«La contemplación de una imagen del Buen Pastor me suscitó la idea de dar el paso hacia el presbiterado»

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javier caballero diaconado presbiterado

 

Francisco Javier Caballero Bernabé es uno de los seis seminaristas que recibirán el próximo 28 de noviembre el ministerio del diaconado en el Monasterio de San Pedro de Cardeña en una celebración que tendrá lugar a puerta cerrada, solo en compañía de sus familiares y de algunos sacerdotes que los han acompañado en su camino vocacional, y que se podrá seguir en directo a través del canal de YouTube de la diócesis (11:30 horas).

 

A Francisco Javier Caballero le presentan a veces como el «seminarista mayor mayor», un apodo que a él no le molesta en absoluto e incluso admite de buen humor. Y es que este burgalés va a dar el paso hacia el diaconado pasados los 60. Nació en 1956 en Burgos, en el barrio de Gamonal. Estudió Historia del Arte en el antiguo CUA, en Valladolid y en Salamanca y en el año 90 presentó en la Universidad Complutense de Madrid la tesis doctoral. «Mi vida ha transcurrido fundamentalmente vinculada a la enseñanza en colegios privados y también me he dedicado a trabajar en defensa del Patrimonio Histórico en Hispania Nostra durante varios años. Colaboré e incluso dirigí el boletín que publican, también colaboré con la Asociación de Amigos de los Palacios y los Castillos… Luego me he dedicado también a la investigación y a la publicación de algunos libros y artículos relacionados fundamentalmente con el arte», relata.

 

Hace tres años dejó la enseñanza, coincidiendo con que muy poco antes había recibido la llamada a dedicar su vida a Dios más plenamente. «Yo era un católico de comunión casi diaria pero nunca me planteé ser sacerdote. Preferentemente me quería dedicar a otros aspectos. Tengo una madre muy mayor, con 99 años. Segundo, a mí me gusta la investigación de la historia del arte y necesitaba dedicarle tiempo y también quería dedicar un tiempo al voluntariado: Cáritas, Banco de Alimentos…».

 

Tras sentir esa llamada, en 2017 inició en la Facultad de Teología de Burgos sus estudios de Bachiller en Ciencias Religiosas para prepararse para el diaconado permanente, que ha concluido recientemente. Pero providencialmente, y prácticamente en cuestión de tres horas, en sus primeros días de clase tres personas diferentes le sugirieron la posibilidad de aspirar al presbiterado: uno de sus profesores ante los que acaba de presentarse, un amigo sacerdote y otro viejo médico de Madrid. «Si no estás casado… ¿Por qué no ser cura? Lo harías muy bien…». Lo que pareció una anécdota se convirtió en un largo proceso de discernimiento, unos ejercicios espirituales… «y la contemplación de una imagen del Buen Pastor, con el corderito en los brazos, justamente la de la estampa que dio don Fidel para su visita pastoral, me suscitó la idea de dar el paso hacia el presbiterado».

 

De modo que el pasado año se convirtió en un seminarista más y en San José convivió con compañeros de todas las edades. «Desde el primer momento me adapté muy bien porque encontré un ambiente realmente fantástico. Lo comentaba algunas veces con el rector diciendo que a veces parecía que estábamos en el paraíso terrenal porque realmente había una gran armonía pese a las distintas edades de los componentes. La fraternidad que hemos vivido, la cordialidad, el buen ambiente, la caridad, tan estupenda, compartida lo hizo todo mucho más llevadero».

 

Este año realiza sus prácticas de pastoral en la parroquia de San Rafael, labor que compagina con el Museo del Retablo, con el que colabora inventariando piezas de arte. Francisco tiene claro que aunque esta haya sido siempre su pasión, ya se ha «olvidado del arte». «No he venido para tener las obras de arte cerca, ni para disfrutar de ellas ni para trabajar en ellas, siquiera. Solamente si la Iglesia por exigencia o por necesidad me lo pide, lo aceptaré y lo haré con sumo gusto en la medida que pueda».

