Don Fidel Herráez Vegas celebra San Romualdo con los monjes Benedictinos Camaldulenses

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La Comunidad Camaldulense del Yermo de Monte Corona, en la localidad burgalesa de Herrera, recibió la visita del arzobispo de Burgos, don Fidel Heráez Vegas, y del secretario canciller, Ildefonso Asenjo Quintana, con motivo de la celebraron de San Romualdo, fundador de esta orden Benedictina Camaldulense.

 

Durante la mañana del domingo tuvo lugar una Misa presidida por don Fidel Herráez Vegas. Tras el rezo de la Sexta y Nona, los monjes que componen la comunidad Camaldulense, el arzobispo de Burgos y el secretario canciller pudieron disfrutar de una comida fraterna acompañada de una grata sobremesa.

Austeridad y aislamiento

Los monjes Benedictinos Camaldulenses fueron fundados por San Romualdo entre los años 1024 y 1025 en Camaldoli (Italia). En 152, el Beato Pablo Giustiniani inicia una reforma dando origen a los Eremitas Camaldulenses de Monte Corona, caracterizados por llevar una vida eremítica dedicada a Dios, orientada a la oración continua y a la contemplación llevada con obediencia, soledad, silencio, austeridad y aislamiento.

 

Los Eremitas Camaldulenses de Monte Corona cuentan actualmente con tres yermos en Italia, dos en Polonia y uno respectivamente en España, Estados Unidos, Colombia y Venezuela.

 

El Yermo de Nuestra Señora de Herrera es el único existente en España. Fue fundado en 1924 en la antigua abadía cisterciense de Nuestra Señora de Herrera, en las proximidades de Miranda de Ebro (Burgos). Tras la Desamortización de 1835 que acabó con la vida monástica, el monasterio quedó en la ruina. De 1896 a 1905 fue Desierto de Carmelitas Descalzos, y de 1905 a 1921 lo habitaron monjas Trapenses expulsadas de Francia.

 

En la actualidad, diez son los hermanos eremitas que forman parte de esta comunidad de Camaldulenses: siete españoles, un coreano, un portugués y un italiano. El Yermo cuenta con una hospedería monástica para pasar unos días de retiro.

 

Encuentro Jubilar del arciprestazgo Oca-Tirón en Santa Casilda

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Más de quinientos fieles se reunieron ayer domingo para celebrar el Jubileo del Arciprestazgo de Oca-Tirón, por ser Santa Casilda uno de los templos Jubilares de la diócesis de Burgos. Al menos 35 cruces procesionales fueron portadas por los feligreses que acudieron de todos los pueblos de la zona.

 

La jornada discurrió en un ambiente religioso y festivo. Tras un tiempo dedicado a penitencia, en la que los fieles pudieron confesarse, tuvo lugar a las doce y media del mediodía la procesión de las cruces y el canto de las letanías a los santos.

 

A continuación, el Arcipreste presidió la Santa Misa, concelebrada también por la mayoría de los sacerdotes que componen el Arciprestazgo. La eucarística fue oficiada en la explanada del santuario, debido a la gran afluencia de fieles que acudieron al encuentro. Al término de la Misa, todas las personas cantaron el himno de Santa Casilda.

 

A las tres de la tarde, los asistentes compartieron en hermandad una paella preparada por el restaurante del Santuario. Y después de una alegre sobremesa, amenizada por una charanga de Poza de la Sal, terminaron la jornada con el canto de la Salve a Santa Casilda.

 

Don Julián Galerón Cuesta, párroco de Briviesca, agradeció a Dios y a Santa Casilda “el espléndido día que hizo, el que transcurriera sin incidencias y el bonito ambiente de fraternidad, religiosidad y alegría vivido”.

 

El arciprestazgo de San Juan de Ortega celebra el Jubileo de la Misericordia

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El arciprestazgo de San Juan de Ortega celebró su día del jubileo en el monasterio de San Pedro de Cardeña el pasado sábado 11 de junio. Los numerosos pueblos que conforman este arciprestazgo fueron convocados para vivir la jornada jubilar en el día del arciprestazgo dentro de este año santo de la misericordia.

