El palio arzobispal: «Como el Buen Pastor, cargar con los heridos de la vida»

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Pasados poco más de siete meses desde su llegada a la archidiócesis de Burgos, don Mario Iceta Gavicagogeascoa ha recibido hoy, de manos del nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, el palio arzobispal, un distintivo litúrgico que el arzobispo vestirá en los límites de la provincia eclesiástica y que es símbolo de comunión entre los obispos metropolitanos y el Santo Padre.

 

En su homilía, don Mario Iceta ha cuestionado la necesidad de este símbolo en un mundo que parece «no necesitar pastores» y donde prima «la autosuficiencia y la autorreferencialidad». Por contra, ha señalado que la sociedad actual, con «fachada de fuerte que disimula su enorme vacío», necesita del consuelo del Buen Pastor, «que carga sobre sus hombros el peso de los heridos de la vida». De ahí que hacer profesión de fe supone hacer «un acto de amor» y, como el Buen Pastor, ejercer la caridad: «El camino de la Iglesia actual son las minorías creativas, no las grandes masas; pequeños lugares donde conocemos nombres y rostros, espacios de vida y amor, de misericordia y no de juicio. Necesitamos vivir la salvación como conversión y salir al encuentro de los abatidos y heridos, que la gente pueda percibir en nosotros ese amor», ha dicho. [Ver aquí la homilía completa]

 

Simbolismo

 

El palio es una banda de lana virgen de seis centímetros de anchura cosida de forma circular y que se coloca sobre los hombros de los arzobispos. Cuenta con dos tiras que cuelgan sobre el pecho y la espalda y está adornado con seis cruces bordadas en seda negra. Esta vestidura litúrgica, cuyos orígenes se remontan al siglo IV, es «símbolo de unidad y señal de comunión con la Sede Apostólica», así como «vínculo de caridad y aliciente de fortaleza», tal como ha recordado el nuncio. Tras la profesión de fe pronunciada por el arzobispo, monseñor Bernardito Auza ha impuesto el palio sobre los hombros de don Mario.

 

La lana virgen con la que se confecciona el palio arzobispal está tomada de unos corderitos criados en el monasterio de Tre Fontane, lugar donde según la tradición fue martirizado el apóstol san Pablo. Cada 21 de enero, coincidiendo con la fiesta de santa Inés, estos corderos son bendecidos y unas religiosas se encargan de hacer con su lana las insignias litúrgicas. Una vez fabricados, los palios se custodian en una urna de plata junto a la tumba de san Pedro hasta el día de su fiesta, el 29 de junio.

 

A la celebración de hoy han acudido numerosos fieles, un nutrido grupo de sacerdotes y los pastores de las diócesis que dependen canónicamente de Burgos y forman parte de su provincia eclesiástica: Joseba Segura, obispo de Bilbao; Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria, y Abilio Martínez, obispo de Osma-Soria; no ha podido asistir finalmente el obispo de Palencia, Manuel Herrero. También han acudido el arzobispo emérito de Burgos, Fidel Herráez, y el emérito de Jaén, Ramón del Hoyo.

 

El arzobispo preside una peregrinación vocacional por tierras andaluzas

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Del 5 al 9 de julio ha tenido lugar una peregrinación a lugares avilistas y marianos presidida por el arzobispo, don Mario Iceta, con un total de cuarenta participantes: jóvenes vinculados a la delegacion de Pastoral Vocacional, sacerdotes en sus primeros años de ministerio y seminaristas de Osma-Soria, La Rioja y los seminarios San José y Redemptoris Mater de Burgos.

 

Tomando el modelo de los «Campamentos Europa» de años anteriores, se han sucedido los momentos de reflexión, oración, celebración de la penitencia y eucaristia, testimonio y fiesta compartida, a la par que se conocían lugares vinculados a san Juan de Ávila, patrono del clero secular español, a la devoción mariana, y otros hitos culturales de Andalucía.

 

De esta manera, la expedición ha contado con la visita de la catedral-mezquita de Córdoba, Montilla, con la casa y el sepulcro de san Juan de Ávila; Lucena, con sus iglesias y ermita de la Virgen de Araceli; la Catedral y Giralda de Sevilla. El culmen del recorrido fue la peregrinación a pie por los arenales hasta la aldea del Rocío y la visita a la imagen de la Virgen que actualmente se venera en la parroquia de Almonte. También ha habido tiempo para el esparcimiento en la playa de Matalascañas, en las veladas nocturnas y en los largos viajes de autobús.

 

Como relata el rector del Seminario de San José, Francisco Javier Valdivieso, la peregrinación ha sido ocasión para «sentirse peregrinos acogidos con cariño». Agradece la hospitalidad recibida en la Casa de espiritualidad de Córdoba, en la casa de una de las hermandades del Rocío y en la ermita de Araceli. También, dice, ha sido una ocasión para que varios jóvenes conozcan de cerca «la realidad del Seminario y el sacerdocio», «para la convivencia entre los seminaristas que estudian durante el curso en Burgos; y para el conocimiento mutuo entre los jóvenes y don Mario, en la tierra, las devociones y las gentes que le acompañaron en sus inicios como sacerdote».

