El encuentro «VEM» se enriquece con una gran yincana por la ciudad
La Asamblea Diocesana, el plan de pastoral y los nuevos estatutos de la curia indican caminos para que las distintas delegaciones y secciones de pastoral trabajen de forma conjunta. Una propuesta que, no obstante, vienen desarrollando desde hace once años las delegaciones diocesanas de Catequesis, Pastoral Vocacional Misiones, cuando lanzaron el encuentro «VEM», una jornada de reunión y formación para los niños que acuden a las catequesis de confirmación en las parroquias de toda la archidiócesis.
Aunque el encuentro mantenga su esencia, en la última década ha sabido adaptarse a los tiempos. Tuvo su versión online durante la pandemia y hoy, aprovechando el encuentro de la fundación Manjón y Palencia en el Fórum Evolución, ha desarrollado una yincana por todo el centro de la ciudad. Así, catequistas y padres de estos niños han podido conocer los trabajos de los colegios diocesanos mientras que los peques han disfrutado con juegos y pruebas de habilidad en distintos emplazamientos del casco histórico.
La yincana ha seguido un itinerario en cinco puntos estratégicos y han servido como excusa para hablar de los talentos (en el Teatro Principal), la historia de la Salvación (en el arco de Santa María), la justicia social (frente al Palacio de Justicia), la educación (en el instituto Cardenal López de Mendoza) y la evangelización (en el monumento al descubrimiento de América del paseo del Empecinado). Una vez completado el itinerario, los niños han proseguido su jornada en el Seminario de San José, donde no han faltado los habituales talleres sobre «vocación, eucaristía y misión», los tres pilares sobre los que gira este encuentro «VEM». La cita, en la que también ha participado el arzobispo, don Mario Iceta, se ha completado con una comida compartida y un momento de oración.
«Este encuentro sigue teniendo acogida entre las parroquias y es una oportunidad para que los chicos se sigan viendo en otros contextos diferentes a las catequesis en sus comunidades», explica Enrique Ybáñez, delegado de Pastoral Vocacional. «Es un encuentro tradicional que cuenta ya con once años de experiencia y que sirve para que los niños profundicen en la vocación, la eucaristía y el mundo de las misiones».