Los restos del arzobispo Pérez Platero vuelven a reposar en la Catedral

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Los restos mortales de Mons. Luciano Pérez Platero, arzobispo de Burgos entre 1944 y 1963, han regresado a la catedral de Burgos. Hasta hoy, se conservaban en la capilla de la casa que las Misioneras de Acción Parroquial –la congregación religiosa fundada por el prelado– tienen en Burgos, en el complejo del Colegio María Mediadora, del que ostentan la titularidad. Al reducirse la cantidad de religiosas en la comunidad y trasladar la casa a otro emplazamiento más apropiado para el número, los restos del arzobispo han vuelto al templo mayor de la archidiócesis, donde fueron sepultados en 1963, tras su fallecimiento.

 

Minutos antes de las 9:00h de la mañana, el secretario general-canciller de la archidiócesis, Fernando Arce Santamaría, acompañado del vicario general, Carlos Izquierdo Yusta, ha presenciado la apertura del sepulcro en el que se conservaba el arca con los restos de D. Luciano junto a los de la otra fundadora de la congregación, Genoneva Cuadrado Llorente, que será trasladada a la casa general de las hermanas, en Segovia.

 

La comitiva ha trasladado los restos del prelado hasta la Catedral, donde ha sido recibido por el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, en la puerta de Santa María. Desde allí, el arca ha sido llevada en procesión por cuatro religiosas hasta el altar mayor, donde ha sido depositada para la celebración eucarística.

 

«Preocupado por extender el Evangelio»

Al comienzo de la misa, celebrada bajo el ritual de exequias, la coordinadora general de las Hermanas Misioneras de Acción Parroquial, Tania Regina Baggio ha leído una breve monición en la que ha recordado que la congregación es fruto de dos cosas: «un obispo con una gran visión pastoral y un grupo de jóvenes de la Acción Católica que querían entregar su vida a Dios a través de las actividades de la parroquia». Ha señalado que, tras ser nombrado D. Luciano arzobispo de Burgos, las religiosas fundaron su primera comunidad en la parroquia de San Pedro de la Fuente, en 1947, para continuar fundando más obras, como el Colegio María Mediadora. Ha concluido señalando que el sitio de estas religiosas «no es solo la parroquia, es también la diócesis».

 

En su homilía, Mons. Iceta ha repasado la vida de D. Luciano, y ha señalado que era un hombre «de una profundísima preparación intelectual y pastoral». En ese sentido, estaba «preocupado por extender el Evangelio» y,  fruto de esa preocupación, nació la congregación, a la que ha agradecido «la labor realizada en la archidiócesis», en especial, a través del colegio. Ha concluido recordando que D. Luciano reposará, a partir de ahora, «junto a los otros 89 obispos enterrados en la Catedral, junto a los otros pastores de la archidiócesis que esperan la vida eterna».

 

Tras la comunión, el arca con los restos mortales ha sido trasladada a la capilla de Santa Ana, cargada por cuatro seminaristas. Allí, el arzobispo ha rezado un responso por el eterno descanso de D. Luciano, rociando agua bendita sobre el arca e incensándola, antes de que los seminaristas la introdujeran en la cripta, donde ya reposa junto a los restos de Mons. Teodoro Cardenal Fernández y Mons. Santiago Martínez Acebes.

 

El arzobispo, el deán-presidente del Cabildo Metropolitano, Félix José Castro Lara, y la directora general de las Hermanas Misioneras de Acción Parroquial han firmado el traslado de los restos, así como un gran número de hermanas que han presenciado el traslado, muchas de ellas de otras comunidades procedentes de Madrid, Segovia, Sevilla, Jaén, Almería y Lugo, así como hermanas de Angola, Venezuela y Brasil.

 

Arzobispo de Burgos entre 1944 y 1963

D. Luciano se volcó con los pueblos de la archidiócesis y en la construcción de infinidad de casas parroquiales. Gracias a sus gestiones y al envío de sacerdotes para la formación, la Facultad de Teología tuvo su sede en Burgos y fue la primera Facultad Eclesiástica de España tras el Vaticano II. Propició la permuta del abandonado cementerio de las laderas del castillo por la calle Asunción de Nuestra Señora y posibilitó la construcción de un nuevo Seminario Mayor en el cerro de San Miguel.

