercer aspecto de la fiesta: «El tiempo de la fiesta es sagrado porque Dios lo habita de una forma especial». He podido compartir con vosotros algunas de vuestras fiestas más populares y he podido comprobar esa íntima unión realizada a lo largo de los siglos entre una fe que se ha hecho fiesta y cultura. También eso es hermoso: Dios se hace presente en estos momentos de gozo para acompañar los ritmos de alegría del pueblo y ser motivo de encuentro y fiesta. Nuestro Dios nos ayuda a vivir desde el gozo y la alegría profunda de sentirnos salvados y amados entrañablemente. Nuestro Dios quiere que seamos felices en la unión con Él y entre nosotros. Por tanto, olvidar las razones religiosas que provocan, alimentan y sostienen estas fiestas puede conllevar a una deriva peligrosa que no nos ayudaría como sociedad.

 

San Pedro y San Pablo, cuya fiesta celebraremos el próximo miércoles, nos muestran la belleza de una amistad curtida con el Señor. Que en su honor pasemos todos unas felices fiestas y crezcamos personal y comunitariamente. Lo deseo de corazón.

«El sacerdocio no es un privilegio: nunca debéis reservaros el amor»

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ordenes sagradas

El arzobispo, con los nuevos sacerdotes y diácono tras la celebración.

 

El arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, ha presidido esta mañana en la catedral la solemne eucaristía en la que ha sido ordenado diácono el seminarista Henry Osvaldo Gómez y se ha conferido el sagrado orden del presbiterado a Eduardo María Pérez, Luis Renedo y Juan Antonio Cabrera. El primer templo de la diócesis se ha quedado pequeño para acoger a los numerosos sacerdotes y fieles que han querido participar en las primeras ordenaciones sagradas del arzobispo, quien ha animado a los jóvenes ante el nuevo ministerio que hoy han recibido. Unas primeras órdenes en la diócesis que, según sus propias palabras, le producen «inmenso temblor» y a la vez «alegría» por la «gracia que suponen».

 

En su homilía, el arzobispo les ha recordado que la imposición de manos con las que han quedado consagrados no supone «ningún privilegio desde el punto de vista humano», sino que debe ser para ellos una exigencia «en el servir y amar a todos»: «No debéis nunca reservaros el amor, tenéis que entregaos totalmente», les ha insistido. «Se os unge sacerdotes para que entreguéis vuestra vida. Hoy no valéis más humanamente hablando pues a partir de ahora tenéis que donar amor totalmente y para siempre; porque si no es total y para siempre –ha subrayado– no es auténtico amor».

 

Para el pastor de la diócesis, estos jóvenes «no han sido escogidos porque valéis, sino que comenzáis a valer porque Dios os ha elegido». La ordenación no es, por tanto, «un momento para adquirir relevancia social o prestigio». «No», ha recalcado. Así, y tomando como referencia las lecturas de la liturgia, ha ido desgranando las actitudes que supone la vocación a la que hoy han sido llamados: elegidos desde siempre para ser imitadores del Buen Pastor y ser los últimos y servidores de todos, al estilo de Jesús.

 

«Tenemos que dar gracias al Señor por todo lo que ha ido haciendo por vosotros», ha concluido su prédica, a la vez que ha pedido a los presentes esforzarse en el descubrimiento y fomento de las vocaciones a la vida sacerdotal en sus familias y comunidades.

Primeras eucaristías

Tras la ordenación sacerdotal, los tres nuevos sacerdotes han concelebrado su primera eucaristía, a la espera de presidir mañana sus primeras misas solemnes. Así, Juan Antonio celebrará su cantamisas a las 13:00 horas en la parroquia de la Sagrada Familia, donde viene trabajando pastoralmente desde el pasado mes de septiembre. Por su parte, Eduardo María presidirá su primera misa a las 12:30 horas en su parroquia, San José Obrero. Por último, Luis Renedo hará lo propio en la iglesia de su pueblo, Melgar de Fernamental, a las 17:00 horas.

