2016 03 21 lunes: resumen de prensa

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Arzobispado

Mensaje del arzobispo de Burgos, Don Fidel Herráez Vegas para el Domingo de Ramos, «Dar la vida por amor»:

 

Entrevista al arzobispo de Burgos, Don Fidel Herráez Vegas. Desde que el 28 de noviembre tomara posesión como arzobispo de Burgos no ha parado. Quiere conocerlo todo y a todos. Y en eso está, con una actividad frenética y no exenta de ruido:

 

Semana Santa

El Vía Crucis Penitencial de Antorchas recorrerá este lunes las laderas del Castillo de Burgos procesionando la Cruz rústica con sudario, perteneciente a la iglesia Parroquial de San Esteban:

 

Llevado a hombros por miembros de la banda de cornetas y tambores de la Cofradía de la Coronación de Espinas y de Cristo Rey, Jesús en la Borriquillaha recorrido las calles del centro en el acto principal del Domingo de Ramos en la Semana Santa de Burgos, gracias a que la lluvia ha dado una tregua:La lluvia respeta la salida de Jesús en la Borriquilla:

 

En una iglesia abarrotada, fueron más de medio centenar los cofrades que anoche estrenaron la Procesión del Silencio en el interior del templo, sin poder salir a la calle por la lluvia. Vestidos con el hábito franciscano, mantuvieron el juramento:

 

La recién estrenada procesión del Silencio anunciaba el viernes el preludio de la Semana Santa burgalesa, se trata de una de las celebraciones religiosas más antiguas, pero que desapareció hace siglos, y que en 2016 ha supuesto la vuelta a las calles burgalesas del Santo Cristo de la Salud:

 

En lo que va de Semana Santa, la lluvia ha impedido sacar a la calle las imágenes de las tres procesiones programadas para el Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión: el Rosario Penitencial por el barrio de San Pedro de la Fuente y la Procesión del Silencio de San Cosme, las dos del viernes, y la Penitencial de Fátima, que tenía que haber recorrido Gamonal en la tarde de ayer:

 

El Consejo de Ministros, a propuesta del ministerio de Justicia, ha aprobado este viernes 18 de marzo la concesión de un total de 13 indultos con motivo de la festividad de Semana Santa. Entre ellos, el indulto a un preso de Burgos a petición de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad:

 

Patrimonio

El Cabildo Catedralicio y la Dirección General de Patrimonio están cerrando los últimos “flecos” del convenio de colaboración que permitirá acometer el proyecto de rehabilitación de los relieves de Vigarny que decoran, desde el siglo XV, el trasaltar de la Catedral:

 

Sociedad

El burgalés Pedro José Barrero crea un sistema para el aprovechamiento del agua pluvial que ha cedido gratuitamente a la organización no gubernamental Fundación para el Desarrollo de Benin (Fundebe), que en la actualidad está buscando los fondos para poder construirlo:

 

«Tengo que volar y quitar el manto a la Virgen»

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bajada angel aranda duero

La bajada del ángel es uno de los actos más populares de la Semana Santa de Aranda. Foto de arandaylaribera.es.

 

No se sabe desde cuándo se celebra, pero no cabe duda de que el acto de la bajada del ángel de Aranda de Duero es uno de los actos más populares de la Semana Santa burgalesa. Un año más, la plaza de Santa María de la capital de la Ribera volverá a revivir el el próximo Domingo de Pascua este tradicional acto: la imagen de Cristo resucitado se encuentra con la de su Madre, la Virgen de las Candelas, enlutada por la muerte de su hijo. Ante la alegría Pascual, un gran globo que atraviesa la plaza por las alturas se abre para dejar descolgar un angelito que soltando al aire dos palomas, quita el velo a la Virgen ante la admiración de todos los presentes y una colorida lluvia de confetti.

 

Este año, la encargada de cumplir con esta tradición es Jimena Arranz Bravo, una niña de cinco años que estudia en el colegio Simón de Colonia de la localidad arandina. A pesar de su corta edad tiene muy claro lo que tiene que hacer el Domingo de Pascua: «Tengo que volar, quitar el manto a la virgen y quitarme la diadema», asegura sin titubeos, a la vez que afirma que ni la altura ni la atenta mirada de miles de arandinos le dan miedo.

