El movimiento Vida Ascendente vive el Adviento con su tradicional retiro

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El pasado viernes, 29 de noviembre, y ante el inicio del tiempo litúrgico del Adviento, unas sesenta personas que pertenecen al movimiento Vida Ascendente se dieron cita en la Casa de la Iglesia de la capital para celebrar su tradicional retiro anual.

 

El consiliario del movimiento en Burgos, Gregorio de las Heras, fue el encargado de pronunciar las charlas de esta práctica de piedad, que concluyó con la celebración de una eucaristía.

 

Vida Ascendente es un movimiento de apostolado seglar, reconocido por la Conferencia Episcopal Española y dirigido por seglares, que integra a personas jubiladas y mayores. El objetivo de esta asociación de fieles es, según recogen sus propios estatutos, «llevar el mensaje evangélico a los mayores y jubilados para que aporten a la sociedad y a la Iglesia su fe, su experiencia y su tiempo disponible».

Imagen del mes de diciembre: El nacimiento de Jesús de Diego de Siloé

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Esta obra fue realizada para el altar mayor de la capilla del Condestable de la Catedral de Burgos entre los años 1522 y 1526 por Diego de Siloé (1495-1563), escultor y arquitecto renacentista de insuperable valía y prestigio, hijo de Gil de Siloé. Tras una estancia en Italia, en el año 1519 se encontraba definitivamente instalado en Burgos. En el altar mayor de la capilla y debajo de la representación de la presentación de Jesús en el Templo, aparece en la parte central esta escena del nacimiento entre la anunciación y la visitación, alterando el orden de los textos neotestamentarios.

 

La composición se desarrolla ante un fondo de ruinas, de arquitectura clasicista, con un arco a la derecha por el que sube una hiedra y a la izquierda aparecen los restos de un entablamento, que evoca algo arqueológico. Estas ruinas, en la época en que Diego de Siloé crea este conjunto escultórico, evocaban el fin del mundo antiguo para inaugurar uno nuevo que surge con el nacimiento de Jesús.

 

En primer término aparecen las figuras de san José y la Virgen María adorando al Niño, recostado sobre unas pajas y contemplado por los dos animales con cabeza de tamaño desmesurado en relación con las tres figuras humanas, por lo que se piensa que se trata de un añadido posterior. En segundo término, a la izquierda y en lo alto junto al muro vemos un ángel que tiene cruzados sus brazos y manos sobre el pecho; es de menor escala de acuerdo con las exigencias de la perspectiva.

 

La Virgen arrodillada con un bellísimo perfil recoge sus cabellos rubios y ondulados en una trenza que se enrolla alrededor de su cabeza como una toca anudada. Con un hermoso óvalo redondeado, con los ojos bajos y expresión dulce, contempla al Niño, disponiendo sus brazos sobre el pecho con manos de largos y expresivos dedos y las muñecas en ángulo y sujetando el manto colocado sobre sus hombros, de orillos dorados y fondo verde adornado con follajes en labores de oro y el envés con motivos pequeños. Sus vuelos ordenados en pliegues rectilíneos llegan a cubrir los pies, dejando ver por delante la falda de la túnica con pliegues de poca profundidad que marcan levemente la posición doblada de las piernas.

 

Las imágenes de María en la Visitación y el Nacimiento llevan una túnica blanca, cuyo dibujo realizado en dorados es la estrella mariana de ocho puntas. Es un detalle interesante que suele pasar desapercibido.

El Niño, desnudo, aparece recostado sobre un pesebre cubierto de paja entre dos cabezas de querubines.

El ángel, que se halla tras la Virgen con la cabeza ladeada, aparece contemplando la escena en actitud de adoración, con los brazos desnudos y cruzados sobre el pecho. Se cubre con una túnica de pliegues rectilíneos, flojos en la cintura. Es un modelo típico de Diego de Siloé, que repite las figuras secundarias en muchas de sus obras.

 

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El arzobispo renueva a Jorge Simón como director de Cáritas Burgos

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El pasado domingo 1 de diciembre, el arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, renovaba por otro bienio más a  Jorge Simón Rodríguez como director de Cáritas diocesana de Burgos. Comienza así su cuarto bienio al frente de la entidad, tal y como marcan sus Estatutos.

 

Jorge Simón llegó al frente de Cáritas Diocesana de Burgos en diciembre de 2013. A lo largo de estos años, el actual director se ha caracterizado por la modernización de la entidad y ha tenido que afrontar brillantemente las dificultades derivadas de la crisis económica y sus repercusiones en el tercer sector. Ostenta también un puesto en el Consejo Nacional de Cáritas Española, en representación de la Cáritas Regional de Castilla y León, y preside la Comisión de Cooperación Internacional en Cáritas Española.

