Homenaje a personas y entidades implicadas en el VIII Centenario de la Catedral

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Personas, empresas, instituciones, sindicatos y asociaciones muy diversas vieron ayer reconocida su colaboración con el proyecto de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, en un acto que se celebró ayer en el patio del claustro bajo de la Seo al término de la eucaristía solemne con la que se celebraban los 798 años de la colocación de la primera piedra.

 

En total se entregaron 56 reproducciones de la estatuilla conmemorativa creada por el escultor burgalés Óscar Martín, una pieza que representa la cúpula calada de la Capilla de los Condestables y que incorpora un 8 inclinado, en alusión al VIII Centenario y también al infinito.

 

Entre los galardonados se encontraban varios patronos de la Fundación (Fernando García Cadiñanos, Juan Álvarez Quevedo, Carlos Izquierdo Yusta, Vicente Rebollo Mozos, Álvaro Tajadura Sanz y Matías Vicario Santamaría), los miembros del Cabildo, la Facultad de Teología, el abad de San Pedro de Cardeña, también patrono, Roberto de la Iglesia, el obispo emérito de Jaén, Ramón del Hoyo López, y CONFER.

 

Justamente en el día en que también se cumplían dos años de la constitución de la Fundación VIII Centenario de la Catedral, su vicepresidente ejecutivo, Antonio Miguel Méndez Pozo, destacó la transversalidad de «un proyecto de contenido amplio y donde tienen cabida todo tipo de personas e inquietudes». «La Catedral», señaló, «es el espacio común que nunca decepciona».

Santiago Apóstol, Patrón de España

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Peregrino Santiago

 

El próximo día 25 celebraremos la fiesta de Santiago Apóstol, Patrón de España. La costumbre de honrar al santo patrón hunde sus raíces en lo más profundo de la experiencia cristiana, y es a la vez una expresión de nuestra vivencia eclesial. Las fiestas patronales van acompañadas de manifestaciones populares, de carácter folclórico y lúdico, que configuran una cultura y crean convivencia y unidad entre los ciudadanos. Estas celebraciones sin embargo no deberían difuminar el motivo que las hizo nacer y que las ha mantenido a lo largo de los siglos.

 

El patrón es un santo con el que se mantiene una relación especial, a quien se le considera e invoca como protector, abogado, defensor, intercesor… Cuando decimos en el Credo que creemos en la Comunión de los santos expresamos que la muerte no rompe los lazos que unen a los cristianos en Cristo. Y entendemos que Dios no se mantiene en la distancia respecto al Pueblo que peregrina todavía en el tiempo, sino que quiere seguir mostrando su cercanía y su providencia por medio de aquellos que ya han alcanzado la meta. En cuanto a ellos, dice el Concilio Vaticano II que: «Es sumamente conveniente que amemos a los amigos y coherederos de Cristo, hermanos también y bienhechores nuestros; que demos a Dios las gracias que le debemos por ellos; que los invoquemos humildemente y que, para suplicar a Dios sus beneficios por medio de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, acudamos a sus oraciones, socorro y protección (LG, 50).

 

Santiago Apóstol ha sido proclamado y venerado como patrón de España porque desde una época muy antigua ha estado vinculado a nuestra historia. Así lo decidió en el año 1630 el Papa Urbano VIII, a petición de las Cortes españolas y del rey Felipe IV. Con ello no hacían más que dar carácter oficial a lo que el pueblo español había vivido y celebrado: que los orígenes del cristianismo en nuestro país se remontan a la actividad de los apóstoles, de modo especial Santiago y Pablo. A partir de la presencia de Santiago en Zaragoza, según la tradición, su apoyo y su protección se han sentido especialmente vivos en momentos de dificultad, cuando los españoles se vieron obligados a defender su fe y su identidad frente a invasores que trataban de conquistar la península ibérica. Por eso, ya desde el siglo IX nuestros antepasados reconocieron al apóstol Santiago como patrón de España. Su culto se difundió de modo rápido, multiplicándose los pueblos, ciudades y parroquias que se ponían bajo su protección.

 

La vinculación de Santiago con España ha tenido otra manifestación que afecta directamente a nuestra diócesis. En el siglo IX fue descubierta en Galicia una tumba, en la que se pensaba que había sido enterrado el apóstol, sobre la cual se levantó una pequeña iglesia que se fue desarrollando hasta la Catedral actual. Desde muy pronto se convirtió en foco de atracción de la fe, suscitando una peregrinación que se añadió a las otras dos que dominaban en la Iglesia: Roma y Jerusalén. El «Camino de Santiago» adquirió gran relevancia, ya desde la Edad Media, pues sirvió de vía de comunicación, de cultura y de arte. Concretamente en nuestra diócesis ha dejado huellas muy notables, y aún hoy sigue dando vitalidad a algunos pequeños pueblos de nuestra provincia.

