Auténticos «guardianes del Espíritu»
En la tarde de ayer, cerca de ochenta integrantes de diferentes coros de parroquia de la capital y la provincia se dieron cita en el Seminario de San José para participar en el encuentro diocesano de coros. La reunión estuvo organizada por los jóvenes que integran el grupo PEDAL (Potente Equipo De Animación Litúrgica), el grupo musical encargado de animar las oraciones juveniles y otros eventos de la diócesis.
En este espacio dominical que se me ofrece para el comentario, la reflexión o la información eclesial, quiero referirme hoy al viaje que el Papa Francisco ha realizado recientemente a los Emiratos Árabes, noticia e imágenes que ya conocéis por los medios de comunicación. El viaje se ha valorado como un hecho histórico porque es la primera vez que un obispo de Roma se ha hecho presente en la Península de Arabia y ha sido acogido de modo cordial por el Príncipe heredero y otras autoridades locales. La relevancia histórica resalta también desde el punto de vista eclesial: por primera vez se ha celebrado en esa región una misa pública y abierta con asistencia de más de 120.000 cristianos procedentes de toda la península arábiga.
El motivo directo del viaje ha sido la participación en una conferencia interreligiosa con altos representantes del islam y de diversas religiones. A la vez se conmemoraba el octavo centenario del encuentro de san Francisco de Asís con el sultán Al-Malek. Como eco del espíritu del santo de Asís, en su mensaje a la población el Papa Francisco dijo mostrarse «feliz por escribir una página nueva de las relaciones entre religiones en vuestra querida tierra, para confirmar que somos hermanos en la diversidad». Como Francisco de Asís, también el Papa Francisco hacía una apuesta, inédita en aquel lugar, por la familia humana, la fraternidad y la paz.
La iniciativa del Papa sin duda es arriesgada y valiente, porque se produce en un contexto de profunda crisis a diversos niveles: entre los países musulmanes de la península arábiga, entre los países islámicos y el estado judío, entre los musulmanes y gran parte de la opinión pública occidental. Esta actitud de oposición al islam, ampliamente difundida entre los países occidentales, fue reconocida en presencia del Papa por Al Tayek, imán de la importante mezquita de El Cairo, que ya se había encontrado en otras ocasiones con Francisco: «Los musulmanes, dijo, hemos pagado un gran precio: el islam es visto como una religión de la violencia y de la sangre»; por eso «queremos construir una cultura y una fraternidad en todo el mundo», para detener los frentes de guerra, la división del mundo en bloques, la lacra del terrorismo y de la violencia…
El Papa se presentó como «un creyente sediento de paz», y pronunció un incisivo discurso en materia de diálogo interreligioso y defensa de la paz. A partir del símbolo del arca de Noé, Francisco recordó que «necesitamos entrar juntos como una misma familia en un arca que pueda navegar por los mares tormentosos del mundo: el arca de la fraternidad», que se basa en el Dios Creador, que dio a todos los seres humanos la misma dignidad. Las religiones deben ser canales de fraternidad y no barreras de separación. Para ello hemos de recurrir a la oración, a la práctica de rezar los unos por los otros. El encuentro entre religiones tiene como objetivo reafirmar una fraternidad que, frente a tantas amenazas de diverso tipo, hay que defender. Todo quedó acuñado finalmente en el documento firmado por el Papa y el Gran Imán sobre «La fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia común».
El viaje del Papa ha tenido además un profundo significado eclesial que no puede pasar desapercibido. Gracias a esta visita hemos conocido mejor una Iglesia que vive en circunstancias difíciles. Aunque durante los últimos años se han producido contactos entre representantes vaticanos y representantes políticos de estos países, y aunque en algunos emiratos se admite la existencia de templos de culto cristiano, en países como Arabia Saudita siguen prohibidos todos los lugares de culto salvo las mezquitas. Son casi un millón los miembros de la Iglesia católica, la mayoría trabajadores, inmigrantes, procedentes especialmente de India y de Filipinas. Son una Iglesia minoritaria, pobre y marginada. Debemos sentir como propio el enorme gozo que para ellos ha supuesto la visita del Papa. Gracias a ello se han sentido parte viva de la comunidad católica, y se han hecho visibles sus problemas y sus expectativas a los ojos del mundo.
Deseo que no nos deje indiferentes este viaje misionero y valiente del Papa Francisco. Y que el Señor bendiga sus pasos con abundantes frutos de fraternidad y de paz.
«El papel de la mujer en el mundo y en la Iglesia» ha sido el título del Encuentro anual de militantes de Acción Católica, que se ha celebrado esta mañana en su sede de la plaza Clunia. En él han participado miembros de los cuatro movimientos presentes en la diócesis de Burgos: Acción Católica General (ACG), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Juventud Obrera Cristiana (JOC) y Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (FRATER). Ha contado también con la asistencia de una representante de Adoración Nocturna Femenina (ANFE) y del vicario pastoral, José Luis Lastra.
Para iluminar el tema de la jornada desde el ver y el juzgar, se ha contado con una ponencia a cargo de Carmen González, militante de la Acción Católica General en Santander y delegada en esa diócesis de la UMOFC (Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas). En Burgos, forman parte de la UMOFC tres movimientos: la Acción Católica General, la Adoración Nocturna Femenina y Manos Unidas.