 

«Desde pequeñita quería ser el ángel porque veía un DVD de otro año», revela. Así que Nicolás y Sheyla, los padres de la pequeña, perteneciente a la parroquia de la Vera Cruz y miembro de la cofradía de la Bajada del Ángel, decidieron apuntarla para el proceso de selección y fue elegida para interpretar tan importante papel. Ahora, mientras sus amigas del colegio la miran con cierta envidia –«me dicen qué chulo y que ellas también quieren ser ángel»– ella se prepara con ensayos diarios para ese día acudir a la cita «guapa, con un traje y unas alas muy bonitas», tal como indica.

«Alegre y divertida»

Jimena se define como una niña «alegre y divertida». Le gusta la música y, de forma especial, el juego de las estatuas musicales, con el que aprende música y movimiento en la Escuela de Música de Aranda. Su comida favorita son los macarrones. En los días previos a la Semana Santa intensificará sus ensayos para que todo salga a la perfección, cosa que le pone «un poco nerviosa». Sus papás y sus abuelos le insisten en que «se porte bien» para que el próximo domingo de Pascua sea, como ella misma augura, «muy feliz».

La Semana Santa burgalesa vista desde el sentimiento cofrade

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procesion encuentro burgos

La procesión del Encuentro es una de las más populares de Burgos. Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento y Jesús con la Cruz a Cuestas.

 

Burgos ha comenzado su puesta a punto para acoger a los miles de fieles de la diócesis que acudirán a las procesiones para vivir la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Ya el pasado Viernes de Dolores se revivieron el Rosario Penitencial en el Barrio de San Pedro y la procesión del Silencio. Ayer, la barriada de Juan XXIII volvió a vivir su procesión penitencial. Y hoy, la procesión de la Borriquilla y el Cristo de las Santas Gotas marcarán los desfiles en esta jornada de Domingo de Ramos.

 

Diecisiete Hermandades y Cofradías son las encargadas de organizar los diferentes actos y desfiles procesionales en la ciudad de Burgos. Con el paso de los años, han mantenido viva una tradición de belleza serena y profundo recogimiento.

 

Felipe Nebreda es un burgalés perteneciente a la Archicofradía del Santísimo Sacramento y Jesús con la Cruz a Cuestas. Cofradía que nació en noviembre de 1794 en la parroquia de San Cosme y San Damián, con el fin de adorar al Santísimo Sacramento en la Eucaristía. Y posteriormente en 1940 se añadió la rama penitencial para procesionar el paso de Jesús con la Cruz a Cuestas. Nebreda define su cofradía como “eucarística y penitencial”. La cofradía cuenta con unos 300 miembros de los cuales salen en procesión unos 200, de ellos 35 son de la agrupación musical, 66 portadores de andas y el resto nazarenos y cofrades con mantilla.

 

Felipe llegó a ser cofrade siendo pequeño siguiendo el ejemplo de sus padres, que pertenecían a la cofradía. Lleva casi 50 años de cofrade, algo que según él es “ser cristiano y por lo tanto seguidor de las enseñanzas de Jesucristo”.

 

La Semana Santa es para Felipe “un tiempo de reflexión y recogimiento recordando la muerte y resurrección de nuestro Señor, rememorando lo que sufrió y lo que hizo por nosotros”. La procesión del encuentro, la vive con “la emoción de acompañar a Jesús con la Cruz a Cuestas portado en andas, al encuentro con su Madre en un lugar tan emblemático como es la catedral de Burgos”.

Una doble devoción

Santiago Puigdomenech y Eduardo Sáez son dos burgaleses pertenecientes a la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores. Hermandad fundada como la «Cofradía Noble de la Sangre de Cristo» en 1592 en el convento de la Trinidad, para extender y perpetuar la devoción al Santísimo Cristo y sagradas reliquias. A pesar de ser muy crecida en sus principios, en 1770 se extinguió por falta de hermanos. Y no será hasta 1944 cuando volvió a resurgir adoptando la denominación actual. La espiritualidad de esta Hermandad viene proclamada por la doble devoción, al Santo Cristo y a la Virgen María. La Hermandad cuenta con 160 cofrades, de hábito o de medalla, varones y mujeres, de varias parroquias de Burgos, incluyendo los 46 de la banda, que también son cofrades.

