Cáritas presenta ante las instituciones europeas tres experiencias de integración positiva de inmigrantes

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La visita del arzobispo a la comunidad de Attaqwa fue una de las iniciativas desarrolladas por el grupo de diálogo cristiano-musulmán

 

Cáritas Europa trabaja al servicio de las Cáritas de los diversos países que la componen y realiza una labor de enlace y seguimiento de las iniciativas políticas y sociales que se llevan a cabo en el Parlamento Europeo. Allí se tuvo la oportunidad de señalar ante los miembros de la comisión que el empoderamiento de los migrantes y de las comunidades de acogida es la mejor manera de prevenir la xenofobia.

 

Las iniciativas que se presentaron fueron recogidas en el informe «Bienvenidos. Los migrantes hacen a Europa más fuerte», publicado el pasado mes de diciembre. Se trata de los casos de Cáritas diocesanas de Bilbao (Estrategia «No te Encalles»), Salamanca (Centro Intercultural «Baraka») y Burgos (Grupo de conocimiento y diálogo cristiano-musulmán).

Acercamiento entre católicos y musulmanes

El de Burgos es un grupo que nace  en agosto de 2008. La mesa diocesana de pastoral con inmigrantes que venía trabajando desde hacía años con personas de diversas procedencias, valoró que no existía un espacio específico para trabajar en el diálogo con las comunidades de esta confesión en Burgos. Se formó en un inicio con cinco musulmanes y cinco católicos. No se buscó trabajar con representaciones oficiales, sino que sus miembros proceden de asociaciones o mezquitas y acuden a título personal, desde un mismo compromiso compartido con el diálogo interconfesional.

 

Con la colaboración de agentes de Cáritas, se pusieron en marcha reuniones bimensuales en las instalaciones de la calle San Francisco. En ellas se ha vivido estos años un mismo espíritu compartido de trabajo por la paz y el entendimiento; y cada año se han organizado unas jornadas de diálogo para avanzar en el conocimiento mutuo. Este año 2017 se organizarán las IX jornadas.

 

Ademas, durante este tiempo se han realizado diversos gestos. La pasada Nochevieja, el arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez, acudió a la mezquita abierta en la calle doctor Fleming, la cuarta de las que se encuentran en la ciudad (también hay comunidades musulmanas organizadas en Aranda, Briviesca y Miranda). Allí se hizo presente y tuvo la oportunidad de saludar a miembros de esa comunidad islámica.

 

La iniciativa, en palabras de José Luis Lastra, actual vicario pastoral e impulsor del grupo, «ha sido sencilla pero ha venido a llenar un vacío importante. Actualmente, con la reestructuración que se está valorando en la diócesis, se planteará la posibilidad de ampliar la delegación de ecumenismo y darle competencias en el ámbito de las relaciones interconfesionales».

Gamonal celebra la fiesta de las Candelas

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real y antigua

La parroquia de Santa María la Real y Antigua acogerá varios actos que se desarrollarán a lo largo del día de hoy.

 

Como cada 2 de febrero, el barrio burgalés de Gamonal celebra sus fiestas patronales, que reciben el nombre de fiesta de las Candelas. En esta fecha, que se conmemora la Presentación del Niño Jesús en el templo y la Purificación de Nuestra Señora, la parroquia de Santa María la Real y Antigua acoge diversos actos.

 

A las 8:00 horas comenzaba el volteo de campanas, para a continuación, recibir en la iglesia a los niños bautizados a lo largo del año 2016, que han sido bendecidos recordando  el momento en el que María llevó a Jesús al templo, participando así por primera vez en las fiestas. Las autoridades también participarán en los diversos eventos, así habrá una recepción de las autoridades a las 11:30 horas en el Antiguo Ayuntamiento de Gamonal. Desde allí se saldrá en comitiva bajo mazas hasta la parroquia, donde a las 12:00 horas tendrá lugar  la misa solemne presidida por el arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas. En ella participará la coral del Centro de Día De Personas Mayores Burgos III. Una vez finalizada la misa, la Cofradía de San Antón entregará el Tito de Oro, que este año está dedicado a los Misioneros.

 

Por la tarde, se podrá asistir a la procesión Virgen de las Candelas, que tendrá su inicio en la parroquia a las 17:30 horas y recorrerá las calles del barrio. Además, para amenizar las fiestas, habrá diversos momentos para el baile a partir de las 13:30 y las 20:00 horas.

