El arzobispo, un «aprendiz» del Curpillos

por redaccion,

<
>

 

Había ganas. Muchas. Después de dos años de ausencia a causa de la pandemia, los burgaleses se han lanzado en masa a vivir su tradicional fiesta de Curpillos. Y aunque el año pasado la celebró a puerta cerrada con las monjas de las Huelgas con una eucaristía privada, «con todo tipo de tapabocas y geles», también el arzobispo tenía interés por vivir de cerca esta festividad, «después de haber leído mucho para conocer el alma de esta fiesta y de Burgos». Una fiesta de la que ha dicho ser «un aprendiz» y que enseña a todos «a relativizar lo que no es esencial» y a despertar «del insomnio» en el que el mundo se consume «por cosas que son superficiales».

 

«Hay que tomarse la vida en serio», ha dicho en su homilía ante la comunidad cisterciensse, los responsables municipales, autoridades militares y burgaleses presentes en el acto. «Podemos vivir en modo pelusa, donde me lleve el viento», inmersos «en la banalidad, la superficialidad o la inconsistencia». «Pero la vida es seria; la gente lo pasa mal, está sola en sus problemas y no podemos estar a lo banal y a lo superficial», ha denunciado. «Cuando nos tomamos la vida en serio, cada uno puede poner su granito de arena: acompañar a los pobres, dar de comer a un anciamo, sacar a pasear a un enfermo de alzheimer, acompañar a los pobres o a una familia que lo pasa mal». «Si no ponemos nuestros panecillos duros y nuestros peces el Señor no puede dar de comer» a la multitud hambrienta.

 

Don Mario Iceta ha señalado que «podemos esperar en la eternidad, en el Señor», pues «estamos de paso, no tenemos aquí nuestra morada definitiva; nuestra morada es el cielo». Por eso, la fiesta eucarística del Curpillos enseña que «solo la eternidad es la medida del tiempo, más grande que las cosas frugales de este mundo». «Cuánta gente sobrevive… Jesús te dice: ‘Toma mi carne para vivir y no te conformes con migajas de fin de semana’», ha concluido. «Cristo permanece para siempre, hoy, en el Parral cuando el chorizo y la morcilla se acaben, el lunes, el martes… y hasta en tu Viernes Santo de dolor».

 

Tradición eucarística

 

Tras la misa ha tenido lugar la procesión con el Santísimo Sacramento por las calles del barrio de Huelgas. Y es que la del Curpillos o «Corpus Chico» es una fiesta típicamente burgalesa en torno a la eucaristía. Se celebra en torno al Real Monasterio desde el siglo XIV, cuando la fiesta del «Corpus Christi» se celebró de forma particular ocho días después con otra pequeña procesión eucarística. En torno a ella ha surgido una importante cultura popular que conjuga lo religioso y lo profano. A la misa y procesión se han añadido otros elementos del folklore castellano, como bailes de danzantes y gigantones o la popular «jira» al parral. Además, durante la procesión con el Santísimo se porta también el pendón de la batalla de las Navas de Tolosa, parte de la tienda del califa Miramamolín que los cristianos trajeron a Burgos como trofeo de aquella victoria de la Reconquista.

Burgaleses de Acción Católica participarán en la IV Asamblea Nacional del movimiento

por redaccion,

accion catolica general burgos

Barcelona acogerá del 21 al 24 de julio el Encuentro de laicos de Parroquia – IV Asamblea Nacional de la Acción Católica General. Con el lema «Anunciar a Jesucristo con obras y palabras», y en clave de misión, los participantes profundizarán en cómo mostrar hoy en día a Jesucristo a través del anuncio explícito y el testimonio en nuestra vida cotidiana, así como los objetivos y medios que permitan que las estructuras y acciones del movimiento estén al servicio de la evangelización y ayuden a los militantes a anunciar mejor a Jesucristo. Para profundizar en la temática del encuentro, se han programado talleres, mesas redondas, ponencias y dinámicas adaptadas a cada edad para que todos, tanto niños como jóvenes y adultos, caminen juntos y cada uno haga su aportación. Desde ACG de Burgos invitan a laicos de parroquia a sumarse en este encuentro nacional en clave de misión, cuyo plazo de inscripción concluye el próximo 26 de junio.

