La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) celebra su nueva reunión los días 28 y 29 de septiembre en la Casa de la Iglesia, en Madrid. En ella participará el arzobispo de Burgos, don Mario Iceta Gavicagogeascoa. Durante estos dos días los obispos abordarán varios temas, entre los que sobresalen la puesta en marcha del Itinerario del próximo Sínodo de los Obispos sobre el tema «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión», una revisión de los reglamentos de la Conferencia Episcopal y la presentación del proyecto de estructura y funcionamiento del comité de estudios y proyectos de la CEE.
Además, los prelados –que preparan los temas que abordará el próximo plenario de los obispos– conocerán las principales conclusiones de la reunión mantenida con las oficinas diocesanas o provinciales de denuncias de abusos a menores y trabajarán en la actualización del documento «Normas básicas para la formación de los diáconos permanentes en las diócesis españolas». Poe último, prepararán la próxima visita ad limina apostolorum de los obispos españoles con el Santo Padre y otros asuntos, como el Año «Familia Amoris Laetitia», la peregrinación a Santiago de Compostela con motivo del Año Jubilar Compostelano y y el estado actual de Ábside (TRECE y COPE).
La pandemia movió a la Penitenciaría Apostólica a alargar siete meses más el Año Santo, por lo que hasta el próximo 5 de junio de 2022 se permitirá a los fieles que se acerquen hasta la Catedral ganar el jubileo. Pero no sirve solo con peregrinar hasta la Seo, para lucrar la indulgencia plenaria hay que cumplir una serie de requisitos como participar en la celebración del sacramento de la Reconciliación y de la Eucaristía, orar por la Iglesia Universal y ofrecer aportaciones solidarias.
Miles de personas han peregrinado ya durante estos once meses, y muchos lo harán antes de que finalice el Año Santo. En los últimos días, un grupo de feligreses formado por la fraternidad de Lourdes de la diócesis de Zamora vino para vivir el jubileo. Al regreso del santuario mariano, participaron en la acogida de la Puerta Santa, en la renovación del bautismo y celebraron la misa capitular de las 19:30 horas. En la misma celebración participó el grupo de amigos de la Catedral de Jaén y Baeza. Estos fieles que cada año realizan distintas actividades, viajaron hasta Burgos. Uno de los sacerdotes que les acompañaba celebró hace cincuenta y un años su primera misa en la capilla del Santo Cristo, en el viaje de regreso que realizaba con sus padres desde la Universidad de Comillas, donde había estudiado y donde recibió el sacramento del orden sacerdotal.
Por otra parte, el AMPA del colegio La Merced y San Francisco Javier «Jesuitas», también peregrinó a la Catedral comenzando con una visita al conjunto catedralicio en su parte exterior. Acogidos en la Puerta Santa celebraron la eucaristía presidida por el director de este centro educativo y animada por el equipo de pastoral.
Cada tarde, a las 19:00 horas, tiene lugar la acogida de los peregrinos y el rito de apertura de la Puerta Santa para celebrar, a las 19:30 horas, la eucaristía Jubilar en el interior del templo. Varios grupos del movimiento familiar cristiano se sumaban el pasado fin de semana a esta celebración y se unían al Cabildo en el rezo de la Vísperas.
Desde las 10:00 horas del 29 de septiembre a la misma hora del 30 de septiembre, un centenar de voluntarios leerá de manera ininterrumpida, en la Capilla del Santo Cristo de Burgos de la Catedral, una selección de textos bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. La fecha coincide con la celebración de la fiesta de San Jerónimo, a quien se debe la traducción de la Biblia al latín y cuyo texto fue el que la Iglesia asumió como canónico en el concilio de Trento.
El proyecto «24 horas de lectura de la Biblia» nace en el ámbito académico como resultado de la colaboración de dos profesores y seis alumnos de dos instituciones universitarias de Burgos: la Facultad de Educación de la UBU y la Facultad de Teología.
Con motivo y en el marco del VIII Centenario de la celebración de la puesta de la primera piedra de la Catedral, en la lectura tomarán parte 102 voluntarios que proceden de diversos colectivos e instituciones de la ciudad: alumnado, profesorado y PAS de la UBU, alumnos de Colegios e Institutos, miembros de parroquias de la ciudad, profesores de Religión católica, autoridades religiosas, académicas, civiles y militares y miembros de la Fundación VIII Centenario. El arzobispo emérito, don Fidel Herráez, será quien dé comienzo a la lectura declamando los primeros capítulos del libro del Génisis, mientras que el arzobispo, don Mario Iceta, concluirá el acto con la lectura de los últimos compases del Apocalipsis. Los lectores entonarán sus respectivos pasajes a lo largo de quince minutos en un acto que se desarrollará en la capilla del Santo Cristo y al que podrá asistir público durante los horarios de apertura del templo (de 8:30 a 12:00 y de 18:30 a 20:00), aunque no se descarta una mayor flexibilización de los horarios si hay afluencia de personas. El acto podrá seguirse en directo durante las 24 horas en el canal de YouTube de la Archidiócesis de Burgos.
