El arzobispo reconfigura el Consejo Episcopal «con vistas a la evangelización»

Julio Alonso Mediavilla y Miguel Ángel Díez Villalmanzo se incorporan como vicarios territorial y del clero, respectivamente. José Luis Lastra seguirá al frente de la vicaría de Pastoral.

consejo episcopal

 

El arzobispo ha trasladado al presbiterio diocesano, reunido hoy en el Seminario para celebrar la fiesta de San Juan de Ávila, la configuración de su nuevo Consejo Episcopal. Transcurrido año y medio de su llegada a la archidiócesis y con el objetivo de «llevar adelante la tarea evangelizadora», don Mario Iceta entiende que su nuevo equipo esté compuesto por cinco miembros: un vicario general y moderador de la curia, un vicario para la pastoral, un vicario territorial, un vicario para el clero y un secretario general canciller. Tras haber consultado a sacerdotes, religiosos con empeño pastoral y a los organismos deliberativos de la archidiócesis, ha nombrado a los sacerdotes Julio Andrés Alonso Mediavilla (1966) como nuevo vicario territorial y Miguel Ángel Díez Villalmanzo (1965) como vicario para el clero. El vicario general, Carlos Izquierdo (1973), y el secretario canciller, Fernando Arce (1972), nombrados recientemente, seguirán en sus cargos, al igual que José Luis Lastra (1968), que repetirá como vicario episcopal para la Pastoral. Sus nuevas responsabilidades se hará efectivas el próximo 1 de septiembre, con el inicio del nuevo curso pastoral.

 

En la nueva configuración del consejo episcopal, el arzobispo ha añadido la figura de un vicario episcopal territorial, que se responsabilizará de la acción evangelizadora en los arciprestazgos, unidades pastorales y parroquias, así como de la necesaria remodelación de sus respectivos equipos pastorales y estructuras con vistas a la evangelización. Los demás miembros mantendrán las obligaciones propias que marca para ellos el Código de Derecho Canónico y la praxis habitual: el vicario de pastoral se ocupará de la acción pastoral y formación de las delegaciones y secretariados de la curia, así como los organismos, movimientos y asociaciones laicales que dinamizan la acción pastoral diocesana; el vicario para el Clero cuidará de la atención personal y formación de los sacerdotes y diáconos permanentes y el vicario general y el secretario canciller se responsabilizarán de las competencias que marca para ellos el estatuto de la curia.

 

Don Mario Iceta ha agradecido la disponibilidad de los sacerdotes en aceptar y asumir las responsabilidades que les encomienda y en la que la puesta en marcha de las propuestas de la Asamblea Diocesana serán una prioridad. «Es un don precioso de Dios para la archidiócesis y yo me implicaré con alma, vida y corazón en llevarla adelante», ha afirmado.

 

El pastor de la archidiócesis ha agradecido las 107 aportaciones que ha recibido y que le «han ayudado» a tomar la decisión a la hora de componer el nuevo consejo episcopal. «No sé lo que ha propuesto cada uno; he meditado y rezado los nombres y he borrado los correos recibidos», ha explicado. De José Luis Lastra ha señalado su «servicio grande y reconocido» y su «inmenso trabajo realizado para impulsar la Asamblea». Sobre el nuevo vicario territorial, ha indicado que deberá recorrer la provincia «porque hay que reestructurar la archidiócesis ya que somos menos sacerdotes, con pueblos cada vez más vacíos y tenemos que implicar al laicado en las tareas pastorales». El vicario del clero, por su parte, tendrá como función estar cerca de los sacerdotes y atender sus necesidades, de ahí que se desvincule a partir de ahora esta tarea con la de dirigir la Casa Sacerdotal, tarea realizada hasta la fecha por Jesús Castilla.

 

El arzobispo ha agradecido el «impagable trabajo y entrega» de quienes hasta el momento han conformado el equipo de gobierno y que le «han ayudado a insertarme en la archidiócesis; me he sentido querido y bien acompañado». La vicaría que ocupaba el salesiano Amadeo Alonso se transformará en una delegación para la vida consagrada; Vicente Rebollo ocupará el cargo de ecónomo diocesano, pero sin ejercer como vicario, al igual que Andrés Picón, que continuará al frente de la fundación Manjón y Palencia que aúna los colegios de titularidad diocesana.

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