Entrega de los premios del Concurso de Migraciones

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El sábado 29 de febrero, en la parroquia de San Julián obispo de Burgos se entregaron los premios a los 15 alumnos ganadores del Concurso de Migraciones, convocado por la delegación diocesana de Pastoral de Migraciones. Se trata del XI Concurso de dibujo y redacción, y que en esta edición llevaba por lema «Integrar… Aquí convivimos personas de distintos países». Fue una tarde compartida con padres y profesores, entre reflexiones, juegos, premios y merienda. En total, participaron en el concurso 1.865 alumnos de 20 centros educativos. A continuación se detalla quiénes fueron los ganadores en las diversas categorías:

 

1º y 2º de Primaria (dibujo): Eva Marín Santamaría, de 2º B del Colegio Juan de Vallejo (Burgos). Zila Giménez, de 2º C del Colegio Juan de Vallejo (Burgos); y Lucía Río Colina, de 2º B del Colegio Blanca de Castilla (Burgos).

 

3º y 4º de Primaria (dibujo): Daniela Rodríguez Martínez, de 3º C del Colegio Blanca de Castilla (Burgos). Nerea Martínez García, de 4º A del Colegio La Visitación – Saldaña (Burgos), y Elsa del Cura Hortigüela, de 4º A del Colegio Solar del Cid (Burgos).

 

5º y 6º de Primaria (dibujo): Julia González Ortega, de 5º A del Colegio Juan de Vallejo (Burgos). Mikel Tejerina, de 6º A del Colegio Sagrados Corazones (Miranda de Ebro), y Sofía Pavón Svirska, de 6º A del Colegio Fuentecillas (Burgos).

 

1º y 2º de Secundaria (redacción): Aitana García Prat, de 2º C del IES Diego Marín Aguilera (Burgos). Sara Ibisate, de 2º del Colegio Sagrados Corazones (Miranda de Ebro), y Laura Barriuso Sedano, de 2º B del Colegio Blanca de Castilla (Burgos).

 

3º y 4º de Secundaria (redacción): Yurena Martín Torre, de 3º del Colegio Sagrados Corazones (Miranda de Ebro), Diego Marijuán Cabrejas, de 3º B del IES Diego de Siloé (Burgos), y Ainhoa Subiñas Martín, de 4º A del IES Valle del Arlanza (Lerma).

Quedan asentados los grupos que participan en la Asamblea diocesana

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Los grupos de Asamblea de la diócesis ya están constituidos, siendo un total de 289 los grupos que participan en esta iniciativa, conformados todos ellos por 3.217 miembros. Sin embargo, se espera que el número de miembros ascienda, ya que algunos participantes aún no han entregado sus fichas de inscripción aunque ya están trabajando integrados en sus grupos. Son tres los grupos que cuentan con más miembros en sus filas: La parroquia de San Juan de Ortega (Burgos), y su grupo «Hacemos camino», la parroquia de San Juan de Ortega (Burgos) con el grupo «Asamblea parroquial» y el arciprestazgo de Arlanza (localidad de Villalmanzo), con el grupo «Arciprestazo del Arlanza». Todos ellos cuentan con hasta 30 miembros en sus respectivos grupos.

 

Por otra parte, el arciprestazgo que cuanta con más grupos de Asamblea es el de Gamonal, con 51, sumando entre todos ellos 606 miembros. En cuanto a asociaciones y movimientos de la diócesis, es FRATER Burgos, ubicado en la capital burgalesa, el que más miembros aporta, siendo 23 el total de ellos. En el apartado de Vida Consagrada, son las cistercienses de Las Huelgas el grupo más numeroso, con 24 miembros. Y por último, en el apartado de Grupo Diversos, es la delegación de Pastoral de Migraciones, con su grupo «Equipo pastoral de latinoamericanos», quien más miembros tiene, hasta 17.

 

Todos los grupos están actualmente trabajando el Cuaderno 1;  unos 25 ya han terminado y han enviado las propuestas finales. El Cuaderno 2 se repartirá en la última semana de marzo.

Un simposio que profundizará en la fraternidad sacerdotal

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Del 11 al 13 de marzo, la Facultad de Teología acogerá el XXXVI Simposio Internacional de Teología del Sacerdocio, que llevará por lema «Amor y fraternidad en la vida sacerdotal». Este evento está organizado por el Instituto de Teología del Sacerdocio.

 

Los actos darán comienzo con el discurso de apertura del arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas. A continuación, el obispo de Barbastro, Ángel Javier Pérez Pueyo, ofrecerá la ponencia «El amor a Cristo y la configuración con Él en la vida sacerdotal». Posteriormente, el profesor de la Facultad de Teología, Francisco Pérez Herrero, disertará sobre el tema «El amor a Dios y su palabra en la vida sacerdotal. San Jerónimo, un ejemplo a seguir».