 

También amplió el Seminario Menor y mantuvo las precepturías de Arija y Escalada, que permitieron estudios a muchos niños del mundo rural, a coste prácticamente cero para las familias. Además, realizó un gran impulso misionero con la construcción del Seminario Nacional de Misiones en Burgos, en lo que hoy es la parroquia de San José Obrero, que sirvió para la formación de cientos de sacerdotes que fueron enviados a anunciar el Evangelio en tierras de misión, así como con la fundación de la Semana Española de Misionología.

 

Edificó las parroquias de la Anunciación, de san Juan Bautista y de Las Nieves. Fundó la Congregación de las Misioneras de Acción Parroquial, que han estado presentes en algunas parroquias de la archidiócesis durante años, y que ostentan la titularidad del Colegio María Mediadora.

 

En concreto, estas religiosas llegaron a Burgos en 1947, estableciéndose en la parroquia de San Pedro de la Fuente. También han tenido presencia en Ntra. Sra. de las Nieves, San Julián, Santa Cruz –de hecho, cedieron el terreno para su construcción–, La Ventilla y en FEFASA (en Miranda de Ebro). Además, tienen presencia en Madrid, Segovia, Sevilla, Jaén, Almería y Lugo y, fuera de nuestras fronteras, en México, Venezuela, Brasil, Mozambique Angola, con dedicación a actividades sociales como la educación, la asistencia sanitaria y a los ancianos.

La detección de los abusos a menores, eje de la formación de la Fundación Manjón-Palencia

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En la tarde de este miércoles, 8 de mayo, la psicóloga, profesora de la Universidad Francisco de Vitoria y directora del Centro de Acompañamiento Integral de la Familia, Elena Arderius, ha impartido una sesión formativa en materia de prevención y detección del abuso sexual infantil dirigida a los profesores de los colegios diocesanos que integran la Fundación Manjón-Palencia.

 

​El objetivo de la jornada, organizada por la Fundación y coordinada por la Oficina de Protección de Menores de la archidiócesis, ha sido que los participantes pudieran tomar conciencia de la magnitud de la realidad del abuso sexual en la sociedad actual, así como profundizar en el conocimiento de los signos físicos, psíquicos o conductuales reveladores de que un menor pueda estar siendo víctima de un posible caso de abuso sexual.

 

​En el transcurso de la charla se ha insistido, además, en la relevancia de la figura del profesor como agente de prevención y protección de los menores, fundamentalmente, promoviendo el uso de materiales y contenidos, desde las primeras etapas educativas, que le ayuden a conocer su valor único como persona que debe ser respetada, integralmente y en todos los ámbitos, y poniendo en práctica un estilo educativo que favorezca la acogida la cercanía, el interés y la escucha del alumno.

 

​Finalmente, desde su experiencia en la práctica clínica, la ponente expuso a los participantes las formas y circunstancias en que los menores dan a conocer el abuso que sufren, indicando a los profesionales asistentes las actitudes y formas de proceder ante tal revelación.

El departamento de Formación Sociopolítica promueve el diálogo sobre la dignidad en el trabajo

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El departamento de Formación Sociopolítica de la archidiócesis convocó ayer a las entidades que lo componen a un encuentro en el que se abordó la cuestión del trabajo digno. Ante la treintena de asistentes, que se reunieron entre las 19 y las 21 horas en la sede de Cáritas, se expusieron las principales aportaciones que habían realizado delegaciones, pastorales y otras instancias a cuatro preguntas relacionadas con la situación laboral de la provincia, con la voz que debería tener la Iglesia en ese ámbito y con los principales obstáculos que dificultan que pueda hablarse de un trabajo digno para todos.

 

Tras esa exposición, que estuvo precedida por una oración y un café de bienvenida, los asistentes dialogaron en grupo y pusieron en común diversas propuestas y sugerencias sobre lo que los cristianos pueden aportar en el terreno de las relaciones laborales, tanto para la Iglesia como para el resto de la sociedad. Entre las ideas que surgieron, destacaron las relacionadas con la incidencia política, las condiciones de trabajo de los reclusos, la precariedad que rige en sectores como la hostelería o el trabajo doméstico y las que atañen a los propios empleados de organismos eclesiales.

 

Dentro de la campaña que la archidiócesis está dedicando al trabajo digno durante este curso, el departamento de Formación Sociopolítica difundirá un folleto con estas aportaciones, que incluyen también las que se recogieron tras su encuentro con políticos.

