Catequistas armados frente a «espiritualidades vacías»

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Jesús mandó a sus apóstoles a la misión escasos de provisiones, con apenas una túnica, un bastón y unas sandalias. Nada más. Sin embargo, fueron enviados «con autoridad para expulsar demonios». «Iban vestidos por dentro mientras por fuera solo llevaban una túnica». Hoy, los catequistas de las parroquias del arciprestazgo del Vena, frente a la gente que vende «una espiritualidad vacía» que consiste en «abrazar árboles y otras experiencias similares», han descubierto que necesitan cuidar su interior, con el que Dios los ha llenado para suscitar el «deseo de Jesús» en los niños y adolescentes que acompañan. Esa es hoy «su autoridad».

 

Reunidos en la parroquia de San Martín de Porres y acompañados de las explicaciones del sacerdote Juan Manuel Madrigal, los catequistas han descubierto los rasgos que deben configurar su espiritualidad, que pasan por ser testigos de la fe, custodios de la memora de Dios, maestros y mistagogos y acompañantes y educadores. Solo así, cuidando su vocación y su propia interioridad, podrán suscitar en los niños «el encuentro con Cristo que involucra toda la persona», esto es, desde su experiencia litúrgica y sacramental, pasando por las relaciones afectivas, el servicio a los hermanos y la participación en la vida de la comunidad.

 

Siguiendo las explicaciones del magisterio de los últimos Papas, han descubierto cuáles son los rasgos que deben configurar su propia identidad como catequistas y educadores: «Dios te ha llamado a una misión y nunca se echa para atrás, pregúntale qué quiere que hagas por él», ha interrogado el sacerdote.

 

Además de la sesión formativa sobre la espiritualidad del catequista, el encuentro, habitual en este arciprestazgo, ha contado con un panel de experiencias en el que se han expuesto distintas actividades que se realizan en las parroquias de la zona. Tampoco han faltado los momentos para la convivencia y la oración.

El papa Francisco recibirá en Roma a la comunidad del Seminario de Burgos

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La comunidad del Seminario Diocesano de San José, constituida por los formadores y los seminaristas de Burgos y de las diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Osma-Soria y Gitega (Burundi) va a ser recibida en audiencia por el papa Francisco el próximo sábado, 27 de abril.

 

Esta visita llega tras la carta enviada al Papa hace unas semanas por la comunidad del Seminario, y entregada en mano el pasado 8 de febrero por el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, durante su participación en la Asamblea Plenaria del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del que es miembro.

 

En ella, la comunidad le saludaba recordándole el vínculo que une a Francisco con Burgos. Y es que, cuando Bergoglio fue ordenado obispo auxiliar de Buenos Aires, recibió -como es tradición cuando se nombra un obispo auxiliar- el nombramiento también de una diócesis histórica, ya desaparecida. Él recibió la sede episcopal de Oca, una diócesis desaparecida hace 949 años, cuando su obispo fue trasladado de forma definitiva a Burgos, siendo antecesora de lo que hoy es la archidiócesis de Burgos.

 

También le contaban que este curso, la archidiócesis se encuentra celebrando los 125 años del Seminario de San José, y le manifestaban su interés por poder ser recibidos personalmente por él, en una visita similar a la que ya han realizado otros seminarios. Finalmente, le adjuntaban una foto de las personas que componen la comunidad.

 

Para esta visita, la comunidad del Seminario estará acompañada por el arzobispo de Burgos. También se ha invitado a los obispos y equipos de formadores de las diócesis que tienen presencia en este centro de formación, así como al obispo de Palencia. Además, acudirán los miembros de la comunidad del Seminario Redemptoris Mater de Burgos.

Polonia, próxima parada del departamento diocesano de Peregrinaciones

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Además del viaje programado a Malta para los días 20 a 27 de abril, el departamento de Peregrinaciones de la archidiócesis planifica ya nuevos itinerarios para los próximos meses. Entre sus propuestas figura un viaje a Polonia (del 29 de junio al 6 de julio).

 

El viaje seguirá las huellas de san Juan Pablo II; visitando Częstochowa y otros santuarios, como Kalwaria Zebrzydowska. Los peregrinos conocerán lugares vinculados a la figura de Wojtila, como Wadowice, lugar donde nació, y Cracovia, donde fue arzobispo. El recorrido se completa con una visita al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, el monasterio de Niepokalanow y su museo a san Maximiliano María Kolbe y Varsovia. El precio de este viaje, por persona, en habitación doble, es 1.950€ (con un suplemento en habitación individual de 325€) [descargar programa completo].

