Nuevos servidores del Pan y la Palabra
La capilla del Seminario diocesano de San José acogió ayer la celebración litúrgica con la que cuatro seminaristas fueron instituidos en los ministerios laicales de lector y acólito. Recibieron el ministerio del lectorado Guillermo Pérez Rubio y Rodrigo Camarero Abad, del Seminario San José, y Cristian Tomás Alonzo. Este último recibió, además, el acolitado junto a Aarón de Jesús Marchelli, ambos del Seminario Redemptoris Mater.
La eucaristía, en la que participaron numerosas personas, estuvo presidida por el arzobispo, don Mario Iceta. Haciendo referencia a las lecturas proclamadas en la liturgia, destacó la importancia del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia, que no solo hace de los cristianos «hombres buenos», sino «hombres nuevos» en Cristo. El Espíritu Santo garantiza la comunión en la Iglesia, como en el primer concilio de Jerusalén, o en la reciente Asamblea vivida en la archidiócesis. «El Espíritu Santo nos aporta una paz nueva, distinta de la que da el mundo, fundamentada en intereses humanos». A los seminaristas les recordó que, en su camino hacia el presbiterado, el lectorado les hace servidores de la Palabra, para que moldee sus propias vidas; y el acolitado, servidores del Pan, para que lo compartan con los hermanos.
Los ministerios laicales instituidos representan un grado de participación en las responsabilidades de la comunidad eclesial y son conferidos en un rito litúrgico aprobado oficialmente, con un compromiso formal y estable por parte de las personas idóneas que lo solicitan y son aceptadas por el obispo. Los ministerios instituidos son tres: el lectorado y acolitado, al que tras la reforma del canon 230 de Derecho canónico, en enero de 2021, pueden acceder las mujeres; y el catequista, a partir del Motu proprio «Antiquum ministerium» de mayo de 2021. Los candidatos al diaconado permanente y al presbiterado reciben el lectorado y acolitado como un paso previo a su ordenación.