Los agentes de pastoral litúrgica celebran su XI Encuentro

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Javier Rodríguez Velasco, delegado de liturgia, expuso las principales novedades de la nueva dedicación del Misal.

 

Los agentes de pastoral litúrgica de la diócesis mantuvieron su  XI Encuentro en la Casa de la Iglesia, donde  abordaron el conocimiento de la nueva edición del Misal Romano que pronto empezarán a manejar. Javier Rodríguez Velasco, delegado diocesano de liturgia y ponente en este encuentro, destacó que se trata de «una nueva edición del Misal, que ya existía antes, y no de un nuevo misal», que además entrará en vigor el primer domingo de Cuaresma, es decir, este próximo 5 de marzo. «El misal ha de ser un libro de oración tanto para sacerdotes como para los ministros como para el pueblo», recalcó. Destacó también que la necesidad de actualizar el misal se debe a los «cambios de expresiones, la mejora de las traducciones o la incorporación de nuevos santos, entre otras novedades».

 

 

El encuentro sirvió para tomar conciencia de este libro litúrgico, «el más importante de la Iglesia tras el Leccionario de la Palabra de Dios, ya que contiene los textos que se usan para la celebración de la Eucaristía», tal y como expuso Rodríguez Velasco. La jornada comenzó con una oración con una oración conjunta en el salón de actos de la Casa de la Iglesia al que acudieron numerosos agentes, que participaron posteriormente en la charla impartida por el delegado y en una puesta en común en grupos.

 

2017 02 20 lunes: resumen de prensa

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Actualidad

Hornillos del Camino cuenta con 26 sacerdotes y monjas oriundos del lugar, que tiene 20 vecinos. Se convierte así en el pueblo con más curas de España:

 

Mañana se celebra el Día Internacional del Guía de Turismo y lo celebrarán ofreciendo visitas a la Catedral al precio simbólico de un euro:

 

Sociedad

Tres menores de edad, dos de ellos de apenas 13 años, fueron trasladados al Hospital Universitario de Burgos (HUBU) presentando un cuadro sintomático vinculado al coma etílico:

Solidaridad

El Banco de Alimentos de Burgos exportó un millón de kilos de alimentos al resto de bancos de España y recibió alrededor de 600.000 kilos durante el pasado año 2016:

La Operación Bocata de Manos Unidas logra una respuesta de récord para recaudar 35.000 euros que destinará a equipar un centro de salud en un barrio marginal de la capital de Mauritania:

 

 

 

 

 

 

 

 

Militantes de Acción Católica analizan el nuevo plan de pastoral

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Instantánea del encuentro.

 

El pasado sábado 18 de febrero, los diferentes movimientos que conforman el Consejo Diocesano de Acción Católica (ACG, FRATER, HOAC y JOC) se reunieron en su sede de la calle Clunia para tener una jornada de reflexión, encuentro y celebración.

 

Este año el tema elegido, siguiendo con el Plan Pastoral Diocesano, fue «Discípulos misioneros que construyen el Reino en medio del mundo». En el acto participó Jose Luis Lastra, vicario de pastoral, quien profundizó en los retos propuestos en este Plan a la diócesis y cómo estos movimientos pueden dar respuestas.

 

Los asistentes descubrieron muchas realidades, acciones, proyectos de interés que se están desarrollando en la diócesis y profundizaron en otras que, aun sabiendo de su existencia, no conocían su labor concreta. Así, los militantes de estos grupos de Acción Católica «salimos de allí con la idea de que no hay que inventar muchas cosas nuevas, sino apoyar las que ya se están llevando a cabo en la diócesis y que no vale comprometerse solo un día, hay que ser perseverantes, imaginativos, receptivos y sobretodo poner todo nuestro trabajo y esfuerzo en las manos del Padre y confiarnos a Él», tal como señala Álvaro Cuesta, secretario del Consejo de Acción Católica.

 

Toda la jornada se desarrolló en un clima fraternal y festivo, terminando con una comida de hermandad.

El arzobispo visita la parroquia de Santa Casilda de Miranda

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La parroquia de Santa Casilda de Miranda de Ebro acogió en la jornada de ayer la visita pastoral del arzobispo, don Fidel Herráez. Esta visita se enmarca dentro de los actos celebrativos del 25 aniversario de la consagración del templo parroquial.

 

Don Fidel aprovechó la visita para inaugurar las obras de la nueva capilla parroquial, y para bendecir una original imagen de la Sagrada Familia que presidirá este espacio.

 

La mañana estuvo marcada por un encuentro con niños, jóvenes, novios, padres y catequistas; y la celebración de la eucaristía estacional, centro de la jornada. Al término de la misma, los fieles pudieron saludar personalmente al pastor de la diócesis y compartir un aperitivo.