 

El simposio continuará el día 12 con la ponencia que tendrá lugar a las 10:30 horas, de Ramón Álvarez Velasco OSB, priorato de Ntra. Sra. de Montserrat (Madrid), y que se centrará en «El amor a la liturgia de las horas en la vida sacerdotal y monástica». Le seguirá la ponencia a cargo de Luis Ángel Plaza Lázaro, director general del IEME, titulada «El amor del sacerdote a la Iglesia Universal». Por la tarde, a partir de las 16.30 horas, los asistentes podrán escuchar dos ponencias: la primera correrá a cargo de Lucinio Ramos Rebollares, párroco de Nuestra Señora de Fátima de Burgos («El amor del sacerdote al pueblo de Dios que le ha sido encomendado») y la segunda será impartida por el profesor de la Facultad Rafael Pérez Oreiro («Los vínculos de amor con la propia familia en la vida sacerdotal»).

 

En el tercer y último día de simposio, los asistentes podrán escuchar cuatro ponencias. La primera de ellas comenzará a las 10.30 horas, y en ella, el profesor Santiago Bohígues Fernández hablará sobre «Amor y fraternidad sacerdotal en el presbiterio diocesano», mientras que el profesor procedente de Argentina José Luis Narvaja Bergoglio lo hará sobre «La amistad con Dios como fundamento de la vida comunitaria en la experiencia de san Agustín». La tarde estará marcada por la ponencia del profesor Agustín Sánchez Manzanares sobre «Amistades tóxicas en la vida sacerdotal» (16:30 horas) y la del profesor Ángel Matesanz Rodrigo sobre «Fraternidades sacerdotales en la actualidad: La Asociación del Prado» (18:00 horas). Finalmente, el arzobispo don Fidel Herráez Vegas presidirá la ceremonia de clausura.

«Ateo es aquel que ignora y niega el sufrimiento de los más pobres»

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El arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo Martínez, ha pasado unos días en Burgos, donde ha ofrecido su experiencia como pastor de la diócesis marroquí y ha hablado sobre inmigración. Sobre este tema, lo primero que quiso destacar Agrelo es el «propósito de silencio informativo sobre lo que pasa en las fronteras, porque por ejemplo en Ceuta y Melilla no hay periodistas para informar, con lo cual lo único que existe es una información oficial, escasamente creíble y muy poco fiable». Otro problema que señaló es el del lenguaje periodístico «que criminaliza constantemente al inmigrante, calificándoles de ilegales o irregulares, y además se les relaciona con las mafias sin hacer ningún tipo de distinción, por lo que inmigrante termina siendo equivalente a mafioso, cuando el inmigrante es una víctima de las mafias».

 

En Tánger, además, denuncia que la situación ha empeorado mucho: «Antes los inmigrantes podían estar por las calles pidiendo para paliar sus necesidades, ahora se les busca incluso en los pisos donde se alojan para pedirles los papeles y se les detiene. Incluso poderles ayudar está penalizado y llevarles comida y ayuda hasta los montes donde se encuentran es casi imposible, está todo muy controlado y no se atreven a salir, ni a nosotros nos dejan pasar. La situación es malísima, al inmigrante no se le deja otra salida que echarse al mar y arriesgar sus vidas, porque en su país tampoco tienen futuro. Es todo muy triste». Un problema que a los países europeos n parece afectarles, a pesar de estar directamente implicados en su causa. Para Agrelo, «cuando las noticias nos dicen que han muerto varios inmigrantes ahogados, o dan como muy positivo el que han sido rescatados, me supone una gran tristeza moral, porque nosotros les hemos obligado a ello, a ponerse en la situación de morir y eso es una grave responsabilidad para todos nosotros. Lamento que estas cosas no se digan en las iglesias, porque la moral del cristiano pasa por una vida de compromiso con los demás».

 

El colonialismo continúa

 

Y no es un problema político, sino un problema de justicia, de respeto de los derechos fundamentales de las personas: «No se trata de hacer beneficencia desde los países ricos». «A veces –señala Agrelo– proponen que se haga llegar dinero a los países africanos para que sus gentes se queden allí, pero no se trata de eso, yo creo que con África sería suficiente con que dejásemos de explotarla los que no somos africanos. Durante el siglo pasado, África ha sido una sucursal de Europa, los países africanos han sido colonias europeas, hoy las banderas han desaparecido pero el colonialismo sigue estando ahí, tanto económico como cultural y político. Nada se mueve en África sin el permiso de los países poderosos y así África no puede vivir, bastaría con dejarles explotar sus propios recursos, para que ellos fueran los máximos beneficiados y no solo nosotros. Lo que está pasando no cuadra, que el país con más recursos naturales sea el que tiene sus ciudadanos más pobres».

