«Cuando todo es líquido y la confusión se cuela por cada rincón, afectando al matrimonio y a la familia, necesitamos respuestas y fundamentos sólidos». Esa es la razón por la que la Facultad de Teología de Burgos, la Universidad Francisco de Vitoria y la Universidad CEU San Pablo se han unido para ofertar el primer máster 100% online sobre matrimonio y familia. El curso, que arrancará el próximo mes de noviembre, pretende ofertar a sus alumnos «criterios y argumentos imperecederos, inalterables y no corruptibles, anclados en la verdad del ser humano, válidos para educar ayer, hoy y siempre», como explican los organizadores.
Para presentar el máster, el próximo lunes 27 de marzo, tendrá lugar un evento en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid [inscripciones pulsando aquí]. Estará presidido por don Mario Iceta, arzobispo de Burgos y gran canciller de la Facultad de Teología del Norte de España; y contará con la participación de María Lacalle, vicerrectora de Ordenación Académica y directora del Centro de Investigaciones sobre la Familia de la UFV, y Carmen Fernández de la Cigoña, codirectora académica del Máster y directora del Instituto de Estudios de la Familia CEU.
Junto a ellos estará Isabel Rojas Estapé, psicóloga y periodista, quien ofrecerá su testimonio como mujer casada, madre y profesional, en la conferencia «Hacer familia en tiempos de Tinder». La celebración de este evento será presencial, pero se grabará toda la jornada para poder compartirlo después a través de los canales digitales de las tres instituciones involucradas en el proyecto.
Apuesta por la familia y la vida
El máster digital se enmarca dentro del impulso que don Mario Iceta está dando a los estudios sobre laicos, familia y vida en la Facultad de Teología de Burgos, de la que es gran canciller. La Santa Sede autorizaba al centro de estudios impartir -junto a otra de «evangelización y misión»- una nueva especialidad de su licenciatura teniendo como trasfondo esta perspectiva y cuatro profesores de su claustro impartirán algunas materias de este máster interinstitucional: Eloy Bueno, Rubén Manrique, Juan María González y Rafael Pérez.
El curso, que se extenderá de noviembre de 2023 a julio de 2024, contará con cuatro módulos en torno a «naturaleza y persona», «matrimonio», «familia y sociedad» y «acompañamiento conyugal y familiar» y con asignaturas que versarán sobre cuestiones de bioética, psicología o afectividad, entre otras. Además de los apuntes en formato digital, los alumnos participarán en clases online (de una hora y media de duración) y tendrán acceso a una serie de vídeos complementarios. La formación se completará con distintas pruebas de evaluación y unos seminarios presenciales. El máster tendrá carácter oficial reconocido gracias a la titulación que expedirá la Universidad Francisco de Vitoria.
Con un incremento creciente en nuestro país de los intentos de suicidio y de las muertes autoinfligidas, el Centro de Escucha Diocesano San Camilo ha abordado esta cuestión en la segunda parte del curso de ayuda en crisis existenciales. De nuevo con la ayuda de los psicólogos Alfonso Salgado, Almudena Duque y Gloria Salgado, profesores e investigadores de la Universidad Pontificia de Salamanca y de la Universidad Complutense de Madrid, las personas participantes se adentraron en una realidad silenciada hasta hace muy poco, bajo la falsa premisa de que hablar de suicidio ejercía un efecto contagio. Precisamente romper con este y otros mitos fue uno de los puntos de partida de una sesión en la que el objetivo fue preparar y aportar herramientas a las personas que tienen como servicio escuchar a quienes se encuentran en momentos vitales complicados.
Ni hablar del suicidio lo provoca ni tampoco es un indicio de que quien lo expresa no lo va a cometer. De la misma manera no todas las personas que se encuentran en ese riesgo tienen una enfermedad mental o se encuentran en situaciones objetivamente graves. Entender que nadie quiere morir, sino dejar de sufrir y que este anhelo también es parte del instinto de supervivencia fue presentado como punto de partida para trabajar herramientas y claves para entender a quien puede encontrarse en una situación de riesgo y ayudarle a través de la escucha activa. Y aunque no siempre hay señales claras, el equipo de profesionales que impartió la jornada aportó algunas pistas y la consiguiente forma de la actuar para acompañar a la persona, incluso intervenir de forma más directa en caso de riesgo extremo, bajo la premisa fundamental que la defensa de la vida es la mayor prioridad.
A lo largo de la sesión los ponentes también propusieron un protocolo básico a modo de pacto con la persona escuchada para solicitar su compromiso con su propio proceso de curación durante un plazo determinado en incluso para permitir la intervención de terceras personas allegadas a ella en caso de situaciones de riesgo. De hecho fueron numerosas las referencias al impacto que un suicidio causa en las personas allegadas de quien se quita la vida, afectadas por un duelo complejo, en el que la ira y la culpa se acentúan.
Al igual que en la primera sesión del curso en el que se abordó de forma más genérica la forma de mejorar la ayuda a personas en distintas crisis existenciales una de las recomendaciones más importantes es no solo abordar y poner el acento en mejorar los aspectos más dolorosos de la situación por la que atraviesa quien requiere ayuda, sino también impulsar y potenciar sus recursos personales, sociales y vitales, como palanca de curación y recuperación.
El pasado lunes 13 de marzo tuvo lugar un nuevo Círculo del Silencio en el Paseo Sierra de Atapuerca organizado por la delegación diocesana de Pastoral de Migraciones. En esta ocasión, se unieron los seminaristas de Burgos, en vísperas de la celebración del día del Seminario bajo el lema «Levántate y ponte en camino». Un camino que, en ocasiones, lleva a millones de personas a otras tierras.
