Jornada de Oración por las Vocaciones

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2015 04 26 mensaje del arzobispo de Burgos pdf

 

Dios no quiere que el mundo sea una inmensa sacristía sino un templo grandioso en el que todas las criaturas, siendo cada una lo que debe ser según su plan creador y redentor, entone un prodigioso concierto para gloria suya y deleite de todos sus hijos. Para ello es indispensable que la familia, la educación, el trabajo, la sanidad, la economía, la política, la ciencia, el arte, el deporte y el ocio cumplan el fin para el que él las ha llamado a la existencia.

El Vaticano II ha hecho suya esta teología de la creación en diversos documentos, sobre todo en la constitución pastoral sobre “La Iglesia en el mundo actual”. El Concilio ha puesto de relieve que todas las cosas salidas de las manos del Creador son buenas en sí mismas y se rigen por unas leyes propias. El agua, por ejemplo, no necesita ser bendecida para que alabe al Creador y sirva al hombre. Basta que sea limpia, fresca y sin contaminar. Luego podrá hacerse bendita para ser usada en algunos ritos y lugares, pero siempre a condición de que no deje de ser agua. Lo mismo puede decirse de las demás realidades señaladas.

Situados en este horizonte no resulta difícil comprender la absoluta necesidad de hombres y mujeres bien formados, comprometidos y responsables que estén presentes en cada una de las realidades humanas nobles y las gestionen según el diseño del Creador. Aquí se encuentra uno de los pilares esenciales que reclaman y justifican la presencia de los seglares cristianos en el inmenso panorama de las realidades humanas. Sin la presencia responsable y comprometida de muchos hombres y mujeres en dichas actividades, será imposible llevar a cabo el concierto al que aludí al principio. Habría que añadir que esta presencia, pese a la mejoría llevada a cabo en las últimas décadas, continúa siendo una de las asignaturas pendientes y uno de los retos más formidables de la nueva evangelización.

El mundo y la Iglesia, por tanto, necesitan seglares competentes, responsables y sumamente generosos que estén presentes en todas las actividades humanas nobles. Ahora bien, esta presencia no es suficiente. Necesita el complemento de otros hombres que les faciliten el alimento intelectual autorizado de la Palabra de Dios actualizada permanentemente por la Iglesia, la fuerza de la Eucaristía y la sanación de la Penitencia. Estos hombres son los sacerdotes ministeriales. En comparación con los seglares son un mínimo tanto por ciento. Pero tan indispensable, que sin ellos los seglares no podrán participar y alimentarse de la Eucaristía ni ser perdonados de sus deficiencias y pecados ni nutrirse del alimento verdadero de la Palabra de Dios.

A nadie se le oculta que en algunas partes del mundo occidental, sobre todo, en Europa, acusamos una notable carestía de vocaciones sacerdotales. Nuestros seminarios, que antaño se encontraban repletos de seminaristas, hoy están en una situación de notable precariedad, salvo contadas excepciones. No es que Dios haya dejado de suscitar vocaciones, porque nadie conoce mejor que él la imperiosa necesidad que tiene la Iglesia de buenos y doctos pastores. Dios sigue llamando, pero hay demasiado ruido en el corazón de tantos jóvenes que les dificulta escuchar la llamada.

En este cuarto domingo de Pascua la Iglesia celebra una Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, tanto sacerdotales como religiosas. Pidamos al Señor que sean muchos los y las jóvenes que oigan la llamada que él les hace para entregarse a la causa del Evangelio. Pidamos, sobre todo, para que sean muchos los jóvenes y adultos que sigan la voz del Buen Pastor para ser sacerdotes.

El papa canonizará a la fundadora de las «Hermanas Azules»

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Las hermanas de la Inmaculada Concepción celebrarán en los próximos días un gran acontecimiento: la canonización de su fundadora, Jeanne Emilie de Villeneuve. El acto tendrá lugar el 17 de mayo en la Plaza de San Pedro del Vaticano y estará presidido por el papa Francisco.