 

Agrelo no se considera con capacidad para ofrecer soluciones, pero sí considera que se deben respetar los derechos de las personas, «y un inmigrante tiene derecho a salir de su país con seguridad y volver cuando quiera, sin que tenga que arriesgar su vida en ello, esto es un derecho fundamental reconocido por todos los países, que ahora no se respeta por ninguno». «Está claro -prosigue- que la inmigración debe ser regulada, pero ello no debe suponer impedirla. Por lo tanto, el primer paso debe ser el de los respetos humanos, porque además se están violando los de las personas más necesitadas. Si no se respetan derechos de un obispo en las fronteras, -yo en muchos casos he sido también humillado en varias ocasiones-, pues no pasa nada, pero cuando hablamos de personas que no tienen ninguna protección, que llegan sin nada, los más pobres y humildes, esto es inaceptable. No entiendo cómo las sociedades pueden tragar semejantes cosas».

 

Sobre el papel del cristiano ante este problema, Agrelo apunta que  también es víctima de una sociedad desinformada, y añade que sueña con una Iglesia que no tenga en la sociedad «ningún peso político»: «Nosotros como Iglesia y como comunidad no tenemos otro destino en este mundo que vivir nuestra fe, el evangelio, y ser testigos de Jesús, lo que supone ser una buena noticia para los pobres, y estoy convencido que si la Iglesia profundiza en ese camino con los pobres, tendrá un verdadero peso social. No es ateo quien niega a Dios, sino quien ignora el sufrimiento de los demás y de los pobres. Tenemos necesidad de meter a los pobres en la Iglesia, si no nos preocupamos de los pobres no tenemos verdadera fe en Jesús».

 

Nombrado por Benedicto XVI

 

Nació en Asados, municipio de Rianxo, provincia de A Coruña, diócesis de Santiago, en 1942. Estudió Humanidades en el Seminario franciscano de Herbón e hizo el Noviciado en el convento franciscano de San Francisco de Santiago. Estudió Filosofía y Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, en la que obtuvo el título de Licenciado. Se ordenó sacerdote en 1966. Desde 1986 hasta el 2004 desempeñó el cargo de Secretario provincial de la Provincia Franciscana de Santiago. En 1998 fue nombrado Vicedirector del Centro Cultural Juan XXIII. En julio de 2002 se incorporó al Centro de Atención Pastoral de Vega de Valcarce como párroco. Es nombrado Arzobispo de Tánger por el papa Benedicto XVI el 11 de abril de 2007.

Cambios en la Conferencia Episcopal para mostrar «disponibilidad y servicio»

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El arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas, participa esta semana en Madrid en la plenaria del episcopado español, que ha de renovar los principales órganos de la institución a la luz de sus nuevos estatutos, aprobados en diciembre de 2019. Una nueva normativa que reduce el número de sus comisiones de catorce a diez y que modifica las funciones y directrices de otros órganos intermedios de funcionamiento, además de dar mayor peso a la territorialidad y representatividad del conjunto de las diócesis y no solo a la pastoral sectorial. Además, los cargos tendrán ahora una duración de cuatro años, frente a los tres de anteriores mandatos.

 

La plenaria se inauguró ayer solemnemente con el discurso de quien ha sido hasta la fecha su presidente, el cardenal Ricardo Blázquez. En su alocución, el también arzobispo de Valladolid pidió a los obispos ser conscientes de que las elecciones que tienen lugar esta semana «no son un reparto de poder» ni «una oportunidad para ganar prestigio», sino una «ocasión para mostrar disponibilidad al servicio» y «contribuir lo más adecuadamente posible al sentido mismo de la Conferencia Episcopal y la misión que ha recibido en su misma constitución».

 

Para el cardenal Blázquez, la nueva etapa de reforma que afronta la Conferencia Episcopal supone alinearse con la reforma llevada a cabo en la Curia Vaticana, en una nueva clave «misionera y sinodal». En este sentido subrayó que se pretende «agilizar el funcionamiento para que no quedemos como atrapados en cuestiones secundarias», ganando así «en eficacia y en atención a lo principal», el servicio a la evangelización.

 

Estreno

 

Por su parte, el nuncio en España, Bernardito Auza, saludó a los obispos por primera vez en una plenaria desde que tomara posesión de su cargo como representante del Santo Padre en el país. Animó a los prelados a buscar la sinodalidad para solucionar juntos «aquellos problemas que, afectando a todas las comunidades diocesanas, necesitan ser abordadas con criterios e iniciativas comunes». Asimismo, se mostró disponible a buscar el encuentro y el diálogo «con el Estado y con todas aquellas instituciones en las que se procura y decide el bien común», pues, según afirmó, «la Iglesia, allí donde se encuentra, lo único que pretende es un espacio que garantice su libertad de exponer y vivir el Evangelio».