El Monasterio de Villamayor de los Montes acoge un retiro de Cuaresma del Arlanza

por Natxo de Gamón,

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El pasado viernes, 4 de abril, el arciprestazgo de Arlanza se congregó en torno a las madres cistercienses de la comunidad de Villamayor de los Montes. La reunión comenzó a las 17:00h con la acogida por parte de la madre abadesa sor Carmen en nombre de toda la comunidad, que brindó una cálida acogida a todos los participantes.

 

Posteriormente, intervino sor Rocío, quién explicó a los participantes la importancia de la Lectio Divina en la vida de la comunidad y en su vida propia. A las 18:15h, los asistentes al retiro de Cuaresma se unieron al rezo de las Vísperas junto a las religiosas y los sacerdotes que los acompañaban.

 

El encuentro-testimonio terminó con un café y pastas en el locutorio. Los participantes también tuvieron tiempo de visitar el claustro del Monasterio bajo la explicación del sacerdote y capellán segundo de la comunidad, Clementino González.

«La esperanza no defrauda»: el mensaje del pregón de Semana Santa 2025 en Burgos

por Natxo de Gamón,

Este sábado, la nave central de la catedral de Burgos ha acogido el primero de los actos de la Semana Santa de este año: el pregón que ha pronunciado Saturnino López Santidrián, canónigo emérito de la Catedral, –donde ejerció como abad de la Semana Santa burgalesa– y catedrático emérito de la Facultad de Teología del Norte de España sede de Burgos. Un discurso cargado de profundas reflexiones sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, y los momentos clave que la Iglesia celebra en este tiempo litúrgico. En su intervención, ha aprovechado la ocasión para recordar los tres grandes aniversarios que este 2025 están marcando el camino espiritual de la archidiócesis: el año jubilar universal Peregrinos de Esperanza, el 950 aniversario del traslado de la sede episcopal de Oca a Burgos y el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea.

Comenzando su intervención con unos versos del poeta mexicano Amado Nervo, López Santidrián ha reflexionado sobre la búsqueda humana de sentido y trascendencia: «busco en vano una estrella que me alumbre; busco en vano un amor que me redima». Esta reflexión, ha explicado, se conecta con el concepto del tiempo en la Biblia, donde el «kairós» —el tiempo lleno por las intervenciones de Dios— marca el verdadero sentido de la vida, «un peregrinaje hacia la tierra de promisión», un viaje que no es circular, sino hacia una meta de esperanza y redención.

El pregonero ha destacado que el misterio central de la Semana Santa, el Triduo Pascual, es el acontecimiento más importante de la historia, y ha animado a todos a vivirlo con renovado fervor, sobre todo este año, en que se celebran tres hechos trascendentales para la Iglesia local y universal. A propósito del Año Jubilar, el canónigo ha citado las palabras del apóstol san Pablo: «La esperanza no defrauda», recordando cómo el sufrimiento y las tribulaciones de la vida humana no pueden extinguir la luz de la esperanza que brota de la Pascua. López Santidrián ha vinculado este mensaje a los recientes acontecimientos globales, como la pandemia de la covid-19 y los conflictos bélicos, que han puesto de manifiesto la fragilidad humana, pero también la fuerza transformadora de la esperanza cristiana.

Además, hizo referencia a los aniversarios históricos que celebramos este año. En primer lugar, recordó el 950 aniversario del traslado de la sede episcopal de Oca a Burgos, un hito fundamental en la historia eclesiástica de la archidiócesis, que marcó el renacimiento de la iglesia en Burgos bajo la protección de Alfonso VI. En este contexto, el pregonero ensalzó el impulso misionero de la archidiócesis, destacando los importantes santos de la región, como santo Domingo de Guzmán, y la labor misionera de la Iglesia en Burgos a lo largo de los siglos.

Otro de los eventos que ha marcado el pregón ha sido el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, que ha definido la naturaleza divina y humana de Cristo frente a las herejías de la época. López Santidrián ha destacado la importancia de esta definición para la fe cristiana, subrayando que el sacrificio de Cristo en la Cruz adquiere su valor redentor por ser «Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre». Citó al padre de la Iglesia san Atanasio, quien defendió la plenitud de la divinidad de Cristo, una verdad central en la enseñanza cristiana: «lo que no es asumido no puede ser redimido».

