El arzobispo reivindica la «originalidad» de la Semana Santa burgalesa

por Natxo de Gamón,

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En el escenario incomparable que supone la capilla de los Condestables de la catedral de Burgos, la Junta de Semana Santa de Burgos ha presentado en sociedad la de este año. La celebración de este año trae importantes novedades: una nueva aplicación móvil, una nueva web, un besamanos los días 29 y 30 de marzo, un aumento de la ambientación en el entorno de la Catedral o un nuevo recorrido vinculado al patrimonio del casco viejo burgalés para la procesión del Santo Entierro que, como es tradición, tendrá lugar el Viernes Santo.

 

Todo ello en un acto presidido por Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, que ha estado acompañado por el presidente de la Junta de Semana Santa, Luis Manuel Isasi; el abad de la Semana Santa, Agustín Burgos Asurmendi; el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Roberto Saiz Alonso; y la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala Santamaría.

 

El acto ha comenzado con la actuación del guitarrista Mariano Mangas, que ha interpretado una serie de obras instrumentales. Tras ello, el abad ha ido ofreciendo la palabra a los comparecientes. También se ha proyectado un vídeo con algunos de los mejores momentos de la Semana Santa del pasado 2024, aunque, como ha recordado, fue atípica debido a la climatología.

 

El arzobispo de Burgos ha cerrado las intervenciones reclamando el «valor singular que tiene la religiosidad popular». En ese sentido, Mons. Iceta ha recordado sus tiempos como sacerdote en la diócesis de Córdoba, donde se celebran procesiones de 7 y 8 horas de duración, y ha explicado que, al igual que en Burgos no se imitan este tipo de procesiones debido al frío, tampoco hay que «mimetizar lo que hacen otros», respetando las tradiciones y la «originalidad» de la Semana Santa castellana y, concretamente, de la burgalesa.

 

El arzobispo también ha pedido que siga creciendo la coordinación entre las cofradías y la liturgia, como ha sucedido, por ejemplo, con la procesión del Domingo de Ramos. Mons. Iceta ha terminado su reflexión pidiendo que la Semana Santa «no se convierta en un parque temático. Tiene alma y su alma es la fe. Si se pierde la fe, se convierte en un parque temático». Ha concluido con el deseo de que las cofradías puedan tener un espacio en el que juntarse y reunirse durante todo el año.

 

El acto ha concluido con la actuación de Óscar Olivares, un joven seminarista que ha interpretado unos temas musicales antes de que los asistentes pasaran al claustro bajo de la Catedral, donde la Junta de Semana Santa ha ofrecido un vino español.

Economía para el bien común, protagonista de ‘Iglesia en el mundo actual’

por Natxo de Gamón,

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Este miércoles, 19 de marzo, ha concluido en la Casa de Cultura de Miranda de Ebro el XXXVI Ciclo de Conferencias Iglesia en el mundo actual, una iniciativa del arciprestazgo de Miranda que lleva realizándose durante casi cuatro décadas, que solo tuvieron que ser interrumpidas durante la pandemia. Este año, el tema que se ha tratado ha sido la economía, bajo el lema La economía para el bien común, en línea con la campaña diocesana que se está celebrando este curso.

 

Este lunes ha comenzado el ciclo de ponencias con una conferencia de Enrique Lluch, profesor de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, licenciado y doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Valencia y bachiller en Ciencias Religiosas por el Instituto Teológico de Murcia, dentro de un curriculum más amplio en especialidades económicas y educativas. Su disertación, bajo el título La economía de lo suficiente, la economía del deseo, ha tratado de sensibilizar a los presentes sobre la importancia de centrar la economía en la persona y no primar el beneficio sobre los derechos de las personas.

 

El ponente ha explicado que la sociedad actual ha ido construyendo una sociedad en la que las necesidades básicas ya no satisfacen a la población, sino que surgen nuevos deseos que provocan un mayor ímpetu consumista, que provoca que sean vistos como derechos, lo que abunda en el individualismo y en poca conciencia solidaria.

 

Ya el martes, Francisco Porcar, historiador y experto en Doctrina Social de la Iglesia –además de militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), donde ha ejercido varios cargos de responsabilidad–, ha tratado de iluminar, desde la Doctrina Social de la Iglesia, esta llamada a trabajar por una economía en la que de nuevo la persona sea el centro.