Para que tengamos vida

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vida eutanasia

 

Escucha aquí el mensaje

 

Celebramos hoy la solemnidad de Jesucristo, Rey del universo, culminando así el año litúrgico, antes de empezar el Adviento. Gran parte de este tiempo ha estado marcada por la pandemia que, lejos de acabar, sigue golpeando con fuerza, dejando a su paso múltiples y dolorosas secuelas. Con ella hemos tenido que aprender a convivir y a valorar más y más el regalo de la vida. La oración del prefacio de la Eucaristía de este domingo nos invita a adherirnos más a Jesucristo, Señor del universo, y a trabajar misericordiosamente por nuestros hermanos, como se lee en el Evangelio, para construir ya entre todos el Reino «de la vida, de la justicia, del amor y de la paz».

 

Con ocasión de esta fiesta, en la que tantas veces hemos cantado al Señor «tu Reino es Vida», quiero detenerme hoy en el don de la vida. Esa vida que es el regalo más maravilloso que hemos recibido, la realidad más grande que todos percibimos, el valor socialmente más estimado…, pero que también presenta una dimensión terriblemente frágil y débil que requiere la promoción, la defensa y la protección por parte de todos. Precisamente nuestro tiempo presenta una especial necesidad de estar alerta y una llamada al compromiso personal y social en defensa de la vida.

 

Ya San Juan Pablo II nos invitaba a edificar una «cultura de la vida» frente a la «cultura de la muerte» que se iba extendiendo paulatina y ampliamente. De esta manera, enmarcaba la defensa de la vida fundamentalmente en el ámbito cultural, que es donde se juega hoy este reto tan importante. Se hace referencia así a costumbres, valores, hábitos de vida, ideales, sueños y proyectos que necesitan ser transformados para que penetre en ellos el valor innegociable de la vida: de la vida de todos desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, de la vida digna para todos en cualquier latitud y condición, de la vida plena en la casa común que habitamos.

 

En esta determinación de apostar como creyentes por la vida, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe publicó el pasado mes de julio el documento «Samaritanus bonus», con el objetivo de iluminar a los pastores y a los fieles en sus preocupaciones y en sus dudas acerca de la atención médica, espiritual y pastoral de las personas en las fases críticas y terminales de la vida. Es un documento denso, largo y muy actual sobre el tema de la eutanasia, que os invito a conocer y profundizar. Porque la figura del Buen Samaritano ilumina de luz nueva la práctica del cuidado y porque todos estamos llamados a ser «comunidad sanadora», testigos del Dios de la Vida en las múltiples circunstancias de sufrimiento y muerte que nos rodean.

 

Dice el documento que «el Buen Samaritano que deja su camino para socorrer al hombre enfermo (cf. Lc 10, 30-37) es la imagen de Jesucristo que encuentra al hombre necesitado de salvación y cuida sus heridas y su dolor con «el aceite del consuelo y el vino de la esperanza». Él es el médico de las almas y de los cuerpos y «el testigo fiel» (Ap 3, 14) de la presencia salvífica de Dios en el mundo. Pero, ¿cómo concretar hoy este mensaje? ¿Cómo traducirlo en una capacidad de acompañamiento de la persona enferma en las fases terminales de la vida, de manera que se le ayude respetando y promoviendo siempre su inalienable dignidad humana, su llamada a la santidad y, por tanto, el valor supremo de su misma existencia?» (Introducción al Documento).

 

Los Obispos en España hemos publicado también documentos y cartas pastorales, con las que hemos salido al paso de los desafíos planteados por la mal llamada muerte digna, el suicidio asistido y la eutanasia voluntaria, éticamente inaceptables. Se ha insistido, en la medicina paliativa ante la enfermedad terminal, en fomentar una cultura de respeto a la dignidad humana en la enfermedad, en la experiencia de la fe y la propuesta cristiana para «acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida». La vida humana no es un bien a disposición de nadie. «No hay enfermos «incuidables» aunque sean «incurables»», como expresa la nota de la propia Conferencia Episcopal cuando se tramita la Ley orgánica de regulación de la eutanasia.