Sobre esta base teológica, el pregonero se ha referido a la doble dimensión de Cristo: su grandeza divina y su humildad humana. «La Resurrección es la prueba de que era el Hijo de Dios», ha afirmado, refiriéndose a la victoria de Cristo sobre la muerte como la manifestación de su divinidad. Esta paradoja de grandeza y fragilidad es esencial para comprender el misterio de la Semana Santa, un misterio que invita a los creyentes a vivir en la humildad y la esperanza.

El pregón también ha recordado que la vivencia del cristiano en este tiempo litúrgico no solo debe centrarse en la contemplación de la Cruz, sino también en el reconocimiento de la misericordia divina. López Santidrián ha citado el famoso pasaje de san Pablo: «Dejaos reconciliar con Dios», subrayando que Cristo, «el inocente», asume nuestros pecados para ofrecernos la Salvación. En este sentido, se ha referido a los sufrimientos y agonías de la humanidad como parte del misterio de la Cruz, y cómo los creyentes deben aprender a acercarse al dolor y a la injusticia con el mismo amor misericordioso que Cristo nos mostró en su Pasión.

A lo largo del pregón, López Santidrián ha hecho también referencia a la Semana Santa burgalesa, resaltando el esfuerzo de la Junta de Semana Santa, las cofradías, bandas y costaleros que, con su dedicación y sacrificio, han logrado que la Semana Santa de Burgos sea reconocida a nivel nacional e internacional. ha recordado con emoción sus primeras vivencias en las procesiones de la ciudad, especialmente la del Santo Entierro, y ha destacado la importancia de vivir la Semana Santa no solo en la exterioridad de las procesiones, sino en la interioridad de la fe, que debe llevar a la conversión personal. En este sentido, ha destacado la importancia de la fraternidad, la penitencia sincera, la vivencia de la Eucaristía y las obras de misericordia.

Finalmente, el pregonero ha dirigido unas palabras a la Virgen María, madre de Cristo y madre nuestra, invitando a los fieles a acompañarla en su dolor y a vivir la Semana Santa con la esperanza de la Resurrección. «Señora, santa María, déjame llorar contigo, pues muere mi Dios y mi amigo, y muerta está mi alegría», ha concluido con una evocadora cita del poema de Diego Gómez Manrique.

En su cierre, López Santidrián expresó su deseo de que todos vivieran una Semana Santa provechosa y una Pascua llena de nueva esperanza, agradeciendo a todos los que hacen posible la celebración de este tiempo litúrgico tan significativo para los cristianos.

Tras el pregón ha tenido lugar el Concierto de Semana Santa, a cargo de la Coral de Cámara de Burgos, que ha interpretado el Réquiem en Re Menor, Op. 48 de Gabriel Fauré.

Gamonal reflexiona sobre el papel de los laicos

por Natxo de Gamón,

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De lunes a miércoles, el arciprestazgo de Burgos-Gamonal ha celebrado las Jornadas del Laicado, organizadas por la Comisión para la Promoción del Laicado del arciprestazgo con el título Es la hora de los laicos.

 

En la primera sesión, celebrada el lunes, 31 de marzo, la responsable de la Comisión presentó las jornadas. Tras un momento de oración tuvo lugar un pequeño prólogo a cargo de Víctor Román, para dar paso a la ponencia de Mayte Valdivieso, llegada desde la diócesis de Bilbao. Esta laica, responsable de la Pastoral del Trabajo y militante de HOAC, profundizó en el tema de la vocación y el compromiso de los laicos en la Iglesia. Después de un breve repaso por las raíces de Jesús y del nacimiento de las primeras comunidades cristianas, hizo especial hincapié en la importancia de la comunidad, cuya única misión es anunciar, vivir y promover el Reino de Dios, y ser sal y fermento de la sociedad.