 

Para información e inscripciones, pueden contactar con Julián Gumiel, director del departamento de Peregrinaciones de la archidiócesis de Burgos (tfno. 689977094) o con Presstour Peregrinaciones (tfno. 911088910).

Así será el congreso ‘La Iglesia en la Educación’ que reunirá en Madrid a más de 1.200 personas

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Así será el congreso 'La Iglesia en la Educación' que reunirá en Madrid a más 1.200 personas

 

El próximo sábado, 24 de febrero, la Iglesia en España va a celebrar en Madrid el congreso La Iglesia en la Educación. Presencia y compromiso, que ha organizado la Conferencia Episcopal Española (CEE) a través de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura. Está prevista la asistencia de cerca de 1.200 personas que reflexionarán sobre el compromiso de la Iglesia para seguir potenciando la participación y la reflexión conjunta de toda la comunidad educativa.

 

Por parte de la archidiócesis de Burgos, va a participar una delegación encabezada por Carlos Izquierdo Yusta, vicario general, y compuesta, entre otros, por Andrés Picón Picón, director general de la Fundación Manjón-Palencia; Manuela García García, delegada episcopal de Educación y profesora de Religión; Jesús María Martínez Álvarez, delegado episcopal de Pastoral Universitaria y profesor de la Universidad de Burgos (UBU); Pablo de Andrés, director del Colegio Círculo Católico; M.ª del Mar Rubio, directora del centro Santa María la Nueva y San José Artesano y Félix Diez, profesor en el mismo centro.

 

A esta jornada se llega después de un proceso de trabajo que se inició el 2 de octubre en Barcelona, donde arrancó la fase previa. Una fase que se ha volcado en potenciar la participación y la reflexión conjunta de toda la comunidad educativa. Durante este tiempo, se han desarrollado nueve paneles de experiencias que han permitido presentar 78 proyectos que se implementan en distintos ámbitos educativos. Además, la página web del Congreso ha estado abierta para recibir las experiencias y reflexiones de toda la comunidad educativa.

 

En una sesión explicativa en la CEE, Raquel Pérez Sanjuán, directora del secretariado de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, ha señalado que el objetivo de este congreso «no es sacar unas directrices o una normativa sino abrir un foro común de diálogo en el que veamos por donde podemos caminar juntos como Iglesia para dar respuesta desde la autonomía y titularidad de cada centro, aunque quizá no estamos acostumbrados a ser preguntados y compartir objetivos».

 

El programa del congreso

El programa del 24 de febrero se ha estructurado siguiendo la metodología de trabajo de esta fase previa, que se ha organizado en torno a nueve ámbitos temáticos en los que la Iglesia está presente: colegios de ideario cristiano; profesorado de Religión; centros de educación especial; educación no formal; centros de Formación Profesional; universidades; profesorado cristiano; colegios mayores y residencias universitaria; y buenas prácticas de coordinación entre parroquia-familia-escuela.

 

También participarán representantes de distintos ámbitos educativos a nivel nacional y regional, como la Asociación Nacional de Colegios de Educación Especial (ANCEE); el Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España; o la Asociación de Centros de FP de Euskadi (HETEL). Además del ámbito universitario, tanto público -Universidad Complutense y Universidad Autónoma- como de ideario cristiano –Universidad Pontificia Comillas o la Universidad Ramon Llull-. Entre los ponentes también hay presencias significativas del ámbito religioso diocesano y laical.

 

Por la tarde, todos los congresistas se reunirán en el Auditorio de IFEMA donde se seguirán las ponencias del cardenal José Tolentino de Mendonça, Fernando Reimers y Consuelo Flecha García. En esta sesión conjunta se recogerán y pondrán en común todos los frutos de la participación y la reflexión previa que se ha hecho entre todos. Este trabajo será el punto de partida para acoger, celebrar y renovar la presencia y el compromiso de la Iglesia con la Educación y hacer su aportación específica a los retos y desafíos que se plantean a nuestras propias instituciones e iniciativas educativas en este momento particular.

