Viajar al extranjero y sentirse como en casa

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Nuestros jóvenes descansan estos días en la localidad de Lesznon, acogidos por las familias polacas que allí residen. Aquí cogerán fuerzas para seguir con su peregrinaje el próximo día 25 de julio. El de ayer fue un día de convivencia en el que por la mañana tuvo lugar la misa para posteriormente conocer la escuela pública Juan Pablo II, con la colaboración de la parroquia de San Casimiro. Tras esta visita, los jóvenes se han desplazado a un bosque cercano donde han comido y bailado danzas típicas polacas y españolas. Por la tarde, además, han participado en una competición de motos sin frenos, un deporte muy típico de la zona y que cuenta con muchos aficionados.

 

La experiencia de compartir hogar con una familia que no conocen de nada pero que ponen todos sus esfuerzos para que vivan una estancia rodeados de cariño y bien atendidos es algo que ha impactado a muchos de los chicos y chicas, que a continuación ofrecen su testimonio:

Rocío, 24 años, Aranda de Duero

«Estoy con una familia de tres hijas, una es universitaria y las otras dos van al instituto. Es una familia muy acogedora y son encantadores. Desde el primer momento nos dijeron que teníamos la nevera a nuestra disposición, por si queríamos coger algo, y hacen todo lo posible para que estemos muy a gusto, como en casa. A pesar de no conocernos de nada, hay Alguien que nos une, y da la impresión de que nos conociésemos de toda la vida en el sentido de que compartimos los mismos valores. Las hijas, por ejemplo, se van a unir con nosotros cuando vayamos a Cracovia. Es una experiencia de comunión».

Ibai, 16 años

«Soy seminarista menor del Seminario de Burgos y este es mi primer encuentro en una Jornada Mundial de la Juventud. Hasta el momento, todo lo que estamos viendo me está gustando y me lo estoy pasando muy bien. Estoy con una familia de médicos que nos están tratando muy bien. Que una familia te abra las puertas de su casa y te acoja es una experiencia diferente».

Rosa Cantero, 23 años

«Soy de la parroquia de San Martín de Porres. Estoy con una familia de tres hijos. El mayor está ahora mismo de vacaciones y es músico, toca el violín y el piano. Una de las hijas, Ana, habla español, y su madre le ha pedido ayuda para entenderse con nosotros, ya que ella sólo habla polaco. La otra hija, Paulina, habla inglés y polaco. Es abogada, mientras que Ana es jefa de tiendas. La verdad es que nos tratan muy bien, la madre está emocionadísima, y nos dan de cenar y nos cuidan muy bien. Es un trato que es de admirar, porque nos dan muchísimo cariño sin ser de su familia. Creo que les emociona que acudan a ellos personas que van a participar en una experiencia como es la JMJ».

Santiago Puidomenech, 19 años, de la parroquia de San Gil Abad

«La familia que me acoge es muy maja y he tenido la suerte de que hablan español, lo que ayuda para la comunicación. Están muy atentos en todo momento en lo que necesitamos. Hacían 23 años que no acogían a nadie, a raíz de la última Jornada que hubo aquí, en Polonia. Eso les da ilusión para acoger de nuevo a los peregrinos».

Raúl Carmona 16 años

«Vengo de Burgos, con la parroquia de la Anunciación. Estoy con una familia que es una pareja de mediana edad y no sabemos mucho de ella, ya que hemos hablado poco al no estar con nosotros. Llegamos, nos dieron de cenar -fueron muy simpáticos, eso sí- y se fueron a la cama. Cuando nos hemos levantado sólo había una persona en la casa que nos ha dado el desayuno y nos ha mandado para la iglesia. Es la primera JMJ a la que asisto, y de momento me impacta ver a tanta gente junta que venimos a lo mismo. Ya tengo ganas de estar con el papa».

Paula, 17 años,  de la parroquia de San Martín de Porres.

«Es la primera JMJ en la que participo. La familia que ma ha acogido es muy maja y cercana. Son muy amables y me cuidan muy bien. Creo que esta cercanía y cariño es por que compartimos el mismo sentimiento y las mismas creencias religiosas. La JMj está suponiendo para mí la oportunidad de conocer a la gente de manera más cercana y compartir experiencias que nos unen. Es algo que me hace pensar y reflexionar sobre qué se puede cambia».

 

La Casa de la Iglesia homenajea a las Avemarianas

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Las Operarias del Divino Maestro, también conocidas como Avemarianas, recibieron ayer un homenaje por parte del arzobispado ante su próxima marcha de la Casa de la Iglesia, donde han estado trabajando desde hace 31 años.