 

El acto inaugural tendrá lugar el jueves 21 a las 16:30 h., con la charla «Anunciar a Jesucristo», seguida de eucaristía, cena de productos típicos y velada. Al día siguiente se desarrollarán dinámicas y actividades por sectores y trabajo por grupos relacionados con el anuncio con obras y con palabras y se celebrará la Asamblea sectorial, para concluir con una misa en la Sagrada Familia. Durante la jornada del sábado se abordarán los ámbitos de presencia pública de los cristianos, con diversas dunámicas y actividades por sectores, diálogo intergeneracional, puesta en común y líneas de futuro.

 

Para recabar información sobre la inscripción y otras cuestiones de interés se puede consultar la página www.accioncatolicageneral.es o dirigirse a la organización a través de la cuenta [email protected].

La pintura gótica, las vidrieras, el Barroco y los niños expósitos de la Catedral

por redaccion,

<
>

El Congreso Internacional VIII Centenario Catedral de Burgos ‘El mundo de las catedrales’ ha apostado en su segunda jornada por mostrar diversos aspectos de la Seo castellana, con especial atención a su decoración escultórica, sus vidrieras, su pintura gótica, las transformaciones barrocas y neoclásicas que sufrió en los siglos XVII y XVIII y su actividad sociocaritativa con los huérfanos de la ciudad. Además, José Luis Cabria, presidente de la Facultad de Teología del Norte de España, ha abierto la mañana definiendo qué es una catedral, mostrándola como todo un universo conceptual y reflexionando sobre su relevancia en la vida de la diócesis.

 

En torno a los microcosmos de la fe, Fernando Gutiérrez Baños, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid, ha explicado algunas de las pinturas góticas más importantes de la Catedral de Burgos, como el armario de las reliquias, de Alonso de Sedano y el Maestro de los Balbases, que «es el gran conjunto pictórico tardogótico» del templo. Del periodo gótico lineal ha destacado la portada de la capilla de San Juan Bautista, que atesora dos capas de pintura con una diferencia de apenas una o dos décadas, y el altar o capilla de los Santos Reyes, donde se ubicaba el Tríptico de la Adoración de los Magos, de Diego de la Cruz. Además, ha informado de la existencia de un retablo mayor «netamente pictórico», de mediados del siglo XV, que fue sustituido por el actual romanista. «No sabemos cómo era ni qué fue de él», ha afirmado.

 

Pilar Alonso, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Burgos, ha repasado los tres periodos a los que corresponden las vidrieras del templo burgalés: la Edad Media, como el rosetón del Sarmental, en el que destacan los rojos y azules, y los óculos de la portada de Santa María; la Edad Moderna, cuando se alcanzó el «máximo dominio técnico», que culminó en el cimborrio, donde Juan de Arce realizó «la obra más exquisita y soberbia»; y la Edad Contemporánea, en la que el Cabildo convocó dos concursos para recuperar conjuntos iconográficos y las tonalidades perdidas y que se adjudicaron la casa Mayer, de Múnich, y la casa francesa Mauméjean.

 

Las modificaciones barrocas y los niños expósitos de la Catedral

 

El delegado de Patrimonio de la diócesis de Burgos, Juan Álvarez Quevedo, ha recorrido las portadas, los retablos, el coro y el cimborrio de la Catedral castellana para aproximar su rica decoración escultórica al auditorio. Y José Matesanz, profesor asociado de Historia del Arte en la Universidad de Burgos, ha desglosado las transformaciones que sufrió el templo en los siglos XVII y XVIII. Entre ellas, destacan el cierre del coro y del presbiterio, la construcción del trascoro y la finalización del trasaltar con dos nuevos relieves, la construcción de la sacristía mayor y de capillas como la de San Enrique y la de Santa Tecla, «la obra más monumental» de este periodo, con una iconografía «muy rica» y que mantiene algunos recursos del arte gótico en sus bóvedas.

 

Por su parte, Saturnino López, catedrático emérito de la Facultad de Teología en el Norte de España, ha detallado la actividad pía que desarrolló el templo con los niños expósitos, a los que acogió en una casa anexa a la Seo. Estos huérfanos recibían el apellido Santamaría en honor a la Catedral. El Renacimiento es «el momento de más riqueza documental», si bien hay registros de que en Burgos ya había proyectos caritativos de esta índole desde el año 1085 con el Hospital del Emperador.

