El Círculo del silencio reclama «un trabajo digno para los migrantes»
Ayer, lunes 8 de mayo, tuvo lugar el Círculo del Silencio convocado por la delegación de Pastoral de Migraciones. Esta vez, las personas que se dieron cita en el paseo Sierra de Atapuerca lo hicieron para reclamar «un trabajo digno para todos los trabajadores inmigrantes», con motivo de la celebración el pasado 1 de mayo del Día del Trabajo.
Se contó con el testimonios reales de trabajadores, como por ejemplo el de Luis Fernando, que trabaja diez horas diarias y cobra tres euros la hora con un contrato temporal. Recuerda los primeros días en España «con tristeza y duelo por tener que abandonar su país por la pobreza y la inseguridad, pero con la ilusión de trabajar para conseguir un futuro mejor para él y su familia». En seguida se «dio de bruces con la realidad» al encontrarse con muchas dificultades a la hora de trabajar como «los recelos de la gente, trabajos precarios o directamente de explotación laboral».
Con este acto, se denunciaron los abusos que con frecuencia se comenten contra los trabajadores inmigrantes, «uno de los eslabones más explotados de la cadena que es el trabajo». El papa Francisco también ha alzado la voz ante esta injusticia y recuerda que «gracias a los migrantes y refugiados, tenemos la oportunidad de conocer mejor el mundo y la belleza de su diversidad. Podemos madurar en humanidad y construir juntos un nosotros más grande».
En su comunicado, la delegación de Pastoral de Migraciones ha hecho un llamamiento para que «se facilite la regularización legal de los inmigrantes» para que puedan tener un mejor acceso al mundo laboral y que estos puestos de trabajo «respeten su dignidad», sin ningún tipo de discriminación y se les retribuya con un «salario justo». En definitiva, un trabajo digno, con condiciones, sueldos y horarios que posibiliten hablar de un trabajo decente.
Este Círculo del Silencio ha contado con dos presencias especiales: el equipo de pastoral con inmigrantes de la parroquia de La Inmaculada, y un buen grupo de personas de la Casa de Acogida San Vicente de Paúl.