Misionero burgalés en Chile: «La evangelización ha de centrarse en Jesucristo»

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Jesús Bonachía (i) junto al delegado de Misiones en una reciente visita a Burgos.

Jesús Bonachía (i) junto al delegado de Misiones en una reciente visita a Burgos.

 

Jesús Bonachía es ya un veterano que lleva 50 años de misionero en Chile, donde ha ejercido su labor en tres parroquias. Llegó allí en 1968. Al poco tiempo, se produjo un sínodo en la Iglesia chilena que significó una reforma estructural en los sacramentos, todo de acuerdo a las directrices que marcaba el Concilio Vaticano II. «Fue un momento excelente para los grupos en las parroquias, que contaban entonces con muchos grupos de fieles, tanto jóvenes como adultos, y que además participaban en los diversos estamentos de la Iglesia. Fueron años de alegría, esperanza y satisfacción el trabajar en la evangelización con nuevos aires, y la trabajábamos a todos los niveles, tratando de llegar a los jóvenes y las familias».

 

En las distintas parroquias en las que ha estado se ha encontrado ambientes diferentes: «En la primera destacaban los muchísimos jóvenes que participaban, pero esto no es lo mismo que me encontré en la segunda, donde los fieles preferían participar en otra iglesia cercana. Aún así logramos establecer cinco comunidades. La tarea fue bastante grande y además abordábamos otras cuestiones que también eran útiles para quienes asistían a nuestra parroquia, como aprender primeros auxilios o profundizar más en los estudios universitarios».

 

En la parroquia en la que está actualmente se distingue por tener mucho comercio alrededor, porque asisten personas de todos los puntos de Santiago. «Sin embargo –apunta Jesús–, se nota que hay actualmente una crisis de la fe a nivel mundial, y en nuestro caso creo que es porque hemos hecho poco para centrar la evangelización en la persona de Jesucristo». Jesús expone que es por este motivo que el papa Francisco insiste en que hay que volver a Jesucristo: «Es fundamental que la evangelización transmita sus enseñanzas y su comportamiento para que la gente fundamente la fe en Él, y no en las cosas accidentales de la religión, como pueden ser los ritos, novenas, rezos, etc., que en muchos casos eran el centro de la vida religiosa de las personas, y al cambiar o desaparecer estos, desaparece la fe. Jesús, por el contrario, no cambia nunca y su conducta constituye un testimonio apto para todos los tiempos».

 

Ante este fenómeno internacional de descenso de participación de las personas en la religión, Jesús mantiene la esperanza en «un sector que mantiene y fortalece la fe». En los jóvenes, este descenso es más evidente, «pero no se puede ser pesimista porque todavía hay grupos bien comprometidos, y con ellos estamos trabajando. Estos tiempos son más difíciles, pero estas minorías están respondiendo a las enseñanzas de Jesús». Bonachía concluye que el futuro está en manos de esas minorías, y que «la Iglesia va a tener que prescindir del número y las grandes cantidades en aras al compromiso real y personal de cada uno con Jesús, viviendo sus enseñanzas» y siguiendo el camino que nos marcó.

La Divina Misericordia

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Escucha aquí el mensaje

 

El próximo fin de semana, los días 20 y 21, se va a celebrar en Burgos el XI Encuentro Nacional de la Divina Misericordia. Los Movimientos de Apostolado de la Divina Misericordia han querido darse cita este año aquí, entre nosotros. El encuentro contará con la asistencia de numerosos participantes procedentes de las diócesis de España, unidos por su devoción a la Divina Misericordia, en estas dos jornadas de oración y fraternidad.