 

Aunque el Camino tenga múltiples perspectivas –y eso es bueno–, lo que resulta indudable es el origen y el sentido cristiano de la peregrinación. Una peregrinación hacia el sentido y el origen de nuestra fe. Así, debemos valorarlo como un medio de evangelización y de encuentro entre la fe y la cultura de los pueblos. Por eso deseo expresar mi gratitud a tantas personas (la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, los hospitaleros, los sacerdotes…) que consagran su tiempo a mantener vivo el carácter humano, cultural, artístico y religioso de una realidad que ha sido reconocida como Patrimonio Mundial. Nuestra diócesis viene realizando un gran esfuerzo potenciando albergues e instalaciones. También de este modo Santiago sigue mostrando la providencia de Dios con los peregrinos y sobre nosotros.

 

Honrar por eso a Santiago como patrón es un acto de agradecimiento por la fe anunciada en España desde hace 2000 años. Es a la vez un compromiso para que esa fe siga impregnando nuestra vida personal y nuestra cultura colectiva. Es una llamada a revitalizar la auténtica religiosidad y a recordar los valores del Evangelio transmitidos por el Apóstol, que fueron modelando la fisonomía espiritual y cultural de España y de Europa.

La diócesis de Burgos celebra los 798 años de la Catedral, un edificio vivo

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Hace hoy 798 años se ponía la primera piedra de la Catedral de Burgos y numerosos fieles, autoridades y ciudadanos han querido sumarse a este cumpleaños participando en la misa solemne de la Dedicación del templo, presidida por el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, con quien han concelebrado el obispo de Puyo (Ecuador), el burgalés monseñor Rafael Cob, y el abad de San Pedro de Cardeña, dom Roberto de la Iglesia. Junto a ellos, el colegio de canónigos y una representación del clero diocesano.

 

En puertas de la celebración de la Asamblea Diocesana, y a doce meses del Año Jubilar, el pastor de la Iglesia burgalesa ha insistido en su homilía que lo que la realidad que hoy celebramos es que «no estamos meramente ante un conjunto arquitectónico, no estamos solo ante la presencia de un edificio bellísimamente artístico», recordando que lo que le dio origen fue la fe cristiana y no la estética.

 

«No es un edificio de piedras, sino un edificio vivo. Una catedral es un edificio vivo porque está hecho para la vida de la comunidad cristiana. Es el edificio donde una comunidad diocesana tiene el centro. El fundamento es Cristo. Los demás somos todos servidores de la comunidad en este templo». Aludiendo a la lectura de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, ha recordado que «todos nosotros somos templos vivos y somos piedras de este edificio».

 

«No perdamos el alma de este templo»

 

«Sería lamentable que nos quedáramos solo en la consideración externa de ver que tenemos un templo precioso, que es Patrimonio de la Humanidad…», ha insistido. «Por supuesto, eso es estupendo, pero nos quedaríamos en la superficie porque lo que le da contenido y vida es la presencia del Señor muerto y resucitado, que es el origen de la Iglesia. No perdamos nunca el alma de este templo catedral fijándonos en aspectos que, siendo bellos y estupendos, no son el centro ni lo más importante. Son signos que nos tienen que llevar a ese centro».

 

El arzobispo ha incidido especialmente en que «la iglesia no es una estructura que se crea por conveniencia, por estrategia, por táctica. La Iglesia no nace de nuestra voluntad. Nace del amor de Dios. Lo fundamental de la Iglesia es que es Pueblo de Dios en camino, comunidad. Y esa comunidad, en una Iglesia diocesana, tiene su expresión viva en el templo catedral. Vivamos este templo en su marco y en su vivencia adecuada: Celebremos con gozo, con alegría, con agradecimiento, con compromiso, el hecho de esta magnífica catedral que tenemos, pero siempre llenándola de la auténtica vida que tiene», ha concluido.

 

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2019 07 19 viernes: Resumen de Prensa

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El ciclo Música en el Camino recala en San Juan de Ortega y Castrojeriz

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La Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL), con un cuarteto de cuerda formado por mujeres, vuelve al Camino de Santiago este mes de julio a partir del próximo lunes, día 22, y hasta el 31 actuará en seis lugares emblemáticos del Camino a su paso por Castilla y León. En localidades de Burgos, Palencia y León se ofrecerán dos conciertos por provincia y será precisamente en la de Burgos donde comience la gira, en la iglesia de San Nicolás de Bari de San Juan de Ortega el próximo lunes y en la iglesia de San Juan de Castrojeriz el martes. Ambos conciertos se iniciarán a las 20 h y tendrán una duración aproximada de 75 minutos.

 

El cuarteto está formado por cuatro miembros de la OSCyL: Irene Ferrer (violín), Tania Armesto (violín), Montse Aldomá (violonchelo) y Paula Santos (viola), acompañadas de la reconocida soprano Eugenia Boix. En Música en el Camino, los compositores elegidos son Franz Schubert y Wolfgang Amadeus Mozart. Del primero interpretarán el Salve Regina para soprano y orquesta de cuerda y Lied der Mignon nº 4; de W.A. Mozart, la Pequeña Serenata nocturna, Divertimento K 136 y el Ave Verum Corpus. «Música en el Camino» cuenta con la colaboración de las diócesis implicadas y los ayuntamientos y parroquias de las localidades donde se realizan los conciertos.