
«Mártires de Cristo. Testigos de la fe» fue el lema de la beatificación de los monjes benedictinos de Silos (Burgos) que residían en el monasterio de Monstserrat: José Antón Gómez y Antolín Pablos Villanueva, que fueron asesinados junto a sus compañeros Rafael Alcocer Martínez y Luis Vidaurrázaga González.
El acto tuvo lugar este sábado a las 11.00 horas, en la catedral de Santa María la Real de la Almudena. La Eucaristía estuvo presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la congregación para las Causas de los Santos, y concelebró, entre otros, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro Sierra; el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino; el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez Vegas, el obispo de Bilbao, Mario Iceta y el administrador diocesano de Osma-Soria, Gabriel Ángel Rodríguez Millán, diócesis natales de los nuevos beatos.

El padre José Antón Gómez.
Como preparación a la ceremonia de beatificación, el viernes tuvo lugar un rezo de Vísperas Votivas de San Benito en la iglesia de Montserrat, donde se encuentran las reliquias de los nuevos beatos. Además, el domingo y también en Montserrat, se celebró una misa de acción de gracias presidida por monseñor Osoro.
Los actos organizados con motivo de la beatificación de estos monjes benedictinos concluirán el sábado 5 de noviembre con una misa de acción de gracias que se celebrará en el monasterio de Silos, a las 12:00 horas.
Biografía de los beatos
El miércoles 27 de abril de 2016, fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Montserrat, el Santo Padre Francisco firmó el decreto de beatificación de los mártires benedictinos del monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos), José Antón y compañeros mártires, que dieron su vida por Cristo a lo largo del año 1936 en Madrid. Los cuatro monjes residían en el priorato de Santa María de Montserrat, que el monasterio de Silos poseía en la capital de España desde 1922.

El padre Antolín Pablos
José Antón Gómez nació en el pueblo burgalés de Hacinas en 1878 y residía en Madrid desde 1919 en que fue nombrado prior; a él se debe la restauración material de la iglesia de Montserrat y la formación de una pequeña comunidad monástica, dedicada al ministerio propio de su vocación monástica. El 20 de julio de 1936, ante el cariz que tomaban los acontecimientos, disolvió la comunidad y buscó refugio en casa de algunos amigos y finalmente en una pensión. En ella fue detenido el día 24 de septiembre, conducido a la checa de Fomento y fusilado inmediatamente.
Antolín Pablos Villanueva era natural de Lerma (Burgos), donde nació en 1871. Estuvo algunos años en las fundaciones que Silos tenía en México, padeciendo allí la persecución zapatista. En Madrid, desde 1919, se dedicó a la investigación histórica. Fue fusilado el 8 de noviembre de 1936 en Soto de Aldovea, junto a cientos de detenidos de la cárcel Modelo.
Rafael Alcocer Martínez (Madrid, 1889) era un gran orador y un excelente arabista. Detenido en una librería donde se refugiaba, fue asesinado el 4 de octubre en compañía de otro sacerdote de la diócesis de Sigüenza.
Luis Vidaurrázaga González era un bilbaíno nacido en 1901. Estaba en Madrid desde 1928, donde se dedicaba a la dirección espiritual y a las clases de gregoriano. Refugiado en casa de un amigo, fue delatado, detenido y ajusticiado en la noche del 31 de diciembre de 1936.