 

Santiago lleva siete años en la cofradía. “Empecé siendo monaguillo en la parroquia, y también salía en las procesiones con el cirial”, recuerda. A este burgalés entrar en el seminario no le supuso dejar de ser cofrade.  Santiago comienza sus ensayos tocando el fliscorno a principios de octubre del año anterior para poder preparar las nuevas marchas. Participa en varias procesiones, la de la Borriquilla, la del Santísimo Cristo de Burgos y en la del Santo Entierro. Pero es la procesión del Encuentro la que vive con mucha devoción. “Se saca en procesión a Nuestra Señora de los Dolores y como componente de la hermandad es un orgullo poder formar parte de esta procesión tan especial para la cofradía como para la ciudad de Burgos”, afirma.

El mayor acto de amor

La Semana Santa para Santiago es “un recordatorio del mayor acto de amor que ha habido en la historia: la entrega de su propio hijo por parte de Dios para salvar a los hombres y así recordar que tanto amo Dios al mundo que entrego a su único hijo”.

 

Por su parte, Eduardo lleva diecinueve años en la banda de la cofradía. Actualmente lleva una banda de tambores y cornetas de 30 niños entre 3 y 10 años. Para este burgalés ser cofrade significa ser cristiano, ya que “tienes que dar testimonio del Misterio Pascual, la muerte y la resurrección de Jesús”. Al igual que Santiago, Eduardo comienza los ensayos a principios de año, y participa en todas las procesiones.

 

Tanto Eduardo, Santiago como Felipe animan desde su experiencia a todos los burgaleses a vivir la Semana Santa con devoción. Eduardo recomienda hacerlo de una manera “más intensa e involucrándose con una cofradía”. Santiago cree debe vivirse “con pasión y devoción y para ello pueden acudir a procesiones menos conocidas como algún rosario penitencial o algún vía crucis”. Felipe sugiere a los burgaleses que “vean ese Vía Crucis que forman las procesiones y que reflexionasen sobre de lo que Jesús hizo por nosotros”.

Dar la vida por amor

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Hoy, al celebrar el Domingo de Ramos, inauguramos un año más la Semana Santa. Y durante ella queremos contemplar, vivir y anunciar el acontecimiento de nuestra fe. Acompañaremos a Jesús, el Hijo de Dios, en su última Cena: «Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo… Amaos unos a otros como yo os he amado…» Caminaremos con Él hacia una muerte en cruz como signo definitivo de la salvación, pues el amor siempre es más fuerte que la muerte. Y esperaremos poder cantar alegres aleluya, porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido resucitado por el amor misericordioso del Padre en el gozo del Espíritu. ¡Dios ha estado grande con nosotros y quiere seguir estándolo con todos! El Hijo de Dios ha dado su vida por amor a toda la humanidad.

 

La Jornada de los Mártires Misioneros, que celebraremos el 24 de marzo, y la Semana Santa se iluminan entre sí. El recordado Papa San Juan Pablo II, el Domingo de Ramos de 1980, pocos días después de haber sido asesinado el beato Oscar Romero, decía: «No podemos olvidar a quienes en el curso de nuestra época han sufrido la muerte por la fe y por el amor a Cristo, los que de diversas maneras han sido encarcelados, torturados, condenados a muerte y aun escarnecidos, despreciados, humillados y marginados socialmente… Este martirologio está escrito con caracteres distintos de los mártires primitivos. Hay otros métodos de martirio y otro modo de dar testimonio. Pero todo mana de la misma Cruz de Cristo y completa la misma Cruz de nuestra Redención».

La entrega amorosa y definitiva de Jesús se nos presenta como el testimonio más sublime y, por ello, el más creíble, de Dios para el mundo: sólo el amor es digno de fe. El amor, que lleva a «dar la vida por los amigos» (Jn 15,13), nos permite comprender la identidad del mártir, su testimonio y su compromiso directo en el desarrollo y progreso de la humanidad. El mártir atestigua que la dignidad de la persona y sus derechos elementales, hoy universalmente reconocidos pero no siempre respetados, son imprescindibles para una vida auténticamente humana.

