«Civilización y barbarie» es el título del XXVII Aula de Verano del Instituto Emmanuel Mounier, que se desarrollará en Burgos desde mañana y hasta el el próximo domingo en el Seminario San José.
Bajo el lema «ningún hogar sin luz ni calor» la Iglesia burgalesa ha salido esta tarde a la calle para solidarizarse con las víctimas de la crisis y denunciar la precariedad en la que viven muchas familias. Tras la marcha se realizado una colecta para ayudar, a través de Cáritas, a las personas que viven en la pobreza. Se ha querido dar así un sentido solidario al ayuno del miércoles de ceniza.
Mediante este «gesto público diocesano», la Iglesia burgalesa quiere tener una voz común con la participación de todas las comunidades presididas por el arzobispo. Coordinado por el Departamento diocesano de Formación Sociopolítica, el acto busca denunciar la precariedad derivada por la pobreza y que se manifiesta, entre otros síntomas, en no poder pagar los recibos de la luz y el gas.
Ayer tuvo lugar los diálogos «Laudato Si», en el que estuvieron invitados el filósofo Carlos Díaz y Luis Oviedo, de Ecologistas en Acción. Ambos coincidieron en que el deterioro medioambiental es evidente y avanza, al tiempo que llamaron a vivir un estilo de vida menos materialista y consumista, tal y como el papa Francisco anima en su encíclica.
En ellas se aborda el tema de la pobreza, la fractura que genera esta realidad a la hora de posibilitar la integración de las personas afectadas y la manera en que menoscaba su dignidad.