La exposición «Atémpora. 6.000 años de cerámica en Castilla-La Mancha (Burgos, 2019)» inaugurará el miércoles el espacio de exhibición de la primera planta del Fórum Evolución, dentro de los actos de conmemoración de los 800 años de la Catedral de Burgos. Está organizada por la Fundación Impulsa Castilla-La Mancha y la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, con la Fundación Caja de Burgos como colaborador principal. El comisario es Alfonso Caballero Klink, presidente del Instituto de Estudios Manchegos.
La exposición cuenta con unas 600 obras, a través de las que recorre la historia de la cerámica. Sobresalen varias tinajas mudéjares, un banco de azulejos con el escudo imperial, un cuenco campaniforme de época calcolítica o una copa griega del siglo IV antes de Cristo. La mayoría de las piezas proceden de museos, parroquias y colecciones privadas como las de Vicente Carranza y Ángel Sánchez Cabezudo, pero hay algunas que habitualmente custodian instituciones como el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Sorolla, el Museo Nacional de Artes Decorativas o el Museu del Disseny de Barcelona. Además, albergará mapas de la región, con localización de los yacimientos, museos o colecciones más representativas por apartados o etapas culturales, así como los alfares y centros cerámicos de más importancia.
«Atémpora» está estructurada en siete apartados: Las tradiciones cerámicas en la meseta sur: del Neolítico a la Edad del Hierro; De Iberia a Spania: un recorrido por 1.400 años de cerámicas en Castilla-La Mancha; Ocho siglos de cerámica medieval en Castilla-La Mancha; La cerámica en Toledo: del esplendor mudéjar al siglo XX; El esplendor en el Renacimiento y el Barroco: Talavera y Puente; El Renacimiento de la cerámica talaverana: Ruiz de Luna, Guijo y Cía; La cerámica de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo desde finales del siglo XIX al tercer cuarto del siglo XX.
La muestra, que superó los 103.000 visitantes en las cuatro sedes de Talavera de la Reina, permanecerá hasta el 13 de octubre y se podrá visitar gratuitamente de martes a sábado, de 10:30 a 14:30 horas y de 17:00 a 20:00 horas, y los domingos de 10:00 a 15:00 horas. Además, habrá una colaboración entre «Atémpora» y la exposición de Las Edades del Hombre en Lerma, «Angeli».
La Sala Polisón acogerá mañana, martes, y el miércoles, las XI Jornadas de diálogo organizadas por el «Grupo de conocimiento y diálogo cristiano-musulmán» que se inició hace once años por iniciativa de la Delegación diocesana de pastoral de migraciones, y en el que participan varios musulmanes y varios católicos. Colabora, como en ocasiones anteriores, la Comunidad Islámica Attaqwa de Burgos, y en esta edición se suma también la Comunidad Islámica Sunna, que hace unos meses abrió una nueva mezquita en Gamonal.
En estas undécimas jornadas se tratará un tema que está en la base de nuestra convivencia y también de los desencuentros: «En esta sociedad de tantos prejuicios, ¿cómo actuar?». ¿No estamos en una sociedad demasiado encasillada en grupos aparentemente contrapuestos? ¿Las religiones influyen en crear estos desencuentros? ¿Nos conocemos suficientemente cristianos y musulmanes o nos relacionamos «contaminados» por prejuicios y estereotipos? A estas y otras cuestiones se intentará dar respuesta en dos sesiones, que se celebrarán ambos días a las 19:30 h.
Mañana tendrá lugar la primera charla-coloquio con Paco Aperador Garza, del Equipo de Migraciones de Cáritas Española, que abordará el tema «Claves para comprender y desactivar los rumores que nos enredan». El miércoles intervendrán otras dos personas expertas en la materia. Beatriz de la Fuente Triana, responsable de comunicación en Burgos Acoge, desde su participación en el programa «Inmigracionalismo» de la Red Acoge reflexionará sobre el tratamiento sensacionalista o la manipulación informativa de las noticias sobre inmigración, apostando por el «Periodismo como arma antirracista». Por su parte, José Ángel Calatayud Alaiz, periodista musulmán especializado en Oriente Medio y Norte de África, tratará de presentar los principales prejuicios que contra este colectivo se tienen, cómo lo viven las personas musulmanas y, si «Esto se dice… ¿cómo actuar?». Se establecerá también un diálogo con el público participante.