«Somos amor»: el balance de Cáritas a su acción en 2021

por redaccion,

<
>

 

La pandemia y las consecuencias sociales y económicas que ha traído consigo son más que evidentes para Cáritas diocesana de Burgos, que ha dado a conocer su memoria de actividades con motivo de la fiesta del Corpus Christi [descargar aquí]. «Somos lo que damos, somos amor» es el lema con el que Cáritas Burgos quiere resumir su actividad. «El amor es lo único que da sentido a nuestra existencia humana», ha dicho esta mañana el arzobispo. Para don Mario Iceta, «el amor es el motor que nos hace evolucionar y avanzar, descubrir y proyectar el bien común para esta Humanidad a la que estamos vinculados a través de esta Tierra, que se ofrece para ser casa y hogar de todas las personas». «Cáritas no existe solo para paliar las carencias del estado del bienestar. En su horizonte está la integración de los más desfavorecidos», ha recordado el arzobispo. De ahí su llamada a «acoger, proteger, promover e integrar», como un recuerdo de que «la universalidad católica es incompatible con la exclusión por cualquier motivo». 

 

En 2021, realizaron un total de 78.584 intervenciones, beneficiando a 9.185 personas y 5.888 hogares en toda la provincia. Aunque el número de actuaciones se mantiene estable (ha aumentado un 26% el número de personas que acudían por primera vez solicitando ayuda), constatan cómo el grado de exclusión al que se ven sometidas las personas que llaman a las puertas de la entidad ha crecido en el último año. De hecho, la mayoría de las intervenciones (14.586) están relacionadas con la ayuda, pero también hay 4.186 que tienen que ver con el apoyo y la escucha. 

 

La coordinadora de Acción Social de Cáritas, María Gutiérrez, ha descrito el perfil de usuarios con los que trabaja la entidad, que se mantiene estable, estando prácticamente equilibrada la balanza entre mujeres (el 51,1%) y hombres (48,9). El grueso de la acción de Cáritas se vuelca en la población que tiene entre 36 y 65 años y la gran mayoría de ellos solo han tenido acceso a los estudios básicos. El 44% de las personas atendidas tienen nacionalidad española, seguidos de ciudadanos extracomunitarios (46%) y europeos (10%). Sin embargo, señalan cómo en los últimos años, debido a la situación en sus países, se ha incrementado el número de los que llegan desde Colombia, Venezuela e Hispanoamérica en general, en muchas ocasiones acompañados de sus familias, y sin una red de apoyo que les permita comenzar aquí un proyecto de vida. Además, la legislación actual les empuja aún más a la precariedad, ya que deben residir de forma irregular. De las personas en activo, 865 trabajan sin estar inscritos en la Seguridad Social. La precariedad a la que viven sometidas muchas familias y la desbocada inflación han hecho que Cáritas aumente sus ayudas económicas hasta un 16,8% respecto al mismo periodo de 2020, alcanzando prácticamente los 478.000 euros. Los pagos como adelanto a ayudas de la administración sumaron casi 317.000 euros, sin olvidar las 9.878 ayudas realizadas en especie. 

 

Muchos problemas, vías de solución

 

La acogida parroquial es la puerta de acceso a Cáritas, donde trabajadores y voluntarios derivan a los distintos servicios que ofrece la entidad para ayudarles a superar sus problemas y donde han acudido en el último año 875 nuevas familias.

 

Cáritas pone el foco de forma especial en los 221 menores que han acudido por primera vez a algunos de sus cinco centros en la provincia, que se han convertido en un lugar de referencia –especialmente en el mundo rural– para los menores y sus familias y un enlace efectivo con sus colegios (en total han atendido a 811 niños). Constatan cómo se enfrentan a grandes obstáculos para acceder al mercado laboral. El idioma, la falta de homologación de sus títulos o la situación administrativa irregular les cierran casi todas las puertas, y desde Cáritas se ha apostado por buscar con ellos la integración mediante el voluntariado, la participación en asociaciones culturales o deportivas o la formación prelaboral.