 

Valdivieso destacó que «somos el verdadero mensaje de Dios, una llamada permanente a vivir con otros. La misión de la Iglesia necesita de vocación laical, una comunidad que refleja la buena noticia del Evangelio, el Bautismo, puerta de entrada para hacer nuestra la vida de Cristo. Todos nacemos laicos y es precisamente el Bautismo el que nos hace miembros activos en la comunidad. Una comunidad de creyentes, de esperanza vivida y comunicada, comunidad de amor fraterno».

 

«Sinodalidad es el camino que Dios espera de la iglesia del tercer milenio. Caminar juntos como bautizados desde la diversidad de carismas, de vocaciones, de ministerios, es importante no solo para nuestras comunidades, sino también para el mundo. Se trata de darse por entero en estos tiempos nuestros, en los que se necesita nacer de nuevo, asumir los desafíos de este tiempo, ayudar a ese cambio y ajustar nuestra vida», aseguró.

 

Por último, Mayte Valdivieso enumeró una serie de rasgos para vivir en este tiempo, entre los que apuntó «la Espiritualidad de la confianza, no del optimismo; espiritualidad de la fidelidad, no del éxito; espiritualidad de la responsabilidad, no del culpabilismo; espiritualidad de la esperanza, no de la nostalgia; espiritualidad de la paciencia, no de la prisa; espiritualidad del aprecio de lo pequeño, no de la ambición de lo grande; espiritualidad de la sintonía, no de la distancia; y espiritualidad de la sanación, no de la condena».

 

Finalizada la ponencia y tras unos minutos de diálogo, se daba paso a la oración final recordando a todos la segunda sesión de las jornadas, que al día siguiente  y nuevamente con la compañía de Mayte y abordaría el tema ‘Vocación y compromiso de los laicos en el mundo’.

 

Esa segunda ponencia se desarrolló el martes, 1 de abril. Tras la presentación por parte de la responsable de la Comisión para la Promoción del Laicado en Gamonal, hubo un momento de oración y un prólogo dirigido por Luis Gutiérrez Tapia, previo a la ponencia de Mayte Valdivieso.

 

Valdivieso destacó el significado de evangelizar, explicando que «se trata de Hacer llegar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad para lograr su transformación desde dentro. La evangelización lleva consigo un mensaje explícito, adaptado a las diversas situaciones y constantemente actualizado».

 

«El compromiso de presencia en el mundo abarca todos los ámbitos donde nos movemos, la familia, el trabajo, la sociedad, pero también  la paz, la justicia, el desarrollo… Dos son las preguntas que nos resuenan hoy: ¿dónde estás? y ¿dónde está tu hermano? Preguntas que deben ser una constante en nuestra vida. Ser laico o laica es ser misión, cuidar, enseñar, construir lo común, generar actos de  solidaridad en medio de una cultura del cuidado, en una sociedad cada vez más desvinculada, saber convencer, dialogar y en definitiva, trabajar. Esta experiencia supondrá estar más presentes en las situaciones de fuera, siempre acompañados por otros. Las comunidades serán cada vez más pequeñas pero con mayor grado de implicación», ha señalado.

 

Finalizada la ponencia y tras unos minutos de diálogo, se daba paso a un canto final y a un gesto para las comunidades del arciprestazgo, con una petición desde la Comisión para la Promoción del Laicado de la lectura de un manifiesto en todas las eucaristías dominicales para compartirlo con la comunidad. Los representantes de las parroquias recibieron este manifiesto en mano, como gesto de envío, ‘Juntos en la Misión para un mundo mejor’. Julián Palencia, arcipreste de Gamonal, dirigió unas palabras y concluyó con una bendición a todos los participantes, gesto cargado de simbolismo y de fraternidad.

 

La tercera y última de las sesiones se celebró el miércoles, 2 de abril, con el desarrollo de nueve talleres. La actividad tuvo lugar en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, que acogió el trabajo por grupos en los que previamente se habían apuntado los asistentes.

