Una mesa de experiencias pone fin a la Semana Arciprestal de Gamonal

Varios vecinos que desarrollan su compromiso político en diferentes campos dieron su testimonio sobre la situación social, como broche a unas jornadas que han contado con gran participación.
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La Casa de Cultura de Gamonal acogió ayer una Mesa de Experiencias con la que culminó la XIX Semana Arciprestal de Gamonal, que ha sido seguida con gran interés por un numeroso público. Varios vecinos del barrio que ejercen su compromiso político en diversos ámbitos ofrecieron su visión y reflexiones en torno a los desafíos de la sociedad actual.

 

El fotoperiodista Tomás Alonso ofreció el primer testimonio, en su caso, sobre cómo conciliar la vida laboral y familiar. «El trabajo no lo puede absorber la vida familiar y social», señaló, y explicó cómo, de acuerdo con sus compañeros, realizaron una nueva planificación de turnos, en los que el mismo trabajo dejaba espacio a un tiempo para la familia y los amigos. «No podemos anteponer todo a nuestro trabajo, no merece la pena ganar más a costa de sacrificar relaciones humanas y tiempo de vida propia».

 

El testimonio de la doctora María José Pereda fue una mezcla de experiencia laboral y vida de fe, «porque el cristiano no puede quedar indiferente ante situaciones sociales injustas». Es primordial defender los bienes públicos como cosa de todos, subrayó, «porque son la garantía de que nadie quede excluido y de que las clases más desfavorecidas puedan acceder a la sanidad y la educación en igualdad de condiciones». «Solo la sanidad pública garantiza la solidaridad», sentenció.

 

Por su parte, Felisa de Palacio compartió su compromiso político con la lucha por unas pensiones dignas y justas para todos y para cuidar el sistema público de pensiones. Explicó que, cuando apenas tenía un hilo de fe, un sacerdote le ayudó a descubrir cómo actuaba Jesús en su realidad sociopolítica y comprendió que era exactamente la misma actuación que ahora deben desarrollar los cristianos: «El ejemplo de Jesús me pareció extraordinario y ha sido una clave en mi vida», reconoció.

 

Las utopías no existen y es posible cambiar el mundo desde nuestro pequeño ámbito familiar, nuestro barrio o nuestro ambiente de trabajo. Así lo considera Francisco Cabrerizo, impulsor de numerosas asociaciones y plataformas en las que desde la acción conjunta de las personas se proponen lograr objetivos beneficiosos para todos. «El problema de tu vecino es tu problema, y si no vamos juntos no podremos conseguir lo que queremos por separado». «No podemos permanecer indiferentes, podemos cambiar el mundo desde nuestro ámbito», aseguró.

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