 

Nacida en Toulouse el 9 de marzo de 1811, perteneciente a la nobleza francesa, es la tercera hija del Marqués de Villeneuve y de Rosalie d’Avessens. Vivió en el Castillo de Hauterive, cerca de Castres, donde gozó de un ambiente familiar y una educación que la prepararon  para el futuro.

 

Jeanne_Emilie_de_Villeneuve

Retrato de Jeanne Emilie de Villeneuve

 

Desde muy joven, Emilie destacó por su amor a Dios, expresado  en sus cuidados y entrega  a los  pobres, enfermos, frágiles y excluidos, a quienes desea  manifestar así el amor que Dios les tiene.

 

A sus 25 años, el 8 de diciembre de 1836, fundó en la localidad francesa de Castres, junto con otras dos jóvenes,  la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción. En 1847 envió las primeras hermanas a África. Murió a los 43 años víctima del cólera y fue beatificada en 2009.

 

Hoy las «Hermanas Azules» continúan viviendo el proyecto de Emilie en los distintos lugares del mundo donde se encuentran:  Europa, África, América y Asia.

 Presencia en Burgos

Las hermanas, hermanos y laicos, que siguen el carisma de Emilie, se sienten «muy felices de poder celebrar este gran acontecimiento» a la vez que se ven «impulsados y comprometidos a vivir, en nuestro mundo de hoy, la espiritualidad y carisma heredado de Emilie y hecho vida por todas las hermanas que nos han precedido», tal como detalla la hermana María Piedad Vesga, superiora de la comunidad en Burgos. Trabajan en la parroquia de la Inmaculada desde hace 20 años sobre todo en el servicio a obras de caridad en la popular barriada en Gamonal.

 

La diócesis se manifestará ante las últimas tragedias en el mar Mediterráneo

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lampedusa

 

Ante los cientos de inmigrantes fallecidos en el mar Mediterráneo, y en solidaridad con el sentir del papa Francisco, las parroquias de la diócesis se sumarán este domingo en un gesto público para denunciar estas «muertes evitables» y «orar por los inmigrantes fallecidos».

 

Coordinado por la vicaría de acción socio-caritativa de la diócesis, el gesto público -a la salida de las misas de las parroquias de la diócesis- será un acto «sencillo y a la vez profundo», a través del cual «se quiere aportar nuestra denuncia y nuestra oración en medio de la sociedad, junto a tantos otros que cada día sueñan y trabajan por un mundo mejor».

 

Serán cada una de las parroquias las que decidan tras qué misa celebren el gesto público, en el que se leerá, además, un manifiesto que se ha elaborado desde la vicaría. El gesto es público y mediante el mismo se pretende denunciar «que no podemos seguir mirando para otro lado, ya que esas muertes son evitables», tal como dice el manifiesto. Son hechos que «deben sacudir nuestra conciencia y la de nuestros gobernantes europeos y los organismos internacionales para actuar con decisión y evitar que estas tragedias se repitan». “No se puede tolerar que el Mediterráneo se convierta en un gran cementerio”, concluye el escrito.

Reacciones diocesanas

Ya el pasado lunes la mesa diocesana de pastoral con inmigrantes manifestaban su malestar ante las sucesivas tragedias acontecidas en el Mare Nostrum. A este respecto, decían, el próximo 11 de mayo se celebrará además un Círculo de Silencio en el Paseo Sierra de Atapuerca, en el que serán recordados los fallecido en el último naufragio. También las parroquias de Miranda de Ebro han decidido hacer como gesto público este domingo un multitudinario círculo de silencio en el parque de Antonio Machado a las 14:00 horas.

 

Los obispos españoles rinden homenaje a santa Teresa de Jesús

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obsipos españoles ávila

Los obispos, a su entrada en el convento de «La Santa».