 

En el salón de la parroquia se citaron todos: participantes, moderadores e invitados a compartir su testimonio, acto seguido se dirigieron a las aulas, preparadas para los talleres correspondientes, muy variados y actuales: grupos de vida, Consejos Pastorales, Servicios Parroquiales, Anuncio y propuesta de fe, Caridad y Justicia, Barrios y asociaciones, Familia, Trabajo e Interculturalidad.

 

Primero, la oración del Sínodo acompañó en el inicio y tras la presentación de los asistentes, en cada taller se compartió un testimonio, seguido de una serie de preguntas. En el momento clave, se reflexionó sobre una pregunta concreta y para terminar, hubo un turno de aportaciones y diálogo.

 

Después de una hora de trabajo, vuelta al salón, donde una merienda esperaba a los participantes para compartir en torno a la mesa todo aquello que estos días ha protagonizado las Jornadas.

 

Desde la Comisión para la Promoción del Laicado en Gamonal agradecieron a todos su trabajo, implicación y colaboración para que estas Jornadas se hayan llevado a cabo, y recordaron que ahora toca recoger todas las propuestas y aportaciones de estos días y seguir animando este proceso de concienciación y protagonismo de la vocación y misión laical.

Eudald Carbonell cierra las XIII Jornadas Ciencia y Cristianismo sobre ‘el mal’

por Natxo de Gamón,

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Eudald Carbonell, uno de los codirectores del Proyecto Atapuerca y actual vicepresidente de la Fundación, cerró la tercera jornada de Ciencia y Cristianismo recordando los excesos de la ciencia y sus consecuencias. El arqueólogo insistió en la importancia del método científico para alcanzar el conocimiento, a la vez que destacó algunos de sus temores como el de una guerra nuclear. Reconoció la impotencia de la ética actual y abogó por una «conciencia universal de especie para, desde la diversidad, crear el provenir adecuado». Así lo ha recordado en sus dos últimos libro El porvenir de la Humanidad, donde recoge un decálogo para la supervivencia de nuestra especie y en  De la caverna al cosmos que será presentado el próximo día 10 de abril. El «arqueólogo del futuro» quedó admirado por el interés de los más de 200 asistentes a su ponencia. Entre ellos, varios miembros de la Fundación Atapuerca, como su directora Eva Manrique.

 

En la jornada anterior, la escritora Angélica Tanarro, recorrió el tema del mal en varias autoras de relato breve como Emily Brontë y sus Cumbres borrascosas o la escritora católica Flannery O’Connor y su Un hombre bueno es difícil de encontrar. Se mostró admirada por la escritora argentina Samanta Schweblin, IV Premio Internacional Ribera del Duero de narrativa, con Siete casas vacías. Igualmente hubo incursiones en la obra de Edgar Allan Poe o el Fausto de Goethe. Recordó que el autor literario no tiene límites a la hora de abordar los temas. De ahí que la ficción permita puntos de vista de los grandes temas de la existencia a los que la razón no alcanza o no afronta porque «son irracionales y sólo desde el mito o la ficción se hacen accesibles». Personificar el mal y dialogar con él está presente en muchos relatos y obras célebres para acercarse después al sufrimiento, a la solidaridad, a la muerte o a la trascendencia. En su ponencia se vieron caras conocidas como la del escritor Óscar Esquivias o el Premio Adonais de poesía José Gutiérrez Román.

 

En la jornada del martes, 1 de abril fue Ángel Cordovilla, decano de la Facultad de Teología y de la de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia Comillas, el encargado de afrontar el mal como «problema clásico de la Teodicea» para presentarlo en su sentido «desde la soteriología cristiana’ en tres horizontes de comprensión: la providencia divina, el progreso humano y la eufemización individualista». El mal no es obra de Dios, sino que surge después de la creación del mundo. Sugirió comprender el mal no desde la mera razón –porque es irracional–, sino desde la idea excesiva de Dios y desde la idea «loca» de la salvación. Desde un Dios que salva, no desde un «Dios en sí». Porque nada está fuera del alcance de Dios que ha creado todo desde el amor. La conferencia y diálogo se acercaron a las 2 horas, lo que indica el interés suscitado.

