Impulsar y cuidar los procesos formativos en la fe, que han de durar toda la vida, continuar con la reorganización de nuestras comunidades en función de la misión evangelizadora y caminar hacia una Iglesia más misionera son las tres prioridades pastorales para el curso 2017-2018, en el segundo año de vigencia del Plan Diocesano «Discípulos misioneros».
Por lo que se refiere a la formación, tres son los objetivos: dar a conocer las orientaciones de iniciación cristiana a partir de la revisión realizada el curso pasado, e insistir en la formación y acompañamiento de los catequistas; articular diocesanamente la oferta parroquial de grupos de formación y vida de jóvenes y adultos, a partir de la propuesta de Acción Católica General y animando también otros procesos que ayuden a integrar fe y vida; y diseñar y poner en marcha el Plan Vocacional diocesano.
El segundo de los ejes, la reorganización de nuestras comunidades en función de la misión evangelizadora, se concreta en las siguientes acciones: profundizar y seguir dando pasos en la reestructuración de arciprestazgos, unidades de atención pastoral y unidades parroquiales; avanzar en el discernimiento y en la concreción práctica de la celebración dominical en las pequeñas comunidades rurales y fomentar los equipos evangelizadores entre religiosos, laicos y sacerdotes.
Por último, para avanzar hacia una Iglesia más misionera, se propone impulsar experiencias de primer anuncio y generar foros donde compartir y alentar experiencias misioneras, estilos de vida alternativos e iniciativas evangelizadoras desde la caridad. Precisamente a esto se dedicará la II Jornada Diocesana de Formación, que se celebrará el próximo 29 de septiembre.
La catedral se ha quedado hoy pequeña para acoger a los cientos de fieles que han querido rendir homenaje al Santísimo Cristo de Burgos. El arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas, ha presidido la celebración de la eucaristía que ha dado paso a la posterior procesión con la imagen del Cristo. Portada a hombros por cofrades de la Real Hermandad del Santísimo Cristo de Burgos y la cofradía de las Siete Palabras y Santísimo Cristo de Burgos, la talla ha procesionado por las calles del centro de la ciudad, concluyendo su recorrido en la seo con un besapies a la venerada imagen y la bendición a los presentes con el Lignum Crucis, una reliquia de la cruz de Cristo que en su día trajo en Condestable desde Santo Toribio de Liébana.
Además de los citados cofrades, a la celebración han asistido devotos procedentes de varios rincones del país, como Cabra del Santo Cristo, Sevilla, Alfarnatejo (Málaga), Chucena (Huelva) y Jimena (Jaén). También han estado presentes miembros de la Guardia Civil –que han escoltado la imagen durante la procesión– y de la corporación municipal en cumplimiento del tradicional voto de la ciudad.
En su homilía, el pastor de la diócesis ha pedido a los presentes «mirar al Crucificado» y reconocer en él a «Cristo que sigue entregándose y resucitando para nosotros, para todos». «Mirando la cruz –ha indicado– escucharemos lo que el Señor nos dice». Ahora bien, esa mirada a Cristo en al Cruz debe traducirse «en una fe viva, una esperanza activa y un amor concreto». En este sentido, ha señalado que la fe que profesan los cristianos «no son dogmas abstractos, sino la vida que Dios nos quiere regalar». Por ello, «es necesario interpretar la vida en clave de historia de salvación en la que no podemos estar de brazos cruzados, sino viviendo activamente» llevando a la práctica obras de caridad concretas.
Hoy ha tenido lugar la primera reunión del Patronato de la Fundación «VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021», después de su constitución formal el pasado 20 de julio en un solemne acto que tuvo como marco la Capilla de los Condestables de la Catedral. La Fundación ha sido inscrita en el Registro de Fundaciones de Castilla y León mediante resolución del 16 de agosto publicada por el Boletín Oficial de Castilla y León del 28 del mismo mes.
El Patronato inicial, presidido por el arzobispo de Burgos y formado por los presidentes del Cabildo y la Cámara de Comercio, se ha completado hasta llegar a un total de doce miembros. Por parte del Arzobispado se han incorporado Fernando García Cadiñanos, Carlos Izquierdo Yusta y Álvaro Tajadura. El Cabildo ha propuesto a Juan Álvarez Quevedo, Vicente Rebollo y Matías Vicario. Finalmente, la Cámara de Comercio se verá representada por José Luis Olivella Espeja, Álvaro Manso Urbano y Carlos García Martínez.
Asimismo se han tomado diferentes acuerdos que tienen como objetivo iniciar lo más rápidamente posible sus actuaciones y, con ello, dar cumplimiento a la finalidad para la que la Fundación ha sido constituida. En este sentido, se va a solicitar formalmente a la Casa Real la aceptación por SS.MM. los Reyes de la Presidencia de Honor. Por otro lado y conforme establecen los estatutos de la Fundación, el Patronato se dirigirá oficialmente a los futuros Patronos de Honor para que formalicen su incorporación a la misma de tal modo que tengan conocimiento y participen activamente en el proceso de toma de decisiones que ahora inicia la Fundación y que determinará su programa de actuaciones. Según los estatutos, los Patronos de Honor son la Comunidad de Castilla y León, el alcalde de Burgos en representación del Ayuntamiento de Burgos, el presidente de la Diputación de Burgos en representación de la Diputación de Burgos y el Gobierno de España.
Finalmente, la Fundación ha comenzado a deliberar sobre decisiones de orden interno, entre otras, aquellas en relación con su régimen fiscal propio así como hacer lo necesario para que las aportaciones que se obtengan puedan tener el reconocimiento de los beneficios de índole fiscal que la legislación permita.
La firma del convenio ha tenido lugar esta mañana.
Esta mañana, el director de Cáritas Diocesana, Jorge Simón, y María Gutiérrez, su coordinadora de acción social, han firmado el convenio de colaboración con la Diputación Provincial, en cuyo nombre ha asistido su presidente, César Rico. Con este acuerdo, dotado con 26.000 €, se trata en primer lugar de atender a las ayudas de urgente necesidad que, por motivos administrativos, la Diputación no pueda cubrir de inmediato. En ese caso, es Cáritas la que aporta la dotación económica prevista por los servicios sociales provinciales, recuperándola luego. En segundo lugar, se apoya la impartición de módulos formativos para colectivos en situación de riesgo o en exclusión, además de respaldar la actuación de los dos centros de atención a menores que tiene la entidad de la Iglesia en la provincia, en Lerma y en Villarcayo. Así mismo, esta firma sirve para seguir coordinado los posibles ingresos de personas sin hogar en el albergue de Cáritas en la capital. Como novedad para el año 2017, se ha previsto la dotación de 6.000 € para sufragar posibles gastos derivados del fallecimiento de alguna persona sin recursos en el ámbito de la provincia, tras un caso detectado el año anterior.
Cáritas apostó hace varios años por fortalecer su presencia en la provincia, y muestra de ello son las 625 familias atendidas por sus 25 grupos parroquiales o los 425 menores atendidos. En esta última cifra se incluyen, tanto en Lerma como en Villarcayo, los jóvenes en riesgo de exclusión y los que realizan actividades de ocio y tiempo libre preventivas.