 

En línea con lo expuesto el día anterior por Enrique Lluch sobre la economía para el bien común, Porcar ha dado una serie de pistas, desde diferentes documentos del Magisterio de la Iglesia, sobre la importancia de que la economía se centre en las personas y no solo sea un medio donde las grandes empresas son las que dominan el mundo, desde una perspectiva deshumanizada donde lo único que importa es la obtención de beneficios. Desde el punto de vista que describe la Doctrina Social de la Iglesia, ha destacado la importancia que tiene la dignidad de la persona, para que todos puedan tener las necesidades básicas, teniendo en cuenta que el mundo posee los recursos necesarios para ello.

 

El miércoles, como es tradicional en la tercera jornada de estas charlas, se han expuesto dos ejemplos de trabajos en los que se busca una economía para el bien común, frente a los grandes beneficios y la centralidad de la persona. La primera experiencia es la de Moda Re-, una iniciativa social de Cáritas, distribuida por toda España, presentada por Lorena Salazar, responsable en Cáritas Miranda. Esta iniciativa está destinada a dar oportunidades en el mercado laboral a personas que les cuesta tener un puesto en el mismo, por medio de dar un segundo uso a ropa y complementos, a precios más bajos, para personas que tienen dificultad para poder acceder a materiales más caros y nuevos.

 

La segunda experiencia la ha presentado desde Burgos, Marta Ordoñez, de la Fundación Alter, una fundación que tiene diferentes proyectos, que tienen en común tener en el centro de su actividad a las personas, especialmente las que tienen menos recursos. Una iniciativa destacada es Alteraudio, que está destinada a ofrecer audífonos, una necesidad cada vez mayor, a las personas que no pueden acceder a este tratamiento por las diferentes empresas del sector, ya que se trata de tratamientos muy costosos.

Las vidrieras de la capilla de los Condestables empiezan a ver la luz

por Natxo de Gamón,

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En abril de 2022, todavía con mascarillas, Miquel Iceta, ministro de Cultura en aquel momento, visitó la catedral de Burgos. Cuando llegó a la capilla de los Condestables, se interesó por los vitrales en blanco. Tras conocer su estado asumió el compromiso de estudiar su restauración. Pocos meses después, la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 y el Cabildo Metropolitano de Burgos recogían las firmas de lo más granado de la sociedad y cultura burgalesas para hacer llegar al despacho del ministro el total respaldo de los burgaleses al proyecto. En octubre de 2023, los Presupuestos Generales del Estado destinaban 850.000 euros para que el Instituto del Patrimonio Cultural de España iniciara el estudio y redactara el proyecto.

 

Este pasado martes, 18 de marzo, el Aula de Patrimonio de la Cátedra Francisco de Vitoria de la Facultad de Teología del Norte de España, sede de Burgos, dirigida por Juan Álvarez Quevedo y Emilio Jesús Rodríguez Pajares, ha organizado una conferencia para anunciar que el proyecto estaba concluido y a punto de ser licitado con su publicación en el BOE. En el estrado se encontraban dos de las integrantes del equipo multidisciplinar que ha trabajado en este proyecto: María Isabel Herráez Martín y María Turégano Botija. De la conferencia se desprende el altísimo interés que despierta esta joya creada por Arnao de Flandes en el siglo XVI, del que solo podemos contemplar con amplitud su obra en Burgos en las vidrieras de la Cartuja de Miraflores.

 

Ambos investigadoras han insistido en que esperaban una peor conservación de esta maravilla de la capilla de los Condestables expuesta a tantas inclemencias. El acceso exterior ha sido muy complejo, dado el reducido espacio, y ha requerido de medios auxiliares con diseño especial para la ocasión.

 

En su conferencia, han destacado que el deterioro de las vidrieras no sólo vino producido por la voladura del castillo de San Miguel, a cargo de las tropas napoleónicas, sino también por las sucesivas reposiciones motivadas por las modas de sustituir el color por vidrios traslúcidos, como sucedió, por ejemplo, tras el Concilio de Trento. También por la inclusión de elementos como masilla y silicona o por las integraciones de restos de vidrieras procedentes del claustro alto. Las varillas que sirven para anclar las vidrieras en la piedra han provocado no pocos problemas. Sin embargo, los plomos mantienen su consistencia y, en general, buen estado. Ambas investigadoras han insistido una y otra vea que todo es patrimonio: vidrios, pinturas, plomos y varillas.

 

Se conserva, aproximadamente, el 50 por ciento de los vitrales. En cuanto a los motivos iconográficos, en la parte baja, más elaborada, se conservan escenas de los Evangelios de la infancia de Jesús (anunciación, visitación, nacimiento, adoración de los Magos, presentación, etc.) y el martirio de Juan el Bautista. En la parte alta, un apostolario –incluyendo a san Pablo en lugar de Judas–, los evangelistas, la exaltación de la cruz y numerosos santos como santa Clara o san Sebastián.