 

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Las hermanas Avemarianas, con los detalles que recibieron en su despedida.

 

 

Para ello se celebró una eucaristía presidida por el vicario general, Fernando García Cadiñanos, donde se recordó el mérito de su trabajo «y su actitud de servicio». «Habéis cumplido -continuó- con lo que se quiere para esta Casa: que los que se acerquen aquí se encuentren con servidores atentos, vigilantes, solícitos, y que saben acompañar, ayudar e incluso solucionar en la medida de lo posible las dificultades de muchos de los que se acercan a esta Casa». También destacó la importancia del «servicio «callado»»: «un servicio que aunque no hacía ruido, ha sido importante y constante», añadió. Durante la misa que tuvo lugar en la capilla de la Casa de la Iglesia, estuvieron presentes los trabajadores de la misma y numerosos sacerdotes que quisieron participar en la celebración.

 

Durante el acto, intervino la hermana Natividad Río para recordar la llegada de las primeras religiosas de este instituto al arzobispado en 1985, y su deseo al comenzar de que su espacio de trabajo estuviese destinado «a la formación y la información, siguiendo un plan pastoral para la extensión del Reino de Dios en nuestra diócesis de Burgos».

 

También intervino la hermana Concepción Revilla para recordar que con su trabajo, han querido «dar gloria a Dios». «Tener una actitud de agradecimiento fortalece la fe y nos hace crecer en nuestro cariño al Señor.  Estos sentimientos de gratitud hacia las personas de esta Casa, con quienes hemos compartido ilusiones, esperanzas, los los que la comunidad quiere expresaros. Gracias por vuestro ejemplo, por vuestro acompañamiento y por el compartir diario del que nos llevamos lo mejor. Damos gracias al Señor y pedimos por todos vosotros, para que su gracia y fortaleza os acompañe en todas la tareas que a cada uno nos han encomendado». Sus palabras fueron acogidas con un emotivo aplauso.

 

Finalmente, Ildefonso Asenjo, secretario general del arzobispado, concluyó la ceremonia agradeciendo el trabajo de las hermanas y expuso los detalles con los que han sido obsequiadas cada una de ellas: una imagen de Santa María la Mayor, patrona de la diócesis y un libro-guía de la provincia. «Que María os proteja donde quiera que os encontréis, y que la Iglesia, madre de todos los creyentes, seamos para ella piedras vivas en su construcción», concluyó. Finalmente, las hermanas Avemarianas volvieron a recibir un aplauso por parte de todos los presentes.

 

Polonia da la bienvenida a los jóvenes de la JMJ

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Los jóvenes burgaleses vivieron ayer una intensa jornada de viaje desde Praga a Leznon, la ciudad de la diócesis de Poznan, ya en Polonia, y en la que disfrutarán y se prepararán los próximos días para recibir al papa Francisco.

 

Tras ocho horas de viaje, llegaron por la tarde a la ciudad y fueron recibidos en la parroquia de San Casimiro. Después de la eucaristía, hubo tiempo para conocer a las familias que se ofrecieron para acogerles. Esta es una de las experiencias más intensasy bonitas de la Jornada Mundial de la Juventud: vivir con personas desconocidas pero que compart la misma fe y acogen con cariño a los peregrinos a pesar de las dificultades que supone el no entender el idioma.

 

Los chicos y chicas cenaron con estas familias en sus casas y mantuvieron momentos para compartir con ellas experiencias y hablar de diversos temas. Aunque al principio había algo de miedo a la falta de entendimiento con el idioma por parte de los jóvenes peregrinos y el vivir en una casa con desconocidos, al final todos coincidieron en señalar que han sido muy bien recibidos, con un cariño especial.

 

Hoy vivirán un día lleno de actividades. Tras desayunar con las familias, han asistido a misa para posteriormente conocer las escuelas y la zona de picnic que se encuentran en los alrededores. Y por la noche, podrán disfrutar con un pequeño festival con los foráneos de la parroquia.

La catedral de Burgos, un tesoro que celebra un nuevo año

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La diócesis de Burgos celebra hoy el «cumpleaños» de la Santa Iglesia Catedral. Como cada 20 de julio, se recuerda la dedicación del templo, cuya construcción comenzó ese mismo día en el año 1221 por iniciativa del rey san Fernando. Entonces se inició un proceso que alargaría el proyecto varias décadas y que comprende de dos épocas.

La primera época se conoce como Primer Gótico y en ella, la catedral quedó casi construida durante un proceso que duraría 60 años. Entonces, el templo toma como modelo las catedrales francesas. La estructura interior (sin contar con sus posteriores remodelaciones), la portada de Sarmental, la portada Principal y la portada de la Coronería datan de esta época.

