Este movimiento surgió en 1952 en España a raíz de una serie de conferencias para parejas casadas que llevaron a cabo el sacerdote diocesano Gabriel Calvo junto con un matrimonio. A través de estas charlas pretendían facilitar y profundizar el diálogo entre los cónyuges para que aprendiesen a vivir una relación sacramental al servicio de los demás.
Más de 70 años después siguen realizando estos encuentros para ayudar a todos los matrimonios, parejas, noviazgos, sacerdotes y consagrados que lo necesiten. Por ello una vez más vuelven a Burgos para tener un «Fin de semana». Durante este tiempo, fuera de los agobios del día a día, ofrecen una oportunidad de crecer y profundizar en tu relación de pareja, utilizando técnicas sencillas de comunicación y dialogo. Aunque es un movimiento católico, Encuentro Matrimonial está abierto a parejas de cualquier religión o creencia, también a no creyentes.
Si quiere inscribirse puede hacerlo rellenando el formulario en este enlace.
Si tiene cualquier duda o consulta puede visitar su página web, llamar al 628 086 456 o bien contactar con la organización a través de este correo [email protected].
Esta mañana fallecía a los 81 años de edad el sacerdote diocesano José Antonio Calvo Casas. El funeral por su eterno descanso se celebrará mañana, viernes 10 de febrero, en la parroquia de Santa Águeda a las 11:00 horas. A continuación de las exequias, el finado será conducido a Quintana del Pidio, su pueblo natal, donde recibirá sepultura.
José Antonio Calvo nació el 25 de enero de 1942 y recibió la ordenación sacerdotal el 4 de julio de 1965. Su primer destino pastoral fueron Ibrillos, Castildelgado, Sotillo de Rioja y Avellanosa de Rioja. En 1972 fue nombrado ecónomo de Pancorbo, sirviente de Altable y Valluércanes y profesor del instituto de Miranda de Ebro. En 1999 atendió, además, Santa María Rivarredonda, Villanueva de Teba, Silanes y Ventosa. En 2004 fue designado párroco de Vilviestre de Muñó y Medinilla de la Dehesa. Su último destino pastoral (2010) fue la parroquia de San Pedro y San Felices de Burgos, donde trabajó como adscrito.
El arzobispo de Burgos, don Mario Iceta, y todo el presbiterio diocesano lloran su muerte y se unen al dolor de sus familiares y amigos. Descanse en paz.
No es un nuevo documento doctrinal de la Conferencia Episcopal, sino, simplemente, un «instrumento de trabajo pastoral sobre persona, familia y sociedad» que los obispos españoles ofrecen «a la Iglesia y la sociedad española desde la fe en Dios y la perspectiva del bien común». De esta manera, «El Dios fiel mantiene su alianza» se convierte en un análisis de la actual situación cultural, social y política que atraviesa la sociedad y que los obispos desean trasladar como una invitación a la reflexión de creyentes y no creyentes.
Este documento ha sido presentado hoy en Burgos. Quien fue el secretario y portavoz de los obispos cuando éstos redactaron el escrito, mons. Luis Javier Argüello, ha sido el encargado de esbozar sus principales líneas de trabajo, que pretenden «estimular la reflexión y el diálogo sobre asuntos de especial importancia para la vida eclesial y social». Para el arzobispo de Valladolid, «vivimos en una época de desvinculación y de fracturas de alianzas básicas» con «la realidad, con el otro, con los pobres, con Dios» y por ello «es bueno proponer este anuncio de que Dios sí es fiel a su alianza».
Con el documento, los obispos quieren «suscitar la posibilidad de una reflexión, de un diálogo en el interior de la Iglesia y de la Iglesia con la sociedad y promover la presencia pública de los laicos en la sociedad y hacer caer en la cuenta de que muchas de las situaciones que están hoy día en la plaza pública están interrelacionados y en los que los asuntos de la moral personal no se pueden desvincular de las cuestiones de la moral social».
Entre esas preocupaciones, los obispos alertan de un proceso de «decostrucción de la persona a individuo, de la familia entre hombre y mujer abierta a la vida y la reducción de la propuesta de organizar la vida pública desde el bien común a solo intereses mayoritarios, corporativos e incluso financieros». En ese caldo de cultivo, Argüello sostiene que «los cristianos han ser conscientes de que deben portar la luz que reciben». Frente al «no hace falta hablar directamente de Dios y compartir solamente los valores comunes con la sociedad» –y que ha podido servir para «un tramo del camino»– el prelado sostiene que el cristianismo no puede reducirse a una «propuesta ideológica» y que «es necesario caer en la cuenta de la luz que recibimos desde la revelación para luego compartirla con nuestros contemporáneos».