Continúa la campaña de micromecenazgo para salvar el órgano de Busto de Bureba

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El órgano barroco es singular en todos los sentidos. Es la máquina más compleja que se desarrolló antes de la Revolución Industrial. Pero, además, engloba todas las artes, con valor escultórico y cuestiones tanto físicas como químicas. No es mejor, ni peor que el resto de los instrumentos, es diferente. Tiene algo especial, aunque solo sea por estar vinculado durante tanto tiempo a un espacio sagrado. Respira esa atmósfera creada por la energía de los templos, la disuelve y recicla el contenido del espacio. Impresiona no solo si se toca fuerte, sino en los detalles.

 

El órgano barroco de la iglesia parroquial de San Martín, obispo, de Busto de Bureba está en vías de recuperar su esplendor, gracias a las expertas manos y técnicas del taller de organería de Federico Acitores, ubicado en Torquemada (Palencia); dedicado a la construcción y restauración de órganos de tubos desde el año 1982 y con la experiencia de 94 órganos históricos restaurados y 111 nuevos.

 

El taller de Torquemada ya inició una primera fase de la restauración el 25 de enero de 2023, con la reposición de la tubería metálica de este instrumento. Para abordar una segunda fase en la restauración, en estos momentos ha transcurrido más de una primera intensa semana de inicio de la campaña de micromecenazgo o crowdfunding, organizada por la Asociación Amigos del Órgano Barroco de Busto de Bureba a través de la entidad Hispania Nostra.

 

Por ello, la asociación necesita un empujón en las donaciones y también quieren dar las gracias a los que les apoyan en la campaña Salvemos el Órgano Barroco de Busto de Bureba a través de este enlace. La asociación invita a conocer las singularidades del proyecto y recordamos que todas las donaciones tienen una desgravación fiscal de hasta el 80%, además, según la cantidad donada, pueden apadrinanarse teclas, tubos, pisas (pedales), invitación a conciertos de órgano, visitas guiadas u obtención de varios obsequios.

 

Una segunda intervención, en función de los fondos disponibles, podría ser el desmontaje completo del instrumento, el tratamiento del mueble como consecuencia de los ataques de xilófagos y sacar su policromía. Así se explica el maestro organero, Federico Acitores, quien procederá a aplicar a todas las piezas del mueble atacadas un producto antixilófago.

 

El mueble se desmontará íntegramente para su eficaz restauración, pareado con una espléndida sillería de nogal de 1792, aunque el órgano fue trasladado y compuesto en esta ubicación en 1852, desconociendo con exactitud su procedencia, de la que tenemos indicios de un posible traslado desde la iglesia de San Miguel –lo que fue un monasterio benedictino, hoy día en ruinas–, ubicada en otro cerro del mismo municipio.

 

Donde está asentado este órgano barroco no adolece de los ataques de xilófagos, pues el piso del hermoso coro es de tablones de olmo como los del Real Monasterio de Las Huelgas de Burgos y su amplia escalinata para acceder es de piedra de sillería.

 

Como explica el organero, el órgano de Busto consta de 7 registros, sobre un teclado de 45 notas de octava corta. Guarnecido en hueso, con las alzas de nogal con dos filetes de boj: en la mano izquierda, orlos, bajoncillo, flautado, octava, docena, quincena compuesta de 2 hileras y lleno de 6 hileras; en la mano derecha, orlos, clarín, flautado, corneta de 6 hileras, octava, docena, quincena compuesta y lleno de 6 hileras.

 

También tiene a los pies siete pisas de contras, correspondientes a los siete bajos de la octava corta. La disposición de las mismas parece la original de la construcción del instrumento, según la valoración del maestro organero.

 

De acuerdo con el taller Acitores Organería y Arte, en la restauración de órganos se trabaja el instrumento de forma integral, desde la investigación histórica hasta la construcción de todas las partes, la tubería de metal y de madera, las mecánicas, el mueble, policromías, dorados y todo tipo de ornamentación.

 

El objetivo de la Asociación Amigos del Órgano, en palabras de su presidenta, Beatriz Saiz, es «promover y preservar el emblemático instrumento barroco como un elemento crucial y dinamizador de experiencias culturales y artísticas en los templos, por medio de la puesta en valor del patrimonio cultural e histórico que nos ofrece el arte como historia de la civilización y, en concreto, la música del ‘rey’ de los instrumentos musicales».

 

El primer paso en este proceso, comienza por su restauración con un coste de 111.000 €, tal como aparece detallado en la campaña actual a través de Hispania Nostra, de los cuales 38.500 € proceden de donaciones privadas y de las administraciones. Una campaña que no sería posible sin la promoción de esta restauración que está haciendo desde su creación en 2021 de la Asociación Amigos del Órgano de Busto de Bureba.

