La archidiócesis de Burgos realizará una peregrinación a Chipre del 12 al 19 de junio de 2023 bajo el lema «Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?». Un completo programa haciendo una ruta por los lugares recorridos por san Pablo, visitando lugares como Larnaca, Pafos o Nicosia. Puede ver todos los detalles en el pulsando en este enlace.

Los peregrinos visitarán lugares icónicos de la isla como el parque arqueológico de Pafos, donde se podrá ver uno de los conjuntos de mosaicos más importantes y ricos de todo el Mediterráneo, así como contemplar Petra tou Romiou, un lugar en la costa en el que se pueden observar 3 enormes rocas de caliza blanca junto al mar y donde según la mitología griega surgió la diosa Afrodita de una espuma blanca. También se visitarán numerosos lugares sagrados tales como la Iglesia del monasterio católico de la Santa Cruz, la Gran Catedral de Santa Sofía o la Iglesia bizantina de Panagia tis Asinou, entre otros.

El precio de este viaje, por persona, en habitación doble, es 1.690€ (suplemento en habitación individual 220€). Está incluido el seguro de viaje, las comidas, el alojamiento y las distintas visitas guiadas que se desarrollarán a lo largo del viaje, así como todas las tasas correspondientes e incluso una cata de vino en Omodos.

Además, Presstour, la agencia organizadora del viaje, quiere que este viaje tenga también una dimensión solidaria, por ello, destinará un 0,7% del presupuesto a financiar proyectos de prevención de la soledad en ancianos vulnerables que lleva a cabo Cáritas Española.

Para información e inscripciones, pueden contactar con Julián Gumiel, director del Secretariado diocesano de peregrinaciones de Burgos, llamando al 689 977 094. Del mismo modo puede ponerse en contacto con Presstour Peregrinaciones con el teléfono 911 088 910 o enviando un correo a info@presstourperegrinaciones.es.

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Ayer, 22 de febrero, tuvo lugar en la capilla de Santa Tecla la celebración del Miércoles de Ceniza, dando comienzo al tiempo de Cuaresma. Esta fiesta tiene un significado muy especial, ya que la ceniza recuerda que sin la gracia de Dios «somos polvo, que necesitamos que el Señor habite en nosotros y que nos atrape y enamore el corazón».

Al comienzo de la homilía, el arzobispo dedicó unas palabras a su hermano del episcopado, don Fidel Herráez. Don Mario Iceta habló con ternura sobre su predecesor mientras recordaba todo el amor con el que había pastoreado a la Iglesia de Burgos y cómo aún lo seguía haciendo cuando solicita su ayuda. Tras estas palabras, comenzó su discurso acerca de la importancia de la fiesta que estaban celebrando así como de la Cuaresma.

El arzobispo destacó que para empezar bien este tiempo hay que pedir tres gracias al Señor. La primera es la luz, una luz «que nos ayude a descubrir nuestras vidas ante la mirada de Dios y con la que podamos ver cuales son nuestras virtudes y nuestras carencias y fragilidades». La segunda gracia sería poder «conocer nuestro corazón a través de la luz del Señor, que seamos capaces de ver si estamos perdiendo la vida o estamos edificando una hermosa construcción donde todos puedan anidar y donde Dios se encuentre contento». Por último, don Mario habló del amor, «del enamoramiento que necesitamos que el Señor ponga en nuestras vidas para que nos podamos convertir, y con ello, podamos caminar hacia él».

Caminar hacia Dios es algo de vital importancia para un cristiano, y el tiempo de Cuaresma es el ideal para realizarlo, puesto que es un tiempo de conversión y de penitencia, de dejar atrás el hombre viejo y que Jesús pueda transformar nuestro corazón de piedra en uno de carne. Para poder hacer esto, don Mario subrayó tres medios tradicionales, como la limosna, la oración y el ayuno.

