La estrella del cimborrio de la Catedral de Burgos, en el escudo episcopal de Fernando García Cadiñanos

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Escudo episcopal del próximo obispo de Mondoñedo-Ferrol.

Escudo episcopal del próximo obispo de Mondoñedo-Ferrol.

 

La estrella calada del cimborrio de la Catedral de Burgos, un puente y una barca adornada con un corazón son los elementos que configuran el nuevo escudo episcopal del próximo obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos. La estrella de ocho puntas, tomada de la plementería del cimborrio de la Catedral y adornada con botones de gules, quiere ser de esta manera un homenaje a su tierra natal y remite a la virgen María, Stella Maris, guía, modelo que protege a todos sus hijos con su maternal cariño.

 

El puente, por su parte, expresa el quehacer del ministerio episcopal como vínculo de comunión, como una tarea de «pontificado». Según indica el próximo pastor mindoniense, en un mundo de conflictos «el obispo debe vincular al hombre con Dios, dialogar con las culturas, acercar a hermanos que caminan juntos, crear fraternidad…» Por último, la barca adornada con un corazón en su vela simboliza la travesía de la historia humana, realizada en la fragilidad pero en la certeza de que «todos estamos vinculados y más unidos de lo que pensamos». «Duc in altum, vayamos más allá, en busca de las periferias, en el servicio a los más pobres, con espíritu misionero humilde y valiente… La Iglesia, alentada por el Espíritu, navega por el mar de nuestro mundo movida por el testimonio de la caridad, reflejo de la misericordia de Dios, y hasta el sacrificio de la propia vida».

 

«En todo, caridad»

 

La frase de san Agustín «In omnibus caritas», «en todo caridad» es el lema que García Cadiñanos ha escogido para condensar su próximo ministerio episcopal. Según él mismo explica, «nos recuerda el camino de la caridad como vía en el quehacer de cada cristiano y de la Iglesia». «La caridad, que es el nombre de Dios, el lugar donde se le descubre más fácilmente y la forma dulce y exigente como expresamos nuestra fe. La caridad se convierte así en buena noticia para nuestro mundo, especialmente para los más pobres, el alma y resumen del evangelio de Jesús».

 

Mons. García Cadiñanos recibirá la ordenación episcopal el sábado 4 de septiembre en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Mondoñedo a las 11:00 horas. Serán los principales consagrantes el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, junto con el arzobispo de Santiago, don Julián Barrio, y el arzobispo emérito de Burgos, don Fidel Herráez. La ceremonia será retransmitida en directo a través de TRECE, La 8 Burgos, COPE Mondoñedo y Radio María.

Miranda de Ebro honrará a su patrona

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Desde el jueves 2 de septiembre y hasta el domingo 12, la localidad de Miranda de Ebro celebrará cultos en honor a su patrona, la Virgen de Altamira. Las restricciones establecidas por la pandemia no permitirán a la localidad festejar sus fiestas patronales como en años anteriores, pero la iglesia parroquial de Santa María acogerá distintos actos para venerar a Nuestra Señora de Altamira.

 

Los mirandeses podrán celebrar la novena desde el día 2 y hasta el 10 de septiembre, a las 9 de la mañana y a las 19:30 horas. A las distintas parroquias de Miranda, las vocaciones consagradas y los enfermos irán dedicadas las intenciones de cada día. El domingo 10, en el interior de la iglesia de Santa María, se rezará el Rosario de la Aurora a las 8:30 horas y posteriormente se celebrará la eucaristía.

 

El fin de semana siguiente finalizan los cultos con la celebración de la festividad de la patrona. El sábado 11 de septiembre, a las 9 y a las 20 horas tendrá lugar la misa, y a las 19 horas se rezará el Santo Rosario. Se realizará una ofrenda de flores a la Virgen y se recitarán las poesías presentadas al concurso poético, así como el tradicional canto de la Salve. Ya el domingo 12 de septiembre, festividad de Nuestra Señora de Altamira, la iglesia de Santa María celebrará la Eucaristía en honor a la patrona en distintos horarios: a las 9, a las 11, a las 13 y a las 20 horas.