 

El secretario de las Jornadas, Carlos Izquierdo, agradeció a la Facultad de Teología del Norte de España, sede de Burgos, a la Delegación para la Cultura y al Secretariado para la Pastoral Universitaria por esta nueva oportunidad en el Cultural Cordón de Fundación Caja de Burgos. Emplazó a los asistentes a participar, en la próxima primavera, en las XIV Jornadas.

El arzobispo visita la unidad pastoral de Pampliega-Los Balbases

por Natxo de Gamón,

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Este último fin de semana del mes de marzo, el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, ha continuado con la visita pastoral que este curso está realizando en las parroquias del arciprestazgo de San Juan de Ortega. En esta ocasión, ha tenido la oportunidad de conocer la unidad de atención pastoral de Pampliega-Los Balbases.

 

La visita ha comenzado este pasado sábado, 29 de marzo, por la tarde, con la visita a la localidad palentina de Villodrigo, que aunque es provincia de Palencia, pertenece a la archidiócesis de Burgos. Allí, el arzobispo se ha reunido con los feligreses de esta comunidad parroquial y de otras parroquias cercanas. Ha sido un encuentro familiar con los fieles en el que ha podido conocer la realidad y se ha compartido un momento de oración.

 

En Pampliega, en la casa parroquial, ha tenido un encuentro con los sacerdotes que atienden esta unidad pastoral: el párroco, José Manuel Villarán López-Quintana, y los sacerdotes José Luis Barriocanal Gómez e Isaac Ayala Picón, con los que ha conocido tareas, actividades, preocupaciones y realidad de estas localidades.

 

Tras ello, la Junta Parroquial de Pampliega ha presentado a Mons. Iceta la realidad de esta parroquia, las diversas acciones, actividades que se desarrollan y la actuación prevista en diversos proyectos. El arzobispo ha animado a la Junta Parroquial y les ha explicado el desarrollo del proyecto 14 estrellas del Occidente Burgalés que la Fundación Ars Burgensis va a llevar a cabo en catorce iglesias BIC de la zona.

 

En Pampliega, Mons. Iceta ha presidido la celebración eucarística con la presencia de feligreses de varias localidades, así como con la representación de varias corporaciones municipales de las localidades de esta unidad pastoral. De la misa han pasado a la mesa en un ‘lunch’ en la casa parroquial, donde el arzobispo ha podido dialogar con la gente y tener un momento para compartir.

 

La segunda fase de esta visita a la unidad pastoral de Pampliega-Los Balbases ha tenido lugar este domingo, 30 de marzo. Ha comenzado en Los Balbases, viendo el estado del templo de San Millán, donde ha podido observar cómo está el patrimonio y la intervención que se está llevando a cabo en este templo BIC.

 

La Residencia de San Antón donde las personas mayores de Los Balbases y de otras localidades de la unidad pastoral residen ha sido el siguiente punto de encuentro. Allí, el arzobispo ha compartido unos momentos que los residentes han agradecido y se ha terminado cantando el Himno a Nuestra Señora de Vallehermoso.

 

Después de contemplar el templo de San Esteban con su riqueza monumental, Mons. Iceta ha tenido un encuentro con los representantes de los diversos movimientos de la parroquia de la localidad, conociendo de primera mano los pormenores de cada uno de ellos. Éstos le  han entregado un cuadro de la Virgen de Vallehermoso como recuerdo de su visita a la localidad.

 

En la celebración eucarística dominical, a la que han acudido feligreses de otras parroquias de la unidad pastoral, el arzobispo ha analizado la parábola del hijo pródigo, protagonista del Evangelio proclamado en la liturgia, y durante la homilía, ha resaltado la figura del Padre que acoge, ama y perdona frente a esos dos hijos faltos de amor; y cómo Jesucristo, el Hijo por excelencia, nos muestra su amor completo.

 

Orando por los fieles difuntos de las comunidades de la unidad pastoral ha concluido la misa, tras la cual se ha dado paso a un encuentro cordial por las calles de la localidad con un aperitivo para finalizar esta jornada festiva.