Mediante la limosna estaremos obrando la caridad y seremos capaces de amar a los demás, ya que según dice el libro de Isaías «Entonces surgirá tu luz como la aurora, enseguida se curarán tus heridas. Entonces clamarás al Señor y te responderá; pedirás ayuda y te dirá: «Aquí estoy». Cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies al alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad como el mediodía» (Is 58, 8a. 9a. 10). La oración, por su parte, nos ayuda a estar unidos al Señor, para que aprovechemos este tiempo y penetremos en su palabra, que nos empapemos de ella y escuchemos lo que nos quiere decir. Y por último, con el ayuno estaremos rechazando todo aquello que nos hace daño, todo aquello que nos envenena el alma y no nos deja ver limpiamente.

A través de este camino «conseguiremos ver cómo Dios viene a cubrir nuestra desnudez para darnos la infinita grandeza de ser sus hijos, y con ello, participar siempre de su vida y de su gloria».

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La parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Aranda ha inaugurado la Cuaresma con el estreno de su nueva capilla, recuperando para el culto un espacio que desde hace tiempo se utilizaba como sala de catequesis y reuniones. Precisamente han sido los niños y niñas de la parroquia los primeros en estrenar este espacio con la celebración del miércoles de ceniza. A partir de ahora será el lugar en el que se celebren las eucaristías los días laborables, la adoración al Santísimo y estará abierta para la oración personal, aprovechando que tiene cabida para alrededor de 80 personas. De esta forma las personas que acuden a diario se encontrarán con un espacio más recogido para la oración y para la celebración comunitaria, que permitirá también rentabilizar mejor el gasto en calefacción.

Hasta el momento el espacio que ahora ocupa la nueva capilla se utilizaba para reuniones de grupos grandes, encuentros de jóvenes o catequesis, que ahora se trasladarán al piso superior del mismo edificio. Recuperar el uso para el culto que en su día tuvo este espacio, que cuenta también con su propia sacristía, se ha conseguido tras pintar todo el recinto, dotarle de megafonía, nueva iluminación, y conectarla a la calefacción. Tanto la capilla como la sacristía estrenarán también mobiliario y nuevos libros y objetos litúrgicos.

El estreno de la capilla ha permitido también recuperar un altar que la parroquia tenía guardado y sin uso. A cada lado del mismo y hacia los fieles se han colocado una imagen de Santo Domingo de Guzmán a la izquierda y otra de la Virgen del Carmen a la derecha. Un crucifijo preside la cabecera de la capilla junto al sagrario. Tendrá la misma advocación que la parroquia, dedicada a Santo Domingo de Guzmán, que también da nombre a todo el arciprestazgo a cuyo servicio se pone esta nueva capilla, ya que uno de sus primeros usos será albergar la iniciativa «24 horas con el Señor» el próximo 18 de marzo.

Las obras de adecuación comenzaron el pasado mes de diciembre y en su financiación ha colaborado la Cofradía del Santo Cristo del Milagro, que tiene sede en esta parroquia arandina, así como numerosas aportaciones anónimas a través de colectas específicas, donativos directos y cuotas periódicas. «Hemos tenido buena respuesta» indica agradecido el párroco de Santo Domingo de Guzmán, Daniel Gumiel. «No puedo menos que agradecer a todos su esfuerzo en un momento en el que económicamente la sociedad lo está pasando mal. Y recordar el cartel que hicimos, en el que decíamos «La parroquia somos todos, y entre todos la mantendremos»».

Esta mañana ha fallecido, a los 75 años de edad, el sacerdote diocesano José Alonso García. La comunidad diocesana, con el arzobispo a la cabeza, lloran su pérdida y agradecen a Dios su vida y ministerio. El funeral por su eterno descanso se celebrará mañana miércoles 22 de febrero, a las 17:00 horas, en la iglesia de Santa Águeda de Burgos, antes de proceder a su incineración.