La parroquia de San Josemaría celebra la fiesta de su titular con diversos actos

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Hoy viernes 24 de junio, al término de las misas que se oficien, se dará a venerar una reliquia del santo. El rezo del rosario de la tarde terminará con la oración acudiendo a la intercesión de San Josemaría. Y a las 20,30 tendrá lugar una charla coloquio con la doctora María Jesús Coma sobre la época de Burgos en la vida de San Josemaría (8 de enero de 1938 al 27 de marzo de 1939).

 

Mañana sábado 25 de junio, se seguirá venerando una reliquia del santo al término de las misas que se oficien en el día. Al finalizar el rezo del rosario de la tarde, se pedirá la intercesión de San Josemaría. A las 20,30 de la tarde, tendrá lugar la proyección de la película sobre el encuentro del santo con familias en Argentina.

 

El domingo 26 de junio, al término de las misas habituales dominicales, los fieles que lo deseen podrán venerar la reliquia del santo. Tras la misa solemne de las 13,00, se ofrecerá un aperitivo con motivo de la fiesta. Ya por la tarde, tras el rezo del rosario, se pedirá la intercesión de San Josemaría.

San Josemaría

Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro (Huesca, España) el 9 de enero de 1902. Fue el segundo de cinco hermanos. Todos ellos recibieron de sus padres, fervientes católicos, los fundamentos de la fe y las virtudes cristianas: el amor a la confesión, a la comunión frecuente, el recurso a la oración, la devoción a la Santísima Virgen y la ayuda a los más necesitados.

 

En 1915 quebró el negocio del padre, comerciante de tejidos, y la familia se trasladó a Logroño. En esa ciudad, Josemaría, decide ser sacerdote y comienza a prepararse primero en Logroño y más tarde en el seminario de Zaragoza. Estudiará también la carrera civil de Derecho en la Universidad de Zaragoza como alumno libre. Recibe la ordenación sacerdotal el 28 de marzo de 1925.

 

En 1927 se traslada a Madrid, para obtener el doctorado en Derecho. En Madrid, el 2 de octubre de 1928, funda el Opus Dei. Desde ese día trabaja en el desarrollo de la fundación, al tiempo que continúa con su ministerio pastoral.

 

Al estallar la guerra civil, en 1936, la persecución religiosa le obliga a refugiarse en diferentes lugares. Ejerce su ministerio sacerdotal clandestinamente, hasta que logra salir de Madrid. Después de una arriesgada travesía por los Pirineos hasta el sur de Francia, se traslada a Burgos. Al término de la guerra, en 1939, regresa a Madrid. Donde dirige numerosos ejercicios espirituales para laicos, sacerdotes y religiosos. En ese mismo año termina sus estudios de doctorado en Derecho.

 

En 1946 fija su residencia en Roma. Obtiene el doctorado en Teología por la Universidad Lateranense. Es nombrado consultor de dos Congregaciones vaticanas, miembro honorario de la Pontificia Academia de Teología y prelado de honor de Su Santidad. Sigue con  atención los preparativos y las sesiones del Concilio Vaticano II (1962-1965), y mantiene un trato intenso con muchos de los padres conciliares. Desde Roma se ocupa con gran intensidad de la formación de los miembros de la Obra y de impulsar la expansión por todo el mundo.

 

Después de su fallecimiento en Roma, el 26 de junio de 1975, varios miles de personas, entre ellas numerosos obispos de distintos países -en conjunto, un tercio del episcopado mundial-, solicitan a la Santa Sede la apertura de su causa de canonización. Juan Pablo II beatifica a Josemaría Escrivá de Balaguer en 1992. Lo proclama santo diez años después, el 6 de octubre de 2002, en Roma.

