Una visita pastoral para «regalaros la vida que el Señor me ha dado»

El arzobispo de Burgos ha dado inicio esta mañana a su visita pastoral a las parroquias de la diócesis. Lo ha hecho con una eucaristía en la catedral en la que ha indicado los modos en que desea llevar a cabo esta tarea que marca para todos los obispos el Código de Derecho Canónico.

 

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Esta mañana, la catedral de Burgos ha sido el marco escogido por el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, para celebrar la eucaristía de inicio de su visita pastoral a las parroquias de la diócesis y que le mantendrá ocupado, principalmente, durante los fines de semana de los próximos tres años en la que será «una de las tareas fuertemente prioritarias» de su ministerio. Quiere que sea un momento para «ir conociéndonos tanto externa como internamente» pues «es grande el interés que el Señor ha puesto en mí para que nos conozcamos», tal como ha asegurado en su homilía.

 

La visita pastoral es un cometido que manda realizar el Código de Derecho Canónico a todos los obispos en sus respectivas diócesis con el fin de conocer en profundidad las Iglesias que ellos presiden. Durante la que ahora comienza el arzobispo, desea «continuar regalando la vida que el Señor me ha regalado a mí» y lo hará «caminando con vosotros». Y es que, para el pastor de la diócesis, «el Señor me ha hecho ver con claridad que tengo que seguir regalando mi vida», a la vez que ha asegurado que «todos vosotros también sois un regalo para mí».

 

Tomando como referencia las lecturas bíblicas de la misa, el arzobispo ha ido desgranando en su homilía cómo desea que sea su visita pastoral. «Como san Pablo, yo tampoco quiero preciarme de saber otra cosa que Cristo crucificado y resucitado; y así me quiero presentar a vosotros: débil, temblando de miedo porque soy realmente pequeño». A la vez que ha exhortado ante más de medio centenar de sacerdotes y cientos de fieles: «Si alguna vez soy petulante, corregidme; si alguien se siente excluido, por favor, decídmelo». Y es que don Fidel tiene claro que su ministerio ha de ser un «servir y amar a todos y cada uno de vosotros», de ahí que desee que en esta visita pastoral «pueda representar lo mejor posible al Buen Pastor pues quiero, como él, dar la vida por vosotros».

Recuerdo a Ana Lopidana

Al concluir su predicación, el arzobispo ha querido tener un «recuerdo y oración lleno de cariño y agradecimiento» a quien ha sido concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Burgos y que fallecía ayer de forma repentina a causa de un infarto, Ana Lopidana. Ha sido una de las personas con las que más ha tratado desde que llegó a la ciudad y ha asegurado que ella «es un signo de que se puede ser seguidor de Cristo encarnándose en el trabajo por nuestra sociedad, especialmente con los más pequeños». A pesar de que este mismo fin de semana comienza su visita a las parroquias de Nuestra Señora del Pilar de Burgos, Buniel y Frandovínez, intentará asistir a su misa funeral.

Conocer las parroquias

Con la visita pastoral que hoy ha comenzado, a lo largo de los próximos años, además de celebrar la eucaristía y mantener una entrevista con el párroco y los demás sacerdotes que prestan servicio en las parroquias, el pastor de la diócesis se reunirá con los consejos de coordinación y animación pastoral que existan en ellas, con los niños y sus padres, con los jóvenes y comunidades de vida consagrada presentes en la circunscripción de cada parroquia. Asimismo, desea visitar en sus casa a algún enfermo o anciano, cosa que será muy común en los pueblos pequeños, donde visitará a los feligreses en sus propias casas.

 

Junto a la dimensión pastoral, el arzobispo también conocerá la gestión administrativa y revisará los libros parroquiales y de cuentas, dejando cada parroquia el acta correspondiente de la visita en sus propios archivos.

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