La Biblia es el libro más traducido y vendido de todo el planeta y su lectura «es imprescindible para conocer el significado de la Catedral», ha subrayado Jesús María Álvarez, profesor en la Facultad de Educación e impulsor del proyecto a propuesta de algunos de sus alumnos. En total se leerán 360 páginas (150 de ellas pertenecientes al Antiguo Testamento) en un acto que nunca antes se había desarrollado en Burgos y que tiene vocación de continuidad en el tiempo, tal como ha esbozado el decano de la Facultad de Teología, José Luis Barriocanal: «Si todos los años se lee el Quijote, por ejemplo, por qué no hacerlo con la Biblia. En otras ediciones podríamos leer los pasajes que este año se queden pendientes, o incluso hacerlo en varios idiomas».
Actividades complementarias
Dentro de los actos programados con motivo de esta lectura pública de la Biblia, desde el 20 al 30 de septiembre, también se puede visitar la exposición «La Biblia, respuesta a las grandes preguntas de la humanidad» (ubicada en el hall de la Facultad de Educación y reservada a los miembros de la comunidad educativa) y la exposición «La Biblia y la cultura» (en el claustro de la Facultad de Teología). Los que lo deseen también podrán adquirir Biblias (con descuentos especiales) en la Casa de la Iglesia.
El conocimiento de la Biblia permite comprender mejor no solo el valor y el sentido del arte, sino también las normas, los valores y las tradiciones que subyacen a nuestra cultura. Con todos estos actos se pretende dar más a conocer este libro religioso, que ha sido y sigue siendo fuente de inspiración de infinidad de artistas, así como palabra y guía espiritual para millones de personas en todo el mundo.
En sus 800 años de historia, la Catedral ha sabido aunar a artistas, estilos arquitectónicos y sumar sensibilidades venidas de todo el mundo. Y hoy, el encuentro de las naciones celebrado a sus pies ha sido un ejemplo de ello. Coincidiendo con la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, la delegación de pastoral de Migraciones ha convocado a decenas de burgaleses venidos de otros lugares, portando trajes típicos y banderas. En un escenario improvisado, algunos han declamado poesías y otros han deleitado a los asistentes con su folklore y canciones tradicionales de sus países de origen.
Entre los asistentes se encontraba Lucy América Vera. Llegó a la ciudad hace 14 años desde Cali, Colombia, y hoy ha decidido acudir a la Catedral acompañada por algunos de sus paisanos para «celebrar que todos somos hermanos». «Los españoles nos han acogido muy bien y esta es también nuestra Catedral, la de todos; somos una gran familia», cuenta señalando las novedades del encuentro de este año, en el que han faltado los habituales puestos con productos típicos y algunas curiosidades de todos los países participantes.
Para Sandra Romero, la celebración de esta tarde también tenía un significado especial después de largos meses de pandemia. Es la presidenta de la asociación ecuatoriana Reina del Cielo de Miranda de Ebro y, junto con otros miembros de su agrupación, se ha acercado hasta la Catedral para participar en el encuentro. «Es una alegría reunirnos de nuevo de todos los países para celebrar el Jubileo de la Catedral». Hace 20 años que llegó a España y hoy quiere «agradecer a todos la acogida que les han brindado», tal como asienten sus compañeros.
El ansia de poder, origen de las migraciones
La jornada ha concluido con la celebración de la eucaristía en el interior de la Catedral, después de atravesar la Puerta Santa del Perdón. La liturgia ha estado presidida por el arzobispo, don Mario Iceta, quien ha agradecido el trabajo que realiza la delegación de Pastoral de Migraciones y tantos agentes que, voluntariamente, colaboran en acoger e integrar a quienes llegan de fuera en la sociedad y la Iglesia de Burgos para lograr que «se sientan como en casa».
En su homilía, el pastor diocesano ha centrado su atención en la carta del apóstol Santiago, que ponía el dedo en «quienes acumulan riquezas de modo injusto». «Hoy el mundo se desangra de hambrunas y guerras y muchas personas tienen que huir de su tierra como migrantes o refugiados. Y la raíz de todo es el ansía de tener y poder. Lo que genera los grandes flujos migratorios es el desprecio de la vida humana por adueñarse de lo que no es propio», ha subrayado. «Un mundo lleno de desequilibrios y desigualdades, aunque el Señor lo ha hecho sobreabundante; hay para todos y sobra, pero pocos toman lo de muchos», ha denunciado a la par que solicitaba al Señor «la conversión del corazón» para «vivir con austeridad y compartir y socorrer a quienes pasan necesidad».
