La Facultad de Teología puso ayer broche final a la conmemoración de los 50 años de su fundación con un acto al que asistieron numerosos alumnos y profesores que han pasado por sus aulas a lo largo de la dilatada existencia de la institución académica, entre ellos, los obispos de León (Julián Martín) Ciudad Rodrigo (Raúl Berzosa) y Osma Soria (Abilio Martínez) así como el abad de Silos, Lorenzo Maté.
La constitución apostólica «Veritatis Gaudium» (La alegría de la verdad), fue el argumento sobre el que el se apoyó en su intervención el decano, José Luis Cabria, para asegurar que «la renovación de los estudios eclesiásticos abre un camino esperanzador para nuestra Facultad» y que dicha renovación «está llamada a jugar un papel estratégico. De hecho, estos estudios no deben sólo ofrecer lugares e itinerarios para la formación cualificada de los presbíteros, de las personas consagradas y de laicos comprometidos, sino que constituyen una especie de laboratorio cultural providencial», añadió parafraseando al papa Francisco. «El buen teólogo y filósofo tiene un pensamiento abierto, es decir, incompleto, siempre abierto al maius de Dios y de la verdad, siempre en desarrollo».
Las conferencias de los obispos de León y Ciudad Rodrigo fueron el plato fuerte del acto académico. La intervención de Julián Martín giró en torno a la liturgia hoy, y en ella analizó, entre otras cuestiones la relación entre fe, liturgia y teología, el sentido teológico de la liturgia, la teología litúrgica y el papel que ha jugado el Catecismo de la Iglesia Católica, publicado en 1997, en la recuperación de la liturgia como «lugar teológico e insustituible de la fe de la Iglesia». «La clave de la restauración de la liturgia ha consistido en la recuperación del binomio liturgia-teología», y ha venido de la mano de realidades como la evangelización, la catequesis y la piedad popular.
Por su parte, Raúl Berzosa ofreció algunas claves para entender la teología del papa Francisco a partir del análisis de sus raíces (la teología del pueblo y de la cultura argentina), cómo hacer teología hoy según el pontífice (una teología encarnada, en la que se unan doctrina y vida, «rezar pensando y pensar rezando») y sobre el futuro. En este punto, el obispo de Ciudad Rodrigo señaló algunas coincidencias entre la visión del papa Francisco y Zygmunt Bauman el sociólogo y filósofo de la modernidad líquida y la posverdad. «Ambos han sido profetas para despertarnos de la somnolencia en que estábamos sumidos».
El sentido acertado de la vida
Al término del acto académico, y tras descubrirse una placa conmemorativa, obsequio de la Asociación de Amigos de la Facultad, el arzobispo de Burgos, don Fidel Herraéz Vegas, presidió una solemne eucaristía de acción de gracias que acompañó el Orfeón Burgalés. En su homilía, el pastor argumentó que «si hay algo que nos distingue a los seres humanos es que somos los únicos capaces de darnos sentido a nosotros mismos y dárselo a lo que nos rodea; ante esta capacidad, tenemos tres alternativas: dar un sentido acertado, correcto, a las distintas realidades que nos rodean, dar un sentido equivocado y no darle ningún sentido. De las tres opciones, la peor es la tercera». «Sabiduría viene de saborear: en la medida en que vamos saboreando la vida en el sentido correcto, vamos adentrándonos en la sabiduría», añadió.