Migrantes y trabajadoras del hogar: así viven la pandemia

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La parroquia de San Julián Obispo acogió en la tarde de ayer la primera de las citas del encuentro diocesano de Pastoral de Migraciones, que esta vez se desarrollarán a lo largo de este trimestre en tres sedes distintas. La realidad del trabajo de los cuidados y del hogar marcó el encuentro de anoche, que contó con varios testimonios y un rato para la oración y la reflexión.

 

Áurica y Gloria contaron su experiencia. Con la irrupción de la pandemia optaron por quedarse con las personas que cuidaban, gravemente enfermas. Una no libró ni una sola hora en dos meses. La otra se encontró con un despido improcedente, sin avisarla. Por su parte, Laura, de Cáritas diocesana, expuso la situación en muchos casos sangrante de las trabajadoras del hogar. Si su situación ya era precaria antes, la pandemia simplemente la ha puesto de manifiesto y la ha agravado.

 

Tras esta exposición, y tras un espacio para la reflexión con la ayuda de unos textos de la Biblia y de la encíclica Fratelli Tutti del papa Francisco, llegó el turno del compromiso. Se compartió entre los presentes la necesidad de apreciar la dignidad y vocación del trabajo de los cuidados, de ser conscientes de la importancia de contratar y cotizar, de la denuncia de situaciones de abuso, de la necesaria incidencia política para que mejore la normativa legal, de acompañar a las trabajadoras que sufren ansiedad y estrés, de acudir a las instituciones de Iglesia que hacen intermediación laboral…

 

La próxima reunión de este encuentro diocesano de migraciones tendrá lugar el 12 de mayo a las 18:00 horas en la parroquia de San Gil Abad, y versará sobre «la hostelería y servicios en erte o ere».

Fallece el sacerdote Ramón Alonso de Linaje

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ramon alonso de linajeHoy, día 14 de abril, ha fallecido el sacerdote Ramón Alonso de Linaje. Nació el 3 de noviembre de 1932 en Briviesca y fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1956. Ha desempeñado el ministerio sacerdotal como subdirector de la Casa de Ejercicios, asesor diocesano de la JOC. También fue colaborador de Radio Popular antes de marchar como misionero a Guatemala y Venezuela. A su regreso, fue capellán de las Escuelas Cristianas de Bujedo, capellán de las Esclavas del Sagrado Corazón y director Espiritual del Seminario.

 

El funeral por su eterno descanso se celebrará el día 16 a las 10:00 de la mañana en la iglesia del Carmen de Burgos.

 

El arzobispo, don Mario Iceta, y todo el presbiterio diocesano quiere expresar el más sentido pésame a sus hermanos: Jesús, Margarita, María Luisa y Hna. María Jesús y a sus sobrinos. Compartimos desde la fe la realidad de la que ya Ramón está disfrutando y tan bellamente expresa el apóstol san Juan: «Yo soy la resurrección y la Vida. El que cree en mí aunque haya muerto vivirá, y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás». El Señor que comenzó en Ramón la obra buena eligiéndole para el ministerio presbiteral, él mismo la lleve a feliz término.

«Me gustaría que se realizasen más encuentros entre los jóvenes de las parroquias con un solo foco, Dios»

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maría fe joven hakuna cof

 

Desde bien pequeña, cantar es su pasión. María Redondo Catalina tiene 23 años y trabaja como psicóloga en el Centro de Orientación Familiar de la archidiócesis de Burgos. Estudió Psicología y el máster en Orientación y Mediación Familiar en Salamanca. «Disfruto mucho escribiendo, haciendo senderismo, haciendo planes con mis amigos y familia, viajando, leyendo… soy una persona muy activa, no paro de hacer cosas» cuenta. Precisamente, gracias a su carácter entregado ha puesto en marcha en Burgos Hakuna, una asociación privada de fieles destinada a jóvenes que transmiten la alegría del evangelio a través del canto: «Es difícil definir en pocas palabras lo que es Hakuna. Es un espíritu, una forma de vivir de los jóvenes cristianos centrándose sobre todo en la adoración eucarística y la música como pilares básicos. Solemos decir que vivimos lo que cantamos y cantamos lo que vivimos».

