El consejo de barrio de San Julián reconoce la labor de su Cáritas parroquial
Hoy se cumplen 25 años de la muerte de Marta Obregón, una joven estudiante de periodismo asesinada por el conocido como «Violador del ascensor».
Por este motivo la diócesis de Burgos abrió su causa de beatificación al considerarse su vida digna de ser propuesta a la Iglesia entera como ejemplar. Desde entonces, se constituyó una comisión con el fin de animar pastoralmente la difusión de la vida de esta joven. Dicha comisión está compuesta por cinco miembros: Saturnino López, José Luis Martínez, Serafín Fernández, Montse Agustí y Rafael Casado.
Según explica Saturnino López, hay dos vías de canonización: la del martirio y la de las virtudes. «La del martirio es cuando la persona entrega su vida por defensa de la fe o una virtud relacionada con ella. Este, consideramos, sería el caso de Marta, es decir, por defensa de la virtud de la castidad, que es la dignidad y la libertad humana de entregar cuerpo y alma».
Marta Obregón, al igual que les ocurre a muchos jóvenes de su edad (tenía 22 años cuando murió) pasó por un periodo de luces y sombras en su vida, y decidió dar el paso definitivo a la madurez espiritual siguiendo los valores del evangelio. Siempre contó con el apoyo de su familia, que le ayudó a dar este paso, y se había ofrecido a la Comunidad Neocatecumenal para marchar como misionera itinerante. Se manifiesta así en su persona una serie de virtudes que animan a los cristianos a seguir su ejemplo, motivo por el cual se la recuerda estos días.
Católicos, ortodoxos y evangélicos rezan juntos por la unidad de los cristianos. Lo hicieron ayer de forma más solemne en una oración ecuménica que tuvo como escenario, como viene siendo habitual en los últimos años, en la parroquia del Hermano San Rafael de Burgos. En el marco de la semana de oración por la unidad de los cristianos, y siguiendo como eje el pasaje bíblico de la segunda carta de San Pablo a los Corintios –«El amor de Cristo nos apremia»–, miembros de las tres confesiones mayoritarias en Burgos rezaron juntos por lograr la tan deseada unidad de los cristianos.
En el acto participaron el pope ortodoxo de Burgos, Claudiu Nicoara, el presidente del consejo evangélico de Castilla y León, Agustín Melguizo, y José Luis Cabria, delegado diocesano de ecumenismo y diálogo interreligioso. Los tres pastores señalaron en sus respectivas reflexiones que la división que lastran los cristianos desde hace años se ha convertido en un gran muro que solo se puede superar con el diálogo y la reconciliación.
De hecho, la vigilia de oración de anoche giró en torno a un gran muro provocado por las guerras de religión, los enfrentamientos, los recelos… en definitiva, por las divisiones que los cristianos se han ocupado en señalar a lo largo de los siglos. Pero la misma fe común y la llamada a la reconciliación pueden hacer que el muro se venga abajo, tal como representaron algunos jóvenes.
La semana de oración por la unidad de los cristianos prosigue esta tarde con una oración de petición y alabanza en la iglesia evangélica de la calle Pessac de la capital. Mañana sábado, la comunidad ortodoxa de Burgos invita a cristianos de otras confesiones a sumarse a su rezo de vísperas en el monasterio de las Trinitarias a las 17:00 horas.
También habrá oraciones por la unidad en distintas parroquias de la ciudad: El lunes 23 en la Sagrada Familia; el martes 24 en San Martín de Porres y el miércoles 25 en San Pedro y San Felices, todas ellas a las 20:00 horas.
El presidente del grupo Promecal, Antonio Méndez Pozo, y el director de Diario de Burgos, Raúl Briongos, han entregado esta mañana al arzobispo un obsequio con motivo del 125 aniversario del rotativo burgalés, un gesto que vienen repitiendo con diversas organizaciones e instituciones de la ciudad y la provincia. Lo han hecho en el propio despacho del pastor de la diócesis en un sencillo acto en el que han estado presentes también los vicarios del consejo de gobierno.
Don Fidel Herráez ha recordado la «buena relación» que existe entre Diario de Burgos y la diócesis. Además, ha señalado el importante papel y responsabilidad de los medios de comunicación en el caminar de la sociedad, a la vez que ha afirmado su compromiso de «estar en diálogo con los hombres y mujeres de hoy para compartir sus expectativas, sus dudas, sus sufrimientos, sus búsquedas de sentido y sus esperanzas».
Ayer tuvo lugar en la Sala Polisón del Teatro Principal la jornada de diálogo sobre la encíclica del papa «Laudato Si», organizadas por el Departamento de Formación Sociopolítica de la diócesis.
En el acto participaron el filósofo Carlos Díaz y el coordinador en Burgos de Ecologistas en Acción, Luis Oviedo. Oviedo puso en comparativa lo que el papa Francisco mantiene en su encíclica y las propuestas mantenidas desde Ecologistas en Acción, poniendo el acento en el ecologismo social y las ideas que el papa transmite sobre la ecología integral. Desde ambas posturas, según Oviedo, se ve una gran coincidencia y hay confluencia absoluta en el diagnóstico. Además, ofreció una visión de lo que desde ecologistas en acción se entiende que ocurre y de lo que habría que hacer para evitar el deterioro ambiental y, sobre todo, el incremento de las desigualdades y la injusticia social.
Carlos Díaz, por su parte, expuso que la sociedad no está preparada para ser consciente del deterioro medioambiental, señalando que este es «irreversible» y que los efectos terminarán por hacerse presentes, poniendo como ejemplos la sequía que terminará por asolar Andalucía o las inundaciones que afectarán a Londres. «Estamos preparados para nuestras hipotecas, pero no para la gran hipoteca», anunció Díaz, y añadió que estamos en ruinas porque «somos ruines, y ante a situación miramos para otro lado: somos burgueses aspirantes a funcionarios». Una situación a la que se ha llegado porque «no hemos luchado contra el capitalismo» y que presenta comportamientos tales como que hoy «para mucha gente vale mas un perro que alguien que llega en patera». Díaz abogó por una «nueva cultura, que necesita un nuevo mensaje», en la que el respeto («que es mirar con benevolencia») esté presente, y explicó que es importante «saber vivir con menos».