 

Por su parte, Fausto Rodríguez, un joven de 19 años de la parroquia de San Cosme y San Damián, agradece el buen desarrollo de la peregrinación, el testimonio brindado por los seminaristas y sacerdotes y, sobre todo, la presencia del arzobispo, del que subraya su cercanía y acompañamiento a lo largo de todos estos días.

Los escritores Jesús Sánchez Adalid y Jesús Maeso dialogarán sobre ‘La voz de las minorías’

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Jesus Sanchez Adalid

Jesús Sánchez Adalid es autor de la exitosa novela El mozárabe y ha recibido numerosos galardones.

 

Los escritores Jesús Sánchez Adalid y Jesús Maeso indagarán en ‘La voz de las minorías’, en una charla que moderará el periodista y escritor Antonio Pérez Henares, colaborador activo de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021. El coloquio, dentro del ciclo ‘Conversaciones en la Catedral’, tendrá lugar en la nave central de la Seo, bajo el cimborrio, el jueves 15 de julio a las 20.15 horas. Las invitaciones para asistir como público se podrán recoger en las taquillas del Teatro Principal.

 

Jesús Sánchez Adalid se licenció en Derecho por la Universidad de Extremadura. Ejerció de juez durante dos años, tras los cuales estudió Filosofía y Teología. Como escritor ha recibido galardones como el Premio Fernando Lara 2007, Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2012, Premio Troa Libros con valores 2014, Premio Abogados de Novela 2015, Premio Grada de Cultura (2011), Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza (2011), Premio Diálogo de Culturas (2013), Premio Hispanidad (2013) y en 2017 el prestigioso Premio Arcobaleno que otorga en Italia la «Bottega dell’Arte».

 

Su gran éxito literario, El mozárabe, fue declarada Novela Oficial del primer Congreso Internacional de la Cultura Mozárabe. Además, ha sido distinguido con la Medalla de Extremadura en 2009 y es académico de número de la Real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura, cuya biblioteca dirige.

 

Jesús Maeso es un escritor, conferenciante y articulista, conocido por sus novelas históricas. Licenciado en Filosofía e Historia en la Universidad de Cádiz, ejerce como profesor del Aula de Mayores. Simultanea la docencia con la investigación, la literatura y la divulgación histórica. Académico de número de la Real Hispanoamericana y correspondiente de la Norteamericana de la Lengua Española de Nueva York. Es ateneísta de mérito del Ateneo de Cádiz y miembro de la Sociedad de Estudios Históricos y Jurídicos. Colabora en diversos periódicos y revistas.

 

Finalista del Premio de Sevilla 1999 con Al-Gazal, de la Crítica por La cúpula del mundo, premio de las Letras Andaluzas por En una tierra libre y premios nacionales, como el Ivanhoe 2018, en el certamen de Úbeda, y el Espartaco 2019 por la novela Comanche, en la Semana Negra de Gijón, así como el Premio Caja Granada de Novela Histórica 2010, por La cúpula del mundo.

 

Antonio Pérez Henares es escritor y periodista y a lo largo de los años ha logrado compaginar una dilatada carrera profesional en prensa, radio y televisión con una temprana vocación literaria. Actualmente es columnista en Diario de Burgos. Entre sus obras más conocidas se encuentra la tetralogía prehistórica de NublaresLa tierra de Alvar FánezEl rey pequeñoLa canción del bisonte y Cabeza de Vaca, su última novela.

El nuncio de Su Santidad impondrá el palio al arzobispo en la Catedral

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palio arzobispal

 

El nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, impondrá este sábado a don Mario Iceta Gavicagogeascoa el palio arzobispal, un distintivo que portan los arzobispos y que es símbolo de la comunión de estos con el Papa. Será en el marco de una celebración eucarística en la que participarán, además, los pastores de las diócesis sufragáneas de la provincia eclesiástica de Burgos: los obispos de Palencia, Bilbao, Vitoria y Osma-Soria.

 

El palio es una banda de lana virgen de seis centímetros de ancho, cosido de forma circular y que se coloca sobre los hombros de los arzobispos. Cuenta, además, con dos tiras de lana que cuelgan sobre el pecho y la espalda y está adornado con seis cruces bordadas en seda negra. Se trata de un distintivo litúrgico cuyos orígenes se remontan al siglo IV y que es símbolo de la comunión que existe entre los arzobispos y el obispo de Roma, además de significar la misión de los obispos como «Buen Pastor» que lleva en hombros a sus ovejas.

 

La lana virgen con la que se confeccionan los palios está tomada de unos corderitos criados en el monasterio de Tre Fontane, lugar donde fue martirizado el apóstol san Pablo. Cada 21 de enero, coincidiendo con la fiesta de santa Inés, estos corderos son bendecidos por el Papa y unas religiosas se encargan de hacer con su lana las insignias litúrgicas. Una vez fabricados, los palios se custodian en una urna de plata junto a la tumba de san Pedro, hasta que el Papa hace entrega de ellos a los arzobispos nombrados en el último año y entre los que se encuentra, en esta ocasión, el pastor de la Iglesia en Burgos.