José Alonso García nació en Zarzosa de Riopisuerga el 15 de octubre de 1947 y recibió la ordenación sacerdotal el 25 de septiembre de 1971. Ejerció su primer año de ministerio sacerdotal como ecónomo de Argomedo, Castrillo de Valdebezana Bezana y Montoto. Al año siguiente pasó a Salazar de Amaya, Rebolledillo de la Orden y Cuevas de Amaya. En 1973 fue nombrado ecónomo de Viloria de Rioja, San Pedro del Monte, Fresneña, Redecilla del Camino y Avellanosa de Rioja. En 1978 se trasladó como misionero a la diócesis peruana de Chiclayo. De ahí saltó a la diócesis de Escuintla, en Guatemala, donde estuvo hasta 2009 y de la que llegó a ser vicario general.

A su regreso a la archidiócesis, ejerció como vicario parroquial en San Nicolás de Bari de Miranda de Ebro y párroco de Ircio y Bardauri. Más tarde, en 2014, fue nombrado párroco de San José y capellán del hospital Apóstol Santiago de Miranda.

En 2015 fue nombrado párroco de Quincoces de Yuso, Calzada de Losa, Lastras de la Torre, Lastras de Teza, San Martín de Losa, San Miguel de Relloso, Teza de Losa, Baró de Losa, San Martín de Relloso, Quincoces de Suso, Bescolides, Cabañes de Oteo, Río de Losa, San Llorente de Losa, San Pantaleón de Losa, Villaluenga de Losa, Villota de Losa, Criales de Losa, Quintanilla la Ojada, Quintanilla Montecabezas, Quintana Entrepeñas, Santa Coloma de Cuesta Urria, Lechedo de Cuestra Urria y Hierro.

Finalmente, en 2018 fue nombrado capellán de las religiosas Franciscanas de María de Villimar y adscrito a las parroquias de Barbadillo del Mercado, Ahedo de la Sierra, Arlanza, Cascajares de la Sierra, Contreras, Hortigüela, Jaramillo Quemado, La Revilla, Piedrahita de Muñó y Pinilla de los Moros.

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El jueves pasado, día 9 de febrero, se iniciaba en el arciprestazgo de Vega la visita pastoral. Este día, D. Mario, después de recorrer los diferentes espacios del centro de S. José, sede de Cáritas arciprestal, mantuvo con los responsables de los programas y con los voluntarios de la Comisión arciprestal un encuentro para la información de las actividades que se realizan.

El sábado, día 11, se acercó a la parroquia de la Santa Cruz. Después de visitar las dependencias y mantener entrevista con los sacerdotes se reunió con el grupo de laicos que dinamizan y realizan las diferentes actividades pastorales de la parroquia.

Durante hora y media, le fueron comunicando desde los representantes de los Consejos y de los diferentes grupos, la motivación, el dinamismo, las carencias y dificultades que perciben en su generoso servicio a la comunidad. Uno de los aspectos más característicos de esta información fue la normalizada relación entre parroquia y el barrio El Crucero.

Al día siguiente el Sr. Arzobispo se trasladó, primero, al barrio de Cortes, a la parroquia de San Martín Obispo, para celebrar la Eucaristía, y más tarde realizó una celebración en la parroquia de la Santa Cruz.

En ambas celebraciones, fueron los niños de la catequesis quienes marcaron, con su espontaneidad, apoyada por D. Mario, el ritmo y el estilo de una celebración participativa, alegre y festiva.

El día 17, viernes, visitó la Residencia de Cortes, gestionada por la Junta de Castilla y León donde residen 150 personas mayores. Recibido por la Dirección del centro y por la responsable de la Gerencia Territorial de los Servicios sociales en Burgos, el Sr. Arzobispo, se dirigió a la capilla donde celebró la Eucaristía.

Durante el aperitivo, ofrecido después de la eucaristía, D. Mario saludó, compartió y pudo escuchar las experiencias de los muchos residentes que hacían cola para hablar con él. El poder saludar, hablar con el arzobispo fue para ellos una experiencia realmente positiva y gratificante.