 

Son «tiempos recios», como diría nuestra santa Castellana, Teresa de Jesús, los que en este punto nos toca vivir. Pero hacemos nuestras las palabras de Jesús en el hermoso pasaje del Buen Pastor «He venido para que tengan vida y la tengan abundante» (Jn 10,10). Son también, como sabéis, las palabras que elegí como lema para mi ministerio en la Iglesia desde que fui ordenado sacerdote. Quiera el Señor que todos contribuyamos siempre a hacer crecer la esperanza de la vida a nuestro alrededor.

 

Que la Virgen Sta. María, que alumbró al Dios de la Vida, nos siga protegiendo y bendiciendo para poder continuar siendo testigos y sembradores de la Vida en abundancia.

Carmelo Hernández Gallo, nuevo presidente de Confer Burgos

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Las comunidades religiosas de la diócesis han designado nuevo presidente de Confer Burgos al padre carmelita Carmelo Hernández Gallo, quien releva en el cargo al también carmelita Ezequiel García, destinado a Madrid recientemente.

 

El Padre Carmelo nació en Burgos el 11 de julio de 1955 en Burgos. Ingresó en los 19 años con los Carmelitas Descalzos. Hizo el noviciado en Reinosa (Cantabria), donde hizo sus primeros votos el 17 de Septiembre de 1975. Los dos años siguientes comenzó los estudios de Filosofía en la Facultad de Teología de Burgos (1975-1977). En septiembre de 1977 se trasladó a Ecuador y allí cursó los estudios de Teología en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Quito. Hice sus votos definitivos el 14 de Diciembre del año 1979 en la capital ecuatoriana y fue ordenado sacerdote en Burgos el 25 de Julio de 1980.

 

Su primer año como sacerdote trabajó en Guayaquil (Ecuador) y al año siguiente fue destinado de nuevo a Quito, ciudad en la que permaneció durante 12 años más y donde obtuvo el título de Licenciado en Pedagogía por la Universidad Abierta de Loja (Ecuador).

 

En 1993 se trasladó a Roma y cursó dos años en la Pontificia Universidad Gregoriana, y el año 1995 obtuvo la Licenciatura en Teología, con especialidad en Sagrada Escritura. Al concluir los estudios, los superiores le enviaron a Paraguay, donde vivió poco más de cuatro años, y en 2000 a Montevideo (Uruguay). Una de sus tareas fue acompañar a los profesos temporales que deseaban ser carmelitas descalzos y sacerdotes. Trabajó también en actividades parroquiales y fue delegado provincial de Uruguay-Paraguay, es decir responsable de las comunidades de carmelitas de estos dos países. En 2008 los superiores le enviaron de nuevo a Ecuador y allí vivió tres años, de nuevo en la Parroquia ‘El Carmelo’, de Quito, acompañando la comunidad y algunos grupos parroquiales.

 

Entre 2011 y 2014 estuvo destinado en la comunidad de carmelitas descalzos de Burgos, como prior de la comunidad y vicario provincial de la Provincia Burgense ‘San Juan de la cruz’. En 2014 sería elegido Provincial, en pleno proceso de reestructuración de la Orden en España, algo que se llevó a cabo en 2015, año en que cinco provincias españolas formaron una Provincia única. Dejé de ser Provincial y volvió a ser elegido prior de la comunidad de Burgos. Desde 2017 ha sido prior de la comunidad carmelita y maestro de novicios en el Desierto de Las Palmas, en Castellón de la Plana, y desde hace tres meses, prior de la comunidad de Burgos.