 

Arzobispo y obispos «sufragáneos»

 

La ceremonia de imposición del palio al nuevo arzobispo se desarrollará el sábado a las 12:00 del mediodía en la catedral en una ceremonia con entrada libre hasta completar aforo y que podrá seguirse en directo a través del canal de YouTube de la archidiócesis de Burgos. Monseñor Bernadito Auza impondrá el distintivo al arzobispo al comienzo de una celebración eucarística que presidirá el propio arzobispo burgalés y en la que concelebrarán los pastores de las diócesis sufragáneas de Burgos.

 

Un arzobispo es un obispo que preside una archidiócesis, es decir una diócesis que encabeza una provincia eclesiástica o conjunto de diócesis –a las que se llama «sufragáneas»– que dependen de ésta desde el punto de vista administrativo y canónico. Burgos es archidiócesis desde el año 1574 y por eso, el pastor de la Iglesia burgalesa recibe el título de arzobispo. Don Mario Iceta tomó posesión de la sede de Burgos el pasado 5 de diciembre, convirtiéndose en el 41º arzobispo de la serie histórica de Burgos.

Cristóbal López, arzobispo de Rabat: «Tengo amigos musulmanes que darían la vida por mí»

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La segunda jornada de la Semana Española de Misionología, que se celebró ayer, contó con la presencia de Cristóbal López, cardenal arzobispo de Rabat. Este salesiano de Almería, misionero en Paraguay y Bolivia, fue nombrado arzobispo de Rabat en 2018, aunque ya había estado en una parroquia de esta diócesis de 2003 a 2009. Tras ser creado cardenal en 2019, fue elegido como miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. Su ponencia versó sobre Diálogo Interreligioso fraterno y Misión.

 

Con el lenguaje de un buen comunicador, reconoció que el número de cristianos y sacerdotes en el país vecino es muy reducido: «El cristiano es Evangelio vivo que puede ver un musulmán que jamás comprará una Biblia». Insistió en que en un misionero el «diálogo interreligioso no es una moda, sino una actitud tan antigua como la Revelación misma». No se trata de charlatanería, sino de participar de Dios que se hace Palabra (también en el Corán),  mensaje y conversación. Desde esta premisa animó «a no hablar tanto de los musulmanes, sino con los musulmanes».

 

El diálogo interreligioso tiene cuatro pilares: vida compartida como ciudadanos; obras que buscan un mundo más humano; fe en un único Dios, que lleva a rezar juntos. El encuentro en estos caminos lleva al mutuo conocimiento de una raíz cultural-religiosa común en tradiciones tan importantes como la Pascua cristiana y el Ramadán: «El Ramadán rememora la fiesta del sacrificio de Abraham. El símbolo del cordero, tan importante en el mundo musulmán, es tomado por los cristinos en contexto Pascual referido a Cristo. Cuando se profundiza en la raíz común (Abraham) se reconoce el sentido profundo de las tradiciones».

 

Por otro lado, el diálogo presupone una serie de condiciones: fuerza de la identidad, coraje de la alteridad y la sinceridad de las intenciones. La cultura del diálogo es un largo camino a recorrer desde ambas partes, sin prejuicios y sin otras pretensiones. aseguró.

 

Diálogo constructivo

 

Tras la ponencia, varias preguntas de los asistentes se centraron en el fanatismo islámico en diversos países africanos como Mozambique. El cardenal aseguró que, en las acciones del Daesh, sus miembros actúan de forma indiscriminada y normalmente son más los musulmanes que mueren que los cristianos. Se trata de acciones deplorables e injustificables. Son posturas extremas y minoritarias, condenadas por la mayor parte de los musulmanes. Ahora bien, la utilización frecuente por parte de los Medios de Comunicación no ayuda para avanzar en el diálogo, dado que una postura extrema y minoritaria repetida tantas veces se interpreta como general.

 

Insistió en no aplicar el criterio tan invocado de la reciprocidad: «si no nos dejan hacer una iglesia en su país, tampoco les debemos dejar hacer una mezquita en España», «Si Dios hiciera esto con los cristianos, dejaría de amarnos». El cristiano debe amar como Dios ama, debe dialogar como Dios se revela. No debe estar buscando la contrapartida. Ahí está la clave del verdadero diálogo constructivo. Quien está en esta clave no habla de los musulmanes, sino que habla con los musulmanes como amigos, argumentó.

 

Después de la conferencia, Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, recién llegado de celebrar San Fermín, clausuró la 73ª Semana Española de Misionología. Agradeció este esfuerzo por la formación de los 50 matriculados, así como la importancia de Obras Misionales Pontificias y de la Facultad de Teología del Norte de España, al apostar por este encuentro. Ya ha comenzado la preparación de la 74ª SEM, que tendrá lugar los días 4-7 de julio de 2022.