 

La organización ha previsto diversos actos para que los participantes ahonden en ese manantial que nos acerca más y más al rostro misericordioso de nuestro Dios. Qué duda cabe que es buen motivo para que todos y cada uno de nosotros, diocesanos, acojamos este evento, participemos en lo posible y profundicemos en las entrañas mismas del Evangelio de la misericordia, para poder ser «misericordiosos en la acción», como dice el eslogan que ellos han escogido para este año. Las personas, grupos y asociaciones que giran en torno a esta convocatoria pretenden ir transformando sus vidas, la Iglesia y el mundo. Tienen un gran referente en santa Faustina Kowalska, fallecida en Polonia el año 1938, a quien Nuestro Señor se reveló confiándole la difusión de la devoción a su Divina Misericordia, según consta en su diario. Es una devoción centrada en la enseñanza de la misericordia de Dios y su amor infinito por la humanidad; misericordia y amor que Jesucristo ofrece a todos, especialmente a los más pecadores.

 

El mensaje no contiene nada nuevo: es lo que la Iglesia siempre ha enseñado. Es nuclear en la Revelación que Dios es esencialmente misericordioso («compasivo y misericordioso», cf. Ex 34, 6); que Jesucristo es el rostro misericordioso del Padre (cf. Lc 10, 33-37); que Él quiere que nosotros confiemos en su misericordia, que la recibamos y que la dejemos fluir siendo misericordiosos con los demás. Pero en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje tiene un enfoque intenso e insistente, que nos llama a una comprensión más profunda del amor y del perdón de Dios, que no tiene límites y que siempre es más grande que nuestros pecados. Santa Faustina escribe en su diario expresiones reveladas tales como: «Cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a mi Misericordia»; o «Yo no quiero castigar a la humanidad dolorida sino curarla abrazándola sobre mi corazón misericordioso».

 

Esta santa señaló una serie de ejercicios de piedad cristiana para vivir y testimoniar la misericordia. Invitaba a la veneración de la imagen conocida de Jesús misericordioso, que ella misma pintó. Junto a esto, está también el rezo de la coronilla de la misericordia, y otras oraciones y promesas. Pero los elementos principales de la devoción de la misericordia son la confianza y las obras de misericordia.

 

San Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina Kowalska en el año 2000 y ese mismo año instituyó la Solemnidad del Domingo de la Divina Misericordia, para que se celebrara cada año el domingo siguiente al Domingo de Resurrección. Sin duda, esta devoción contó con el fuerte apoyo de este Papa. Recordemos su Encíclica «Rico en Misericordia» (1980), donde presenta a Jesucristo como revelación y encarnación de la misericordia del Padre y dice: «Jesús, sobre todo con su estilo de vida y con sus acciones, ha demostrado cómo en el mundo en que vivimos está presente el amor, el amor operante, el amor que se dirige al hombre y abraza todo lo que forma su humanidad. Cabalmente el modo y el ámbito en que se manifiesta el amor, en el lenguaje bíblico, es llamado «misericordia»» (n. 3).

 

También el Papa Francisco nos invitó a celebrar el Jubileo de la Misericordia en 2015. En su convocatoria, y posteriormente en la clausura donde nos lo presentaba como «el camino que estamos llamados a seguir en el futuro», insistía en que «la Iglesia siente la urgencia de anunciar la misericordia de Dios. Su vida es auténtica y creíble cuando con convicción hace de la misericordia su anuncio. Ella sabe que la primera tarea, sobre todo en un momento como el nuestro, lleno de grandes esperanzas y fuertes contradicciones, es la de introducir a todos en el misterio de la misericordia de Dios, contemplando el rostro de Cristo. La Iglesia está llamada a ser el primer testigo veraz de la misericordia, profesándola y viviéndola como el centro de la Revelación de Jesucristo» (nº 25).

 

Me gustaría que de este «XI Encuentro Nacional de la Divina Misericordia» en Burgos, nos quedásemos con el lema «Misericordiosos en la acción»; y que lo que vivamos estos días nos ayude a seguir por la andadura de la misericordia en nuestro actuar personal, comunitario y diocesano.