El nuncio visita Burgos para celebrar los seis siglos del monasterio de Santa Dorotea

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El Real Monasterio de Santa Dorotea de canónigas regulares lateranenses de San Agustín ha acogido este domingo una solemne misa de acción de gracias por estos 600 años de presencia en Burgos, que ha presidido el nuncio apostólico de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Cleopas Auza y que ha sido concelebrada por el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, así como por el arzobispo emérito de Burgos, Mons. Fidel Herráez Vegas, el obispo emérito de Jaén, Mons. Ramón del Hoyo López, natural de Burgos, así como más de una docena de sacerdotes, entre los que se encontraba el vicario general de la archidiócesis, Carlos Izquierdo Yusta, el delegado episcopal para la Vida Consagrada, Amadeo Alonso SDB, el superior de la Compañía de Jesús en Burgos, Joaquín Barrera SJ, y el capellán del propio monasterio, Óscar Moriana López de Silanes. Es el acto central de una serie de eventos organizados por estas religiosas para conmemorar el VI centenario de su fundación en la ciudad de Burgos.

 

El nuncio ha llegado minutos antes de las 12 del mediodía al Real Monasterio, acompañado por el arzobispo de Burgos y el arzobispo emérito. A la entrada de la iglesia le esperaba una comitiva de bienvenida, formada por la madre federal de la Orden, la madre Irene Estadella, la priora de la comunidad, sor Pilar Fernández, y un numeroso grupo de religiosas de la misma Orden, venidas de Arceniega (Álava), Palencia y Palma de Mallorca, monasterio este último del que depende la comunidad de Burgos. Durante la recepción al nuncio se han podido escuchar expresiones en tagalo, lengua materna del representante del Papa y de muchas de las hermanas presentes, que han dado un sabor especial a la celebración.

 

Ante una iglesia abarrotada de fieles, que han querido acompañar a las monjas en esta ceremonia, el nuncio ha repasado en su homilía la historia de este Real Monasterio, así como la vinculación que esta orden religiosa tiene con su isla natal, Bohol, donde ya hay tres fundaciones de estas monjas. Seguidamente, Mons. Auza ha desgranado el sentido de las lecturas del día, poniéndolo en relación con los mensajes que san Juan Pablo II y Francisco han transmitido a la vida contemplativa.

 

En concreto, el nuncio ha citado las palabras que el papa polaco dirigió a unas carmelitas, al poco tiempo de ser elegido, a las que dijo que ellas «extraen del Corazón de Cristo todas las riquezas, viviéndolo y dándolo a todos». Y, citando a Francisco, en unas palabras que dirigió a un grupo de carmelitas descalzas, pero aplicables a la vida contemplativa en general, ha señalado que «la vocación contemplativa no lleva a custodiar cenizas, sino a alimentar un fuego que arde». «Un fuego que arde», ha proseguido, «del que nos habla la Palabra de Dios en este VI Domingo de Pascua. El mensaje pascual de este domingo es el amor. ‘Dios es amor’, dice la segunda lectura».

 

«Al entregarle al Señor la vida en la contemplación, se tiene en cuenta que, si uno está solo, lo está por los otros. No es una vida de egoísmo, ocupados en nuestros intereses los cuales muchas veces podemos colorear de espirituales. Y es que, esta soledad, no es separación. Tampoco es indiferencia o desprecio de cuanto ha salido de sus manos. Es separación de todo lo que no es amor, es decir, de todo lo que no es necesario», ha explicado el nuncio.

 

Recordando a San Agustín y los tres puntos fundamentales de su vida y enseñanza, Mons. Auza ha apuntado que «podemos decir que es el Amor el que trasforma las almas haciéndolas interiores; es el amor que nos congrega en uno en la comunidad; es el amor, en tercer lugar, que nos da la percepción de la necesidad para socorrerla con misericordia, sobre todo, con la disponibilidad a la necesidad siempre urgente de la Iglesia en el servicio de la evangelización en la misión».

 

Tras la celebración eucarística, las religiosas han invitado al nuncio a conocer de cerca a la comunidad de religiosas, mostrándole las dependencias del monasterio, y también a compartir con ellas una comida de fraternidad, tras la que las hermanas de origen filipino han ofrecido un pequeño recital de música con canción en tagalo incluida.