 

«Maestra, madre y patrona», bajo este emblema Miranda de Ebro venerará a la Virgen de Altamira.

Las Misioneras de Acción Parroquial celebran el jubileo

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Hace casi ochenta años que las hermanas Misioneras de Acción Parroquial se forjaron en Carbonero el Mayor, un pueblo de Segovia. En 1939, una joven llamada Genoveva Cuadrado soñaba con crear un grupo de mujeres evangélicas, modestas, prudentes, alegres… y de la mano del entonces obispo de Segovia, don Luciano Pérez Platero, se hizo realidad. En Carbonero el Mayor, con la ayuda del párroco de la localidad, Bernardino, las religiosas comenzaron su nueva misión al servicio de la Iglesia en sintonía con un movimiento eclesial pujante en la época, el de la Acción Católica.

 

La congregación tiene como ideal la entrega generosa a las múltiples y variadas tareas del Ministerio. Su carisma está impregnado de un profundo sentido de Iglesia, centrado en revitalizar y fortalecer la vida en las parroquias donde están presentes. En torno a los años 50, las religiosas llegaron a Burgos y realizaron su misión en diversas parroquias, como Nuestra Señora de las Nieves, la Anunciación, la Ventilla, San Julián, San Pedro de la Fuente, Cortes, la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Ángeles de Miranda de Ebro. En la actualidad, su presencia en Burgos está en el barrio del Crucero, en el colegio María Mediadora junto con una casa de hermanas mayores.

 

Tras vivir unos días de ejercicios espirituales, las Misioneras de Acción Parroquial de varias comunidades de España se acercaron a la catedral de Burgos para celebrar el jubileo. Atravesaron la Puerta Santa del Perdón y depositaron tierra en un recipiente junto con otras tierras ya asentadas días atrás. En el interior de la Seo recibieron la aspersión con el agua bendita y acto seguido celebraron la Eucaristía.

 

A las peregrinaciones de estos últimos días se suma la de un grupo de treinta estudiantes de la Pastoral Universitaria de Ciudad Real. Llegaron desde Lourdes hasta la catedral de Burgos para celebrar el jubileo, acompañados por el delegado de la Pastoral, Luis Molina. Celebraron la eucaristía en el interior de la Seo.

Un pastor burgalés para Mondoñedo-Ferrol

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mondoñedo ferrol

 

Queridos hermanos y hermanas:

 

«El temor, el temblor y la alegría son las tres características que afloran en mi corazón», confesaba Don Fernando García Cadiñanos, quien ha sido vicario general de nuestra archidiócesis, al enterarse de su nombramiento como obispo de Mondoñedo-Ferrol, de manos del Papa Francisco.

 

El obispo electo recibirá la ordenación episcopal el 4 de septiembre en la catedral de Mondoñedo, iniciando su nuevo ministerio en la diócesis. El día siguiente, en la concatedral de Ferrol, celebrará nuevamente la Eucaristía. La ordenación será un momento, sin duda, emocionante para todos los que hemos tenido la gracia de trabajar junto a él.

 

Este nuevo regalo que nos concede el Papa en el Año Jubilar que venimos celebrando supone una alegría inmensa para la archidiócesis. Dios, que se vuelca cada día por sembrar paz en cada segundo de nuestra vida, nos regala una nueva oportunidad para amar y servir, en todo y para todo, al Amor verdadero; ese que, como decía fray Luis de León, «no espera a ser invitado, antes Él se invita y se ofrece primero».

 

Ciertamente, como revelaba emocionado el propio Fernando al recibir la noticia, «Dios siempre elige la debilidad para mostrar mejor su misericordia». Porque el obispo es, ante todo, servidor: un humilde servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza de un mundo herido. Y este es el mandato principal del sucesor de los apóstoles y guía de la Iglesia en nombre de Cristo.

 

Jesús nos acerca a la mirada de Dios y a la ternura vivificante del Buen Pastor para ser sacramentos de Su bondad. Y es ahí, desde cada gesto, cada palabra y cada acción que hacen palpable esta cercanía que brota del ministerio, desde donde hemos de vivir esta llamada.