 

El otro gran drama social que dibuja la entidad tiene que ver con el empleo. El 75% de las personas en activo a las que acompaña están desempleadas y el 61% no tienen una formación superior a la primaria. La falta de formación o de habilidades sociales y el desconocimiento del idioma son las dos dificultades más habituales a la hora de encontrar empleo. En 2021 se han impartido 14 cursos homologados con los que Cáritas ha formado a 609 personas, 1.391 han recibido orientación en su búsqueda de empleo y se ha apoyado a 1.041 con el servicio de intermediación. En total, 555 personas han logrado insertarse laboralmente. Además, EMBICO, la empresa de inserción de Cáritas, ha dado empleo de forma directa a 32 pesonas en dificultades de acceso al mercado laboral. 

 

El drama del acceso a la vivienda es otra de las preocupaciones sobre las que Cáritas quiere poner el foco. En 2021, atendieron a 1.005 personas en su programa de Personas sin Hogar, notando un aumento consolidado en los últimos años entre los usuarios de 19 a 39 años. Sus viviendas propias han dado cobijo a 39 personas en exclusión severa, y su red de albergue han supuesto un refugio digno para personas sin hogar que ha evitado contagios de coronavirus. 

 

El programa de Mayores ha sido también una de las grandes apuestas de Cáritas. Frente a la soledad no deseada, pero también frente a la despoblación y la falta de servicios en el mundo rural, han acompañado a 75 mayores en Ibeas, Belorado, Pradoluengo y Espinosa, desarrollando actividades de estimulación cognitiva, autocuidado, hábitos saludables o de uso de nuevas tecnologías. También han tenido un gran peso las actividades culturales y lúdicas, y el acercamiento intergeneracional. Los programas de cooperación internacional y atención a la mujer completan la lista de proyectos de la entidad.

 

El «gran activo» de Cáritas

 

Para atender todas estas necesidades, Cáritas ha contado en el último año con la incorporación de 61 nuevos voluntarios (el total es de 703) y también con el respaldo de sus 1.323 socios. Pese a las dificultades económicas que afectan a toda la sociedad, particulares, empresas e instituciones siguen confiando en el buen hacer de la entidad y colaboran económicamente con sus programas, si bien Cáritas hace un ejercicio cada vez más grande por sostener sus proyectos con fondos propios, tal como ha indicado su director, Jorge Simón.

 

En total, han invertido en sus programas 3.799.275,83 euros. El programa de acogida es en el que más presupuesto se destina, seguidos de los de Empleo y Personas sin Hogar. El compromiso con la cooperación internacional, y más en un momento de crisis mundial, se ha mantenido con una aportación de 273.717,70 euros que ha servido para respaldar proyectos en Zambia, Burkina Faso, Perú, Bolivia, Ecuador y, en España, La Palma. Los siguientes programas que más recursos reciben son el de Infancia y los servicios generales.

Las parroquias de Gamonal concluyen un curso «de ejercicio sinodal»

por redaccion,

<
>

 

El pasado sábado, las parroquias del arciprestazgo de Gamonal mantuvieron su tradicional encuentro de final de curso, a modo de conclusión del trabajo pastoral del último año y como preparación incipiente del próximo.

 

Las instalaciones del colegio diocesano Santa María la Nueva y San José Artesano acogieron el acto, que contó con oración y la presentación del trabajo realizado por algunas de las comisiones arciprestales, como promoción del laicado, Cáritas, Juventud, Catequesis, Misiones, Pastoral Obrera, Salud, Medios y Familia.

 

La jornada también contó una ronda de testimonios de participantes en la fase final de la Asamblea DiocesanaAna del Val, religiosa Franciscana, Silvia, catequista de la Parroquia de San Juan de Ortega, y por último Francisco Javier García Cadiñanos, párroco de San Juan de Ortega. Tres testimonios que, según explican los organizadores, pusieron de manifiesto «no solo las vivencias y trabajo de esta Asamblea, sino también las pistas para acoger su documento final, las dificultades que encontraremos en el camino y el desafío que entraña todas las propuestas para la iglesia en Burgos, sumar y misionar, acoger y discernir, juntos, como camino sinodal».

 

Fue un «gran ejercicio de sinodalidad, de fraternidad, una buena forma de terminar este curso» con el deseo de que el nuevo año pastoral sea una oportunidad para las parroquias del popular barrio burgalés de «sumar y misionar».