La ponente ha recordado brevemente la reflexión en torno a la mujer en la Iglesia comenzada por Pío XII y seguida por Juan XXIII en Pacem in terris; ha aludido al Mensaje del Concilio Vaticano II a las mujeres y a la constitución de una comisión sobre la mujer pedida por el Sínodo de Obispos en 1971, hasta llegar a Juan Pablo II con su carta apostólica Mulieris dignitatem y al magisterio de los papas Benedicto XVI y Francisco.
Durante su intervención, Carmen se ha detenido en recordar a Pilar Bellosillo, presidenta a mitad del siglo XX de los jóvenes y de las mujeres de Acción Católica, creadora de los Centros de Cultura Popular y de la Campaña contra el Hambre, única mujer auditora española en el Concilio Vaticano II y presidenta mundial de la UMOFC. Actualmente esta organización representa a 100 organizaciones con cinco millones de mujeres católicas de todos los continentes, y forma parte de los principales organismos de la ONU, así como del recién creado Dicasterio para los Laicos.
El texto del encuentro de Jesús con la samaritana (Jn 4) le ha servido para afirmar que «Cristo no es para mujeres intachables, sino para mujeres valientes que se convierten en testigos». En este sentido ha presentado a María como primera discípula y mujer en plenitud.
Durante la parte final del encuentro, dedicada al actuar, se ha trabajado en cuatro grupos, proponiendo actitudes y pasos en este tema como militantes cristianos, como movimientos y como Acción Católica en conjunto. Se ha coincidido en que la formación al estilo de la Acción Católica va creando laicos adultos, mujeres y hombres que conviven y realizan su misión en igualdad. Se ha pedido a la Iglesia diocesana que se cuiden las actitudes, ejemplos, comentarios, etc. que a veces sin querer reproducen estereotipos discriminatorios. Además, se ha sugerido facilitar espacios en las comunidades donde poder abordar este tema, incluido algún momento de reflexión en la Facultad de Teología.
Por otra parte, se ha propuesto estar atentos, como Acción Católica y como diócesis, y pronunciarse en fechas significativas para la mujer, como el 8 de marzo o el 25 de noviembre. Aprovechando que los movimientos de Acción Católica a nivel nacional elaboran un comunicado con motivo del Día de la Mujer, se ha adquirido el compromiso de conocerlo y trabajarlo en todos los equipos de los distintos movimientos, difundirlo en sus ambientes y hacerse eco de él en los medios de comunicación eclesiales y sociales.
El escritor Javier Sierra hablará sobre los símbolos y secretos de las catedrales en una charla que presentará el periodista y escritor Antonio Pérez Henares, colaborador activo de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021. Esta entidad organiza esta cita literaria que se enmarca dentro del ciclo ‘Conversaciones en la Catedral’. El encuentro tendrá lugar en el jueves 21 de febrero, a las 20.00 horas, en la capilla de Santa Tecla de la Seo. La entrada será libre, hasta completar el aforo.
Fue a finales del pasado milenio cuando Javier Sierra recorrió las principales catedrales góticas españolas y francesas en busca de inspiración para su segunda novela. Gracias a aquellos viajes se dio cuenta de que muchos de los templos construidos entre los siglos XI al XIII a la vera de los Caminos de Santiago fueron diseñados como «escaleras al cielo». Emulaban la visión bíblica de Jacob, en la que creyó ver ángeles descendiendo a tierra desde el Paraíso. La catedral como símbolo ascensional, como umbral a lo Sagrado, le abrió un mundo fértil y evocador que ha marcado su trabajo como escritor y divulgador. De ello hablará en la intimidad de la Catedral de Burgos
Esta será la primera cita del año dentro de ‘Conversaciones en la Catedral’. Este ciclo, que se estrenó en 2018 con las intervenciones de Fernando García de Cortázar e Isabel San Sebastián, tendrá continuidad a lo largo de 2019 con una decena de fechas previstas.
Javier Sierra (Teruel, 1971) es el único autor español contemporáneo que ha logrado situar sus novelas en el top ten de los libros más vendidos en los Estados Unidos. Sus obras se han traducido a más de cuarenta idiomas y son fuente de inspiración para muchos lectores que buscan algo más que entretenimiento en un relato de intriga. Formado en el mundo del periodismo, ahora invierte su tiempo en investigar arcanos de la Historia y escribir sobre ellos.
Ha dado a imprenta títulos muy populares entre los que destacan ‘La cena secreta’ (publicado en 43 países), ‘La dama azul’ (editado en otros 20), ‘La ruta prohibida’, ‘Las puertas templarias’, ‘El ángel perdido’, ‘El maestro del Prado’ (que fue la ficción española más vendida en 2013), ‘La pirámide inmortal’ o el Premio Planeta de Novela 2017, ‘El fuego invisible’.
Precisamente, ‘El fuego invisible’ es una obra muy vinculada a los enigmas de las catedrales. Un asunto que ya abordó en ‘Las puertas templarias’ (2000) y en su ensayo ‘La ruta prohibida’ (2007).