 

La Jornada de los Mártires Misioneros nos muestra que su entrega generosa es consecuencia de una vida en Cristo como enviado que da la vida por todos, y guiada por el Espíritu. De la muerte acogida surge un anuncio existencial de una persona que se ha gastado por todos, particularmente por los más pequeños y pobres. De la vida entregada hasta la muerte brota un profundo amor al mundo masacrado y a la Iglesia mártir en medio de los gozos y penalidades de la humanidad. El martirio por amor todavía hoy puede ser un lenguaje expresivo y un signo creíble del amor del Dios Trinidad.

 

El Papa Francisco el Miércoles Santo de 2013 recordaba que Jesús durante su misión terrena trajo la misericordia y el perdón de Dios, conmoviéndose ante las muchedumbres desorientadas y doloridas y compartiendo la existencia cotidiana de la gente más común. En sus opciones e iniciativas Jesús muestra que Dios no espera a que vayamos a Él, sino que da siempre el primer paso: fue Él quien vino hacia nosotros, como hacen un buen padre y una buena madre con cada uno de sus hijos. Vivir la Semana Santa siguiendo a Jesús implica adentrarse en la «lógica de Dios», en la «lógica del Evangelio», lo cual significa «salir de nosotros mismos para ir al encuentro de los demás, para ir hacia las periferias de la existencia: ir nosotros los primeros hacia nuestros hermanos, sobre todo hacia los más alejados, los más olvidados, los que necesitan más comprensión, consuelo, ayuda. ¡Hay tanta necesidad de llevar la presencia viva de Jesús misericordioso y rico en amor!»

 

Os deseo de corazón a todos los burgaleses una santa y feliz semana, viviendo agradecidos el amor de Dios y dando la vida por amor, en particular, dirigiendo una mirada de ternura a los más necesitados de nuestro entorno y del mundo entero.

«Cariño, nervios y alegría» en el primer paso hacia el sacerdocio

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Cinco jóvenes seminaristas han dado esta mañana un paso más en su camino hacia el sacerdocio. Con la celebración del rito de admisión, Rubem de Morais, Fulgence Ndayikeje, Innocent Nkunzimana, Fernando Puigdomenech y Álvaro Zamora han manifestado públicamente su deseo de seguir formándose para recibir un día la ordenación sacerdotal a la vez que la Iglesia burgalesa, por su parte, se compromete a ofrecerles los medios necesarios para lograrlo.

 

«Es como la pedida de mano en el matrimonio», comenta Zamora, uno de los jóvenes que ha recibido la confirmación de su vocación por el propio arzobispo, don Fidel Herráez. Él define el paso que ha dado esta mañana como «el sí que te da la Iglesia a tu camino vocacional, que confirma tu vocación al sacerdocio». Tras su ingreso en el Seminario hace ahora tres años, el de hoy ha sido «el primer paso importante que damos», de ahí que lo haya vivido «con mucho cariño, nervios y alegría».

 

Con la confirmación de su vocación por parte del arzobispo, Zamora cree que el rito de admisión marcará un antes y un después en su camino de preparación al sacerdocio: «Supone compromiso, responsabilidad y fidelidad. También mayor exigencia y entrega, ya que se me pedirá mas. La Iglesia ve en nosotros un sacerdote en proyecto, por tanto, con todo lo que este en sus manos, debe esculpirnos y nosotros dejarnos esculpir para que finalmente lleguemos a ser sacerdotes».

Día del Seminario

El rito de admisión ha tenido como marco la capilla del Seminario de San José en el día grande de su fiesta. Con la celebración de hoy, concluyen los actos que se han preparado a lo largo de todo el mes para dar a conocer la vocación sacerdotal en parroquias, colegios, grupos y movimientos. El pasado jueves, sin ir más lejos, la Adoración Nocturna realizaba una vigilia de oración por las vocaciones y, ayer viernes, más de cien jóvenes se reunieron en la capilla del San José para hacer lo mismo.

 

La ceremonia de esta mañana ha estado presidida por el arzobispo, don Fidel Herráez. Desde su llegada a la diócesis, ha sido la primera vez que ha confirmado la vocación de unos jóvenes hacia el sacerdocio.

 

De los cinco jóvenes que han recibido el rito de admisión, dos de ellos –Álvaro y Fernando– son seminaristas diocesanos, uno -Rubem- pertenece al seminario diocesano Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal. Por su parte Fulgence e Innocent reciben formación junto con los demás seminaristas del San José, aunque su diócesis de origen es Guitega, en Burundi.