En el círculo de este mes de marzo se recordó la vida de tantas personas migrantes que comienzan un camino cargado de esperanzas, pero también de dificultades. «Queremos mostrar esperanza y continuar luchando por un mundo más justo; especialmente queremos mostrar nuestra disposición a estar junto a aquellos que más nos necesitan». Y en la lucha por un mundo más justo está también la necesidad de denunciar las situaciones que no respetan la vida y la dignidad de las personas migrantes. Como la tragedia ocurrida el 26 de febrero, una más, frente a las costas de Calabria (en el sur de Italia) donde al menos 76 migrantes perdieron la vida y otros 25 están desaparecidos. O cómo en las últimas semanas han llegado a España refugiados que estaban acogidos en los lugares donde se produjo el terremoto del mes de febrero. La ONU estima que, de los 9 millones de siniestrados que dejó el terremoto en Turquía, más de 1,7 millones son refugiados. Y también la situación que se está viviendo en Nicaragua, con el destierro y encarcelamiento de opositores, entre ellos, el obispo Rolando Álvarez. «Apelamos a la conciencia de quienes hacen las leyes y deciden políticamente a diferentes niveles, para que respeten los derechos de las personas y su dignidad», reclamaron desde la delegación.
«Hacemos silencio y traemos a la memoria y al corazón tantos sufrimientos y tantas esperanzas. En el silencio se hacen especialmente presentes las heridas de la humanidad, el egoísmo que margina y no deja de oír los gritos de los débiles. En el silencio escuchamos el ruido mortal de tantas guerras y violencias que provocan muertes y migraciones forzosas; más de un año de invasión de Ucrania, por ejemplo. En el silencio percibimos que nada humano nos es ajeno. La voz de las personas más débiles es, para quienes aquí estamos, sonido de esperanza y compromiso de fraternidad y justicia», concluyeron en la lectura de un manifiesto.
Prosiguiendo con su visita pastoral, la pasada semana, el arzobispo, don Mario Iceta, pudo conocer la vida y grupos apostólicos del entorno de la parroquia de San Josemaría Escrivá, una de las últimas parroquias en erigirse en la ciudad, en la zona de la antigua Cellophane.
El lunes, se desplazó hasta el colegio Campolara, de la fundación Aranales, único centro educativo que está en el territorio de la parroquia. Allí el equipo docente le explicó los métodos pedagógicos y cómo la inspiración cristiana impregna su tarea. También mantuvo diversos encuentros con los alumnos del centro, momentos antes de desplazarse a la residencia de mayores Vitalia, de reciente construcción, donde el personal del centro le acompañó por las modernas dependencias y departió con muchos residentes.
A lo largo de la semana, y ya en las dependencias de la parroquia, el arzobispo ha mantenido diversos encuentros con los sacerdotes, pertenecientes a la prelatura del Opus Dei, los miembros del equipo económico y del consejo pastoral. También se ha encontrado con un grupo de jóvenes de la parroquia, que se preparan para participar en la Jornada Mundial de la Juventud con el Papa este verano y que colaboran como voluntarios en un programa que Caritas realiza para chicos inmigrantes en la parroquia. También participó en la actividad de «jóvenes adoradores», un acto eucarístico mensual para fomentar la devoción eucarística en los niños.
Don Mario Iceta también conoció la labor que realiza «NES@», una ONG de la parroquia que se dedica al acompañamiento de personas en situación de soledad, y otros grupos de la parroquia, como los monitores de su centro de tiempo libre, los voluntarios que colaboran en tareas de mantenimiento y el equipo de catequistas. Se interesó por el contenido y metodología que siguen en la parroquia y animó a contar con de los padres en la formación cristiana de los hijos.
La visita pastoral a la parroquia concluyó con la celebración de la eucaristía. En la ceremonia hizo los escrutinios de un joven que se bautizará próximamente.
Después de los terremotos sin precedentes registrados a principios de febrero en el sureste de Turquía y norte de Siria, Cáritas Burgos lanzó una campaña de solidaridad para enviar fondos a los afectados, que se cuentan por centenares de miles entre desplazados y heridos, además de los más de 30.000 fallecidos.
«La preocupación que nos transmiten tanto desde Cáritas Turquía como desde Cáritas Siria es el elevado número de personas que han perdido sus casas en pleno invierno. Los terremotos les sorprendieron mientras dormían y salieron a la calle con lo puesto a pesar de que la temperatura estaba bajo cero», explica Carlos López Ahedo, del equipo de Cooperación Internacional de Cáritas Burgos. La respuesta humanitaria se está centrando precisamente en abrir canales de escucha para facilitar información a los afectados sobre espacios de refugio.
En el caso de Siria, el terremoto profundiza el drama de un país que arrastra desde más de una década una guerra civil que ha dejado medio millón de muertos y 6,6 millones de refugiados. «La primera respuesta está centrada en habilitar centros de refugio para dar cobijo a las personas que han perdido sus casas. Además, se está facilitando comida y sobre todo abrigo, ya que las personas han huido de sus hogares con lo puesto. Por el momento se ha dado alojamiento a 5.000 desplazados en 27 escuelas y salones», subraya Bárbara Lorenzo, del equipo de Cooperación Internacional de Cáritas Española.
Desde Cáritas Burgos agradecen a los burgaleses su solidaridad con los damnificados en una región que ya arrastraba numerosos problemas humanitarios, y animan a seguir colaborando con ellos a través de los siguientes números de cuenta bancarios.