 

La jornada comenzaba con el rito de entrada por la puerta santa, en este caso desde el claustro de los mártires hasta el interior del templo. Este monasterio fue designado templo jubilar sólo para esta ocasión. Una vez en el interior participaron en el sacramento de la penitencia y la misa tras la cual tuvo lugar la comida compartida. La actuación del coro de familias por la tarde y la visita a las bodegas culminaron esta jornada de fiesta, de encuentro y de fe.

Burgos acoge su primer encuentro de diáconos permanentes del Norte de España

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diaconado permanente

La reunión se desarrolló en la residencia marista de Miraflores.

 

Ayer sábado la Residencia de los hermanos maristas en Miraflores fue escenario de un encuentro de los diáconos permanentes del Norte de España bajo el lema “El Diaconado y la Misericordia”. Es un encuentro que viene realizándose anualmente desde hace varios años, pero la primera vez que se elige nuestra diócesis como lugar de celebración. A la cita estaban convocados diáconos permanentes, candidatos, esposas de los anteriores y delegados y formadores diocesanos del diaconado. Asistieron representantes de las diócesis de Bilbao, Vitoria, Pamplona-Tudela, Calahorra-la Calzada-Logroño y Burgos.

 

La jornada comenzó con el rezo de Laudes, seguida de un tiempo para el estudio y la reflexión de documentos magisteriales sobre la misericordia en el diaconado y el matrimonio (aunque los hay célibes, la mayoría de los diáconos permanentes son casados). Introdujeron el trabajo por grupos Fernando Aranaz, diácono de Pamplona, y Rosario María, esposa de un diácono de Burgos. La mañana concluyó con una comunicación sobre el jubileo de los diáconos, celebrado en Roma el pasado día 29 de mayo, a cargo de Santiago Bohigues, secretario de la comisión episcopal del clero de la CEE, y la celebración de la eucaristía, presidida por Jesús Castilla, recientemente nombrado vicario episcopal del clero y concelebrada por los sacerdotes y diáconos presentes. Tras la comida en fraternidad, se visitó la cercana cartuja de Miraflores y se puso en común la situación actual del diaconado en las distintas diócesis presentes. Santiago Bohigues anunció asimismo la próxima celebración del Encuentro Nacional, que tendrá lugar los días del 3 al 6 de diciembre en Madrid. La jornada finalizó con la oración de Vísperas.

El diaconado permanente en el mundo y en la diócesis

A pesar de que el diaconado permanente es poco conocido en nuestro país, no es un ministerio nuevo, raro o extraño en la Iglesia. Es el grado inferior del sacramento del orden y pertenece al clero. Ya en los Hechos de los Apóstoles aparecen los primeros diáconos (Hch 6, 1-6). Fue restaurado como grado permanente en el Concilio Vaticano II.

 

El diácono, por su ordenación, es configurado con Cristo siervo y precisamente ésta es su función principal: ser signo de Cristo siervo en su día a día. Es un ministro de la cotidianeidad en el trabajo, la familia y la pastoral. Sus funciones pastorales se mueven en el servicio de la Palabra, la caridad y la liturgia. Entre sus funciones litúrgicas, quizás las más visibles, están asistir durante las funciones litúrgicas al obispo y presbítero, administrar solemnemente el bautismo, ser ministro ordinario de la comunión y exposición, presidir la celebración del matrimonio, administrar sacramentales, presidir los ritos fúnebres y sepulcrales, dirigir la celebración de la Palabra de Dios, leer a los fieles los divinos libros de la Escritura, instruir y animar al pueblo (pueden predicar la homilía) y presidir otros oficios del culto y oraciones.

 

Aunque en algunas diócesis de España no haya sido restaurado, en otras es muy habitual. En España hay algo más de 400, siendo Sevilla, con 53 y Barcelona, con 45, las que más tienen. En otros países su número es muy considerable: Estados Unidos (unos 18.000), Italia (unos 4.200) y Alemania (3.200), Francia (2.500),… Su número aumenta en mayor proporción a cualquier otra forma de vida consagrada o ministerio (han pasado en el mundo de los 29.000 en 2001 a los 42.316 en 2013, según el Anuario pontificio). En nuestra diócesis burgalesa la realidad del diaconado permanente es reciente instauración. Hace ya casi un año se ordenaron los dos primeros diáconos: Enrique Díez y David Jiménez.