Los sacerdotes del Prado centran su atención en la discapacidad intelectual

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El encuentro se desarrolló en la sede de la Institución Teresiana.

El encuentro se desarrolló en la sede de la Institución Teresiana.

 

El pasado domingo 1 de diciembre, la Asociación de Sacerdotes del Prado en Burgos celebró su tradicional fiesta anual. Desde el año pasado, se apoyan en el mensaje que el papa Francisco publica con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres. En esta ocasión, el Santo Padre hacía una mención especial a Jean Vanier, apóstol del mundo de los discapacitados intelectuales. Por ello, a los miembros de esta asociación sacerdotal les pareció interesante organizar una mesa de testimonios para visibilizar esta realidad y poner en valor la «alta densidad evangélica» que guardan muchos de esos enfermos y sus familias.

 

El acto se desarrolló en tres momentos. En primer lugar, y tras el saludo y presentación inicial, se sucedieron tres testimonios. Toño de la Puerta, educador en Aspanias, remarcó la apertura a la diferencia como una «posibilidad de ensanchar la fraternidad cristiana». Por su parte, Paloma, una mujer con discapacidad mental, testificó cómo verdaderamente el amor de Dios «sana y salva su vida maltrecha, dignificándola y llenándola de esperanza». Por último, Fidel, voluntario en el centro que las Hermanas Hospitalarias tienen en Burgos, mostró «el lado misericordioso de un Dios que se inclina preferentemente por estos hijos suyos».

 

Tras la rueda de testimonios llegó el momento de la oración compartida. El símbolo de pequeñas ramas de olivo sirvió como señal de esperanza y sirvió a los presentes para presentar a Dios tantos rostros y tantas caricias que en su nombre llegan a estos hijos suyos. Por último, un ágape compartido fue la ocasión para el intercambio de opiniones y saludos y conocer un poco más en profundidad el mundo de la discapacidad intelectual.

 

Al acto acudió, además de un nutrido grupo de amigos y simpatizantes de los sacerdotes del Prado, la delegada de Pastoral de la Salud, Feli Pozo, así como el vicario del clero, Jesús Castilla, junto con la comunidad de las hospitalarias y algunas representantes de la Institución Teresiana, en cuyo centro pastoral se desarrolló el encuentro.

Los Grupos de Jesús apuestan por su participación en la Asamblea Diocesana

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Representantes de los Grupos de Jesús de la ciudad se reunieron el pasado día 28 de noviembre en la sede de la Institución Teresiana de Burgos para dialogar sobre su participación en la Asamblea Diocesana. En este momento existen seis Grupos de Jesús en la diócesis que se reúnen quincenalmente siguiendo los materiales editados por el sacerdote donostiarra José Antonio Pagola. Los grupos de la ciudad pertenecen a las parroquias de San Pablo, San Juan de Ortega y San Antonio Abad. A estos se une el Grupo de Trinas. En la provincia, existen también grupos en Miranda de Ebro y Palacios de Benaver. En la última reunión, coordinada por Javier García Cadiñanos, párroco de San Juan de Ortega, cada uno de los grupos comentó su situación y sus proyectos para el presente curso. Los diferentes grupos, con una antigüedad no superior a cuatro años, se va implicando en los diferentes proyectos de las parroquias o delegaciones diocesanas.

 

El tema de la jornada tuvo por protagonista a la Asamblea Diocesana. Siguiendo los tres temas de reflexión de la Asamblea, Carlos Izquierdo Yusta, párroco de San Antonio Abad, enmarcó el significado y la oportunidad de la Asamblea como rostro de una Iglesia que vive la comunión y participación responsable. A partir de su breve ponencia, cada uno de los representantes expresó cómo vive la alegría de creer, cómo siente el gozo de vivir como Iglesia y cómo trata de hacer presente en este mundo el querer de Dios. Algunas experiencias como las vividas en la parroquia de San Pablo (proyecto Betania) o en el grupo de Trinas suscitaron el interés de los presentes. El debate intenso sobre la participación en la Asamblea Diocesana terminó con un apoyo explícito a la misma, animando a que cada grupo se convierta en un grupo de reflexión.

 

Una oración final, dirigida por el grupo de San Juan de Ortega, y el vino español cerraron el encuentro, que congregó a 25 representantes.