Tras concluir su asamblea plenaria, setenta y ocho obispos españoles se han desplazado esta mañana hasta Ávila con motivo de la celebración del quinto centenario del nacimiento de santa Teresa. Tras visitar el monasterio de la Encarnación, en el que Teresa pasó muchos años y desde donde salió para fundar, los obispos se han trasladado hasta el convento de la Santa, donde han celebrado una eucaristía en la iglesia que se levantó en el emplazamiento de su casa natal. Presidida por el cardenal Ricardo Blázquez Pérez, presidente de la CEE y arzobispo de Valladolid, en la eucaristía y peregrinación participa también el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín.

 

En su homilía, Blázquez ha señalado que los obispos españoles ponen sus «trabajos y esperanzas ante la santa, que en sus tiempos recios se desvivió por forjar amigos fuertes de Dios. Su intercesión nos alienta en nuestra situación que reclama ante los desafíos pastorales una disponibilidad decidida y alegre para continuar el camino a que ella nos invitó en Alba de Tormes a punto de morir: ‘Es tiempo de caminar'».

Una semana de trabajos

Los obispos españoles han estado trabajando en Madrid desde el pasado lunes 20 de abril. Durante su reunión, han tratado varios asuntos de interés, entre los que se encontraban la presentación del documento «Iglesia, servidora de los pobres», el informe sobre Distribución del Clero en España o el nuevo Plan Pastoral de la CEE para el período 2016-2020.

 

Tras el viaje a Ávila, moseñor Gil Hellín se desplazará hasta Roma para participar en la peregrinación que están realizando los niños de la escolanía de los Pueri Cantores de la catedral de Burgos.

Buscaban una vida mejor

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Resuenan aún los ecos de las palabras pronunciadas el pasado mes de noviembre por el papa Francisco ante el Parlamento Europeo: “No se puede tolerar que el Mediterráneo se convierta en un gran cementerio”. Pero las noticias desgraciadamente lo confirman: más de 700 muertos entre Libia y Malta el pasado domingo 19 de abril; pocos días antes, otros 400; y así un trágico y continuo goteo, que alcanza la cifra de al menos 25.000 ahogados en el Mediterráneo desde el año 2000. A este drama se une otro no menos grave: el de las víctimas producidas por conflictos y guerras en diferentes lugares del mundo, víctimas con frecuencia por su condición de cristianas.

 

“Son hombres y mujeres como nosotros, hermanos nuestros que buscan una vida mejor, hambrientos, perseguidos, explotados, víctimas de guerras, buscan unan vida mejor… Buscaban la felicidad”. Con estas palabras mostraba su pesar el papa Francisco el domingo pasado. También los obispos españoles reflexionaron sobre esta realidad el lunes 29, y guardaron un minuto de silencio al comenzar su Asamblea plenaria. Nosotros, hoy, cristianos de Burgos, nos unimos al sentir y a la oración de toda la Iglesia en favor de nuestros hermanos muertos y desaparecidos.

 

No podemos callarnos ni mirar para otro lado: son muertes evitables. Deben sacudir nuestra conciencia, y la de nuestros gobernantes europeos y los organismos internacionales. Tenemos que actuar con decisión para evitar que estas tragedias se repitan. Y esto de tres formas: mejorando los sistemas de rescate y acogida, haciendo que en el camino no haya mafias que trafiquen con seres humanos, y actuando en el origen de los conflictos que provocan estos éxodos masivos de refugiados. Desde la comunidad cristiana nos ofrecemos a colaborar en las iniciativas que la sociedad y las autoridades lleven a cabo para acabar con estas situaciones.

 

Como gesto público, invitamos a todas las parroquias y comunidades religiosas a motivar y guardar un minuto de silencio al terminar las misas del próximo domingo 26 de abril; gesto que realizaremos en la calle, junto a las puertas de las iglesias, en solidaridad con todos los hombres y mujeres de buena voluntad que cada día sueñan y trabajan por un mundo más justo y más fraterno.