 

Esta joven perteneciente a la parroquia de San Juan de Ortega de la capital burgalesa descubrió Hakuna en Salamanca mientras estudiaba. «Como sabían que la música es algo que me gusta mucho, dos chicas de la Pastoral Universitaria me animaron a ir y me impactó mucho la forma de vivir la fe en grupo. Me ayudaba mucho rezar delante del Santísimo, los silencios y la letra de cada canción. Empezó a ser mi momento favorito de la semana, ese en el que haces una parada y, simplemente, acompañas al Señor junto con más personas de tu edad. ¡Me sentí como en casa!». Cuando María regresó a Burgos se puso en contacto con varios jóvenes con la idea de crear Hakuna en Burgos, y a día de hoy, es una realidad.

 

Todos los jueves de 20:00 a 21:30 horas, este grupo de jóvenes realiza la Hora Santa en la parroquia de San Cosme y San Damián. «La gente cada vez está más implicada, y hacemos un buen equipo. La dinámica que seguimos consiste en recibir durante los primeros veinte minutos una charla, por parte de Quique (el sacerdote que acompaña a nuestro grupo en las adoraciones) o de alguna persona invitada. Después, comienza el rato de exposición del Santísimo, en el que se alterna la música y la oración. Respetando las medidas sanitarias, antes o después de la Hora Santa, solemos ir a tomar algo juntos, para ir haciendo grupo» relata.

 

Esta iniciativa es una vinculación entre los jóvenes y la Iglesia. Un binomio, en ocasiones difícil, que María cree que es una cuestión de iniciativa: «La Iglesia prepara actividades para los jóvenes pero sin preguntar realmente qué queremos o necesitamos nosotros, o sin dejarnos actuar y proponer. Otras veces creo que somos los propios jóvenes los que no sabemos expresar bien lo que de verdad nos ayuda de la Iglesia» asegura, por ello pide a la diócesis de Burgos, en calidad de joven que sus propuestas e inquietudes sean escuchadas. «Queremos que haya más medios de formación, que todo aquello que funciona bien hasta ahora, se mantenga. Desde mi punto de vista, lo que le pediría a la diócesis es un esfuerzo por unir a los jóvenes de todas las parroquias de Burgos, es decir, que se hicieran más encuentros o actividades en conjunto con un solo centro, Dios».

 

La delegación de Infancia y Juventud pretende ser un ámbito de encuentro para los jóvenes y acompañantes de la archidiócesis de Burgos, donde poder compartir y promover iniciativas eclesiales que sirvan para posibilitar el encuentro de nuestros jóvenes con Jesucristo. Marta considera que la Iglesia de Burgos está apostando correctamente por ello pero a veces lo que se construye no funciona. «Hay algunas iniciativas en las diócesis que están ayudando a muchos jóvenes, pero creo que a veces se cae en el error de intentar contentarnos con propuestas que no tienen que ver directamente con Dios, lo que dificulta el verdadero encuentro personal del joven con Jesús y el evangelio y lo hace más enrevesado y frío».

 

Anima a los jóvenes a ser cristianos y seguir el camino de Jesucristo, compartiendo la vida y queriendo a los demás. «Al fin y al cabo, el amor es el mensaje principal de Jesús, y Dios está en el prójimo. Tengo la experiencia de que cuando haces eso, descubres todo lo que Dios te ama y te sientes pleno. Él le da un sentido a la vida y una esperanza que ayuda a vivir disfrutando, agradeciendo y dejándote hacer» concluye.

«Hakuna», la música de los jóvenes cristianos

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Cantando y adorando, así comenzó Hakuna. Un grupo que está reconocido por la Iglesia como una Asociación privada de fieles, aprobada por el Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Carlos Osoro. La historia de este colectivo arrancó en la JMJ de Río de Janeiro, donde varios jóvenes madrileños compusieron canciones religiosas con las que se sentían identificados. Utilizaban su música para adorar semanalmente al Santísimo y este movimiento poco a poco se fue extendiendo por ciudades de España, e incluso por el extranjero.