Ya en 2009 se celebraron las I Jornadas, en las que se planteó si es posible el diálogo y cómo se está experimentando en diversos lugares. En junio de 2010, abordaron qué obstáculos se encuentran en este diálogo y convivencia y qué se puede hacer para superarlos. Las III Jornadas se centraron en un tema concreto: «Actitudes de musulmanes y cristianos ante las revoluciones árabes» Un año después, en 2012, se trató un tema sugerente y recurrente: «La mujer en el Islam y en el Cristianismo». El año 2013, se titularon «Respeto y convivencia entre musulmanes y cristianos». En 2014 se celebró una edición especial en Aranda de Duero, con motivo de la exposición Eucharistia, con el título «Los creyentes vivimos en justicia y caridad». Un año después, de nuevo en Burgos, se trató la cuestión de la «Libertad de expresión y respeto a las religiones», ante los recientes atentados contra el semanario Charlie Hebdo. En 2016 las VIII Jornadas tocaron un tema controvertido: «Violencia político-religiosa desde el Islam y el Cristianismo». En 2017 las IX Jornadas se titularon «Hacia una cultura de la convivencia» y en ellas se presentaron reflexiones y experiencias de interculturalidad. Finalmente, en 2018 se abordó la cuestión del «Terrorismo: raíces y consecuencias en nuestra convivencia».
Si de algo puede presumir la Semana Santa burgalesa es de la ausencia de rivalidad entre cofradías o hermandades de la ciudad. Prueba de ello ha sido la procesión extraordinaria que ha tenido lugar esta tarde a los pies de la catedral organizada conjuntamente por la Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento y Jesús con la Cruz a Cuestas, la Real Hermandad de la Sangre del Santo Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores y la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de Santiago con motivo del 75 aniversario de su fundación o refundaciones. Un ejemplo de que, con un poco de disponibilidad y deseos de trabajar, cofrades de distintas hermandades de la ciudad desean «realizar proyectos importantes y contribuir a que la Semana Santa Burgalesa sea cada día un poco mejor y recupere la importancia que tuvo en siglos pasados», tal como se ha escuchado en el acto de esta tarde.
Aunque aún falten ocho jornadas para los días de Pasión y el clima era más propio de Navidad, la procesión de este domingo de Cuaresma ha sido como un preludio de la Semana Santa que se inauguraba ayer de forma oficial con el pregón a cargo del exalcalde de la ciudad, Juan Carlos Aparicio. Tras haber salido portadas a hombros de sus respectivas parroquias, las imágenes de Jesús con la Cruz a Cuestas, Nuestra Señora de los Dolores y Nuestra Señora de la Soledad entraban en la plaza del Rey San Fernando al son de la marcha «Soledad, Camino y Dolor», compuesta por Javier Centeno para la ocasión. Tras el encuentro e intercambio de flores entre los priores de las tres cofradías, las tallas se han despedido «con una venia» frente al Arco de Santa María para dirigirse a sus respectivos templos parroquiales antes de que la lluvia hiciera acto de presencia.
75 años de historia
La Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad tuvo su sede en la capilla del Santo Sepulcro de la catedral y ya se tienen noticias de su existencia en 1584. Tenía por finalidad entre otras guardar en la memoria la Soledad de María el día de Sábado Santo. Con el devenir de los años pasó por diversas sedes hasta que en el siglo XIX debido a la desamortización y a las crisis de piedad popular desaparece de la memoria de los burgaleses, siendo refundada en 1944, en la parroquia de Santa Agueda. Cada Sábado Santo procesiona la imagen de la Soledad que tallara Ildefonso Serra en 1901.