2017 02 01 miércoles: resumen de prensa

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Sociedad

El Ayuntamiento de Burgos organiza hoy la Jornada «La necesidad de conciliar»:

 

El Ayuntamiento de Burgos concedió ayudas de urgente necesidad por valor de 452.000 euros a 941 familias a lo largo de 2016:

 

Durante el pasado año 2016 se denunciaron en Burgos media docena de casos de acoso escolar:

Cultura

La Diputación de Burgos ha comenzado los pasos para llevar a cabo una serie de actuaciones en el complejo del Monasterio de San Salvador de Oña, con el fin de dar un impulso a este emblemático edificio:

Cursillos de Cristiandad celebra la conversión de su patrón, san Pablo

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Charla durante el acto de celebración.

 

El pasado domingo 29 de enero el movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) de la diócesis de Burgos se reunió en el Seminario de San José para celebrar la festividad de la conversión de san Pablo, patrón del movimiento. Tras una charla en la que se destacaron algunos de los aspectos más importantes de la personalidad de este santo -al que están llamados a imitar los cursillistas-, tales como el enamoramiento de Cristo, la capacidad de trabajo, la vocación comunitaria, y la confianza en el Espíritu Santo para afrontar todas las dificultades, los asistentes pasaron a compartir en pequeños grupos algunas preguntas sobre esas cualidades y de cómo pueden ser imitadas en  la vida cotidiana.

 

Tras el trabajo en grupos, se celebró una eucaristía compartida, presidida por el vicario general, Fernando García Cadiñanos, en la que animó a sentirse, desde la debilidad de cada uno, llamados y elegidos por el Señor para la tarea de anunciar el Evangelio. Después de la comida en la que todos participaron, tuvo lugar un pequeño acto de despedida en el que se cantó la Salve a María.

«A mis queridos sacerdotes»

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Queridos hermanos:

 

Nuestra vida diocesana, gracias a Dios y también en gran parte a vosotros, percibo que transcurre con normalidad. Opino que este tono de “normalidad” es siempre bueno y deseable, tanto en nuestra vida personal como eclesial y social, por lo que tiene de propicio para seguir creciendo serenamente en profundidad y fecundidad evangélica. En este clima y en estas primeras semanas del nuevo año, me ha parecido oportuno enviaros esta carta que, por lo específico de su contenido, os dirijo sólo a vosotros los sacerdotes, como colaboradores más inmediatos del ministerio episcopal que se me ha encomendado y como hermano y servidor vuestro.

 

Os agradezco muy de verdad que me estéis dando la oportunidad de ir teniendo un encuentro fraterno y pausado con cuantos sacerdotes estáis en la diócesis. Deseo y confío que podamos completar ese recorrido en torno a la Pascua del Señor. De nuestros hermanos en misiones he ido hablando con bastantes, con ocasión de sus breves estancias por aquí. Son muchas las conclusiones positivas que me vais evidenciando. Puedo deciros con fundamento y con satisfacción que el clero de nuestra Iglesia diocesana tenéis buena “salud sacerdotal” en los diversos elementos que la configuran. Como os he manifestado en otras ocasiones, este “don”, porque es gracia, es el resultado conjunto de la acción de Dios, de tantos hermanos y hermanas que os han acompañado y acompañan con su cercanía  y oración (familias, vida consagrada contemplativa y activa, asociaciones, movimientos, seglares diversos…) y de vuestro esfuerzo y respuesta personal. Pido a Dios que para gloria suya, bien de la Iglesia, servicio a la sociedad y alegría personal vuestra, prosigamos todos, en nuestras respectivas tareas,  con ese buen tono, espiritual y humano, como sacerdotes de Jesucristo. Bien sabéis ya que podéis contar conmigo en todo lo que pueda serviros.

 

Cuando concluya las entrevistas con todos vosotros voy a iniciar una visita a cada comunidad de vida consagrada. Con las religiosas y religiosos de vida contemplativa fui ya encontrándome durante las primeras semanas de mi servicio episcopal en nuestra diócesis; he vuelto a visitar algunos de los monasterios, con la intención de que al finalizar este curso haya estado ya por segunda vez con esas comunidades. Con nuestra Facultad de Teología, Delegaciones diocesanas, Movimientos y Asociaciones he ido teniendo también reuniones durante estos meses pasados. Me ha parecido necesario igualmente tener los encuentros oportunos con las diversas instituciones civiles más cercanas (políticas, militares, académicas, medios de comunicación…) de nuestra ciudad y provincia. La comunicación con las instituciones eclesiásticas y civiles, que fuera de la diócesis lo requieren, también se está llevando con normalidad. Las visitas pastorales, como sabéis, están formando parte habitual de la planificación semanal; hasta ahora me ha sido posible estar ya en 114 parroquias.