 

En Octubre de 2020, Hakuna aterriza en Burgos motivado por María Redondo, una joven que lo había descubierto a través de la Pastoral Universitaria de Salamanca. Se fue forjando grupo y tras contactar con varias parroquias, se establecieron en San Cosme y San Damián. En esta iglesia se reúnen los jueves de ocho y media a nueve y media de la noche para realizar la Hora Santa. A la adoración le precede una charla testimonial que imparte el sacerdote o alguna persona invitada. Después, se alterna el silencio y la música con la lectura del Evangelio y la oración.

 

Cada vez más personas en Burgos están implicadas en este grupo de jóvenes. Muestra de ello, ha sido un Via Crucis en concierto que organizaron el pasado 28 de marzo con la participación de esta familia eucarística. Para los que integran Hakuna, esta forma de vivir la fe en comunión, se ha convertido en uno de los momentos más esenciales de la semana. La finalidad de este grupo es seguir a Cristo, contagiar la vida y sentirse familia, una oportunidad para los jóvenes de vivir intensamente la fe.

 

Hakuna organiza también «revolcaderos», grupos pequeños de vida que se reúnen cada dos semanas en la casa de alguno de los miembros para compartir experiencias. Establecen «compartiriados», proyectos donde la esencia es compartir, intentando colaborar con distintas entidades. Y dedican ofrecen salidas de fin de semana, «God Stops» dedicadas a Dios, o «escapadas» para aprovechar las vacaciones de una manera diferente.

 

Dando pequeños pasos, pero de pie de gigante, se afianza día a día Hakuna en Burgos. Un proyecto joven donde la música y la oración son el vínculo esencial. «Viven lo que cantan y cantan lo que viven», y están abiertos a todos aquellos que quieran formar parte de esta familia musical y espiritual.

Catequesis, kerigma y mistagogia

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El pasado sábado tuvo lugar en la parroquia de San Fernando Rey el último de los cursos de formación para catequistas del arciprestazgo de Gamonal. Tras haber descubierto en otras ocasiones el nuevo Directorio para la Catequesis y si los medios de comunicación pudieran servir como vías de evangelización, en esta ocasión, y bajo el título de «Rasgos de la catequesis: Kerigmática y mistagógica», el delegado de catequesis de Salamanca, José Ángel Ávila, junto a la hermana Julia Blázquez, animaron a descubrir el significado de estos dos conceptos en la misión del catequista.

 

La catequesis kerigmática, como acción misionera de la Iglesia, está destinada a todas las personas que no conocen a Jesús o a los que aún dentro de la Iglesia necesitan ese primer anuncio. Ha de desplegarse en tres pasos: a través de la presencia y el testimonio, suscitando interés por el evangelio y un tiempo de búsqueda y maduración (pre-catecumenado). Según se explicó, la catequesis kerigmática ha de caracterizarse por un estilo narrativo, afectivo, existencial, destacando el carácter salvífico y no tanto doctrinal, y siempre transmitido a través de la propia experiencia del catequista.

 

En cuanto a la iniciación mistagógica en la catequesis, se explicó que esta se inspira en el catecumenado e introduce al creyente en la experiencia viva de la comunidad cristiana. Debe ser una experiencia progresiva, dinámica e integrada en la comunidad, valorando los símbolos y los ritos de la liturgia. En sus diferentes fases se puede llegar a descubrir el misterio de Cristo a través de las claves del catecumenado. Todo este proceso de iniciación descubre el carácter litúrgico, ritual y simbólico de los sacramentos destacando el carácter comunitario, ya que no es sólo el catequista, sino la comunidad la que debe estar presente en esa iniciación y conversión.

 

La segunda parte del encuentro fue totalmente dinámica. De la mano de la hermana Julia, los catequistas descubrieron distintas formas de catequesis, en la que se destacan las características que favorecen la espiritualidad del niño: espacio, proceso, relación, fe y espíritu. Todo para que los niños «aprendan» un idioma nuevo y sepan verbalizar la experiencia que tienen: un nuevo lenguaje de historia de salvación.