 

Después de una minuciosa investigación, se sigue sin saber con certeza la iconografía previa que sustentaba aquellos colores. En general, las imágenes se apoyan sobre peanas o sobre veneras como es el caso de Santiago. Están coronadas por elementos arquitectónicos y algunos recogen fondo de paisaje, mientras que otras son tapices. Se conservan en perfecto estado los escudos heráldicos de los Velasco y los Mendoza, así como elementos icónicos como la Cruz de Jerusalén o la de san Andrés. Una de las vidrieras recoge la fecha de 1511.

 

La mano del maestro vidriero Arnao de Flandes es identificable en vitrales como el de la presentación en el templo, con la intervención en el Sumo sacerdote. La grisalla de la barba preciosa, los ojos con pestañas, las arrugas o la piel de las manos y la cara no dejan duda de la huella del artista.

 

Aún quedan muchas dudas por resolver como los criterios de diseño de las vidrieras sin referencia alguna iconográfica: ¿Qué nuevos santos? ¿Diseño figurativo o abstracto? ¿Qué presupuesto? ¿Qué fechas de entrega? Las investigadoras han insistido una y otra vez en el máximo respeto al ritmo de la Catedral y de la Capilla, especialmente con el diseño de medios auxiliares para el interior y el exterior de la capilla con el menor impacto posible. Igualmente, en la licitación pública insistirán en la importancia del estudio arqueométrico, en la difusión del proceso y en la redacción de un programa de mantenimiento y conservación.

El Patronato de la Fundación Manjón-Palencia toma el pulso al curso en los colegios diocesanos

por Natxo de Gamón,

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Este martes, 18 de marzo, ha tenido lugar una nueva reunión del Patronato de la Fundación Manjón-Palencia, la entidad que aglutina a los colegios diocesanos. La reunión ha estado presidida por Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, para tomar el pulso a la gestión de los cinco centros educativos diocesanos y el colegio Círculo, que también forma parte de la Fundación.

 

Por su parte, el director general de la Fundación, Andrés Picón, ha destacado el buen funcionamiento de los cinco centros diocesanos (Santa M.ª la Nueva y San José Mayor, San Pedro y San Felices, Visitación de Nuestra Señora-Saldaña, María Madre-Politecnos y Apóstol San Pablo) y del Círculo Católico.

 

Entre los temas tratados ha destacado la creación del Comité de Observancia del Cumplimiento Normativo, para el que se propone la designación de cada director de centro como miembro electo con la salvedad de inhibirse cuando se trate de un asunto acaecido en su propio centro.

 

En pleno proceso de matriculación, el director ha augurado una buena campaña para el próximo curso. Son muchos los padres que se han acercado a cada colegio en la recientes jornadas de puertas abiertas. El descenso de la natalidad ya no sólo se percibe en las guarderías, sino que ha llegado a los cursos de Infantil y Primaria.

 

Un punto a favor de la matriculación será, sin duda, el descenso de las ratios de cada tramo educativo (18 alumnos para Educación Infantil, 20 para Educación Primaria Obligatoria y 25 para Educación Secundaria Obligatoria).  Igualmente, se han analizado las aportaciones de las familias a cada colegio para los servicios de comedor, adquisición de materiales y utilización de las plataformas digitales.

 

Por otra parte, el Patronato se ha mostrado partidario de la utilización de uniforme en todos sus centros como medida de ahorro y de eliminación las diferencias sociales entre los alumnos. Los centros de la Fundación seguirán apostando por ofertar el servicio de comedor escolar para ayudar a las familias en la conciliación. También se ha revisado la oferta de plazas de guardería en los distintos colegios diocesanos.

 

Por último, el Patronato ha valorado positivamente las diferentes jornadas formativas que han tenido los docentes a lo largo del presente curso. En ellas se han abordado temas como la identidad de los colegios diocesanos, en diciembre, y la pedagogía inspirada en Andrés Manjón. Satisfecho de los resultados, el director de la Fundación no ha dejado de insistir en la importancia de crear un ambiente de respeto y convivencia donde los problemas de cada colegio se solucionen desde dentro.

«El sacerdote debe ser entregado y poner en el centro a la gente y a Jesús»

por redaccion,

Alejandro Sánchez Seminario

Alejandro Sánchez tiene 24 años y desea ejercer el sacerdocio «allí donde la Iglesia le pida».