Cáritas llama a auxiliar a los damnificados en Indonesia y Filipinas

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El pasado 28 de septiembre cuatro terremotos en las isla de Célebes (Indonesia) afectaron a las poblaciones de Palu y Dongala; el mayor de ellos con una intensidad de 7,4 en la escala Richter, lo que provocó una ola de grandes dimensiones o tsunami. Hasta la fecha, se han contabilizado más de 2.000 fallecidos, 82.700 desplazados a 141 centros de acogida, 113 desaparecidos y más de 65.000 viviendas destruidas. Cáritas Indonesia cuenta con infraestructura para afrontar las necesidades más urgentes, en coordinación con otras agencias, pero la necesidad de alimentos, agua, medicina y cobijo es acuciante. Los responsables de Cáritas en el país pronostican que tendrán que dedicar muchos meses de trabajo para recuperar la situación. El mal estado de las carreteras, el corte de suministros de electricidad, agua y gas y la falta de estaciones de servicio están limitando la labor de los equipos de ayuda.

 

Por su parte, los días 15 y 16 de septiembre el tifón Mangkhut atravesó el norte de Filipinas con vientos de una fuerza superior a los 200 km/h, afectando a 2,1 millones de personas, con más de 200.000 evacuados y 128.000 viviendas afectadas. Dos de las zonas más dañadas, Baguio e Ilocos Sur, cuentan ya con la intervención de Cáritas Filipinas para atender a las necesidades más inmediatas de unas 15.000 personas.

 

Cáritas Burgos ha recibido, a través de la red internacional de esta entidad de la Iglesia, el llamamiento de ayuda de emergencia de sus homólogas en Indonesia y Filipinas. Por este motivo, desde el programa de Cooperación Internacional de Cáritas en Burgos se apela a la solidaridad de la sociedad burgalesa, y se agradece cualquier aportación que pueda realizarse a estas cuentas, haciendo constar el concepto «Cáritas con Indonesia» o «Cáritas con Filipinas» respectivamente:

 

  • FIARE Banca ética: ES38 1550/0001/28/0001579721
  • Ibercaja: ES15 2085/4801/20/0330341736
  • La Caixa: ES87 2100/0097/37/2200203772

«Pablo VI fue una persona que se daba todos»

por redaccion,

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Este domingo 14 de octubre será canonizado el papa Pablo VI junto con el obispo de El Salvador, monseñor Óscar Romero. Si por algo se distinguió el papa Montini fue por su espiritualidad con Cristo en el centro de la misma, así como su amor a la Iglesia y a todo el pueblo de Dios, al que siempre estuvo dispuesto a escuchar, mostrando disponibilidad para el diálogo y una gran cercanía con todas las personas. Y esta cercanía la corroboran quienes trabajaron en su entorno, como las Franciscanas Misioneras de María, congregación de religiosas a la que pertenece Lina Feijoó, quien reside en Burgos desde hace varios años.

 

Lina vivió en Roma en los últimos años del pontificado de Pío XII, concretamente en la Casa General que las franciscanas poseen en esta ciudad, y ha vivido desde esta discreta posición el paso de este papa, de san Juan XXIII (canonizado en 2014) y de Pablo VI. Las franciscanas, además, también contaban con una casa en El Vaticano, y allí se dedicaban, entre otras tareas, al cuidado y mantenimiento de tapetes y telas empleadas en las estancias de este estado, así como las sotanas y otras vestimentas que utilizaban los papas. También se ocupaban del «Magazzino Privato» del papa, «una estancia que podría definirse como un almacén en el que estaban destinados los regalos que le eran enviados desde diversas partes del mundo», y que podían ser tan originales como un poni que le llegó a Pío XII. «Después –explica– esos regalos eran distribuidos», y ese poni fue a parar a manos de Lina, que en esos momentos trabajaba con niños y recibieron con gran alegría al animal.

 

Afectuoso con todo el mundo

 

Anécdotas de esta época tiene muchas, y sobre Pablo VI recuerda con humor el día que salió a saludar a la multitud subido a la silla gestatoria tras ser elegido papa (silla que es portada a hombros por los sediarios pontificios), y que al acercarse a tenderle la mano, estuvo a punto de caer, aunque pudo incorporarse con rapidez y evitar la caída, una situación que hizo reír a los que estaban presentes.