 

La tarde se inició con un café tertulia con matrimonios jóvenes «hope family», prosiguió con el encuentro con parroquianos y colaboradores y concluyó con el rezo de Vísperas y el canto de la Salve ante el nuevo icono. Hubo tiempo también para visitar enfermos, charlar con los monaguillos, y animar a los jóvenes del «hope teen».

 

Una jornada intensa y emocionante, por la que desde la parroquia quieren «dar gracias a Dios y a don Fidel, y que sirvió para animarnos a seguir siendo discípulos misioneros en nuestra parroquia y en la diócesis».

El Tito de Oro: homenaje a los misioneros

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Hace unos días la Cofradía de San Antón otorgó el Tito de oro a los misioneros burgaleses. Yo personalmente tuve el honor y la satisfacción de entregarlo al Delegado de Misiones, José Manuel Madruga, en un acto festivo y cordial, cargado de intensidad humana y eclesial.

 

Parece lógico que en este mensaje dominical me haga eco de este hecho, no sólo para recoger el hilo de la actualidad sino para poner de relieve su hondo significado. No se trata de una simple anécdota, que ocupa unas líneas en la crónica ciudadana para caer al día siguiente en el olvido. Más bien es, a mi juicio, uno de esos acontecimientos que van tejiendo la vida de nuestra sociedad dándole solidez y consistencia porque manifiestan los ideales, las ilusiones y los valores sobre los que hay que construir una convivencia auténticamente humana y evangélica.

 

Debemos agradecer por ello a la Cofradía de San Antón esta iniciativa, que ya se ha hecho tradición. Reconocer de modo público comportamientos y actitudes que dignifican al ser humano y consolidan la convivencia, es un modo magnífico de hacerse presente en la vida social. La vida se hace amable y se llena de contenido positivo porque hay personas, muchas personas, que con sencillez y constancia consagran su existencia al servicio de los demás sin esperar nada a cambio, simplemente porque encuentran su felicidad en la felicidad de los demás. Entre estas personas se encuentran sin duda los misioneros, a quienes, como he dicho, se brindaba un sencillo y sentido homenaje.

 

En la vida y en el testimonio de los misioneros reconocen los burgaleses un modelo humano caracterizado por la generosidad, por la solidaridad, por el servicio a los más pobres y desfavorecidos. En ellos ven encarnado y realizado lo mejor que hay en cada persona. Por ello nos hacen recuperar la confianza en todo lo bueno que aletea en el corazón humano. Ciertamente en nuestro mundo hay corrupción, injusticia, egoísmo, violencia. Pero personas como los misioneros nos ayudan a descubrir que el bien es más fuerte y más abundante que el mal, que servir a los demás puede ser una vocación que llene la vida, que la generosidad es la vía incuestionable hacia la felicidad.

 

Nuestra gratitud se debe a los misioneros también porque nos representan y estimulan a todos los burgaleses, a los creyentes y a los no creyentes. ¿Cómo? Porque debemos agradecer, ciertamente, el trabajo que realizan en los países en los que se encuentran. Pero también aquí, en su tierra, muestran que hay un espacio en el que todos nos podemos encontrar unidos: en el sufrimiento de los débiles, en la pobreza de los desfavorecidos, en el padecimiento de las víctimas, en la búsqueda del bien entre todos y para todos.

 

Como obispo y hermano vuestro comparto y valoro este reconocimiento como un motivo de sano orgullo para nuestra diócesis, una razón para amar profundamente a nuestra iglesia de Burgos. Aún en medio de nuestras imperfecciones y limitaciones la Iglesia continúa generando vida, frutos fecundos y copiosos. El Espíritu Santo sigue derramando carismas abundantes entre nosotros, que son riqueza y bendición para todos. El ejemplo de los misioneros nos muestra que la gracia de Dios y el seguimiento de Jesús alienta y llena de alegría a muchas personas, en los lugares de misión y en el corazón de nuestro pueblo.

 

Pienso, finalmente, que la concesión del Tito de oro a los misioneros nos invita a mirar la realidad, nuestra realidad, con ojos siempre nuevos. La limpieza de nuestra mirada nos ayudará a reconocer otras muchas manifestaciones de la acción del Espíritu a las que no damos tanta importancia o que no aparecen en los medios de comunicación. El domingo pasado os hablaba de Manos Unidas y de tantos voluntarios que hacen posibles sus proyectos. Pero podemos mencionar también, por no citar más que un par de ejemplos, a los monasterios de vida contemplativa que ofrecen un remanso permanente de paz y espiritualidad; o a los hombres y mujeres que con su trabajo callado hacen posible que los templos se conserven con dignidad para las reuniones y celebraciones litúrgicas… A todos ellos va dirigido hoy también mi agradecimiento en nombre de todos y mi bendición.