 

Dice que la historia de su vocación no es espectacular y que su deseo de ser sacerdote nació en su pueblo, Araúzo de Miel, y de la mano de san José, que fue suscitando en él el deseo de «custodiar a Jesús, mirarle, estar cerca de él y llevárselo a la gente», justo como también hacían los sacerdotes a los que admiraba. Así que gracias al acompañamiento de un director espiritual decidió marchar del pueblo y terminar el bachillerato en el Seminario, al que ingresó cuando tenía 17 años.

 

Ahora, a los 24, Alejandro Sánchez está a punto de culminar su licenciatura de Teología en la especialidad de ‘Laicos, Familia y Vida’ mientras realiza sus pinitos pastorales en la parroquia de San Pedro y San Felices de la capital, donde además de impartir catequesis, también acompaña a un grupo de jóvenes y al grupo Scout, colabora en Alpha y participa en el ‘equipo misión’, con el que piensan en acciones evangelizadoras y modos de dinamizar la parroquia en clave misionera. Además, cuando regresa al pueblo no deja de colaborar con su párroco e, incluso, realiza celebraciones de la palabra en otras localidades cercanas, un hecho que le «ilusiona» porque empieza a poner en práctica lo que un día le tocará realizar como sacerdote.

 

Por eso, Alejando sabe ya a la perfección lo que implica la pastoral en la ciudad y en los pequeños pueblos. En el primer caso, «hay más posibilidades», pero también descubre que los curas de los pueblos «son más felices». Aunque quizás no haya tanta gente ni tanta actividad pastoral, eso posibilita estar «más cerca de todos y es bonito poder visitar a enfermos, mayores y las pocas familias que allí viven y que en la ciudad es un ideal que a veces no se puede abarcar» por el volumen de actividad, explica.

 

«Llenar de Dios esta tierra vaciada»

 

Por eso, cuando sea sacerdote Alejandro Sánchez está abierto a «servir al Señor en los demás allí donde la Iglesia me pida», sin descartar dedicarse a la docencia, una de sus pasiones junto con la lectura –su autor favorito es Ildefonso Falcones– y la escritura.

 

Sabe que su tarea como cura se desarrollará en un ambiente post cristiano, donde la práctica religiosa ya no es una prioridad y donde la despoblación de la zona rural será todo un reto pastoral. Pero, como les expresó el papa Francisco en una audiencia privada en abril del año pasado, sabe que su tarea será «llenar de Dios esta tierra vaciada» y hacerlo «sin miedo». Las palabras del Santo Padre fueron transmitidas con «unos ojos llenos de ternura y de cariño, como las de un padre que no te conoce pero sabes que te está amando» y han quedado grabadas en la mente de Alejandro como una llamada directa de Francisco a cumplir con una tarea específica en la que califica como «una experiencia enriquecedora».

 

«El sacerdote debe mirar como miró Jesús, amar como amó Jesús, estar en todas partes»

 

Sea cual sea el futuro que depara a este joven, el pequeño de tres hermanos, es consciente de las actitudes que, independientemente del lugar de misión, debe cumplir un sacerdote: «Debe ser entregado, desinteresarse de sí mismo y poner en el centro a la gente, escuchar mucho porque la gente necesita ser escuchada; acompañar en todo tipo de contextos, circunstancias y ambientes; rezar mucho porque la oración es muy importante… y amar, porque el amor es el centro. Mirar como miró Jesús, amar como amó Jesús, estar en todas partes».

 

«Sembradores de esperanza»

 

Alejandro es uno de los dieciocho seminaristas que se forman en el Seminario diocesano de San José. Comparte estudios y vocación con jóvenes de otras diócesis, como Soria (4), Monterrey, en México (1), y M’Baiki, en la República Centroafriacana (2). Dice que entre los muros del edificio del Paseo del Empecinado se respira «muy buen ambiente» y que conocer las historias y el modo en que sus compañeros viven la vocación «es muy enriquecedor».

 

Allí, además de los estudios y la convivencia, aprenden «pequeñas pildorillas» que les servirán para su futuro ministerio sacerdotal, como la vida de oración y la práctica sacramental, el trabajo en equipo, la importancia del acompañamiento o saber llevar un horario establecido que no les haga perder el tiempo.

 

Con el lema «Sembradores de Esperanza», el 19 de marzo se celebra el día del Seminario. Alejando sabe que, en efecto, los sacerdotes son sembradores de esta virtud, pues en medio del desconcierto actual, ellos pueden poner «cimientos fuertes de fe en los interrogantes e inquietudes que se plantea la gente y, sobre todo, nos comunican a Jesús, que es nuestra auténtica esperanza».