También de Ildefonso Serra, pero de 1902, es la imagen de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas, que fue donada por el matrimonio Vicente Ortega y Juana de Nero, y que en el año 1944 fue asignada para su culto y para ser procesionada a la Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento de San Cosme y San Damián, fundada en el año 1794 para acompañar al Santísimo Sacramento y solemnizar los actos y procesiones en los que le se rendía culto. Esta cofradía nunca desapareció, creándose la sección penitencial en el año 1944, exactamente 150 años después de su fundación, de la que este año se cumplen 225 años. En el año 1947, esta cofradía acuerda con la Real Hermandad de la Sangre de Cristo y de Nuestra Señora de los Dolores hacer en la tarde de Jueves Santo la procesión del Encuentro.
La imagen de Nuestra señora de los dolores es portada a hombros desde la iglesia de San Gil, en un trono de uno de los mejores orfebres que ha dado en los últimos siglos la ciudad de Burgos, Saturnino Calvo, que realizó también la corona y el puñal de traspasa el corazón de María. La imagen es obra del siglo XVII y que llegó del convento de la Merced a la iglesia de San Gil, tras la desamortización de los monasterios y conventos, en el siglo XIX. En el año 1944, de nuevo, se refunda esta Real hermandad, sobre las reglas de la antigua Cofradía Noble de la Sangre de Cristo, fundada en 1592 en el convento de la Santísima Trinidad, y que luego fue traslada a la iglesia de San Gil, donde se trasladó el culto al Cristo de las Santas gotas, donde hoy se sigue venerando y es procesionado la tarde del Domingo de Ramos.
El Colegio del Círculo acogió ayer el Encuentro de Pastoral Juvenil, con el lema «Escucha el latir», una jornada que sirvió para «escuchar el latir de los jóvenes de hoy, que tienen mucho que decir a la Iglesia» y «poner su voz en el centro de la Iglesia diocesana», tal como explica el delegado de Infancia y Juventud, Óscar Moriana.
Alrededor de doscientos participantes, entre adolescentes, jóvenes, sacerdotes y animadores de la pastoral juvenil tomaron parte en el encuentro. Los más jóvenes disfrutaron de diversos talleres, sobre Cáritas, teatro, la huerta solidaria del Molinillo, graffiti… «Todo ello nos ha servido para descubrir cómo el corazón de los jóvenes busca ese sentido que para nosotros es la Buena Noticia de Jesús», asegura Moriana. Paralelamente, los animadores trabajaron sobre la Exhortación del Papa Christus vivit y la experiencia del Sínodo de los Jóvenes, de la mano de la hermana María Luisa Berzosa.
Tras la comida, una paella compartida, los menores de 18 años participaron en juegos y bailes, mientras los adultos mantuvieron un café tertulia sobre realidades juveniles que puede escuchar la Iglesia. El encuentro concluyó con un concierto de música rap a cargo del grupo NFTW.
Alrededor de 200 personas participaron en la duodécima edición del Encuentro de Naciones que organiza la Comisión arciprestal de Pastoral de Migraciones de Aranda de Duero y que se celebró ayer en el colegio de las Madres Dominicas.
Once países estuvieron representados en esta ya tradicional cita con la que se pretende propiciar el conocimiento de las diversas culturas presentes en la ciudad y comarca al pueblo de Aranda y favorecer el encuentro entre personas de distintas procedencias: Argentina, Bulgaria, Colombia, Honduras, Marruecos, Mali, Perú, Rumanía, Togo, Venezuela y España como país anfitrión.
En una tarde de convivencia y ambiente festivo, representantes de las distintas naciones presentaron su país, cultura y costumbres, mostraron su artesanía, gastronomía, música y bailes típicos y rezaron juntos.
En Aranda hay empadronados 52 venezolanos, 786 rumanos, 484 marroquíes, 498 hondureños, 317 colombianos, 743 búlgaros, 72 malienses, 22 peruanos, 7 argentinos y 2 togoleses.