Ha sido el punto culminante de un completo programa de actos que la delegación de Pastoral de Migraciones ha organizado para celebrar la jornada y que ha contado con charlas, gestos públicos en la calle y diversas sesiones de cinefórum, tanto en la capital como en Aranda de Duero. El próximo domingo, el parque Antonio Machado de Miranda de Ebro será escenario, a las 14:00 horas, de un nuevo círculo de silencio en denuncia de la vulneración de los derechos de las personas migrantes.
Hoy, último domingo de septiembre, la Iglesia celebra –como cada año– la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado: una oportunidad especial para expresar nuestro afecto con obras concretas hacia esos hermanos nuestros que, abrumados de vulnerabilidad, se enfrentan al desafío de encontrar una posaba digna donde reposar su cuerpo y su espíritu.
Este año, el tema elegido por el Papa Francisco es Hacia un nosotros cada vez más grande. Un mensaje que lleva implícito el deseo de que todos seamos uno, donde no haya lugar para «los otros», sino que todos «nosotros» formemos un solo cuerpo. Un lema que desea mostrar «un horizonte claro para nuestro camino común en este mundo», tal y como destaca el Papa Francisco en su mensaje para la 107ª Jornada Mundial de este año.
La Iglesia celebra esta jornada desde el año 1914. Y en el corazón de ese anhelado «nosotros», recordamos cómo Dios «nos creó a su imagen, a imagen de su ser uno y trino, comunión en la diversidad», recuerda el Santo Padre. «Y cuando, a causa de su desobediencia, el ser humano se alejó de Dios, Él, en su misericordia, quiso ofrecer un camino de reconciliación; no a los individuos, sino a un pueblo, a un nosotros destinado a incluir a toda la familia humana».
Qué importante es que nos sepamos incorporados en la misma barca de Jesucristo, que todos seamos uno (Jn 17,21) para que, cuando venga la marea y meza nuestra vida, podamos tomarnos de las manos y romper, uno a uno, los muros que dividen el amor. Y cuando venga la tentación de creernos más que los «otros», nos despojemos de nuestras soberbias y hagamos de un solo «nosotros» el resto de nuestra existencia.
Esta jornada nos invita, también, a abrazar a la humanidad más herida de esta misma tierra que es nuestra casa común (cf. Fratelli tutti, 8); desde la oración, desde el abrazo, desde el credo donde comulgamos el Cuerpo y la Sangre del Señor. Porque en el desafío de migrar y de encontrar una posada digna también viaja nuestra fe. Unidos al Señor, de Su mano, pero juntos y junto a Él, que no se separará de nuestra fragilidad hasta el final de los tiempos (cf. Mt 28,20). Es la única manera de resucitar victoriosos porque, como escribió san Pablo a la comunidad de Éfeso, «uno solo es el Cuerpo y uno solo el Espíritu, así como también una sola es la esperanza a la que han sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo» (Ef 4,4-5).
En su mensaje, el Santo Padre recuerda también que el Espíritu del Señornos hace «capaces de abrazar a todos para crear comunión en la diversidad», armonizando las diferencias «sin nunca imponer una uniformidad que despersonaliza». En ese sentido, «en el encuentro con la diversidad de los extranjeros, de los migrantes, de los refugiados y en el diálogo intercultural que puede surgir, se nos da la oportunidad de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente». Por eso, «todo bautizado, dondequiera que se encuentre, es miembro de pleno derecho de la comunidad eclesial local, miembro de la única Iglesia, residente en la única casa, componente de la única familia».
Queridos hermanos y hermanas que trabajáis en la Pastoral que atiende al migrante y al refugiado: gracias por estar dispuestos a ensanchar el espacio de nuestra tienda para acoger a todo aquel que busca un hogar entre nosotros.
Y ponemos a cada uno de estos rostros en la mirada de la Virgen María, la Puerta del Cielo y Consuelo de los migrantes. Porque el encuentro con los migrantes y refugiados construye una nueva Jerusalén (cf. Is 60; Ap 21,3) y abre las fronteras hacia una cultura del encuentro donde podamos aunar nuestros dones, encender de vida eterna nuestras lámparas de aceite y decirle al Padre: «Por fin, todos “nosotros”, somos uno en Ti, en tu Palabra y en tu Amor».
Seamos, para nuestros hermanos refugiados y migrantes, la llama de Amor Vivo que brilla hasta que concluya la última noche, y permanezca para siempre la ciudad de la luz, cuya única lámpara es el Cordero.