 

 

 

2016 06 24 viernes: resumen de prensa

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Arzobispado

El próximo miércoles 29 de junio, solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, el papa Francisco bendecirá en la basílica de San Pedro del Vaticano los palios de los nuevos arzobispos nombrados en el transcurso del último año. Entre ellos, se encuentra el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez Vegas, quien se desplazará hasta Roma para participar en la solemne misa que presidirá el Santo Padre:

 

Los obispos de Honduras han elegido al burgalés y actual obispo de San Pedro Sula, Mons. Ángel Garachana, como presidente de la Conferencia Episcopal de aquel país, sustituyendo al Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga. Nacido en Barbadillo de Herreros en 1944, Mons. Garachana es misionero claretiano y lleva ejerciendo su labor pastoral en Latinoamérica desde 1972, con un pequeño parón, durante el que fue superior provincial de los misioneros claretianos de Castilla:

 

Ya está abierto el plazo de matriculación para el curso de verano titulado «La libertad religiosa en un mundo globalizado», que tendrá lugar del 11 al 14 de julio. El curso está organizado por la Universidad de Burgos (UBU) y patrocinado por la Facultad de Teología de Burgos:

 

 

Don Fidel Herráez viajará a Roma para recibir el palio arzobispal de manos del Papa

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PalioArzobispal_DanielIbanez_ACIPrensa

El palio es una vestidura litúrgica que solo utilizan los arzobispos.

 

El próximo miércoles 29 de junio, solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, el papa Francisco bendecirá en la basílica de San Pedro del Vaticano los palios de los nuevos arzobispos nombrados en el transcurso del último año. Entre ellos, se encuentra el arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, quien se desplazará hasta Roma para participar en la solemne misa que presidirá el Santo Padre.

 

El palio es un distintivo a modo de vestidura litúrgica que consiste en una banda de lana blanca, adornada con seis cruces de seda, cosida en forma circular, que rodea los hombros, con dos tiras que caen sobre la espalda y sobre el pecho. Fue inicialmente usado por el Papa en el siglo IV y posteriormente lo fue otorgando también a los arzobispos para expresar la fidelidad y la comunión de éstos con el obispo de Roma. El pasado 21 de enero, coincidiendo con la fiesta de santa Inés, el papa Francisco bendecía los corderitos con cuya lana virgen se han fabricado los palios que se bendecirán el miércoles. Dichos palios han estado custodiados desde entonces en una urna de plata junto a la tumba de san Pedro.

 

El rito de la bendición e imposición del palio ha sido recientemente modificado por el papa Francisco. Si antes era el mismo Santo Padre quien imponía las insignias, desde el año pasado simplemente las bendice y las entrega a los arzobispos. Será más tarde cuando el nuncio de Su Santidad en España se desplace hasta Burgos e imponga el palio a don Fidel en presencia de los obispos de las diócesis sufragáneas de Burgos, es decir, las que dependen de ésta: Palencia, Osma-Soria, Vitoria y Bilbao.

Acontecimiento eclesial

El pastor de la diócesis, tal como señalaba en su última carta semanal, asegura que vivirá la bendición de su palio «con una intensidad especial, no como algo individual, sino como un acontecimiento eclesial, que afecta al conjunto de la diócesis». Dice acudir a Roma «como representante de la diócesis, con el gozo y la responsabilidad de sentirme profundamente unido a todos vosotros. Juntos debemos vivir este acontecimiento eclesial como una experiencia de la unidad y de la catolicidad de la Iglesia. Pues en torno a Francisco nos congregaremos arzobispos procedentes del mundo entero, mostrando así la variedad y la pluralidad de la comunión eclesial, en la Iglesia universal». «Es un momento especial para expresar mi comunión, y la de todos los católicos de Burgos, con el Papa, así como mi fidelidad a su ministerio pastoral; él es la garantía y el signo visible de la unidad de la Iglesia», asegura.

 

El arzobispo permanecerá en la Ciudad Eterna del 26 al 30 de junio. Ese es el motivo por el que no presidirá la eucaristía de la solemnidad de san Pedro y san Pablo de las fiestas de Burgos. En su lugar lo hará el burgalés y obispo emérito de Jaén, don Ramón del Hoyo.