De «reconocer» a «trabajar»: las diócesis de Castilla quieren renovar el estilo pastoral

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Fotos: Gonzalo González de Vega · Diócesis de Ávila

 

Los días 19 y 20 de febrero, la diócesis de Ávila ha acogido el encuentro de Obispos, Vicarios y Arciprestes de Iglesia en Castilla, que ha congregado a un centenar de  personas provenientes de las nueve diócesis que conforman este grupo con el objetivo de ahondar en ese camino común de retos y esperanzas que comparten todas ellas. En esta ocasión, los trabajos se han centrado en poner en marcha un itinerario de tres años para replantear la renovación del estilo pastoral y las estructuras evangelizadoras de las diócesis de Castilla, teniendo en cuenta el contexto sociodemográfico y eclesial por el que atraviesa la región.

 

Análisis social y eclesial en la región

 

Con la mirada puesta en el primer paso de este itinerario, “Reconocer”, el lunes se reflexionó sobre «El contexto social de Castilla (cultura, dinamismos sociales e identidad) y su influjo en la tarea pastoral de la Iglesia». En ella, Ester Martín (directora de la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal Española) aportaba el retrato en cifras de una Castilla envejecida. Una tierra que cuenta con 15 obispos, 1.505 sacerdotes, más de 5.000 catequistas y 3.600 religiosos, pero con tan sólo 39 seminaristas. Los sacerdotes, con una media de edad de 69 años, se concentran principalmente en la franja de edad de 75 a 90 años, y han de hacer frente a 3.761 parroquias. El 84% de dichas parroquias está en localidades de menos de 2.000 habitantes. Y esto hace que se multiplique la dedicación de los sacerdotes.

 

Por su parte, Raúl Flores, de Cáritas, puso sobre la mesa el contexto social en la región, según el informe Foessa, destacando la situación de migración y éxodo rural, la despoblación y el envejecimiento. Una realidad que conlleva dificultades sanitarias, aislamiento social y soledad, y bajo dinamismo económico. Una tierra que tiene menos servicios y más desigualdades territoriales, problemas de exclusión social y un agrandamiento de la brecha de los vulnerables.

 

Por último, José Luis Lastra, Vicario de Pastoral de Burgos, concretizó cómo afecta esta realidad al trabajo de las diócesis y a los propios sacerdotes. Destacó el hecho del avance en discernimiento comunitario y en ser «Iglesia en salida», pero también la «impotencia y el desánimo ante la pobreza humana y eclesial». Constató una mejora en comunicación, pero a su vez una falta de cercanía y de pastoral de primer anuncio. Y una autocrítica: «Los curas estamos muy ocupados, pero escuchamos menos», lo que se traduce en el hecho de que «algunos no acaban de encontrar su puesto en una Iglesia más participativa y sinodal», y que «los más jóvenes no saben qué hacer en los pueblos». Por ello, existe la conciencia de que «algo hay que cambiar».

 

«Para tener resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes»

 

Tras el análisis, la acción. En la última jornada de trabajo, los obispos presentes trasladaron el trabajo recorrido por sus diócesis en el último curso pastoral. El arzobispo de Valladolid reflexionó sobre las riquezas, las carencias y las oportunidades de las estructuras evangelizadoras y los agentes de pastoral. Para mons. Luis Argüello, la crisis social «supone una nueva oportunidad misionera».

 

En ese «reconocer» que proponen las diócesis castellanas para este primer año de trabajo, mons. Argüello confirmaba cómo «la Iglesia está llamada a hacer siempre lo mismo: anunciar la Palabra, celebrar la Liturgia, testimoniar la caridad. Pero estamos llamados a hacer todo esto acogiendo la novedad del signo del tiempo. No podemos pretender que las cosas cambien si hacemos siempre lo mismo. No digáis eso de ‘siempre se ha hecho así’. Para tener resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes. Para renovar la mentalidad se necesitan discípulos misioneros renovados en espíritu y en misión».

 

El arzobispo vallisoletano insistía en el hecho de que «un cristiano no nace: se hace», algo que invitaba a repetir con frecuencia, «porque salimos de una larguísima época en la que éramos cristianos porque nacíamos en una familia cristiana». Y en ese «hacer cristianos», ha profundizado en varias propuestas de actuación en el ámbito de las comunidades parroquiales, la renovación de la parroquia como comunidad misionera, mejorar la celebración del domingo en pueblos con pocos habitantes o la integración de la parroquia en un territorio concreto. Sus propuestas fueron objeto del posterior trabajo en grupos para ver su aplicación en las diócesis, la urgencia de cada una de ellas, y la concreción de las ideas.

 

El encuentro terminó con la presentación de las conclusiones para el documento final, y la eucaristía en la capilla del Seminario, presidida por mons. Mario Iceta, arzobispo de Burgos.