La exposición «Sementera de esperanza» recala en Medina de Pomar

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La exposición «Sementera de esperanza. La Iglesia en Burgos en el VIII centenario de su Catedral» se podrá ver desde hoy en el monasterio de Santa Clara de Medina de Pomar. Esta muestra de arte sacro organizada por la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 está dividida en cinco capítulos con una introducción y un epílogo, y trata de acercar el ser, el hacer y la misión de la Iglesia que camina en Burgos. Está comisariada por Juan Álvarez Quevedo, delegado de Patrimonio de la diócesis de Burgos.

 

A través de 14 paneles y 28 obras de arte, narra cómo la Palabra ha sido acogida, difundida y realizada a lo largo de la historia en la sociedad burgalesa desde el siglo IX. Y lo hace en el marco de los 800 años de la Catedral de Burgos, donde está la cátedra del obispo que acompaña, enseña y preside esta Iglesia.

 

Entre la selección de obras hay piezas de Felipe Bigarny, de la escuela de Diego SiloéRelectiones Theologicae de Francisco de Vitoria. La muestra trata de abarcar toda la extensión de la diócesis en la provincia, de ahí que acoja piezas procedentes de Villalibado, Tabliega de Losa, Villafranca Montes de Oca, Villahoz, Valpuesta, San Miguel de Pedroso, Sasamón, Cueva de Sotoscueva, Los Ausines, Cerezo de Río Tirón, Quintanaortuño y Briviesca.

 

Esta es la cuarta parada que esta exposición hace en la provincia, tras haber visitado este verano Melgar de Fernamental, Lerma y Oña. Se podrá ver en el monasterio de las clarisas de manera gratuita hasta el 28 de septiembre, en horario de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.00 horas, de lunes a sábado, y los domingos de 11.00 a 14.00 horas. La inauguración oficial tuvo lugar ayer, con la presencia del comisario de la muestra y del arcipreste de Merindades y párroco de Medina de Pomar, Julio Alonso.

 

Posteriormente, la exposición continuará su viaje por la provincia. Irá a Salas de los Infantes, Aranda de Duero y Miranda de Ebro, para finalizar en el Burgos en el Museo del Retablo.

 

Una exposición estructurada según la parábola del sembrador

 

Los capítulos en los que se ha estructurado la exposición quieren seguir la parábola del sembrador (Mateo 13, 3-9).

  • Introducción: Salió el sembrador a sembrar. Recoge el objetivo de la exposición.
  • Capítulo 1: Una tierra donde germinar. Es un recorrido histórico por la Iglesia en Burgos.
  • Capítulo 2: Parte cayó junto al camino, parte cayó en tierra buena. Quiere presentar la vida de la Iglesia en sus diferentes dimensiones: litúrgica, catequética y caritativa.
  • Capítulo 3: Oíd vosotros lo que significa. Se detiene en la figura del obispo y de su Catedral.
  • Capítulo 4: Viene el maligno y le arrebata lo sembrado. Recoge las dificultades de la evangelización, especialmente el martirio con lo que supone de dolor y entrega.
  • Capítulo 5: Y da fruto, uno ciento, otro sesenta. Se detiene en visibilizar los frutos de la Iglesia de Burgos como tierra de santos, misioneros, vocaciones, monasterios, caridad, testigos, de los derechos humanos…
  • Epílogo: El que tenga oídos, que oiga. Es una invitación a participar en la vida de la Iglesia.

El arzobispo visita Cameno, Grisaleña, Berzosa, Calzada, Fuentebureba, Cubo y Miraveche

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El pasado domingo 6 de septiembre el arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas, realizó la visita pastoral a las parroquias de Cameno, Grisaleña, Berzosa, Calzada, Fuentebureba, Cubo y Miraveche. Presidió la celebración dominical en Miraveche y en Cubo. A estas dos parroquias se sumaron también las comunidades cristianas de Cameno y Grisaleña, respectivamente.

 

Seguidamente se trasladó a Fuentebureba, donde le esperaban sus feligreses, tras la celebración de su eucaristía dominical. Allí se hicieron presentes también las comunidades de Calzada y Berzosa.

 

En las tres visitas, los fieles manifestaron al pastor de la Iglesia en Burgos el momento de gracia que significaba su visita, pues supone «un momento particular de presencia de Cristo, Buen Pastor, en la vida de la comunidad parroquial, con el fin de alentar la fe, la esperanza y la caridad», tal como detalla su párroco, José Luis Barriocanal, quien acompañó al prelado durante la visita pastoral. Se le agradeció su solicitud para con los pueblos más pequeños de la diócesis. «Como obispo, sucesor de los apóstoles, expresaba su deseo de conocernos, de estar con nosotros, para querernos y servirnos», concluye el párroco.

La «universidad de curas» marca el inicio del curso pastoral en la ciudad

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Ni la epidemia ha frenado el habitual encuentro que cada año mantienen a comienzo de curso los sacerdotes con cargo pastoral en la capital burgalesa. Una tradición que se remonta hasta el siglo XVI, cuando los párrocos y coadjutores de la ciudad se reunían para celebrar un consejo el día de la festividad de la Natividad de la Virgen María. Con el paso de los años, la conocida popularmente como «universidad de curas» se ha convertido en una tradición en la que los sacerdotes de la ciudad se dan cita para reencontrarse tras el verano y crear así mayores vínculos de fraternidad de cara al curso pastoral que está comenzando, marcado en esta ocasión por la pandemia del coronavirus.

 

Este año ha sido el vicario general de la diócesis, Fernando García Cadiñanos, el encargado de presidir la eucaristía, que ha tenido lugar en la parroquia de San Martín de Porres. «Al igual que hoy celebramos el nacimiento de la Virgen María, nosotros hoy estrenamos un nuevo curso en que que queremos dar a luz a Dios con nosotros», ha subrayado en su homilía. Un curso «complejo y distinto» que, como ha recordado, estará marcado por la Asamblea Diocesana y el Año Jubilar de la Catedral y sumergido en una crisis sanitaria que aún no ha concluido: «Hemos de poner en práctica las lecciones aprendidas durante el confinamiento, que también ha sido un paso de Dios por nuestra vida. Mirar al pasado y acompañar el dolor de las personas que han sufrido la pérdida de seres queridos, las personas mayores, los heridos en el ámbito económico y social y mirar con esperanza a un futuro marcado por el miedo y la incertidumbre».

 

Para el vicario, las actitudes de María pueden servir como pistas a los sacerdotes de la ciudad ante el nuevo curso pastoral: «De María hemos de aprender a fiarnos de Dios, pues ella nunca se desespera aunque el Señor la descoloca de sus planes y ella no comprenda. Como ella, hemos de desprendernos de lo que nos sobra para fijarnos en lo esencial y purificar nuestra fe, abrirnos a los designios de Dios sin tener miedo». Además, ha recordado a los presentes, «María siempre está de camino». «Caminar es sinónimo de vida, de movimiento, de acción, de misión, de servicio. Necesitamos ponernos en camino, no estar parados sino al servicio de los demás, sobre todo de los más perjudicados desde el punto de vista económico. En este curso, hemos de estar en estado de misión poniéndonos en camino con los demás, haciendo iglesia, comunidad, arciprestazgo», ha concluido.

 

En la eucaristía ha participado un pequeño grupo de sacerdotes en representación de las parroquias de la ciudad y varios laicos. Dada la crisis sanitaria, este año la «universidad de curas» no ha contado con el popular almuerzo.

2020 09 08 martes: Resumen de prensa

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VIII Centenario Catedral

 

 

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