2020 11 20: Resumen de Prensa

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La luz y la esperanza, protagonistas de la próxima edición de Las Edades del Hombre

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El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, y el secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, Gonzalo Jiménez, han presentado hoy la imagen promocional de «LUX», la próxima edición de la exposición de Las Edades del Hombre que en 2021 albergarán Burgos, Carrión de los Condes y Sahagún, con motivo de la celebración del Año Santo Jacobeo y el VIII Centenario de la Catedral de Burgos. Esta vigésima quinta edición de la muestra se desarrollará en tres provincias y cinco sedes expositivas, ejemplos de la arquitectura románica, mudéjar y gótica: la Catedral de Burgos; las iglesias de Santiago y Santa María del Camino, en Carrión de los Condes y el santuario de la Peregrina y la iglesia de San Tirso, en Sahagún.

 

La presentación ha servido para dar a conocer el título y la imagen de la muestra «LUX» (luz en latín), que se desarrollará, previsiblemente, entre los meses de mayo y diciembre de 2021, si la situación sanitaria lo permite. Así lo ha subrayado el vicepresidente, quien ha destacado que la muestra «pondrá de relieve la importancia de dos Bienes Patrimonio Mundial, como son la Catedral de Burgos y el Camino de Santiago Francés, que discurre por tres provincias de la Comunidad, y se convierte en un gran ejemplo de vertebración territorial y en uno de nuestros productos turísticos, culturales y patrimoniales de mayor referencia a nivel internacional». Asimismo, Igea ha recordado que Las Edades del Hombre es una de las principales manifestaciones artísticas y culturales de España y tarjeta de presentación de la riqueza cultural y patrimonial de Castilla y León a nivel mundial, superando los 11,5 millones de visitantes en las 24 ediciones celebradas hasta la fecha, revitalizando y poniendo en valor el patrimonio artístico de la Comunidad.

 

La exposición partirá de Burgos, donde se abordará el origen y sentido de las catedrales; el relato tendrá como hilo conductor la figura de la Virgen María, presencia constante por las advocaciones marianas de muchas de las catedrales, como la de Santa María en Burgos, y de multitud de iglesias, ermitas y monasterios que jalonan la Ruta Jacobea, que recorrerá esta XXV edición de Las Edades, como la iglesia de Santa María del Camino en Carrión de los Condes y el Santuario de la Peregrina en Sahagún.

 

Imagen del cartel

 

La imagen elegida para el cartel de la exposición es una vidriera del convento salmantino de ‘Las Úrsulas’ que, mostrando la Coronación de la Virgen, ahonda en ese protagonismo de María, pero hace referencia también a la luz inherente a las catedrales góticas. La obra, de autor desconocido, data de los primeros años del siglo XVI y procede de alguno de los importantes talleres burgaleses de la época, cuyo máximo exponente fue Arnao de Flandes. La vidriera, además de la imagen, ha prestado sus tonos para el grafismo de LUX, en rojo, azul y verde.

 

Plan de Promoción

 

La Consejería de Cultura y Turismo planifica ya en el Plan de Promoción de Las Edades del Hombre, que se desarrollará de forma coordinada con todas las entidades implicadas, reforzando la colaboración institucional y la colaboración público-privada. Esta planificación debe adaptarse a las nuevas circunstancias y normas sanitarias impuestas por la COVID-19. En este sentido, la acción promocional de Las Edades del Hombre 2021 se encaminará hacia nuevos planteamientos, con un carácter online y virtual, más innovador, lo que permitirá universalizar el mensaje y llegar de esta forma a un mayor número de personas, a nivel nacional e internacional.

 

El objetivo final de este Plan de Promoción coordinado es alcanzar la mayor difusión posible del evento cultural y turístico, logrando un importante posicionamiento de Castilla y León como destino turístico en este segmento. Además, este proyecto, desde su definición inicial, apuesta por la dinamización de turismo en la Comunidad, tanto urbano como rural, aportando riqueza económica a su paso y dinamismo social, cultural y turístico.