Desde que se hizo público su nombramiento, don Fidel Herráez se ponía «a la total disposición de todos los burgaleses». Pasada una semana desde su toma de posesión, sus palabras se han reflejado en una intensa agenda plagada de reuniones y citas institucionales con las que el nuevo arzobispo comienza a conocer la diócesis de la que es pastor.
La de ayer fue una celebración extraordinaria que movió a numerosas personas, entre autoridades, sacerdotes, fieles y medios de comunicación. Hoy nos adentramos en la «trastienda» de la toma de posesión de don Fidel.
Un gran pergamino escrito a pluma y en un culto y respetuoso latín. Así es la bula del papa que nombra a don Fidel Herráez como nuevo arzobispo de Burgos.
Son muchos los fieles que han querido acoger con alegría e ilusión a don Fidel, que desde ahora es ya el nuevo arzobispo de la diócesis de Burgos, y no han dudado en participar con su presencia en la ceremonia de toma de posesión que tenía lugar esta mañana.
Don Fidel Herráez Vegas ha tomado posesión de la diócesis en una solemne eucaristía en la que le han acompañado numerosos obispos, sacerdotes y pueblo fiel. En su homilía ha desgranado sus intenciones como arzobispo de Burgos, la de lograr una «Iglesia sensible y atenta a quienes más nos puedan necesitar, a los ancianos, a los niños, al dolor de nuestros hermanos en cualquier situación de pobreza, de enfermedad, de soledad, de carencia de Dios».