 

«Solo al estar con Jesús somos preservados de la presunción pelagiana de que el bien deriva de nuestra habilidad», exponía el Papa Francisco a los obispos ordenados en 2019 en el Vaticano, que participaban en el curso organizado por las congregaciones para los obispos y las Iglesias Orientales en el Vaticano. Realmente, solo al quedarse con Jesús «la profunda paz que nuestros hermanos y hermanas buscan de nosotros llega a nuestros corazones».

 

Y para llevar a cabo esta tarea de servicio episcopal que cargamos sobre nuestros hombros, qué importante es cultivar la intimidad con el Señor… Hemos de hacerlo en tiempos de cosecha y en épocas de aridez, con la oración, con la donación callada, con esa escucha habitada que arriba del corazón de tantos rostros heridos y sufrientes. Siendo hogar y casa, siendo luz y ardor, siendo ofrenda y regalo. Con Cristo en cada espera de nuestra respiración, con Quien es «la Palabra que está junto a Dios y es Dios, imagen de Dios invisible, primogénito de toda la creación» (Col 1, 15).

 

Y lo hacemos confiados a la misericordia infinita de María Santísima, Aquella que lleva el consuelo, la fidelidad y la compasión a cualquier rincón del mundo donde haga falta la ternura. Ella, que –siendo la Madre de Dios– se hizo humilde cuidando maternalmente y acompañando tan de cerca de su Hijo Amado, nos muestra el camino del amor.

 

Que la vida que Dios pone en nuestras frágiles manos para servir sin condición desde nuestro ministerio, se haga –in aeternum– camino, vida y verdad: en el anillo que recuerda al amor esponsal que Cristo tiene por su Iglesia, en la cruz pectoral que pende de nuestros hombros y encarna la manifestación externa de la consagración a Cristo y a su Iglesia, en la mitra que, forjada del brillo de la pureza más inmaculada, simboliza el don del Espíritu, y en el báculo que, como emblema del oficio del Buen Pastor, representa el pastoreo que hemos de ejercer para bien de los fieles.

 

Seamos anuncio, entrega, fidelidad y esponsalidad a imagen y semejanza del Buen Pastor; y hagámoslo con delicadeza, paciencia y respeto, siendo conscientes de que «es mejor sufrir haciendo el bien, si esa es la voluntad de Dios» (1 Pe 3, 16-17). Solo así, siendo testimonios de consuelo, podrán reconocernos –in persona Christi– en el maravilloso milagro eucarístico de la fracción del pan. Encomendamos vivamente a don Fernando en el inicio del ministerio y lo acompañamos con nuestro afecto y oración.

 

De corazón, con la bendición de Dios.

 

+ Mario Iceta Gavicagogeascoa

Arzobispo de Burgos

Fallece el sacerdote diocesano Nicolás Dulanto Salazar

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nicolás dulanto salazar

Nicolás Dulanto, a la derecha, durante una ponencia. Foto: El Correo de Burgos.

 

Ayer por la noche fallecía, a los 86 años de edad, el sacerdote burgalés Nicolás Dulanto Salazar. Nacido en la localidad de Suzana en 1934, recibió la ordenación presbiteral el 20 de septiembre de 1958 y ha ejercido el ministerio sacerdotal como párroco de San Nicolás y Santiago de Pancorbo, Nuestra Señora la Real y Antigua de Gamonal y San Cosme y San Damián de la ciudad de Burgos.

 

El presbiterio diocesano, unido al arzobispo, don Mario Iceta, comparte y participa en el dolor de sus hermanos Angelines, Marifé y Sabino, así como de sus sobrinos y demás familia.

 

El funeral por su eterno descanso y posterior inhumación tendrán lugar mañana sábado a las 11:00 horas en la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Suzana. La sala velatoria será instalada en la funeraria de San José de Miranda de Ebro.

 

La Buena Madre, la Virgen de la Antigua le ha acogido en su regazo para que reciba el abrazo de Dios. María no deja que sus hijos se pierdan. San Luis de Monfort dice que María es el camino que nos lleva a El Camino de la Verdad y la Vida que es Jesús: «María es el camino más seguro, el más corto y el más perfecto para ir a Jesús».