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Detalle de una de las portadas de la catedral.

Posteriormente se desarrollaría el Segundo Gótico o Último Gótico; la segunda época de la catedral. Durante este periodo se construyen sus famosas agujas, obra de Juan de Colonia. También queda concluida la capilla de los Condestables y el cimborrio primitivo, que posteriormente se derrumbaría, dejando paso al que conocemos hoy en día, de estilo renacentista y realizado por Juan de Vallejo. El claustro a nivel bajo y nivel alto quedan completos a lo largo del siglo XIII.

 

Los siglos pasan y la catedral ve pasar el avance de la ciudad, y también sufre: no se libró de los ataques de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia. Las vidrieras quedaron destruidas, las agujas y el cimborrio sufrieron severos daños y las capillas del interior del templo quedaron casi machacadas por los bombardeos. Pero sobrevivió a todo ello y a lo largo del tiempo se han ido curando sus heridas y marcas de la vejez, todo ello a través de un proceso de restauración que cada vez está más cerca de terminar.

Reconocimiento a su singularidad

En 1984, la catedral de Burgos fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Recibe este título por la valoración que se hace tanto de su valor arquitectónico como de su contenido, muy rico en obras de diversos artistas como Gil de Siloé, Felipe de Vigarny o los hermanos Rodrigo Martín de la Haya, entre otros.

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La catedral, el día del Corpus Christi

La catedral es más que un templo religioso, y su impresionante figura ha llevado a que sea considerada símbolo de la ciudad de Burgos. Convertida en sede de los más importantes acontecimientos de la diócesis, este año ha acogido momentos como la despedida del que fuera durante 13 años arzobispo de la diócesis, Francisco Gil Hellín, la toma de posesión del nuevo arzobispo, Fidel Herráez, la beatificación de Valentín Palencia y su compañeros, o la apertura del año de la Misericordia. Tantos acontecimientos y tantas visitas turísticas han dado lugar a la creación de una nueva web mucho más práctica que pone a este templo al servicio de todos, tal y como lleva haciendo desde hace siglos.

Los jóvenes burgaleses de la JMJ descubren Praga

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El día de ayer estuvo destinado a descubrir Praga, una ciudad cuya belleza y patrimonio monumental e histórico la convierten en una de las más visitadas del mundo. Allí, la famosa y venerada imagen del Niño Jesús de Praga inspiró el tema de la jornada: la encarnación del Hijo de Dios.

 

Así, la mañana fue aprovechada por los jóvenes para recibir una catequesis que reforzase su formación, y el lugar escogido para ello fue la iglesia de San Juan Nepomuceno, uno de los patronos de la ciudad. Según la tradición, el santo era confesor de Sofía de Bavaria, reina de Bohemia, y al negarse a romper el secreto de confesión por orden del rey Wenceslao IV, fue martirizado, sufriendo la amputación de la lengua y siendo arrojado posteriormente al río Moldava. San Juan Nepomuceno es, además, el patrón de la Infantería de Marina española.

 

Tras la comida, los peregrinos se pusieron en marcha para conocer los rincones que ofrece la ciudad, y realizaron un tour en el que visitaron los monumentos históricos más interesantes, como el Castillo de Praga, el Palacio Real, la catedral de San Vito o la casa del escritor Franz Kafka. El recorrido comenzó con el descenso por la escalinata del castillo hasta llegar a la «Ciudad pequeña» (Mala Strana), donde se encuentra la iglesia de San Nicolás. Una vez dejado atrás el castilllo, los jóvenes se encaminaron al río Moldava y cruzaron el Puente Carlos , una impresionante construcción flanqueada por estatuas. Las vistas que pudieron contemplar desde este lugar es impresionante: pueden verse las torres y cúpulas de las iglesias coronadas por las murallas del castillo y las agujas de la catedral de San Vito. Después llegó el momento de recorrer la Ciudad Vieja y visitar los monumentos más representativos, como la Torre de la Pólvora, la calle Celetna y la plaza de la Ciudad Vieja, donde se puede admirar la monumentalidad de Praga con el ayuntamiento viejo y su famoso reloj astronómico, en el que cada hora está marcada por uno de los apóstoles que salen del reloj.

 

Al caer la tarde, los chicos y chicas se reunieron para asistir a misa con todos lo españoles allí reunidos en la iglesia del sagrado Corazón, que es templo jubilar en este año de la Misericordia. Y tras la cena, los peregrinos burgaleses se animaron a realizar otra visita por la ciudad, pero esta vez disfrutando de la imagen que ofrece por la noche.