 

También guarda en la memoria una costumbre que entonces tenían las franciscanas, y era la de regalar un Niño Jesús de cera elaborado por ellas mismas a los nuevos papas. El que le fue obsequiado a Juan XXIII lo realizó Lina, y cuenta que iba con sorpresa: «Dentro metí un billete». Sobre este papa y santo recuerda el afecto que mostraba siempre a las Franciscanas Misioneras, ya que una prima suya pertenecía a esta congregación; y la costumbre que tenía que limpiarse los restos de tinta de la pluma con la que escribía en los puños de las ropa. Y precisamente, de esta labor de cuidado de las vestimentas, Lina ha obtenido lo que ya se pueden llamar reliquias: Guarda de esta época trozos de tela pertenecientes a las sotanas tanto de Juan XXIII como de Pablo VI, así como el cordón que se ponían al cuello. Ante la canonización de Pablo VI, sólo tiene buenas palabras para él: «Era una persona muy humilde y sencilla, tanto cuando era cardenal como cuando fue papa. Y se daba a todos, era muy afectuoso y generoso con todo el mundo». Una personalidad a la que podrán acercarse quienes no lo conocen este mismo domingo, en su subida a los altares en Roma de la mano del papa Francisco.

Parroquias dispuestas a una nueva evangelización

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También el ambiente y las formas son «diferentes» en las nuevas propuestas pastorales.

 

Cada vez son más las parroquias que deciden emprender nuevos proyectos pastorales ante una sociedad cada vez más secularizada en la que numerosas personas ni siquiera han oído hablar de Jesús. Parroquias que deciden explorar nuevas vías para realizar un primer anuncio en personas alejadas de la fe o que pretenden despertar el interés misionero de sus miembros para que sean ellos, personalmente, quienes realicen un anuncio entre las personas de su entorno o ambiente habitual.

 

Entre las primeras, se encuentra la parroquia de San Cosme y San Damián, que abrirá la próxima semana una nueva ronda de cursos Alpha después de que ya hayan repetido experiencias similares en alguna otra ocasión. Se trata de una serie de cenas que comenzarán el martes día 16 y que se prolongarán durante ocho semanas desde las 21:00 horas. En el transcurso de la cena, se abre un diálogo en torno a algunas de las preguntas que interrogan al ser humano: ¿Qué hago yo aquí? ¿Estoy en en trabajo adecuado? ¿Hay algo más en la vida que esto? ¿Qué voy a hacer con mi vida? Desde el ambiente agradable que supone compartir una cena, los participantes en las sesiones establecen un diálogo donde algunos de los evangelizadores realizará un anuncio explícito del kerigma.

 

Curso de evangelización

 

Despertar las comunidades a la misión evangelizadora es lo que pretenden otras parroquias que impartirán cursos de evangelización a algunos de sus miembros. La parroquia de Santa Casilda de Miranda de Ebro y la del Hermano San Rafael de Burgos han convocado sendas sesiones que despertarán el interés misionero en quienes participen en los cursos. Serán los días 26 y 27 de octubre en el caso de la parroquia mirandesa y el 16 y 17 de noviembre en el caso de la parroquia de la capital. No se trata de una sesión donde evangelizar a los que participen, como en el caso de Alpha, sino de preparar a evangelizadores para que sean ellos los que anuncien el evangelio en sus propios ambientes. Un curso dinámico y participativo que servirá para cambiar la mentalidad de muchos cristianos que opinan que la misión no va con ellos.

 

Además, en la parroquia del Hermano San Rafael, han puesto en marcha este curso el «Café Teológico», una velada en la que, compartiendo un café en un ambiente distendido, se proponen a los evangelizadores algunas pistas para seguir anunciando el evangelio en su día a día.