«El Dios fiel mantiene su alianza» pretende así animar la presencia pública de los católicos en los ambientes e instituciones en los que se mueven y ayudar a abrir un proceso de diálogo y discernimiento en diversos ambientes e instituciones (comunidades cristianas, Acción Católica, consejo de estudios y proyectos, universidades católicas, semanas sociales, medios de comunicación social, etc.), así como en otros grupos sociales que quieran unirse a esta reflexión.
Además de la presentación del documento a los sacerdotes, en el marco de sus sesiones de formación permanente, mons. Argüello presentará el documento esta misma tarde en una conferencia abierta al público general, a las 19:30 horas en la Facultad de Teología.
El 8 de febrero se han reunido a rezar tanto en Burgos (La Antigua de Gamonal) como en Aranda de Duero (San Juan de la Vera Cruz) contra la trata de personas, en la IX Jornada Mundial de Reflexión y Oración convocada por el papa Francisco. «Caminando por la dignidad» era el título de la vigilia, que se dividía en cuatro partes: ojos abiertos, corazón atento, guiar nuestros pies, unir nuestras manos.
Con el recuerdo de la vida de santa Josefina Bakhita como hilo conductor, se han analizado las causas que llevan a la trata (guerra, violencia, pobreza, violaciones, crisis ambiental, crisis económica) y se ha apostado por libertad y dignidad, caminos de cuidado, inclusión y empoderamiento. El relato de los dos ciegos de Jericó les ha incitado a no ser indiferentes ante el dolor ajeno; el recuerdo de la primera comunidad cristiana les ha invitado a la cultura del encuentro.
Cáritas diocesana de Burgos ha movilizado una partida de 10.000€ de sus fondos propios para atender la emergencia humanitaria provocada por los terremotos de magnitud 7,8 y 7,5 en la escala de Richter, registrados este lunes en el sureste de Turquía y norte de Siria. Así, se suma a la aportación de Cáritas Española de 200.000 €. Hasta el momento, los seísmos han causado más de 5.000 fallecidos y cientos de miles de heridos.
“La preocupación que nos transmiten tanto desde Cáritas Turquía como desde Cáritas Siria es el elevado número de personas que han perdido sus casas en pleno invierno. Los terremotos les sorprendieron mientras dormían y salieron a la calle con lo puesto a pesar de que la temperatura estaba bajo cero”, explica Carmen Gómez de Barreda, del equipo de Cooperación Internacional de Cáritas Española. La respuesta humanitaria de ambas Cáritas se está centrando precisamente en abrir canales de escucha para facilitar información a los afectados sobre espacios de refugio.
En el terreno, los equipos de Caritas Anatolia, en coordinación con las autoridades, están reuniendo a las personas desplazadas en espacios abiertos y seguros y tratando de distribuir algunas comidas calientes y ropa. Las diócesis de Izmir y Estambul están apoyando y recolectando materiales para enviar ayuda a la Región de Anatolia. La ayuda en especie es muy complicada, por lo que se prioriza la entrega de efectivo.
En el caso de Siria, el terremoto profundiza el drama de un país que arrastra desde más de una década una guerra civil que ha dejado medio millón de muertos y 6,6 millones de refugiados. “La primera respuesta está centrada en habilitar centros de refugio para dar cobijo a las personas que han perdido sus casas. Además, se está facilitando comida y sobre todo abrigo, ya que las personas han huido de sus hogares con lo puesto. Por el momento se ha dado alojamiento a 5.000 desplazados en 27 escuelas y salones”, subraya Bárbara Lorenzo, del equipo de Cooperación Internacional de Cáritas Española.
Con objeto de canalizar la respuesta solidaria de los donantes burgaleses hacia las víctimas de este nuevo desastre natural, Cáritas Burgos lanza una campaña de solidaridad con Turquía y Siria además de movilizar ya una partida de 10.000 euros de fondos propios.
Para colaborar: «CÁRITAS BURGOS CON TURQUÍA Y SIRIA»