 

Hay una realidad que siento especial necesidad de compartir con vosotros. Me refiero a las vocaciones: al especial cuidado de la vocación bautismal cristiana en sus posibles y diversas concreciones y, teniendo su importancia específica cada una de ellas, permitidme que aquí me refiera a la propuesta vocacional tanto para el sacerdocio como para la vida consagrada. El Señor sigue llamando, pero también cuenta con nosotros. Cuenta con el indispensable esfuerzo que todos (repito “todos”) debemos hacer para que la respuesta a su llamada sea posible y generosa. Por supuesto, que muy en primer lugar hemos de «rogar al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (Mateo 9, 38). Hemos de pedir confiada, humilde e insistentemente a Dios esas vocaciones. Y, al mismo tiempo y con no menor intensidad, debemos poner cada uno de nosotros un empeño constante para que en los ámbitos de la familia (realidad ésta decisiva para la Iglesia y la sociedad que requerirá igualmente nuestros mejores esfuerzos), de la educación escolar y universitaria, en las catequesis, en las celebraciones litúrgicas, en las homilías…, y en el conjunto del quehacer pastoral con los niños y los jóvenes, de modo que pueda hacerse perceptible la voz de esa llamada y existan las condiciones adecuadas para que se pueda dar la respuesta.

 

Esta realidad se enmarca también en nuestro plan de Pastoral cuando nos invita a concretar el «diseño y puesta en marcha de un plan diocesano vocacional«. Estamos en ello. Conviene igualmente tener en cuenta que esta será la temática del próximo Sínodo de los Obispos. Pienso que nuestra constancia en este empeño y, muy especialmente, nuestra forma de vivir la propia vocación, serán indispensables para que niños y jóvenes escuchen y respondan a la llamada del Señor. Conscientes de que a lo largo de la historia de salvación Dios ha contado siempre con la mediación humana para el anuncio del Evangelio, pensemos que en el plazo de dos o tres décadas será decisivo en nuestra Iglesia diocesana lo que en la pastoral vocacional hagamos o dejemos de hacer en estos años.

 

Por último, y unido a lo que acabo de deciros, permitidme que os ruegue muy encarecidamente que todos y cada uno de nosotros retomemos el interés y compromiso concreto con nuestros Seminarios Diocesanos de S. José (Mayor y Menor) y el misionero “Redemptoris Mater”. El Papa Francisco, en alguna de sus intervenciones, invita a los seminaristas a «ofrecerse con humildad, como arcilla para modelar, para que el alfarero, que es Dios, la trabaje con el agua y el fuego, con la Palabra y el Espíritu. Se trata de entrar en aquello que dice san Pablo: ‘ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí’. Solamente así se puede ser diácono y presbítero en la Iglesia, solo así se puede apacentar al Pueblo de Dios y guiarlo no por nuestros caminos, sino por el camino de Jesús, es más, sobre el camino que es Jesús”. Ciertamente el Seminario es el lugar privilegiado donde se moldea la arcilla y se abre a la acción del Espíritu. Por lo mismo, al tiempo que pedimos al Señor que envíe a su Pueblo dignos  y santos sacerdotes, debemos retomar el esfuerzo de colaborar al máximo para que haya muchos jóvenes formándose en el Seminario del modo más coherente posible para el servicio sacerdotal en los próximos decenios. Sin duda alguna la entrega contagiosa en el ejercicio del ministerio sacerdotal, la unión y ayuda mutua entre los sacerdotes y el apoyo constante e ilusionado a los sacerdotes directamente formadores de los seminaristas, serán factores esenciales en nuestra colaboración para suscitar vocaciones sacerdotales. Los Seminarios de la diócesis han sido y siguen siendo realidades tan importantes como fecundas para nuestra Iglesia diocesana y para numerosos lugares a través de nuestros sacerdotes misioneros.

 

Que Dios os siga acompañando en vuestras respectivas tareas pastorales, en las circunstancias y en la etapa de la vida en que cada uno os encontréis. Vivid con alegría vuestra misión sacerdotal. Manteneos, os lo ruego también, lo más unidos y en comunión que os sea posible. Os encomiendo de verdad a cada uno al Amor de Dios.

 

En Él os bendigo y abrazo.

 

+Fidel